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domingo, 12 de abril de 2015

López Aguilar, exministro

Cuando el gobierno de Zapatero nos reíamos de Pajín y de Aído (bueno, también de Blanco), sin percatarnos de López Aguilar también servía para la cosa. Rajoy también nos ha regalado unos cuantos de aúpa.
López Aguilar se creyó que con la que se empeñó en llamar Ley de Violencia de Género, en contra del parecer de los académicos de la RAE que recomendaron que se usara 'violencia doméstica', podría arreglar el mundo. Ahora se encuentra atrapado en su propia ratonera, pero bien protegido por su escaño. Debería dar la cara y renunciar a él. Debería.
Pero su caída en su propia trampa va revelando otras cosas. Ha trascendido, por ejemplo, que le dijo a su exmujer: “gorda, me merezco una mujer con más pecho” y eso no está bien que lo diga un ministro de Justicia. En realidad, no está bien que nadie diga eso. Pero que un ministro de Justicia que pretende acabar con la violencia doméstica cosifique a su mujer de ese modo tiene guasa. O sea, que se merece una mujer con más pecho.
Habría que averiguar por qué la mujer no le dio con la puerta en las narices en ese mismo momento. Cómo pudo enamorarse y vivir durante 17 años con un hombre que sólo se fija en los atributos físicos. Y también debería explicar ella por qué pensaba que un señor con esa manera de pensar podía arreglar alguna de las cosas que van mal en España.
Las cosas que Natalia de la Nuez le ha contado a la jueza titular del juzgado de Violencia sobre la mujer, lo dejan a él en muy mal lugar, pero también a ella, puesto que ha compartido su vida con este hombre durante unos cuantos años.
A Zapatero también lo deja en mal lugar, por haberlo elegido para ministro de Justicia., pero es difícil que se dé cuenta de eso.

viernes, 22 de marzo de 2013

Reprimir las ganas de dar una hostia

No veo la televisión, como suelo decir, así que me he enterado hoy, porque lo he leído en El Mundo. Hay quien dice que leer El Mundo es de idiotas. Me quedo con el idiota y sigo. Me he enterado hoy de que Telecinco hizo una pregunta a los dos candidatos a la presidencia del gobierno:
¿Qué haría si se encontrara por la calle con Josu Ternera? Llamar a la policía, dijo Rajoy (¿para qué?, le preguntaría yo); cambiar de acera, respondió Zapatero (eso sería si no iba con Eguiguren, le diría yo). Mi respuesta a esa misma pregunta sería: reprimirme las ganas de darle una hostia, porque la violencia no es lo mío. La denuncia valdría la pena si la ley fuera clara y la Justicia independiente.
He leído la noticia aquí y, como se puede apreciar, va encabezada por una fotografía en la que aparecen tres sujetos sonrientes. Ninguna sujeta, Aído; ninguna miembra. Se les adivina que duermen a pierna suelta, como si tuvieran la conciencia tranquila. Aunque no me extrañaría que la tuvieran tranquila. A ellos, ¿qué más les da?
Lo que a unas personas les parece atroz a otras les parece normal. Lo que unos no serían capaces de hacer por nada del mundo otros lo ejecutan sin ningún reparo. Un tiro aquí, una bomba allá, un secuestro acullá, todo por la “patria”. Cada uno elige su propia patria, faltaría más. Unos eligen como patria a la palabra, otros a la justicia, otros el lugar que les da trabajo, otros la que les resulte más cómoda y conveniente a efectos prácticos, otros el crimen y la extorsión. Los políticos saben todo eso y, por lo que vemos, saben calcular dónde tienen los mayores graneros de votos. La patria de los políticos es la de los votos. Los buscan como los caminantes del desierto buscan el agua. De modo que hay que decir que Eta está acabada y si alguien dice que lo duda, los profesionales de la política arremeten contra él.




miércoles, 29 de agosto de 2012

Esos ministros daneses

Circula por Internet una foto en la que se ve a algunos ministros daneses yendo en bicicleta a trabajar (también alguna ministra, Aido).
Nos lo creemos, claro. Lo increíble es lo de los españoles. Las colas ante la puerta de Cáritas son larguísimas; abundan los que están desesperados y desmoralizados para siempre; ilustres economistas dicen que tardaremos más de cien años en recuperar lo que hemos perdido; y los principales responsables de la crisis no se bajan del coche oficial.
Aquí, cualquier politiquillo de nada, que no podría pasar un examen de cultura general, en cuanto merced a su capacidad para adular a sus superiores alcanza un cargo medio pide coche y chófer.
Me da el pálpito de que ni se sabe cuántos coches oficiales hay en España, ni cuánto combustible consumen cada mes, ni para qué se usan esos coches oficiales. Porque a lo mejor no siempre se utilizan para asuntos oficiales. Sin olvidar que dado el desmadre imperante en España cualquier cosa es posible y a los correligionarios se les perdona todo, y a los que no lo son también, porque como dijo Pujol, “si tiramos de la manta nos podemos hacer daño todos”.
Tampoco es probable que se conozca el número de secretarias o secretarios de los políticos, ni los gastos de móvil que cargan todos los meses en nuestra cuenta.
Los políticos españoles en cuanto acceden a un cargo con capacidad para tomar decisiones que afecten a los ciudadanos ingresan al mismo tiempo en la oligarquía, porque España tradicionalmente ha estado en manos de la oligarquía, y lo sigue estando. Y no les da vergüenza ser oligarcas. Y aun nos dicen que se sacrifican por nosotros.
Si supiéramos cuánto cuesta la clase política danesa a los daneses y cuánto la española a los españoles, nos cabrearíamos. Pero no nos darán el dato.

'La amante imperfecta' 
'De Laura y otras muertes' 
'Hasta los cuervos picotean las cerezas' 
'La energía después de Fukushima' 
'Limones dulces' 
'Ocurrió en Valencia' 
'Los invitados de la princesa' 
'La vida y la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer contada a los niños' 


 
 
 
 
 
 

miércoles, 7 de julio de 2010

Millán Astray, superado

Es conocida la frase con la que el general Millán Astray contestó, enfurecido, a Unamuno: ¡Muera la inteligencia! La inteligencia no murió, claro, otras personas han recogido el testigo de Unamuno, esas semillas que él iba sembrando con la esperanza de que algunas fructificaran. No obstante, los hay que piensan que hoy haría falta otro Unamuno. No sería lo mismo, porque los tiempos han cambiado.
Gustavo Bueno, por ejemplo, se ha referido de forma explícita a Zapatero en algunos de sus libros. En el último de ellos, El fundamentalismo democrático, hay una foto del mismo Zapatero en la portada. En ese libro, afirma que la ley de plazos del aborto es un claro caso de degeneración democrática. No es necesario comprar el libro para conocer su argumentación, en la propia web del filósofo se puede leer. También ha dicho en declaraciones a la prensa que ve más corrupción en dicha ley del aborto que en el caso Gürtel.
Dicen que un conocido escritor, que vende mucho, del grupo de la zeja, dio una vez un puñetazo sobre la mesa y dijo, refiriéndose a Zapatero: ¡que sí es inteligente! No habría hecho falta que diera puñetazos ni que gritara si el propio Zapatero se hubiera dedicado a rebatir punto por punto el pormenorizado análisis de Gustavo Bueno. Incluso, el mismo hecho de interesarse por sus tesis ya revela algún grado de inteligencia. Rectificar por convencimiento propio, y no porque lo ordenen las circunstancias o algunos mandatarios mundiales, ya parece fuera de su alcance, eso ya no es de inteligentes, sino de sabios.
Un debate entre Gustavo Bueno y Zapatero, o Aído, o Blanco, pongamos por caso, hubiera sido enriquecedor para la ciudadanía española, porque hubiera puesto en primer plano a la inteligencia y se hubiera visto de modo práctico lo útil. Conviene tener en cuenta que para muchos ser inteligente consiste en ser despabilado. Pero no, a esta gente no le interesa la inteligencia. Sabe que contestando a Bueno, como hizo Millán Astray con Unamuno, se magnifican sus efectos. Saber que para matar a la inteligencia lo mejor es no darle pie a que brille, ignorarla.

'El filósofo entre pañales'
'Dichos, comparaciones y frases populares'
'Homero, Ilíada'
'Switch in the red'
'Diccionario Web 2.0'
'Tiempo de vida'
'Bajo toda la lluvia del mundo'
'¿Quiere usted hablar mejor?'

jueves, 10 de junio de 2010

Zapatero no piensa imitar a Suárez

Y es lógico no lo haga, dimitiendo, como sí hizo Suárez, puesto que éste ya había hecho lo principal de su tarea, aquello para lo que se llevaba preparando muchos años. Adolfo Suárez ya sabía que la parte suya de la Transición había sido hecha de forma impecable y que ese mérito ya no se lo iba a quitar nadie. Podía irse, pues, disgustado por tanta puñalada trapera como le daban, pero satisfecho por su labor.
En el caso de Zapatero es al revés, no puede irse satisfecho por nada porque el desastre que ha propiciado es antológico y difícilmente superable, aunque todo puede ser; en cuanto a las puñaladas, es él quien las da, no se priva de nada. Lógico es entonces que quiera aferrarse al cargo, pues ya que no va a ser recordado por nada bueno, querrá, por lo menos dejar pasar el tiempo, por si vuelve a tener suerte. Dice Peces-Barba (contentas están las víctimas del terrorismo de no tener que soportarlo más) que la historia redimirá a Zapatero, como está ocurriendo con Felipe González. Se equivoca Peces-Barba, a quien está redimiendo la historia es a Adolfo Suárez, la distancia permite apreciar en toda su magnitud el mérito de su labor. Lo que ocurre con González, precisamente, es que Zapatero lo está haciendo bueno. Pero no demasiado, porque muchos socialistas no le perdonarán jamás que los desengañara de tal manera. Tenía sus propios planes y no le pareció urgente rehabilitar o compensar a los represaliados del franquismo, con lo cual le ha dado oportunidad a Zapatero para que haga otra de las suyas.
Zapatero, por otra parte, parece un fiel imitador de Franco. Maneja el partido con puño de hierro. De ahí que haya conseguido colocar a Pajín, a Blanco, a Corbacho, a Aído, etc. De ahí que el partido no pueda forzar su dimisión.
'Tiempo de vida'
'Bajo toda la lluvia del mundo'
'¿Quiere usted hablar mejor?'
'Sabiduría esencial'
'La llave del secreto'
'El estupor y la maravilla'
'Mil millones de mejillones'

miércoles, 21 de abril de 2010

Caramba con Evo

Insinúa Elvira Lindo (esa progre de pro) que si se critica a Bibiana Aído es por su condición de mujer, y no por las burradas que se le ocurren. ¿Y a Pepiño por qué? ¿Y a Corbacho? ¿Y a Moratinos? ¿Y a Caamaño? También se luce a menudo Leire Pajín. Pero todavía se puede ahondar más, ningún político español ha llegado todavía al nivel de la pandilla que comanda Chávez allá por la llamada América Latina.
Es obvio que no se puede pedir a los políticos que sean intelectuales de postín, aunque alguno de ellos, Mario Vargas Llosa, lo ha intentado alguna vez. Si llega a convertirse en presidente del Perú, lo más probable es que la mayoría de los peruanos no le hubiera entendido más de una vez. No se puede exigir a los políticos que descuellen intelectualmente, pero los que están como una cabra no debería dedicarse a la política. Citar de este modo a un presidente del gobierno puede parecer ofensivo, pero los de la citada pandilla no cesan de insultar a quienes no son de su cuerda, y las sandeces que sueltan por la boca son de época, aunque da la impresión de que a Moratinos le hacen gracia.
Con respecto a Evo Morales, algunos se empeñan en resaltar que su gobierno es indigenista, lo que es sumamente peligroso, puesto que al observar así las cosas se le da carta blanca. Lo que importa es la persona y no su filiación. Si es indigenista, pero obedece a Chávez, falta al respeto a los bolivianos. El presidente de Bolivia no se debe más que a los bolivianos. Pero es que alguien que dice que “
o muere el capitalismo o muere la madre tierra” no debería ser presidente de ningún lugar. Quien afirma que la calvicie y la homosexualidad provienen de la ingesta de alimentos modificados genéticamente, debería ser enviado a un parvulario, o mejor a un reformatorio, para intentar rebajarle la crueldad. ¡Pobres bolivianos!

miércoles, 22 de julio de 2009

Adela Cortina y la calidad de la democracia

Adela Cortina, ha escrito un bello artículo hoy, en El País, titulado “Conciencia y calidad de la democracia”. Se refiere a la conciencia de los políticos y alerta contra el monolitismo. En su texto figura esta frase: “La Inquisición tuvo siglos para modelar el alma de un país atemorizado”. Si Adela Cortina lo dice así, es porque, al menos, en gran parte será verdad.
Pero tampoco conviene olvidar que la Inquisición ya desapareció hace tiempo, y partir de cierta edad no hay excusa para no pensar por cuenta propia. Ahí tenemos a Aído, desafiando con su “miembra” y con “eso no tiene base científica”, a la RAE y al mundo de la ciencia. Pero claro, ni la RAE ni el mundo de la ciencia le pagan el sueldo y ahí está el hilo con el que tirar del ovillo.
Algunos diputados han mostrado a veces su desacuerdo con los líderes de sus partidos, o con alguna medida que iban a tomar sus partidos, pero a la hora de votar se han plegado totalmente a lo que se les manda. Probablemente la Inquisición tiene poco que ver con esto. Ella dice: “Y si un hombre encuentra en sí la fuerza para obrar con conciencia, siente una alegría inmensa". Pero ocurre que ello en la política española no está permitido. Si uno de esos ingresa en un partido político español no pasa del primer peldaño.
Lo que ocurre es que lo que les va a los políticos españoles es el poder y no el deseo de servir a los ciudadanos. La política española no está configurada para estos últimos. Aquí, lo que priva es la dictadura de los partidos. Quienes alcanzan el poder dentro de ellos, ya no lo sueltan por las buenas. Y mantienen en posición de firmes a quienes tienen a sus órdenes.

jueves, 21 de mayo de 2009

El vídeo del PSOE

El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente. La política es muy noble cuando se usa para servir a los ciudadanos y se convierte en un foco de corrupción cuando su fin es lograr o mantener el poder. En este último sentido cabe entender el vídeo electoral del PSOE.
La pretensión de dividir a la sociedad en buenos y malos en función de sus elecciones políticas es un acto intrínsecamente perverso. Nadie puede estar obligado a acertar en su elección, y tampoco se puede saber quién ha acertado, porque si se supiera sólo habría un partido. Lo que cabe exigir es que cada uno sea consecuente con su elección. Esta campaña publicitaria puede ser aceptable para una chica como Bibiana Aído, que dice que si quedara embarazada, no abortaría, sin explicar los motivos por los que actuaría así; tampoco ha explicado qué es lo que haría en el caso de que Zapatero le ordenara abortar, cosa que a la vista de las circunstancias cabe dentro de lo posible.
La vida requiere esfuerzo, perseverancia y espíritu de sacrificio, y sólo si estas virtudes calan en la sociedad y son asumidas por la inmensa mayoría, puede salir adelante una nación. La prudencia debe guiar los pasos de todos y hay que saber que el error tiene un coste, por muy disculpable que sea. Lo que hace este gobierno es inducir a pensar en que la vida es fácil y que todo el mundo tiene derecho a premio sólo porque sí, y todo por conseguir sus votos.
Son tantas las muestras de mezquindad de este gobierno que habría que preguntarse cuáles los motivos por los que no dimite ningún ministro. Se fue Solbes, pero no fue por vergüenza, sino porque su reputación caía en picado. Tal como están las cosas en nuestra política se hace muy difícil que siendo buena persona se pueda llegar a dirigir un partido o presidir un gobierno.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Aído y el ser humano

Ha dicho Bibiana Aído que “un feto es un ser vivo pero no un ser humano”. Aldous Huxley distinguía entre seres humanos y animales capaces de aprender. ¿En cuál de las dos categorías piensa la ministra que debería ser incluida?
Cuando alega que no tiene ninguna base científica decir que un feto es un ser humano, está descalificando, por la cara (la suya), a los científicos que opinan que sí que lo es. Pero es que debería, por educación y respeto a los ciudadanos, haber expuesto sus argumentos.
Otro que tal baila es Zapatero, que no quiere que los padres interfieran en la voluntad de sus hijas menores de edad de abortar. No quiere que los padres interfieran pero él sí que interfiere en la voluntad de los diputados socialistas, puesto que no les otorga la libertad de voto; sí que interfiere en la voluntad de los ciudadanos, ya que impone su criterio a la nación. ¿Quién es Zapatero para imponer su voluntad a todos?
Los padres pueden interferir en casi todo lo que concierne a sus hijos menores de edad, excepto en el caso de que sus hijas opten por abortar, cosa que podrán hacer por sí mismas. Si pasados unos años se arrepienten, que no pidan cuentas a Zapatero ni a Aído. Estos dos no se hacen responsables de nada. Lo único que les importa es ganar las elecciones. Y luego son capaces de reírse de quien las ha perdido por haberse ajustado más a la realidad de las cosas.
Algunos alegan que hay niñas embarazadas que prefieren tirarse por el balcón antes que decírselo a sus padres. Pero no se atreven a decir claramente que eso justifica la ley Aído, que presumiblemente es de Zapatero. Sería una solemne desfachatez.