Lo empieza con las reyertas londinenses. Continúa con las rebeliones tunecina y egipcia y la guerra en Siria. Consideran que la mayor victoria de la "Primavera árabe" fue la muerte de Gadafi. En Europa destacan "el colapso de Irlanda, Portugal, Grecia, Italia y España bajo el peso de su deuda pública" así como el aislamiento del Reino Unido tras el último tratado de la UE. La crisis económica tiene también su espacio. En un plano menos trascendente se recuerda las meteduras de pata de personajes populares que quedaron en paro: como los comentarios sexistas de dos locutores deportivos, el arresto por presunta violación del presidente del Fondo Monetario Internacional en un hotel de NY, y el "I love Hitler" del modisto Galiano. El mayor escándalo en este sentido fue el de las escuchas telefónicas ilegales realizadas por miembros del desaparecido tabloide "News of the World". Los desastres naturales fueron recordados, en especial el terremoto japonés y los de Nueva Zelanda y Turquía. Sigue con la masacre de Oslo y las muertes de Amy Winehouse, Steve Jobs y Osama Bin Laden. Termina la crónica del año con menciones a la boda de Kate y William y la primera victoria por mayoría absoluta del Partido Nacionalista Escocés en las elecciones al parlamento de la región.
The Daily Mail (periódico conservador) muestra las imágenes del año empezando por la revolución egipcia y siguiendo con Japón, Gadafi, la boda de Kate y William, la muerte de Bin Laden, la erupción de un volcán en Chile, la detención de Strauss-Khan por presunta violación, las reyertas canadienses y griegas, la detención de Anders Breivik (el asesino de Oslo), los disturbios en Londres, el juicio y condena por homicidio del médico de Michael Jackson y finalmente, la muerte de Kim Jong-il.
The Sun (periódico sensacionalista) dedica un vídeo a recordar, en primer lugar, la boda de Kate y William. Se subrayan a continuación los terremotos de Japón y Nueva Zelanda y las inundaciones en Australia. La masacre de Oslo precede en el recuerdo a las rebeliones de Tunez y Egipto, así como a las muertes de Gadafi, Bin Laden y Kim Jong-il. Por último se destaca la muerte de Amy Winehouse y el Oscar de Colin Firth por su interpretación en "El discurso del Rey".
Me sorprende que, exceptuando una corta reseña en el artículo de la BBC, todos los medios olvidan una noticia: el encierro del fundador de la agencia de noticias WikiLeaks, Julian Assange. ¿Qué otras noticias se habrán obviado?
En estas fechas se habla más de lo normal de religión. Pocas veces la conversación es interesante o estimulante. Pero para mí no siempre ha sido así. El 1 de Noviembre de 2008 murió José Luís Castro, padre jesuita, profesor, filósofo y amigo. Como muestra esta entrevista que concedió a estudiantes de la residencia universitaria que dirigía, nos dejó un religioso con una mente nada ordinaria.
Xosé Luís Castro Rivas nació en La Estrada. A los dieciocho años fue a Salamanca para entrar en el Noviciado de los Jesuitas. Estudió Filosofía y Teología en la Universidad de Comillas; vivió en Alemania, Israel, Madrid, Santiago y La Coruña. Fue profesor y tutor en el Colegio Santa María del Mar. Dirigió el Colegio Mayor San Agustín y el colegio San Francisco Javier.
La Universidad ¿Cuál es el perfil de un universitario de San Agustín?
Yo creo que aquí no hay un perfil. Se hace un servicio y no se pregunta a la gente qué es. En San Agustín puede estar aquel chico que es capaz de recibir y de dar algo. A mí me es igual que sea de derechas o de izquierdas, que crea o que no crea.
¿Qué ofrece este Colegio Mayor?
Te forma una tradición. Los chicos conviven bastante entre sí, hay ciertas cosas que no se pueden hacer pero eso es educar. Se trata de que haya corrección, de que respeten los horarios. En las despedidas, algunos dicen que han encontrado a los mejores amigos de su vida y eso es lo esencial.
¿Se siguen haciendo novatadas?
Sí, siempre hay cosas a las que no puedes llegar. Pero las novatadas pueden tener una función positiva de integrar a los chavales, un rito de iniciación. Yo no estaría de una manera absoluta en contra de ellas.
¿Son felices estos jóvenes?
Yo creo que sí. Todos son distintos, tienen su intimidad que está oculta. Al observarlos, hay gente que es más feliz que otra, algunos están desesperados, lloran tienen sus problemas. Pero yo diría que son lo que pueden ser con su edad. Se acercan a hablar. Hablamos mucho, con gran libertad y de temas muy variados. Hay veces que tocamos profundidades, temas explícitamente religiosos y yo creo que les interesa.
¿ Cómo cree que la Universidad los forma?
Yo le pondría un grave defecto, precisamente los mejores estudiantes son los que menos aprovechan la vida porque en las grandes carreras no hacen más que estudiar. Yo creo que la Universidad es algo más. Naturalmente, hay gente que aún haciendo carreras muy exigentes como Medicina, Matemáticas o Física tienen otros intereses: leen mucho, les gusta la música, van a conciertos, escriben…
¿Piensa que los Colegios Mayores privados tienden a desaparecer?
No lo sé, no, pero si así fuera, no pasaría nada. Eso quiere decir que ya han cumplido una función. No me preocupa.
Hay sectores de la sociedad que acusan a los religiosos de querer captar vocaciones en este tipo de colegios…
En absoluto. No, aquí no. El problema para mí no es captar religiosos sino creyentes y de ahí, saldrá lo que cada tiempo necesite. Hubo una época en la que se necesitaban órdenes de un tipo, predicantes, era significativo que viviesen en un monasterio toda la vida. San Ignacio de Loyola cambió, para nosotros, lo importante es la movilidad. Yo creo que todas son formas y las formas… pues no hay que aferrarse a ellas. Si tuvo su función durante diez años, maravilloso; ¡desapareció!, pues muy bien.
La voluntad de Dios Y si ahora le digo yo, Íñigo de Loyola, ¿usted qué me responde?
Para mí es uno de los grandes personajes. En la hipótesis de que Dios exista o si Dios existe, al o largo de la historia, su comportamiento tiene que ser muy similar al suyo. Ignacio de Loyola es un hombre que reproduce lo que yo entiendo realmente que es ser. Fue un genio que le tocó vivir una realidad fuerte. La Compañía de Jesús, que él fundó, es una realidad histórica, ahí está lo que ha hecho y está por ver lo que es capaz de hacer.
¿Por qué es jesuita?
Para mí, ser jesuita no es lo definitivo, hay algo más que ser jesuita, no es una meta absoluta. Desde un punto de vista cristiano, hay algo que lo engloba todo que sería la voluntad de Dios. Pero la voluntad de Dios nadie la sabe, sería un poco aburrido si alguien distinto a ti supiese lo que tienes que ser tú, habría una contradicción. Nunca me identifiqué con nada, nunca fui algo distinto a mí. Pero lo que tiene vida, el tiempo en vez de apagarlo, pues lo hace más fuerte y lo que no tiene vida, no va adelante.
¿Qué prefiere, dar clase o dirigir el colegio mayor?
Tiene tanto sentido una cosa como otra. Si te metes en una economía salvífica, lo importante es lo que en función de esa economía estás haciendo. Soy muy socrático. Dice Sócrates "igual que vosotros erais mis generales y me mandasteis a luchar a Atenas, yo no podía dejar el puesto aunque muriese, sino sería un traidor". Lo mismo Dios me ha dicho. El concepto fundamental es la voluntad de Dios y para mí la voluntad de Dios es todo. Entre hacer a y b, yo tengo que hacer aquello que probablemente es más verdadero, más justo. Mientras yo crea que tengo que estar aquí, estaré, el día que viera que no debía estar aquí, no estaría. Tú haces lo que puedes, tampoco me angustian mucho los resultados. Unos dan más trabajo que otros.
Platón y Nietzsche Como gran filósofo que es ¿quién es Platón para usted?
Platón dio al Cristianismo un lenguaje, cuanto más lo leo, más maravilloso me parece porque tiene una profundidad que es mucho mayor de lo que escribe. San Agustín dice en un pasaje de "La ciudad de Dios" que leyendo a Platón encuentra todo menos la humildad de la encarnación y el nombre de Jesucristo. Yo lo comparto. Es un místico. Pero si le tuviese que poner una pega me parece que sería el no tener en cuenta el aspecto de lo carnal. ¡Cómo si el ideal fuese escapar de este mundo!
Y Nietzsche ¿quién es Nietzsche?
Otro que me gusta mucho. Creo que si sólo lees a los que piensan como tú, te empobreces. Hay que leer a la gente que va en contra de ti aunque yo comparto muchas cosas de Nietzsche. Dice él que el único cristiano que ha existido, murió en la cruz. Lo leo con mucho gusto.
¿Quién es Dios?
A Dios lo descubres en la medida en que te descubres a ti mismo y tú te descubres en la medida en que actúas, vives, tomas decisiones...
Pero ¿usted cree en Dios?
Dios es un concepto, una idea, y uno nunca cree en un concepto. Yo creo en un personaje histórico que es Jesús y resulta que ese personaje histórico tenía un Dios. Yo, de creer, creería en el Dios de ese personaje histórico.
¿Quién es? José Luís Castro Rivas es hombre sencillo y austero. Su despacho es grande, sin cuadros, desangelado, sin música, sólo la mesa, una silla y libros.
¿En qué se inspira?
A mí lo que más me dice es una cruz, no me gustan las cruces con Cristos, me gusta una cruz sola. En mi habitación no tengo ningún cuadro. En el despacho me gustaría poner dos: en uno el comienzo del Antiguo Testamento, el Génesis y en otro, el final del Nuevo Testamento, en hebreo.
¿Es hombre de verano o invierno?
Tengo una concepción lineal del tiempo. No me gusta la naturaleza, me es igual, no me afecta, lo que hay me gusta.
¿Existe la felicidad?
Claro que sí, existe en el diccionario y todo lo que está en el diccionario existe. De alguna manera es la meta de la vida de todo ser humano. Yo pienso que si no crees en la felicidad no puedes creer en nada.
¿Es usted feliz?
Hombre, tengo esperanza de serlo.
¿Qué quiere ser de mayor?
Uno mismo.
Por Silvia Rozas Barrero
Supleménto del Diario Electrónico de la Universidad de Santiago de Compostela.
19 de Enero de 2000
Una gran película parte de las clases de Religión del Padre Castro.
En Glasgow, el pasatiempo mayoritario en estas fechas es el mismo que en el resto de Europa: hacinarse en centros comerciales a respirar villancicos recalentados y sufrir berrinches de niños a quienes no calma ni el chantaje con el barbudo tripón, mientras se gasta dinero que no se tiene en regalos que no se aprecian. Para sobrevivir el trauma hay dos posibilidades: comprar todo por Internet, o acercarse al centro ciudad y alternar los centros comerciales agobiantes y asequibles (como St Enoch o Buchanan Galeries) con una visita a los de más postín.
Los grandes almacenes House of Fraser son famosos por su despliegue de luces. Es habitual en estas fechas ver a gente que, como yo, entra y sube al piso más alto (hogar, menaje) sólo para sacar una foto.
House of Fraiser. Buchanan Street, esquina con Argyle Street.
Este año el popular centro comercial Princess Square ha sido reformado, algo que se ha aprovechado para cambiar la decoración navideña sin perder su habitual esplendor.
Fachada de Princess Square, Buchanan Street
Interior de Princess Square
En el centro hay también varios mercadillos. Están el de Sloans y el de la Merchant City, que abren varias veces al año, pero el más festivo es el de la plaza de St Enoch.
Esta feria empezó como una copia a los famosos mercadillos navideños alemanes, con vino especiado y salchichas gigantes incluidas, pero se ha ido expandiendo y hoy, entre las tallas artesanales, jerseys, plantas y chucherías se puede disfrutar de hamburguesas de avestruz o jabalí, tortitas danesas, patatas a la provenzal, churros, bocadillos de cerdo asado con salsa de manzana, filetes de buey, burritos mejicanos, paella, ponche de sidra... Aunque más llamativo para mí es lo que no hay: platos típicamente británicos. No hay ni pavo, ni pastelitos "mince pie", ni "christmas pudding". Ni siquiera el ponche invernal de whisky "toddy". Para tomar un té hay que entrar en el edificio rojo del centro, antigua oficina de transportes convertida en una insulsa cafetería de la cadena "Nero".
En George Square -la plaza del ayuntamiento- están las atracciones infantiles. Lo que un día empezó con un belén, árbol y un simple carrusel hoy continúa con una preciosa pista de hielo, la espectacular noria, tobogán y columpios giratorios.
George Square (plaza del ayuntamiento)
También en George Square, se ha montado un bar donde recuperarse del frío con cócteles mientras se disfruta del clásico del cine "It's a Wonderful Life".
Pub temporal en George Square
Otros entretenimientos navideños incluyen los conciertos clásicos en los teatros o los de villancicos con té y "mince pie" en la iglesia local. Mención especial merecen las pantomimas o "phantos". Se trata de teatro infantil participativo basado en cuentos populares. Por lo general, se consideran el último reducto de actores fracasados y ex concursantes de Operación Triunfo. Una excepción a esta regla es John Barowman, el popular actor de la serie de ciencia ficción Torchwood, que aprovecha su ya tradicional participación en Aladino o Blancanieves para volver a Glasgow -su casa- por Navidad.
Este vídeo de Barrowman no es muy bueno, pero da una idea.
La aldea era pequeña, ingenua y retorcida, limitada y sin fin. A ella llegó Demian en su sexto aniversario. El telón del tiempo vivido con sus abuelos había caído y se izaba ahora para dejar al descubierto un amplio escenario con nuevos actores –padres y hermanos como elenco principal- y multitud de figurantes. La casa, de piedra, unifamiliar, luminosa y un jardín en su parte trasera. Un jardín de cortas dimensiones y un tanto desatendido, cubierto en su mitad por una parra de la que pendían racimos de minúscula y ácida uva, algunas flores y plantas, un hórreo, un recinto vallado para las gallinas y una higuera. Era ésta lo más emblemático, con su tallo recio y sus ramas frágiles, cuatro ramas que en consenso abierto se habían autoadjudicado cada uno de los cuatro hermanos. Uno de ellos, unos años más tarde, partiría al lugar del no retorno y la savia de la higuera nunca más nutrió a una de sus ramas; seca ésta, fue fiel testimonio y perenne recuerdo de lo que había existido. Un balcón presidía la fachada principal de la casa y en él desembocaban las escaleras de acceso a la vivienda, que se iniciaban en una plazoleta. Bajar los pétreos escalones era visado sellado a la expansión, al gozo del juego, a la posibilidad de saciar la codicia del sentir y al recreo del alma. El punto de encuentro de la muchachada, que en más o menos una docena había, era la capilla. Con escasos días de culto al año, reducida, con un atrio cubierto –decisivo en los días de lluvia- y circundada por una franja de unos tres metros que quedaba acotada por un muro. Una isla dentro del pueblo de la que partían cinco calles que se abrían para abarcar toda la aldea. Los animales eran parte importante del cotidiano vivir y perenne decorado en su nuevo habitat. Observó como los perros eran una compañía permanente y más de la calle que de sus amos, unos queridos y otros temidos. Las gallinas no le despertaban interés, las veía pulular por patios y caminos, picoteando incansablemente insectos y gusanos, y, las más de las veces, eran un incordio en sus carreras hacia todas partes. Los burros no le parecían tanto cuando, cargados, se paraban al enfilar una cuesta. De los cerdos conoció toda la cronología de sus vidas: su belleza y sonrosada piel al nacer, su temprana castración y su engorde apresurado para terminar con el cuello rajado el día de la matanza. El lugar preferencial en la pirámide animal era para las vacas. Ellas tenían que ser llevadas a pastar todos los días, dar su leche, consentir la unción al yugo para tirar del pesado y cantarín carro o del puntiagudo arado rasgando la tierra, dejarse empreñar para sus amos poder entregar sus crías al carnicero a cambio de los únicos billetes que entraban en todo el año en la mayoría de las casas. Todas tenían nombre y cuando pasaban al ritmo lento de sus cencerros intimidaban a Demian con sus grandes ojos atentos y desafiantes... Él se preparaba para vivir cuatro apasionantes años. Los veremos.
Desde que tengo uso de blog he escrito algo cuando cae la primera nevada del invierno en Glasgow. El caos circulatorio, la gente que teme quedarse aislada en el trabajo consultando compulsivamente el parte meteorológico, las quejas porque otra vez ha pillado al ayuntamiento por sorpresa y las conjeturas sobre si quedará algo para Navidad rompen la monotonía invernal y animan el día.
Este lunes nevó, pero no lo viví como en años anteriores. Empezó de madrugada.
A las diez de la mañana vino a casa Caroline, la asistente sanitaria que nos hace las revisiones a mi bebé y a mí. Es una mujer inteligente, dicharachera y excelente profesional. Siempre disfrutamos con su visita. Cuando llegó, el móvil no le paraba de sonar con mensajes de amigos que le informaban de la situación en la carretera. Pero, nada más conseguir de la niña la sonrisa de rigor, dijo "¡Tienes que poner a Jueves en alto para que vea la nieve!¡Le va a encantar!". En ese momento yo ya la tenía en brazos, a punto de cambiar el pañal junto a la ventana del salón. Ella miraba fijamente cómo caía la nieve...
Entonces llegó la tormenta. Enormes copos furiosos cubriendo el suelo de un grueso manto blanco. Los ojos se abrían cada vez más, el cuello tieso y estirado mientras el resto de aquel pequeño cuerpo seguía inmóvil. El pañal podía esperar. Caroline podía esperar.¡Qué demonios!¡¡¡El Mundo podía esperar!!! Ver caer aquel manto blanco sobre los árboles y los tejados de pizarra negra fue la experiencia más hipnótica de su corta existencia. La primera nevada del Invierno. La primera nevada de su vida. ¿Para cuando la siguiente?
Frisando los cuarenta, enjuto, inclinado hacia adelante, barba de tres días y unagrisácea gorra con visera en la cabeza.Camina despacio pero sin parsimonia,con un rictus de indiferencia en los labios y la nada en sus ojos claros.Concluye la tarde exhalando tedio y las voces de los transeuntes se diluyen en la leve niebla de otoño que con asiduidad cubre el río. Son pocos los que reparan en aquel hombre que va llegando al puente; y éste, en absoluta reciprocidad, nada repara en los demás.
Pisando las romanas piedras, pegado al muro,va subiendo la pequeña cuesta del puente, se detiene cuando está a punto de alcanzar la divisoria y, en lontananza, observa el fluir del agua. Se quita la gorra,la coloca encima de la pétrea pared y, a modo de ofrenda, deposita en ella un paquete de cigarrillos, un mechero y algunas monedas. No mira en rededor, no dice nada, sube al pretil y, sin más ceremonial, se deja caer... Las aguas del Miño salpican gotas de tragedia y siguen su curso hacia el Atlántico. Un aire glacial atraviesa el puente y la gélida guadaña siega la quietud del atardecer. Algunos se acercan al borde: discurren oscuras las aguas. Nada queda del desaparecido: al fondo se fueron sus veleidades, y la corriente arrastró su espíritu al mar; a ese mar inmenso, bravo, bello y eterno. Ahora, todos se preguntan quién era aquel hombre, aquel disidente de la vida que se había ido en la delicuescencia de la tarde. Llega un coche lanzando destellos de luz azul, se forman corrillos de desconocidos unidos por el ignoto suicida, más coches oficiales y más curiosos... Un manto de infausta negrura los cubre a todos, también al río, al puente y a Orenseentero. Mañana es día de trabajo. Demian se va alejando mientras piensa y recuerda...piensa en el fin como parte de la existencia, y recuerdalos versos de Ángel González:
En medio
de la cruel retirada de las cosas
precipitándose en desorden hacia la nada y la ceniza, mi corazón naufraga en la zozobra del destino del mundo que lo cerca.