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Sebas es muy guapo, me gusta, pero le vi tirándole los tejos a Bety. Carlos anda chinao con Vanesa y como la deje me voy a por él. Lo que hicieron María y Rosa en la disco el sábado fue de escándalo... dándose besos en la pista; creo que era para que se fijaran en ellas, pero estoy segura de que ninguna es lesby. Estoy cansado de Cris pero no puedo renunciar a ese culo. Ya verás la sorpresa de Alberto cuando descubra que Isa lleva dos sujetadores. No me apetece mucho salir hoy con Marta pero tiran las hormonas. Desde el desayuno Bea está cachonda y no hay quién se la tire. Me ponen los tangas de Irene pero Sandra me patea cada vez que la miro. Leo me pidió, pero sé que no dejó a Lety. Pablo es guapísimo pero no para de ponerme los cuernos. Ayer invité a cenar a Paloma y me compensó en especies. Mis padres se van de finde, el piso para mí...
Comentarios como éstos, a los que peinamos canas, no deja de sorprendernos un poco. Más por la naturalidad y en el entorno en que se dice y no tanto por el comentario en sí. Algunos decenios atrás, es muy probable que muchas de éstas frases hayan sido dichas y oídas por mis coetáneos, pero en un grupo sólo masculino o sólo femenino y en cierta intimidad. Por el contrario, es en grupos mixtos y sin excesivo recelo como salen a la luz en la actualidad. Circunstancia que aplaudo.
Hoy, los adolescentes se relacionan entre sí distendidos y sin rigor en las formas. La enseñanza mixta ayudó mucho a esto.
Ayer, el trato era rígido cuando la diferencia de sexos estaba presente. La sociedad, la familia, la iglesia y el “régimen” lo imponían.
Hoy, la interinidad de una relación se entiende como implícita a la misma. De ahí esa manía de la celebración de la primera semana, el tercer mes y, raras veces, el primer año.
Ayer, lo que venía implícito era el compromiso, enseguida era firmado el estatuto de la pareja.
Hoy, la vacuna contra la virginidad se administra cuando el deseo y el placer la demandan. Se desconoce lo que es sublimar el deseo.
Ayer, eran necesarios unos análisis previos y cierta sintomatología para poder aplicar tal vacuna. Generalmente, se retrasaba hasta la luna de miel (... y sangre.) Tanta sublimación dejaba al joven exhausto.
Hoy, el juego de la seducción es compartido, con una cierta ventaja del varón. Si hay error en la elección, los dos sufrirán las consecuencias.
Ayer, el papel principal, siempre corría a cargo de él, ella era la receptora del mensaje y la que decidía la aceptación o el rechazo. Si se equivocaba, la más damnificada sería ella
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Hoy, las directrices del clérigo no son atendidas ni entendidas, o, en la mayoría de los casos, ni oídas.
Ayer, el párroco, cada domingo reiteraba el horrendo pecado contra la castidad y la importancia de la honra (la que se encuentra del ombligo para abajo) de la mujer.
Hoy, el verse aceptado y querido proporciona al adolescente seguridad y gozo.
Ayer, también.
Hoy, existe el engaño, la desconfianza y los celos.
Ayer, también.
Así es como me parece que están las cosas y así quedan expuestas... ¡Que disfrutes de tu pareja.!