Menudo belén
Por no tener no tengo ni
cuñado. Sin niños, sin luces, sin dulces ni familia con la que discutir, las
navidades se me pasan sin darme cuenta.
El centro, ahí donde el
alcalde echa el resto con el lucerío temático, estos días ni lo piso. En mi
barrio, con un poco de espumillón entre las peras de conferencia en la frutería
nos damos por cumplidos.
Y de repente, mi portal.
Un ladino conserje que se nos jubiló, arrampló en su huida con la Sagrada
Familia que la comunidad de vecinos exponía en estas fechas en el portal.
Gracias a tan mezquina avaricia, nos hemos salvado del adorno navideño durante los ultimos años. Pero mira tu que un nuevo vecino, en venganza por haberle hecho
presidente de la comunidad, ha comprado un pino falso y un montón de bolas y lo
ha plantado todo en medio del portal.
Hasta ahí podíamos llegar.
El ala ultra católica de la escalera, que aceptó a regañadientes que no se
sustituyera La Sagrada Familia robada, ha dicho que si hay dinero para árbol,
hay para belén y ahora en el portal también tenemos un nacimiento completo con
castillo, rio y todo.
La atea del 3º por su
parte ha puesto un centro navideño de musgo y ramas secas muy mono. Este gratis
porque es un regalo de empresa que no sabía donde colocar.
Bajas a por el pan y ya en
el portal, una sobredosis de navidad te atraviesa todo el cuerpo como un
escalofrío . Un sinvivir. Felices fiestas.