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14 mayo 2017

Quisiera



Quisiera con mis versos

hacer

música de medianoche,

silbo de nana;

arrullo para los hombres

en su viaje de desesperanza;

beso de amigo

y, para el adolescente, calma.


Calor

en el inconsciente sueño

de la nostalgia vacua.


Quisiera con mis versos

hacer

rompeolas de las oscuras lágrimas,

afín la soledad forzada;

sagrada búsqueda para

la redención de la palabra

y, del gélido aire, brisa cálida.


Amor

del taimado empeño

de la posesión malsana.


Quisiera con mis versos

sajar

el miedo a la mañana.

10 febrero 2017

Viejo libro


Solo entre tantos

te veo en la distancia,

viejo libro,

amigo antiguo.


Deseaba tenerte,

que fueses todo mío,

tocarte y aprehenderte,

pero te disfrazas cada día

y nunca eres el mismo.


Hoy me hurtas lo

que ayer me mostrabas,

y sé que mañana serás

río de otras aguas,

fuente de otras plazas,

música para otras danzas.


Me vuelco sobre ti y

te me escapas;

te acorralo en cada página,

aprieto tu contenido y

como arena te derramas.


Y por fin me hablas...


Son tus palabras

como hojas mecidas

en su rama, que

según el sentido del viento

muestran distinta cara.

12 noviembre 2016

La hoguera




.

Solitaria está la playa

y solo estoy ante el fuego.

El crujir de la seca madera

se fusiona con el susurro oceánico

que, bajo la pálida cúpula

del atardecer otoñal,

pone música al descanso.



Las flamígeras filigranas

en su fulgor van creando

morfología de pensamientos:

creencias perdidas

y voces congeladas en

el invierno de los días...


Y la brisa, como lánguida mano,

sobre el agua va esparciendo

el dorado resplandor

de remotas existencias

y realidades de apagado rumor.


Y en mí está todo.

Y todo es lejanía flotante

sobre las combadas olas

del agitado mar de mi razón,

avanzando caprichosas y solas.

...


Cálida se acerca la noche

con su grisura y su misterio,

con su fuego y su verdad,

con su renuncia al engaño,

con su desdén al mal soñar.


Y en mí está todo

cuando luz y llama están,

cuando hay leña que quemar,

cuando el aire no me falta,

cuando no me falta voluntad.

09 octubre 2016

El río



De anchura y profundidad
inacabadas, nace el río
en su propia agua.
Nosotros, como él,
somos agua de la nada
y la parte arrastrada.

Somos nosotros el río que
va siguiendo su cauce:
todo lo acoge y todo lo atrapa;
es el mar su destino,
pero ignora a que distancia. 

18 septiembre 2016

Mis horas



Cada instante un pensamiento,

cada paso una razón,

cada esfuerzo una luz,

y en cada amor el corazón.


Son mis horas hijas que

nacen de mi tiempo,

haciéndose sujeto y forma

de labores realizadas y

sueños incumplidos,

para en silencio deshacerse

tal como han venido.


Son mis horas hijas que

matan mi tiempo

sin querer ellas morir,

aferradas al intento

de tener el suyo vivo

cuando ya el mío no sea

de horas construido.


Y marca la experiencia

ser su sino el olvido;

como pienso sin errar

que olvido…

será el tiempo mío.

29 julio 2016

Hoja roja





Hoja en forma de corazón

que a mí llegas.

Roja como mi sangre,

como mi alma roja

a todo lo demás ajena.


En tu caída lenta

conmigo juegas,

hurtas mi atención

y me desesperas:

me urges en tu caída

cuando yo te quiero plena.


Te miro y ya es

tu reverso lo que veo,

desciendes, giras,

me ignoras en tu vuelo,

y caprichosa a tierra bajas

cuando ingrávida te quiero.


Pero es así la ley

para cuerpo pesado o ligero,

y yo, sujeto pretencioso,

que observo y no comprendo

como en el suelo sentado

deseo para ti el cielo.

22 junio 2016

Noche de San Juan




Prende la llama que presta está la leña
y quema tu lastre que ya tanto pesa.
Pon luz en la noche, que toda visión es ciega
y observa desde lo oscuro el resplandor de la hoguera. 
Deja libre el pensamiento que ya nada teme 
y déjate ir con el humo que sin norma asciende.
Piérdete en el aire con la rienda suelta 
y mira abajo tu sombra sumida en la tiniebla.

Olvida la leña, la sombra y la hoguera 
que el alba se acerca en altitud incrédula;
sin posibilidad de retorno ni ley cierta,
sin mañana de resaca ni memoria duradera,
pues si en lo alto estás, ya otras manos te gobiernan 
y lo qué fue vivencia festiva y juerga, 
ahora y por siempre, sólo es ceniza y tierra.

12 mayo 2016

Partida y retorno


Fugaz fue la partida,

gélida se tornó la primavera

y con el adiós obligado,

en mi soledad pensé:

mi sitio está a tu lado.


Me he acordado de ti,

sin ti y contigo he estado

y en el rodar de las horas,

en mi soledad pensé:

mi sitio está a tu lado.


Tu voz me suena cercana,

esperanza son tus brazos

y en diálogo callado,

en mi soledad pensé:

mi sitio está a tu lado.


El tiempo de mí te aleja,

a mí te trae el silencio

y de aromas de jazmín colmado,

en mi soledad pensé:

mi sitio está a tu lado.


Después de la inquieta espera,

cuando ya tu beso llega

y seguro de que a mí has retornado,

en mi soledad pensé:

mi sitio está a tu lado.

14 abril 2016

Almanaque

Negligentemente remuevo

cachivaches de antaño,

que sumidos en la quietud

yacen en el valle del olvido.


Y ahí está un almanaque,

con sus meses y su fotografía,

dueño de sus días, pues

el tiempo no puede matar

a lo qué su esencia da vida.


Y vida son sus números,

cuando curioso los miro:

decoloradas huellas de tinta

de cachitos de lo vivido.


Pues son nombre propio de un día

al que yo le he puesto apellido:

un dibujito, un aspa, un asterisco,

unas letras sin aparente sentido

para no por todos ser leídas;

o un redondel rojo que

se ha vuelto amarillo.


Espectros de un tiempo

a un papel sujetos, que

bueno, malo o como fuese,

era mi yo y mi presente:

palabra, pensamiento y obra,

agua y fuego de adolescente.


26 marzo 2016

Reflexión

Es la indolencia pecado

del que ya absolución no quiero

y la solidaridad virtud

que fui perdiendo con el tiempo,

mas lo qué ahora soy

más de mí dice lo cierto

y más conforme me deja

al contemplar mi reflejo.


Honores que otrora fueron

para mí noble sustento
,
hoy, desperdigados por el suelo,

son añicos (que olvidar deseo)

de bajo valor y mucho peso:

calderilla del momento.


Quiero mi alma ligera

que vuelo ligero pretendo,

pues la luz del conocimiento

igual ilumina al paria

que al señor del reino.


24 febrero 2016

Libertad

 Eres atractiva y femenina,
tentadora y propensa al enredo.

 Seduces a distancia, 
de cerca, a muchos, das miedo.

 Imprescindible para el arte 
y verdad del hombre verdadero. 

 Amarte es a otros amar 
y poseerte es sofisma certero.

 Goce y dolor te alimentan, 
de la vida buena eres sustento.

 Juega contigo el político 
 y contigo especula el maestro.

 Codiciada por el plebeyo 
y para el señor, falaz concepto.

 Dúctil en tus formas, 
te muestras y escapas al tiempo. 

 Exiges, comprometes, hieres, 
 pues segura estás de ser valor viejo.
 
Como ira y trueno a veces llegas 
y te desvaneces en alto techo.

 No te alcanzo pero te siento 
¡Libertad, eterno anhelo!

09 febrero 2016

El adiós

Al beso sigue el batir
de la puerta en la mañana
y el golpeteo escalonado
de la tristeza descendiendo
hasta el portal. Y el frío…

Una mancha acerada cubre
la calle de soledad empedrada,
ocupada por figuras sin nombre
ajenas al adiós mendicante
de mi efigie helada:
a cada esquina, a cada charca,
al mendigo de faz alargada,
al sempiterno can de flaca tripa
y patas largas,
al vigilante de coches y
al camarero de camisa blanca.

Todo es como ayer
cuando yo pasaba,
mas otra mañana es hoy
y otro aire se derrama,
otro latir en el pecho
sin llamas, pero que abrasa.

15 noviembre 2015

Están tocando a muerto


 
Están tocando a muerto las campanas

allá donde duermen esperanzas.

Y tocan a muerto las campanas,

aquí donde ya no quedan ansias.

Cubre la noche las fosas con sus estrellas apagadas.

Caminan los hombres con la cabeza gacha

y la  congoja de quienes tienen negada el alba.

Llega volando una paloma portando en su pico

una rama que en páramo abierto, y con fe, clava.

Y allí la deja al albur del viento, el sol y el agua.

06 noviembre 2015

Canciones de Hierro


Este es un libro de poesía escrito mirando a los lados, dice su autor en la introducción a su  libro  CANCIONES DE HIERRO.

Lluís Viñas, a pesar de su juventud, con el seudónimo de Igor Kutuzov, ya ha publicado otro libro de poemas, uno de relatos y dos novelas, que yo conozca.  Lo sigo desde hace más de un lustro en su blog Antigua Vamurta con el mismo calor que amor él le entrega a la literatura; admirando su esfuerzo, su buena tecla y su ánimo.  La vocación de escritor en Viñas (Igor) es palmaria.

Canciones de Hierro  me ayudó a descubrir recovecos otrora desapercibidos, imágenes cubiertas por la sombra del tiempo, sentimientos deformados por la reiteración…

Los 41 poemas del libro son, a mi entender, la obra de un escrutador meticuloso que con sus versos  crea la circundante arquitectura de su mundo: elegante, original y carente de adornos.

Pero el propio autor lo explica todo en su blog, del que pongo aquí el enlace.

30 octubre 2015

Anhelos


 
 


Son los anhelos fallidos

trozos de una vida.

Y memoria...

de engaño consentido

de pantomima siniestra

de llanto sin gemido

de vértigo en la caída

del trago apurado

en vieja copa y

amargo vino.





                                                   

18 octubre 2015

Tránsito

Es el otoño tiempo de nostalgia. He destilado la mía: un poquito en cada verso.
 


Han pasado los sesenta…

Cuando a trote largo
y rienda corta
cabalga mi adolescencia.
Cuando la sangre
como río suena,
cuando siempre es primavera,
cuando una guitarra
inflama tus venas,
cuando, como lanza que
en el corazón se espeta,
el amor llega.

Y a remolque del reloj
entre bellos poemas y duras piedras
(a trancas y barrancas)
rueda la manilla en la esfera…
y lo que era creciente
se llena, se mengua y
en nada se queda:
oscura, desapasionada…
con  débil fragancia y voz calma.

Mil noches gira la luna y
mil noches trae el sol la mañana.
Muchas noches tercas,
alguna mañana agria,
irrepetible sucesión de
monótona constancia.

Hoy, heridas tengo las manos
de hoyar la tierra,
de abonar recuerdos;
cargadas las espaldas de
vacíos llenos de anhelos y
latidos de corazones yertos.

Y a la sombra del árbol, que
joven rama como yo era,
alzo mis ojos al cielo y
clamo en silencio a la tierra.