Mostrando entradas con la etiqueta Hacienda. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Hacienda. Mostrar todas las entradas

sábado, 16 de junio de 2018

Las carcajadas de Cristina Cifuentes

Supongo que Cristina Cifuentes se estará riendo mucho al comprobar que quien a hierro mata a hierro muere.
Muchos de los que se ensañaron con ella hicieron las mismas trampas, si no peores. Algunos de los que la acosaban por haber robado dos botes de crema han defraudado a Hacienda cantidades mucho mayores, e incluso han sido condenados en los Tribunales. La culpa es de Hacienda, claro, por dejarse engañar, o hacer la vista gorda, que parece que es el caso. Que un ministro socialista permita que unas personas que ganan mucho más de lo que necesitan para vivir defrauden a Hacienda es pecado mortal. El IRPF podrá ser más o menos justo, más o menos realista, pero una vez establecido hay que hacer que se cumpla. Si se hace pagar el IRPF, lo cual no es justo, es indecente que se permita que otros engañen a Hacienda. Y ya se ve que lo hacían muchos y como el caso era este alguno se cree que lo hacía con pleno derecho. Pues no, estaba robando a los trabajadores y a los pensionistas. Hace falta tener vergüenza para darse cuenta de esto.
También hay otros que se han inventado másteres o títulos que no han hecho. Alguna vez Pedro Sánchez, que por lo visto también puso en su currículo cosas que no eran ciertas y logró su doctorado en tiempo récord, sobre todo teniendo en cuenta sus escasas luces, dijo algo sin prever que sería su cárcel y luego ha ido haciendo nombramientos sin recordar lo que dijo, como es habitual entre los cantamañanas. Algunos de los ministros, entre ellos el nuevo de Cultura, incurren en esos supuestos que él dijo que no admitiría en su gobierno. Cristina Cifuentes debe de observar todo esto muy divertida, y también la vuelta de Rajoy a su profesión y las luchas por el poder en su partido.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

El control de la Agencia Tributaria

Presume don Montoro de que ningún deporte o equipo escapa al control de la Agencia Tributaria. Eso ya la sabemos todos. No se nos escapa a ninguno que a Hacienda no se le escapa nada que no quiera que se le escape.
También sabemos que los medios de que dispone son superiores a los de los jueces y aquí empiecen los problemas, porque para que funcione una democracia es más importante la justicia que el sistema tributario.
Es decir, la Agencia Tributaria puede tener toda la información sobre cualquiera, de modo que pueda hacer caer el peso de la ley sobre el más pintado. También tiene la posibilidad de hacer la vista gorda cuando le dé la gana o cuando le convenga. De modo que la advertencia de don Montoro puede ser entendida como una bravata con la pretende atemorizar a los indefensos, pero que puede hacer que se partan de risa unos cuantos que se sepan a salvo.
A don Montoro se le nota en la cara que con él, cuando es mano, no se puede jugar. Le falta demostrar que tampoco se puede cuando no tiene la mano.
Sólo hay un partido que exige la separación efectiva de poderes y a este partido, cuyo nombre no es necesario decir, lo vienen masacrando todos los medios subvencionados. Es obvio que la separación de poderes no interesa a ninguno de los dos grandes partidos, mucho menos a uno de nuevo cuño que pretende implantar una dictadura y hay otro que se ha convertido en contemporizador, que por nada del mundo moverá ficha en ese sentido, no vaya a ser que pierda los apoyos que le prestan últimamente algunas empresas del IBEX y algún que otro periodista de esos que actúan como aquellos pistoleros a sueldo del lejano oeste norteamericano.
Menos lobos, don Montoro, que aquí nos conocemos todos.


sábado, 21 de febrero de 2015

Las 'explicaciones' de Monedero

No puede considerarse que lo que hizo Monedero fuera dar explicaciones, sino que hay que encuadrarlo directamente en el apartado tomaduras de pelo, en el que cabe también todo lo que hace su cuadrilla.
Apelar a una conspiración universal en su contra es propio de Maduro. Si Monedero quiere parecérsele que lo diga. La realidad es que trató de engañar a Hacienda y lo pillaron. Y en su caso vendría a ser como si una dama presumiera de casta y pura con el fin de conseguir cualquier cosa y se descubriera su pasado en un prostíbulo. Si el partido al que pertenece fuera tan limpio como presume habría tenido que dimitir enseguida.
La referencia despectiva a lo que llama “el régimen del 78” también es significativa, porque tras decir eso debería aportar una alternativa, cosa que no ha hecho y, además, todo lo que van diciendo él y sus compinches en sus intervenciones públicas no permite deducir que vayan a mejorar nada, sino que lo único que pretenden es quitar a quienes llaman casta para ponerse ellos. Conseguido esto, puede aventurarse, sin margen de error, que el chavismo habrá puesto una pica en España. Esperemos que no ocurra jamás, pero nunca se sabe. Hay naciones con tendencias suicidas, y tal vez España, en donde hay tan pocos hábitos democráticos, sea una de ellas.
Un tipo que convoca a la prensa para dar explicaciones sobre algo que de forma innegable hizo, y que en lugar de eso se dedica a hablar de caza de brujas no merece ningún crédito.
Si tocan a Monedero es como si me tocaran a mí, dijo uno, en actitud claramente chulesca y más propia de un macarra que de un político, pero a mí no se me ocurriría tocar a ninguno de los dos, y tampoco a los compañeros de ambos. Cuanto más lejos los tenga, mejor.

lunes, 28 de julio de 2014

La Belén Esteban catalana

En Cataluña hay de todo. Desde grandes evasores fiscales, envueltos, eso sí, con la bandera catalana, hasta tipos capaces de estar en misa y repicando, cosa que les ha permitido vivir en el Palece mucho tiempo. Hasta que ha llegado el momento de dar la espantada.
Hay degenerados que un día pertenecieron a un grupo terrorista y luego pasaron a la política, sin que tuvieran noción de haber hecho nunca nada malo. Hay caraduras que, desde su plataforma política, instan a desobedecer las leyes, pero luego utilizan esas mismas leyes para querellarse contra quienes les ofenden.
Hay tipos que estando en el gobierno catalán han visto como uno de los suyos defraudaba y defraudaba a Hacienda, y ahora dicen que es un asunto particular del interesado. ¿Podrían no haber visto nada? ¿Podrían no haberse enterado? En este caso, ¿para qué sirven las Autonomías? ¿para qué sirve tanta cercanía al ciudadano? ¿para qué sirve tanta cercanía al correligionario? ¿por qué dices Espanya ens roba si no sabes lo que te están robando los tuyos?
En Cataluña hay de todo. También hay personas no contaminadas por el nacionalismo. Personas con criterio. Personas que sufren y se avergüenzan de todo lo que está pasando. Pero les ponen el sambenito de botiflers. El pueblerinismo avanza.
En Cataluña, por tener, tienen hasta a su Belén Esteban, que no es otra que Rahola. Ella es una estrella de la radio y la televisión de allí. Tiene muchos seguidores, e incluso un cargo en la Generalidad y una columna en un diario que antaño era grande y hoy es de risa. En él se cuecen editoriales conjuntos merced a un periodista que podría ser mucho, pero que ha elegido ser pelele de Lele.
Esta Rahola, cuando se dio a conocer algo que en un país serio hubiera sido un escándalo y en España es una juerga, lanzó el siguiente tuit: «Aviso urgente a la caverna: reíd, reíd malditos, pero ni los pecados de cien Pujoles frenarán el proceso de liberación del pueblo catalán..» Así que ya puede ir a la tertulia de radio de cierta rubia para ver quién la dice más gorda.


lunes, 16 de junio de 2014

Reclaman 43 millones a Fremap

Ofende leer que la Seguridad Social le reclama 43 millones de euros a Fremap, cantidad que supuestamente gastó la mutua de forma indebida entre los años 2006 y 2011.
Ofende porque en estos tiempos en que todo está informatizado y puede saberse al instante la situación real de cada cosa, la Administración haya tardado tanto tiempo en detectar el supuesto fraude.
Y es que son muchos casos ya en los que el dinero público, que según cierta persona que disfrutó de una cartera ministerial, no es de nadie.
El dinero público, que surge de los bolsillos de muchas personas, a las que se les descuenta religiosamente de una nómina con la cual a menudo no es posible cubrir ni las necesidades más perentorias, luego puede ser usado para pagar mariscadas, viajes de placer, conversaciones por el móvil y otras cosas que no escribo, pero que todo el mundo imagina.
Es decir, al contribuyente común se le controla hasta el último céntimo y en lo que se le conoce como tiempo real. Hay otros contribuyentes sobre los cuales tampoco parece haber ningún control, dado el altísimo índice de fraude a Hacienda. Al contribuyente común se le controla todo y cualquier día Hacienda sabrá hasta cuantos litros de leche compra al mes y cuantos de vino.
Pero si tenemos en cuenta que estamos a mitad de 2014 y ocurre que a Fremap se le reclama dinero malgastado, supuestamente, en 2006, se ve claramente que han pasado muchos años. Sólo falta que sea verdad lo del malgasto y que, encima, haya prescrito el delito.
¿Quién se encarga en la Seguridad Social? ¿Quién se encarga en el ministerio de Hacienda? ¿Quién se encarga en el gobierno de que estas cosas no puedan ocurrir?
La Administración española es, posiblemente, la más cara del mundo en relación con el número de habitantes. Pero no da para controlar todo lo que debía estar bajo su control.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Miguel Cardenal está orgulloso del Barça

El problema consiste en que Cardenal, todo un secretario de Estado para el Deporte, presidente del Consejo Superior de Deportes, precisamente cuando este club de fútbol está siendo investigado por Hacienda y como resultado de esa investigación ha tenido que dimitir el presidente y el club se ha apresurado a pagar lo que se le pedía y unos cuantos millones más, por lo que pueda ocurrir.
Dice este señor que en este momento nadie piensa que alguien vinculado al Barcelona se haya apropiado de cantidad alguna. Y desde luego que yo no lo pienso. Esperaré a que sean los jueces o los Inspectores de Hacienda quienes expliquen lo que hay. Lo que sí que sé es que si un pobre olvida consignar en su declaración de la Renta un ingreso de 100 euros, quizá porque ya ni se acuerda, Hacienda le obliga a asumir las consecuencias. Y no entiendo que un señor que forma parte de la Administración no vea con buenos ojos que otro sector de esa misma Administración haga su trabajo con respecto a un club de fútbol.
Es de suponer que Cardenal sabe que la deuda actual de los clubes de fútbol con Hacienda es cercana a los 600 millones de euros, y eso después de haber hecho un pago que la rebajaba en un 21%. Ese dinero del que Hacienda no dispone viene a ser como una puñalada a los más desfavorecidos. Pero la Administración española, de la que, repito, forma parte Cardenal es muy permisiva con los clubes de fútbol. Pero si su deuda con Hacienda es grande, todavía lo es mucho más la que tienen con otras entidades privadas y que podría estar cercana a los 4000 millones de euros. El asunto es muy peligroso, porque esa deuda hay que pagarla, de modo que el peligro para los contribuyentes es grande.
Quienes cobran de la Administración deberían estar a favor de los contribuyentes y no de los poderosos.

sábado, 1 de marzo de 2014

Lo que será del Valencia CF

El fútbol es un espectáculo que para poder ser disfrutado precisa que el espectador cierre los ojos a muchas cosas. Quien los abre suele huir despavorido de ese mundillo, a no ser que esté en condiciones de aprovecharse de él y quiera hacerlo.
De cierta entidad se dice que es más que un club, y de momento ha corrido a pagar a Hacienda los millones que le pide y unos cuantos más, por si acaso.
En una oficina de Bankia vi una pintada que decía, más o menos: El Valencia CF es un sentimiento, no un negocio. ¿Pretenden quienes ensuciaron la pared de este modo que se emplee dinero de los impuestos en este club? Es un sentimiento, dicen, y no un negocio, pero sus accionistas corrieron a venderle las acciones a Paco Roig cuando éste les ofreció un poco más de lo que habían pagado por ellas. No consta que ninguno haya intentado recuperarlas.
Los valencianos hemos de estar pendientes del fútbol aunque no queramos tener nada que ver con él. Los políticos nos involucrado en el asunto. La Generalidad Valenciana dando avales y permitiendo que la desaparecida Bancaja preste dinero al Valencia CF, y el ayuntamiento autorizando obras ilegales en el Mestalla, recalificando luego los terrenos que ocupa, para que se puedan construir torres de viviendas y cediéndole un solar que estaba destinado a otros usos.
Y después de tanto favoritismo, a costa de los valencianos, hacia un club de fútbol, éste va a ser vendido a un millonario extranjero. Es curioso lo que ha dicho Fabra: "Tenemos que vender al Valencia a quien nos garantice que en dos años ganaremos la Champions". A la luz de estas y otras manifestaciones suyas, creo que sería interesante averiguar cual es el cociente intelectual del tal Fabra. Pensar que los políticos catalanes son peores no sirve como alivio.

sábado, 24 de agosto de 2013

Abusar de los parados

En las circunstancias actuales, y probablemente en cualquier tipo de circunstancia, la inmensa mayoría de los parados no quiere estar en el paro.
El parado se encuentra en una situación indeseada, a la que ha llegado generalmente sin tener culpa y el porvenir le inspira mucho temor.
Si encima el gobierno lo somete a unos controles desconsiderados y humillantes, su situación, además de agobiante, pasa a ser penosa.
Da la impresión de que el ministro de Trabajo es Juan Rosell. Lo último que se podía esperar.
Es correcto que se luche contra el fraude. Incluso contra el fraude que se pueda producir en este sector. Pero habría que hacerlo de uno modo respetuoso con las personas. A los oligarcas que han pillado evadiendo dinero al fisco los han tratado con consideración, no como a los parados.
Un parado no es un sospechoso. Un parado que cobre 30 euros en negro por una chapuza puede que gaste ese dinero comprándole jamón a su hijo. Un empresario que contrate a un parado para pagarle en negro es un sinvergüenza. A éste es al que debería castigar el ministerio y no al parado.
Un trabajador, en activo o en paro, no puede hacerse el duro, ni dárselas de recto, con ningún empresario. Un trabajador en España no es nadie. Ni para un gobierno del PP, ni para un gobierno del PSOE. Zapatero no se ha ido a vivir a un barrio obrero.
El grueso del fraude fiscal, como todo el mundo sabe, incluso el ministro de Hacienda, proviene de las grandes empresas, incluidas las bancarias, y las grades fortunas. Pero este podría ser un terreno minado. Cabe la posibilidad de que todos los grandes defraudadores dispongan de carpetas llenas de informes sobre los demás. Aquí podría tener lugar el tan repetido chiste del dentista. Lo que le ocurre al parado es que no puede ir al dentista.

jueves, 20 de junio de 2013

00000014Z

He tenido que ir a Hacienda en repetidas ocasiones, y no por gusto, obviamente. Una de las veces se me exigieron ciertos justificantes, lo cual era un trámite innecesario, puesto que la Agencia Tributaria tenía todos los datos y eran coincidentes los suyos y los míos.
Resulta muy enojoso todo esto, no sólo por el tiempo que se pierde, sino también por el que gastan los trabajadores de Hacienda en trabajos inútiles en lugar de perseguir el fraude, que en España alcanza características descomunales. En otras ocasiones tuve que ir porque había olvidado poner cien euros en una y en otra doscientos ochenta y tantos euros. Son cantidades que se olvidan por no formar parte de los ingresos habituales. La cuestión es que a mí Hacienda me tiene controlado hasta el último céntimo.
Es posible que el fraude fiscal en España supere de largo los 50 000 millones de euros y ya se va viendo que a unos se nos controla exhaustivamente con otros hay más manga ancha.
Las confusiones que hay con las propiedades de la Infanta y con su DNI llenan de perplejidad a quienes año tras año hemos de visitar las oficinas de la delegación de Hacienda y comprobar que en ellas no hay más que pobres.
Y es que en España unos somos más Hacienda que otros. Todos contribuimos a pagar las nóminas de los Inspectores de Hacienda y de sus jefes. Pero el dinero que se deja de recaudar no disminuye. De pronto inculpan a un famoso, y eso lo hacen todos, y da la impresión de que lo hacen, no ya para asustar, sino para hacer creer que se toman en serio eso de reducir el fraude.
Pero no se lo cree nadie, claro. Ya sabemos todos que lo que hay es, más o menos, lo que ocurre con la Infanta.