La vida para Bogdan no puede ir mejor: está disfrutando de unas
vacaciones en el mar con su mujer y su hijito. Con el tiempo ha
conseguido madurar; lejos quedan los dias de sexo y grandes borracheras.
Pero cuando, inesperadamente, vuelve a ver a sus mejores amigos del
instituto, los recuerdos más intensos del pasado salen a flote y siente
la imperiosa necesidad de reanudar su vida de soltero. Se siente
entonces atormentado y dividido entre sus obligaciones familiares y la
atracción de una noche de juerga con sus viejos amigos.
MI OPI: Boogie trata de un joven rumano, casado con un hijo y otro en camino, y
la disyuntiva que se le plantea en unas vacaciones en la costa. Por un
lado está su vida de casado, sus obligaciones y su trabajo agotador que
le impide disfrutar de su familia, y por otro su antigua vida de
soltero, con alcohol, sexo y desenfreno, que surge de nuevo en su vida a
través del encuentro casual con dos viejos compañeros de parranda. Vemos a lo largo de la película los pros y contras de cada
alternativa a través de una serie de secuencias casi documentales y a
veces excesivamente largas con muy pocos escenarios. En la pantalla se
nos muestra un fresco de lo que supongo que es una parte de la realidad
rumana actual, el ansia de todos por buscar un futuro mejor, a veces
recurriendo a la inmigración, y también la globalización que no sólo nos
afecta a nosotros sino también a aquel país, con la mezcla de
nacionalidades y culturas. Está claro que hay situaciones que se dan en todos los países y
estoy seguro que muchos espectadores se verán reflejados en la situación
que se le presenta a Bogdan o Boogie, como lo llaman sus amigos. Esta no es una gran película, pero se hace entretenida por la
cercanía de sus diálogos, la actitud totalmente objetiva de la cámara y
su ausencia de pretensiones. Pienso que no hay que buscar mucho más en
esta cinta.