En
Cataluña hay de todo. Desde grandes evasores fiscales, envueltos,
eso sí, con la bandera catalana, hasta tipos capaces de estar en
misa y repicando, cosa que les ha permitido vivir en el Palece mucho
tiempo. Hasta que ha llegado el momento de dar la espantada.
Hay
degenerados que un día pertenecieron a un grupo terrorista y luego
pasaron a la política, sin que tuvieran noción de haber hecho nunca
nada malo. Hay caraduras que, desde su plataforma política, instan a
desobedecer las leyes, pero luego utilizan esas mismas leyes para
querellarse contra quienes les ofenden.
Hay
tipos que estando en el gobierno catalán han visto como uno de los
suyos defraudaba y defraudaba a Hacienda, y ahora dicen que es un
asunto particular del interesado. ¿Podrían no haber visto nada?
¿Podrían no haberse enterado? En este caso, ¿para qué sirven las
Autonomías? ¿para qué sirve tanta cercanía al ciudadano? ¿para
qué sirve tanta cercanía al correligionario? ¿por qué dices
Espanya ens roba si no sabes lo que te están robando los tuyos?
En
Cataluña hay de todo. También hay personas no contaminadas por el
nacionalismo. Personas con criterio. Personas que sufren y se
avergüenzan de todo lo que está pasando. Pero les ponen el
sambenito de botiflers. El pueblerinismo avanza.
En
Cataluña, por tener, tienen hasta a su Belén Esteban, que no es
otra que Rahola. Ella es una estrella de la radio y la televisión de
allí. Tiene muchos seguidores, e incluso un cargo en la Generalidad
y una columna en un diario que antaño era grande y hoy es de risa.
En él se cuecen editoriales conjuntos merced a un periodista que
podría ser mucho, pero que ha elegido ser pelele de Lele.
Esta
Rahola, cuando se dio a conocer algo que en un país serio hubiera
sido un escándalo y en España es una juerga, lanzó el siguiente
tuit: «Aviso
urgente a la caverna: reíd, reíd malditos, pero ni los pecados de
cien Pujoles frenarán el proceso de liberación del pueblo
catalán..»
Así
que ya puede ir a la tertulia de radio de cierta rubia para ver quién
la dice más gorda.