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jueves, 26 de julio de 2018

Las obsesiones de El País

En la que fue, sin duda, la época más gloriosa de El País hubo una disputa Jesús de Polanco y Felipe González, que, al parecer le negaba algo al primero, o le urgía a ajustarse a lo convenido.
El entonces conocido como Jesusito del Gran Poder le dijo al presidente del gobierno que no le resistiría tres editoriales. En otra ocasión también dijo que no había cojones para negarle no sé qué, que, por supuesto no se le negó y además se le hizo trato de favor. La cuestión es que aquellos tiempos se han acabado y ahora la prensa vive de las subvenciones y el caso en que se ve más clara esta realidad es en La Vanguardia, que se ha convertido en un periódico para locos de atar. A alguno en tiempos no muy lejanos le habrían puesto una camisa de fuerza y no cabe duda de que le habría venido bien, porque le habría bajado los humos y puesto en contacto con la realidad.
El País, ya sin Polanco, lanza una insidia tras otra sobre el máster de Pablo Casado, pero no dice nada sobre el doctorado de Pedro Sánchez, del que también Borrell se abstendrá de hablar. Y Solbes, y Sevilla. No me olvido de Sebastián.
En ese doctorado tiene una mina el diario El País. Puede explayarse hablando de la calidad de la tesis, de su extensión y del Tribunal que se lo otorgó. Esos que pregonan el igualitarismo como piedra pómez de sus creencias no desaprovechan ni una sola de las ventajas que les ofrece la vida, ni rehúsan los privilegios y los tratos de favor. Si les apetece ver una corrida de toros o escuchar a un cantante en directo no dudan en usar un avión para llegar a tiempo. Seguramente, a El País eso le parece bien. O no tan grave como otras cosas.

martes, 26 de enero de 2016

MAFO da su versión

O sea, no es que el Banco de España, ni tampoco el ministerio de Economía, no controlaran adecuadamente los riesgos en los que estaban incurriendo los bancos y las cajas de ahorros al concentrar tantos riesgos en el sector de la construcción, sino que Guindos aterrorizó a los mercados.
Vaya por Dios, los mercados, palabra maldita para los de Podemos y sus simpatizantes. Sin embargo, la opinión de Zapatero era exactamente esa: la crisis, según él, se produjo por una caída en la confianza. Por eso mintió una y otra vez con el fin de conservar la confianza de los mercados. Otra vez la palabreja.
El problema consiste en que la confianza sólo se puede mantener si se tienen bases sólidas. La confianza en CajaMadrid y Bancaja se mantuvo hasta el final, como lo prueba el hecho de que lograran colocar tantísimas preferentes y posteriormente tantas acciones de Bankia. Los mercados siguieron confiando en el gobierno y en esas entidades, a pesar de que los estaban engañando.
Llega un momento en que las mentiras no se pueden mantener y ese momento llega cuando toca pagar intereses o dividendos y no hay con qué.
En aquel famoso debate entre Pizarro y Solbes, el primero dijo la verdad, pero nadie le podía creer, porque hacerlo significaba admitir la ruina. Resultaba más tranquilizador creer a Solbes, que se esforzaba por mantener la confianza de los mercados. Ni siquiera aquellos peperos que gobernaban comunidades autónomas quisieron creer a Pizarro y se decantaron por Solbes, y trataron de mantener con hechos, o sea, derrochando más, la confianza de los mercados. Tampoco Rajoy les llamó al orden, quizá porque no tenía el control del partido, aunque era su presidente, aunque tampoco hay que descartar que pensando en lo suyo, no se enterara.
Al final, la ruina fue mayor que si se hubiera aceptado en un principio. Y ahora hay peligro de que otros derrochadores inconscientes acaben por hundirlo todo de una vez. Salir del tercer mundo ya costaría más.

jueves, 21 de enero de 2016

Rajoy, sin hacer ruido

El presidente del gobierno en funciones puede pensar que consiguió lo que quería, que era acceder al cargo que ocupa. Pero todo podría haber sido de otro modo. Si tras el 11-M Aznar no se hubiera empeñado en atribuir el atentado a ETA, es posible que Rajoy hubiera ganado las elecciones y en ese caso se habría encontrado a España en muy diferente situación.
Si en la primera legislatura de Zapatero, Aznar, que todavía controlaba el partido, hubiera dejado que Rajoy actuara a su manera, en lugar de centrar la estrategia en la 'autoría intelectual del 11-M', es posible y hasta probable que Rajoy hubiera podido ganar las siguientes elecciones, cuando la destroza de Zapatero todavía no era tan grande. Rajoy, en este tiempo de la primera legislatura de Zapatero, debió dar un puñetazo en la mesa y hacer que el partido se atuviera a la realidad. Pero no está en su naturaleza llevar a cabo tales hazañas. Tampoco fue capaz de llamar al orden a sus barones para que actuaran en consonancia con lo dicho por Pizarro en su debate con Solbes. Tampoco fue capaz de darse cuenta de que Camps y compañía llevaban al PP al desastre.
De modo que sólo miraba el modo de mantener la manija del PP y con ella, si podía, acceder a la presidencia del gobierno.
Y ahora resulta que tal y como está el patio político español es la opción menos mala para formar gobierno. Otra cuestión sería si a la cabeza del PSOE hubiera alguien decente, pero si se diera el caso tampoco podría formar gobierno porque en modo alguno se iba a aliar con Podemos, y con Ciudadanos no tendría bastantes votos.
Claro que si a la cabeza del PSOE hubiera alguien decente, quizá habría obtenido mejor resultado en las elecciones.
Tal y como están las cosas, la catástrofe nos amenaza.

viernes, 29 de mayo de 2015

Rajoy y sus barones

Los barones se le han rebelado a Rajoy, como si él tuviera la culpa de sus derrotas. Como si quien ha perdido fuera él y no ellos. No se les ocurre pensar que si la derrota no has sido más estrepitosa quizá se lo deban a él.
También cabe pensar, habida cuenta del colmillo retorcido que abunda en la política española, que ven que Rajoy va a aprovechar los resultados electorales para irlos difuminando y han pensado que de perdidos al río.
Los barones del PP hacen como que no se han enterado, aunque bien pudiera ser que no se hayan enterado, de que no sólo Zapatero llevó a España a la quiebra. Las Comunidades Autónomas tuvieron mucho que ver en el asunto. Derrocharon tanto o más que Zapatero. Esto es particularmente grave en las gobernadas por el PP, puesto que tiene delito que hicieran más caso a Soibes que a Pizarro.
Rajoy ha incumplido sus promesas, pero es que los presidentes autonómicos y alcaldes de su partido nunca han estado a la altura de las circunstancias. Si hubieran actuado de forma correcta el descalabro hubiera sido menor. Lo que ocurre es que además hay un círculo vicioso. Si los líderes autonómicos del PP hubieran sido responsables, España no hubiera ido a la quiebra y en esas condiciones es posible que Zapatero hubiera vuelto a ganar.
Así que aquí tenemos el mapa de un país no acostumbrado a la democracia y a la vez muy aficionado a la magia. La gente no recuerda que cuando ya había estallado la burbuja inmobiliaria desde el ministerio de Fomento y las consejerías de Urbanismo se aconsejaba construir y comprar viviendas. Y quienes daban esos consejos ahora claman contra los desahucios. La lágrima da votos.
Los barones deberían ser conscientes de que Rajoy es un profesional del poder, el Ibex está contento con él y tiene la manija. Lo mejor que pueden hacer es callar y largarse.

jueves, 1 de mayo de 2014

Los sindicatos piden empleo estable y aumentos de sueldo

Me extrañaba a mí que los sindicatos no pidieran nada. La luna, por ejemplo. A mí también me gusta pedir cosas, aún a sabiendas de que contra el vicio de pedir está la virtud de no dar.
Yo les pediría a los sindicatos que dieran a conocer sus cuentas, el número de afiliados que tienen, cuantos de ellos pagan sus cuotas, y cual es el porcentaje de trabajadores en activo que está afiliado. Y cuál es el porcentaje entre los parados. Preguntas capciosas las mías, como se ve.
Entiéndaseme bien. Yo no estoy en contra de lo que piden los sindicatos, sino que pregunto cómo piensan que se puede conseguir todo eso. Quizá creen que con un decreto-ley basta.
También pregunto más cosas. Los sindicatos tenían en nómina, o al menos los tenía alguno de ellos, a economistas que veían venir la crisis desde antes que se produjera. ¡Ah! ¿Por qué no dijeron nada cuando todavía se podía hacer algo para disminuir lo que se nos venía encima? Pero no eran sólo los economistas que tenían en nómina. Lo dijo públicamente Manuel Pizarro. Está bien que los socialisras creyeran a Solbes, aunque él mismo no lo hiciera. Pero los políticos del PP sí debieron tomar nota, por coherencia (si la tuvieran), y los sindicatos también, porque alertaba del peligro en que estaban los trabajadores y coincidía con los análisis de sus propios economistas.
Consumado el mal, y a la vista de lo que hay entre los dos principales partidos, y la deriva de los nacionalistas, el asunto presenta un mal cariz. Pero el asunto merece, al menos, una pregunta más. ¿Por qué los sindicatos no les dicen a los nacionalistas que con su actitud están perjudicando gravemente a los trabajadores y sobre todo a los que ya perdieron su empleo?
Y no acaban ahí las preguntas. ¿Por qué sólo UPyD se ha querellado con Bankia?

jueves, 29 de septiembre de 2011

El bulo del recorte de sueldos

Tenía que ser el diario El País el que acudiera en socorro de las justas aspiraciones electorales del desahuciado Rubalcaba (te das la vuelta y te la clava), lanzando la especie de que el gobierno valenciano se dispone a recortar el sueldo a 150 000 funcionarios. Y ha sido un medio mucho más modesto el que ha optado por contrastar la información. Estamos en un punto en el que no se puede uno fiar de nadie.
Otra cosa es que la Generalidad esté tan endeudada que a punto han estado de cortarle la luz al despacho de su actual presidente por falta de pago. Mientras tanto, el causante del desaguisado puede decirse que está de vacaciones en Consejo Jurídico Consultivo, puesto que si ha ingresado en este organismo no ha sido porque haya llevado a cabo anteriormente ninguna hazaña jurídica.
De todos modos, hay que conservar la respuesta del Consejero Vela, pues en los tiempos que corren las palabras se las lleva el viento. Lo del niño del poema Sur une barricade, de Victor Hugo, ya no está de moda.
De todos modos, sí que se están llevando a cabo recortes en la Comunidad Valenciana, al igual que en otras, puesto que Francisco Camps fue de los que no tomaron nota de las advertencias que vertió Pizarro en su debate con Solbes, y continuó con su política derrochadora. Resulta sospechoso y descorazonador que no se haya metido la tijera en Canal 9, por donde se nos escapa tanto dinero de los impuestos que debería ser gastado en Educación y Sanidad.
Tampoco es correcto que todos los diputados tengan móvil a cargo del contribuyente, ni que tengamos que mantener a la fenicia Academia Valenciana de la Lengua, al Sindic de Greuges, al Consejo Jurídico Consultivo ni al Consejo Valenciano de Cultura o la Fórmula 1. Se nos va el dinero a chorros en cosas que no benefician, interesan ni gustan al ciudadano.

'Bonaventura'
'El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde'
'Alrededor del deseo'
'Cuentos neuróticos'
'Alfonso X el Sabio'
'¿Cuándo y cómo acabará la crisis?'
'El psicólogo en casa'
'La huella del hereje'


jueves, 8 de septiembre de 2011

Gabilondo, número dos por Valencia

A nuestro sistema político le llaman democracia, pero los primeros que no creen en ella son quienes viven de ella. Nos imponen todo, las lenguas que hemos de hablar, nos gusten o no, las carreras de Formula 1 que hemos de ver, los campos de fútbol que hemos de pagar, y muchas más cosas. De hecho, puede que no haya ni una sola parcela del vivir cotidiano en la que no nos impongan algo, y todo con nuestro dinero y nuestros votos.
Quienes presumían de primarias hace poco, cosa que molesta porque, en realidad, era una tomadura de pelo, ahora imponen al ministro Gabilondo en las listas de Valencia. Pero no será el único partido que imponga un paracaidista, porque es posible que lo hagan todos, dado que en otras ocasiones lo han hecho todos.
Son ellos los que hacen las leyes y cuando los jueces, interpretando esas leyes, mandan a algún político en la cárcel, van a acompañarlo hasta la puerta, lo que constituye una clara crítica a los jueces. Son ellos, los que primero politizan la política, para poder imponerles también a los jueces su voluntad, y son ellos quienes los presionan cuando están en trance de emitir una sentencia y son también los que llaman a desobedecerla cuando no les gusta.
¿Cómo nos podemos extrañar de que embebidos en sus propias preocupaciones no vieran llegar la crisis y no supieran tratarla después? Es cierto que Pizarro la explicó en aquel debate con Solbes, pero luego Aguirre ha dicho “no tenemos un puto duro”, Cospedal dice que en Castilla-La Mancha no hay dinero, en la Comunidad Valenciana las deudas llegan hasta el cielo, quizá debido a la beatería de Camps. Pizarro predijo lo que venía, pero nadie le hizo caso. Y ahora estamos en la ruina.
Por lo menos, que no nos hagan creer que tenemos democracia, porque sus hechos demuestran que no la hay.

'El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde'
'Alrededor del deseo'
'Cuentos neuróticos'
'Alfonso X el Sabio'
'¿Cuándo y cómo acabará la crisis?'
'El psicólogo en casa'
'La huella del hereje'
'Quién mató al ayatolá Kanuni'


sábado, 9 de julio de 2011

Cospedal marca el camino

La nueva presidenta de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal, ha iniciado un camino que más pronto que tarde tendrán que seguir los demás presidentes autonómicos. Lo de suprimir gastos innecesarios es una necesidad desde el mismo momento en que estalló la burbuja inmobiliaria.
Los políticos, teóricamente, tienen vocación de servicio. Desean hacer cosas que beneficien a la comunidad. Esto sería cierto si al surgir alguna dificultad pensaran enseguida en los más desfavorecidos, lo cual en el caso español les hubiera llevado enseguida a ahorrar, para no ponerlos en peligro. Los adversarios políticos de Cospedal, los que tiraron la casa por la ventana, la critican, porque dicen que ahorra el chocolate del loro.
Esperanza Aguirre, no tiene un puto duro, ya se sabe. Bueno, ella sí, quien no tiene es la Comunidad que preside.
Lo de Francisco Camps es peor. No es que no tiene un duro, sino que lo debe y más de uno y más de dos. Bueno, no es que lo deba él, sino nosotros, los ciudadanos. Se ha gastado él el dinero, con el aeropuerto de Castellón, con la Nueva Fe, con el Ágora, con la Academia Valenciana de la Lengua, etc. Le respondió al juez que le preguntaba por unos trajes que los valencianos le debemos mucho, porque ha sacado adelante a la Comunitat. Así lo dijo él. Pues si la llega a sacar atrás...
La de Cospedal es la senda que necesariamente tendrán que recorrer unos y otros, dado que la crisis va para largo. Pizarro la vaticinó en su debate con Solbes, pero unos no le creyeron porque era del partido contrario, y los del suyo se lo tomaron a broma, puesto que siguieron derrochando, derrochando, derrochando.
En la Comunidad Valenciana hay muchas cosas que suprimir, y ahora falta que Camps se entere, o que alguien se lo explique.

'El psicólogo en casa'
'La huella del hereje'
'Quién mató al ayatolá Kanuni'
'Espiritual mente'
'África en el corazón del viajero'
'Diccionario de manías y supersticiones'
'Quién fue quién en el mundo clásico'
'12 ciudades del mundo'

jueves, 18 de febrero de 2010

Aído (o el derroche)

Amaneció ayer la prensa con una noticia sobre la subvención del ministerio de Aído para hacer un estudio sobre el clítoris y Juliana alega que la prensa de derechas no ha leído la letra pequeña de la ley. Otros periódicos de la izquierda apuntan, con regocijo, que a la derechona todavía le asustan cierto tipo de palabras.
Esto no es cierto. Es público y notorio que la condesa no tiene pelos en la lengua y que Camps utiliza el huevo como unidad de medida. A Rajoy lo debe de querer cinco huevos por lo menos, y a su mujer ya ni se puede calcular. Pero esas no son sino maneras de desviar la atención del hecho fundamental: Muchas empresas se ven obligadas a echar el cierre, despidiendo a sus trabajadores porque los ayuntamientos no les pagan lo que les deben, y sin embargo a Aído le sobra el dinero. Esa es la cuestión a la que hay que atender.
Aído forma parte del gobierno de Zapatero. Zapatero ha mentido y engañado y se ha demorado en reconocer la crisis por motivos electorales. Lo de la aplicación de medidas es otro cantar, puesto que han consistido básicamente en sustituir a Solbes por Salgado. Se ha dicho que Zapatero le ganó el debate a Rajoy. También se dijo en su momento que Solbes se lo había ganado a Pizarro. Hoy ya no están en la política ni Solbes ni Pizarro. Mientas Aído gasta el Tribunal Constitucional languidece y el PSOE contempla, prietas las filas, la incompetencia de Zapatero. Uno que come hierba trata de sacar punta a la intervención de Rajoy. El PP en todo este tiempo no ha podido tumbar a un gobierno incompetente, porque los nacionalistas, que tienen un poder excesivo, van a la suya. Los ciudadanos asisten impotentes a una situación que no tiene salida. Aído es un buen símbolo de la irresponsabilidad con la que se nos lleva al término de la fiesta.

sábado, 19 de septiembre de 2009

La CEOE se propone una misión imposible

Nada menos que pretende el acuerdo entre el PSOE y el PP para afrontar la crisis. No le falta razón a la organización empresarial, ni propone nada nuevo. El asunto es tan evidente que desde mucho antes de que Zapatero se viera obligado a reconocer la crisis, es decir, cuando Solbes la negaba, echando a perder su reputación para siempre, ya se sabía que era necesario el pacto de Estado.
Lo que ocurre es que el pacto de Estado sería bueno para casi todos, especialmente para los más pobres, pero no resulta muy atractivo para los partidos, puesto que no les proporcionaría ningún beneficio electoral. En este sentido, al PP no le conviene puesto que el previsible deterioro de la situación puede hacer caer al gobierno antes de lo previsto. Pero si el PSOE se lo propusiera, el PP no se podría negar. Hasta el momento, todo lo que se pide al PP es que aplauda lo que hace el gobierno. Al PSOE sí que le interesa el pacto, dado que es la única manera de salvar la situación. La CEOE espera con temor la llegada del año 2010, en el que pueden verse obligadas a cerrar una gran cantidad de empresas. Hay que frenar el declive como sea. El problema se llama Zapatero, puesto que para frenar la crisis hay que hacer todo lo contrario de lo que ha venido haciendo, para vergüenza de Solbes, puesto que ha tenido mucho que ver en ello.
Tanto Lucía Méndez, en El Mundo, como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en El País, cada uno a su manera, tratan de interpretar la actitud del PSOE con respecto a Zapatero. Creo que ambos aciertan en parte. Pero creo que todos los socialistas con ambición de progresar en el partido tienen algo claro: sólo siendo totalmente sumisos a Zapatero pueden progresar. Fuera de eso no hay nada. Ahora bien, dado que Zapatero sólo tiene una idea clara, que consiste en mantenerse en el poder sea como sea. En cuanto a lo demás, hoy puede pensar una cosa y mañana otra, de ahí el aparente desconcierto de los ministros, que dicen cosas para luego ser desmentidos.
De modo que a Zapatero no le interesa el pacto y el PSOE ha cerrado filas en torno suyo. Resulta inconcebible que en la situación que vivimos nadie del partido se atreva a discrepar de la política gubernamental, tildada de catastrófica por tantos.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Zapatero es un peligro

Cualquiera que se precie se pone en lo peor, para que, si llega, no le pille desprevenido. Este miedo lo conocen bien los políticos, puesto que lo explotan. Zapatero también recurre a fomentar el miedo a la derecha. Lo que le preocupa no es lo que les pueda ocurrir a los españoles, sino su propio futuro en el gobierno. El egoísmo puede pasar por bisoñez. El miedo a perder el favor del electorado es lo que le ha llevado a empujar a los ministros de Justicia y de Interior a presionar al Tribunal Constitucional, cosa absolutamente inadmisible.
Busca votos de forma desesperada en sus caladeros, con lo que además, en Cataluña, condiciona la forma de proceder de CiU y del PP. Empuja a CiU hacia más allá de lo que este partido quisiera y, por su parte, el PP teme perder los pocos votos que le quedan en Cataluña y la posibilidad de pactar con CiU. Y Zapatero actúa de este modo porque se da cuenta de que al haber salido Alemania y Francia de la crisis el BCE puede volver a subir los tipos de interés, lo que resultaría catastrófico para los hipotecados españoles y también para los bancos.
Esperar que los pesos pesados del socialismo se rebelen, parece excesivo. Solbes mintió en su día, cabe deducir que a petición de Zapatero y al irse ahora sin decir ni pío ha demostrado que en aquel momento también pensaba que la crisis duraría poco; su ambición le hizo mentir y soportar que otros ministros se metieran en su terreno. Ahora se ha ido, porque se da cuenta de que el gobierno va en dirección contraria a la que sería correcta, y calla porque cualquier cosa que dijera serviría para demostrar lo mal que lo ha hecho hasta el momento. Se ha ido sin dignidad. Rubalcaba y Caamaño tampoco ya han demostrado lo que se puede esperar de ellos.

jueves, 21 de mayo de 2009

El vídeo del PSOE

El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente. La política es muy noble cuando se usa para servir a los ciudadanos y se convierte en un foco de corrupción cuando su fin es lograr o mantener el poder. En este último sentido cabe entender el vídeo electoral del PSOE.
La pretensión de dividir a la sociedad en buenos y malos en función de sus elecciones políticas es un acto intrínsecamente perverso. Nadie puede estar obligado a acertar en su elección, y tampoco se puede saber quién ha acertado, porque si se supiera sólo habría un partido. Lo que cabe exigir es que cada uno sea consecuente con su elección. Esta campaña publicitaria puede ser aceptable para una chica como Bibiana Aído, que dice que si quedara embarazada, no abortaría, sin explicar los motivos por los que actuaría así; tampoco ha explicado qué es lo que haría en el caso de que Zapatero le ordenara abortar, cosa que a la vista de las circunstancias cabe dentro de lo posible.
La vida requiere esfuerzo, perseverancia y espíritu de sacrificio, y sólo si estas virtudes calan en la sociedad y son asumidas por la inmensa mayoría, puede salir adelante una nación. La prudencia debe guiar los pasos de todos y hay que saber que el error tiene un coste, por muy disculpable que sea. Lo que hace este gobierno es inducir a pensar en que la vida es fácil y que todo el mundo tiene derecho a premio sólo porque sí, y todo por conseguir sus votos.
Son tantas las muestras de mezquindad de este gobierno que habría que preguntarse cuáles los motivos por los que no dimite ningún ministro. Se fue Solbes, pero no fue por vergüenza, sino porque su reputación caía en picado. Tal como están las cosas en nuestra política se hace muy difícil que siendo buena persona se pueda llegar a dirigir un partido o presidir un gobierno.

viernes, 15 de mayo de 2009

La recesión y los brotes verdes

La crisis se ceba más duramente con Europa que con Estados Unidos, lo cual deja en evidencia a los trileros que se empeñan en señalar a Bush como el único culpable. Si la economía europea se tambalea de este modo es porque sus cimientos no eran suficientes. Por otro lado, en España se hubiera desatado la crisis de todos modos. Si sólo hubiera ocurrido en nuestro país se hubiera notado menos.
He aquí, pues, que la irresponsabilidad de nuestros gobernantes, estatales y autonómicos, es total y absoluta. No sólo no previeron la inevitable crisis nacional, sino que, además, fueron incapaces de imaginar la mundial, ni siquiera como ejercicio teórico, y una vez declarada aún la negaban, sin darse cuenta de las repercusiones que iba a tener en la nuestra. Aparte de ceguera hubo mucho egoísmo. Y Solbes calla, ¿por qué no lo cuenta todo, ahora que puede?
De los brotes verdes que ven quienes no vieron los enormes nubarrones que se cernían sobre nosotros mejor no hablar. De momento, no se sabe cuál puede ser la duración de la crisis. Los políticos deberían comenzar a asustarse de una vez y aligerar la nómina, no vaya a ser que la desesperación se adueñe de la gente y les pille el asunto también a contrapié y sin tiempo para salir por piernas.
Otra cuestión que se pone de relieve es que si Europa fuera una sola nación podría combatir mejor la crisis. Es malo para España que Alemania vaya mal y viceversa. Lo mismo en todos los casos. Pero llevar a cabo una política comunitaria en las condiciones actuales es imposible, porque lo que puede servir para un país puede no ser tan bueno para otro. Habría que acelerar la unión europea, por el bien de todos; pero esto, incluso en estas condiciones, es utopía.
También resulta utópico esperar un comportamiento racional en la clase política española.

martes, 28 de abril de 2009

Pizarro, en Valencia

Escribió hace poco Eduardo Punset que el ministerio de Economía no debería encargarse a un funcionario. Ignoro si es por eso por lo que Pizarro vuelve a asomar la cabeza, pero lo hago constar. Ayer estuvo en Valencia y las recetas que pregonó para salir de la crisis tenían relación la mentalidad empresarial: intervenir las entidades que tengan problemas, averiguar quién los ha producido y exigir responsabilidades. (Escucho en un bar que alguien, presumiblemente parado, propone que para solucionar la crisis se instaure la pena de muerte para quienes tengan cláusulas de rescisión de contrato desproporcionadas con respecto a las de los trabajadores. No quiere sangre, prosigue, daría un mes de plazo para que los implicados pudieran regularizar su situación. No sabe que esa medida sería inconstitucional en varios puntos).
La situación es la siguiente: el ministro de referencia del gobierno, Pedro Solbes, que precisamente debatió con Pizarro la situación económica del país, ha dejado el gobierno de mala manera. El gobernador del Banco de España está siendo duramente criticado por los ministros y por unos cuantos pelotilleros más por decir ahora lo que debió decir hace seis años. Quisieran que siguiera mudo, pero él quiere salvar su reputación, como si aún fuera posible. El Banco Popular va a cerrar 300 oficinas, o sea, va a reducir gastos. Pizarro, a pesar de su mentalidad empresarial, no ha propuesto nada parecido. ¿Cuántas oficinas podría cerrar la clase política? ¿Cuánto dinero podrían ahorrar los políticos eliminando lo superfluo? ¿A cuántos hambrientos se podría dar de comer con ese dinero?
No están tan lejanos los días en los que Zapatero decía que el sistema económico español era el más consistente de Europa, y lo raro es que no dijera que del mundo entero. Añadía que España saldría de la crisis antes que nadie. La realidad es que la crisis española excede con creces a las de los países de nuestro entorno y que nuestra salida de ella es la más problemática. Lo que se ha desmoronado es la fe en nuestro sistema político. Esto ni lo dijo Aznar, que cree que lo sabe todo, ni tampoco Pizarro.