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15 de diciembre de 2008

Etimología de Mariachi.

La música mexicana de mariachi es muy peculiar. Posee una identidad muy marcada a lo largo de todo el país y el sólo mencionar su nombre, la asociación con México es directa e inmediata.

Originalmente, los instrumentos que utilizaban eran violines y guitarras. Luego se incorporaron la vihuela - guitarra más aguda - y el guitarrón, que es más grave. Finalmente se añadieron el arpa y las trompetas, para terminar de darle ese estilo tan particular que caracteriza a esta música, y que la transformó en un ícono cultural del país mexicano.

La palabra mariachi encierra varias teorías en cuanto a su origen o etimología. Por ejemplo, un relato nos da cuenta de la época de ocupación francesa en México, en 1862. Soldados franceses llegaron a un poblado en Jalisco, en donde se estaba desarrollando una fiesta. Cuando los franceses preguntaron a qué se debía tal jolgorio, la respuesta que recibieron fue "cést un mariage". De ahí a mariachi, hubo sólo un paso.

Sin embargo, otra teoría - la más aceptada - es la que afirma que deriva de un canto en náhuatl a la Virgen María, mezclando español y latín. El canto empieza con la frase "María ce son"... Es fácil imaginar el paso de esa frase a la palabra que nos convoca.

3 de abril de 2008

La Ultima Cena, pero para incas.

Sin duda alguna el cuadro más famoso de la Ultima Cena es el del pintor renacentista Leonardo Da Vinci. Pero en Perú hay dos versiones sumamente interesantes, que representan el más puro de los sincretismos. Ambas pinturas han sido realizadas con elementos de la civilización Inca, para que éstos pudieran entender mejor ese momento determinado de la vida de Jesucristo. En ambas piezas, la forma de mostrar al apóstol Judas es totalmente singular...

En uno de los claustros del convento dominico de San Francisco, en el centro histórico de Lima, podemos encontrar el cuadro La Ultima Cena del Señor, realizado por el hermano jesuita Diego de la Puente. Para empezar, podemos decir que los incas entendían el mundo como un ciclo circular, de ahí que la mesa de la escena también tenga esa forma.

La cena es un verdadero banquete atendido por niños indios, como las costumbres de los festines incas. Sobre la mesa, podemos observar copones o vasos de barro (no de vidrio) y también gran cantidad de frutas, que eran parte de la dieta diaria de los aborígenes.

Pero sin lugar a dudas, los que más llama la atención es la figura de Judas, segundo a la derecha de Jesús. Como los nativos no entendían cómo un hombre era capaz de traicionar a su dios, el autor acude a la figura de un demonio susurrando, ubicado detrás de Judas, como el factor causante de dicha traición.

Elementos muy parecidos podemos observar en el lienzo La Ultima Cena, Catedral de San Blas, Cusco. Esta pintura fue realizada por Marcos Zapata o Zapaca Inca, el último representante de la Escuela Cusqueña de arte y pintura. A diferencia de Leonardo nuevamente se utiliza la disposición circular de los apóstoles en torno a Jesús.

También en esta pieza los comestibles son propios de la dieta de los nativos: panes de trigo, frutas y hasta un cuy asado, plato preferido por los viejos soberanos. Todos los apóstoles miran a Jesucristo, menos el que representa a Judas, que mira intimidante al espectador.

Este tiene una bolsa en su mano derecha - pero a simple vista - como para hacer evidente el hecho de haber sido sobornado y convertirse en traidor. Ahora lo más significativo de la figura de Judas es que, según se dice, tiene pintado el rostro de Francisco Pizarro, el conquistador del Imperio Inca, para hacer más tangible aún la representación del mal encarnado en ese apóstol.

Tuve la suerte de poder estar frente a esas dos enormes y maravillosas pinturas. No se pueden tomar fotografías pero por suerte hay postales a la venta. Aunque lamentablemente no se ven muy bien en las imágenes que ilustran este artículo.

21 de diciembre de 2007

El Partenón, víctima de los avatares de la historia.

El fabuloso Partenón de la Acrópolis de Atenas fue dedicado a la diosa Atenea Partenos. Construído entre los años 447 y 432 aC., es considerado una de las obras arquitectónicas más bellas del mundo. Así y todo, a lo largo de la historia se vio envuelto en contiendas y ataques por parte de los invasores de turno, que lo llevaron casi a su destrucción.

En el siglo V dC. durante el Imperio Bizantino, se le realizó modificaciones internas de tal manera que el interior del Partenón ya no fue el mismo. También el techo sufrió numerosos cambios con respecto al original.

Hacia el año 1208, los duques francos instalados en el lugar añadieron un campanario junto a su entrada occidental, y lo transformaron en una iglesia católica.

Bajo la dominación turca, doscientos cincuenta años después - hacia 1458 - al Partenón se le agregó una mezquita. Pero lo peor llegaría en el año 1687, cuando en la guerra entre los turcos y la república marítima de Venecia, un proyectil de los venecianos dió en medio de la mezquita. El problema fue que ése era el lugar en el que los turcos almacenaban pólvora, lo que provocó el derrumbe de catorce columnas, además de la total destrucción del interior y daños en las esculturas de toda la estructura.

Y como si fuera poco, hacia fines del siglo XIX, el embajador británico en Constantinopla, lord Elgin, trasladó buena parte de las esculturas del Partenón a Inglaterra. Allí las vendió al Museo Británico, donde todavía reposan y conforman una de las atracciones principales del museo. Y así es como hoy en día Grecia reclama - con justo derecho - la devolución total de su patrimonio cultural.

1 de noviembre de 2007

La revolución del Antropocentrismo.

La Revolución Antropocéntrica produjo un quiebre en las mentes de los hombres de fines de la Edad Media. El teocentrismo tomaba a Dios todopoderoso como verdad filosófica y respuesta absoluta.

De la mano del teocentrismo iba el geocentrismo. Basado en las premisas aristotélicas (y completada por Claudio Ptolomeo en el siglo II aC.), la tierra se ubicaba como centro del universo, alrededor de la cual giraban todos los planetas y las estrellas, incluído el sol.

Pero hacia el año 1500, con el movimiento Renacentista, la cosmovisión de todo lo conocido cambió. El pensamiento moderno se abrió paso, estableciendo un nuevo método científico que no aceptaba al teocentrismo como respuesta a todo. Así el ser humano y su razón fueron tomados como centro y medida de todas las cosas.

También el geocentrismo perdió su vigencia. Nicolás Copérnico, y posteriormente Galileo Galilei, promovieron la teoría heliocéntrica. Empíricamente fundamentada, colocaba al sol como centro de nuestro universo y a la tierra como uno más de los astros que giran alrededor de él. De esta manera, el enfrentamiento con la Iglesia Católica no se hizo esperar. Sin embargo, la semilla del pensamiento moderno ya había sido plantada.

Leonardo Da Vinci es, en mi opinión, el arquetipo del hombre moderno, brillando como arquitecto, pintor, escultor, inventor e ingeniero. Realizó estudios anatómicos del cuerpo humano para luego plasmarlos no sólo en manifestaciones artísticas (como pintura y escultura) sino también para utilizarlos como referencia ergonómica en la invención de objetos, como por ejemplo, su prototipo de máquina voladora.

Su famoso dibujo Hombre de Vitruvio es una clara muestra del estudio de las proporciones del cuerpo humano.

29 de septiembre de 2007

El esplendor rupestre de Altamira.

"Papá mira, ¡toros pintados!". Ese fue el grito que oyó Marcelino Sanz de Sautuola, de boca de su hija María. En el verano de 1879, el aficionado arqueólogo buscaba vestigios prehistóricos en la cueva de Altamira, al norte de España. Lo que sería un bisonte, aparecía sobre las paredes y techos junto a 25 animales, plasmados con pinturas pigmentadas naturalmente en tonos rojo, marrón, amarillo y negro.

Estas pinturas fueron confeccionadas en la Edad de Piedra unos 13.000 años atrás. Sin embargo muchos estudiosos rechazaron que las pinturas dataran de ese período. Nunca se había descubierto nada semejante y parecía imposible que los hombres de aquella Edad hubieran creado tales ilustraciones.

Cuando se descubrieron más pinturas rupestres (como las de la gruta de Aurignac - en Francia, o las de la cueva de la Laja Alta - en España) Altamira fue reconocida como una de las cuevas con pinturas rupestres más importantes.

En sí, la cueva es una larga caverna que penetra unos 100 metros, con trayectos para realizar sólo en cuclillas. Desde su entrada, los muros están decorados no sólo con animales sino también con símbolos abstractos y enigmáticos. Particularmente en la Galería de las Pinturas (donde María observó por primera vez a los "toros") se puede ver una composición con bisontes, caballos, jabalíes, ciervos y hasta un lobo, que según los estudiosos describe una típica escena de caza.

Los artistas originales utilizaron las ondulaciones de los muros de piedra como parte de la composición de los animales, lo que le da a las figuras una tercera dimensión sumamente interesante. Se considera que las pinturas de Altamira tuvieron un fin ritual o ceremonial como forma de atrapar a los animales invocándolos por medio de la representación gráfica.

Cualquiera que fuese el significado para sus creadores, el arte rupestre de Altamira ha perdurado a través de los años como muestra de la capacidad artística del hombre antiguo.

1 de agosto de 2007

Porqué DO, RE, MI, FA, SOL, LA y SI?
Seguramente, más de una vez, nos hemos preguntado porqué las notas musicales tienen tales nombres monosilábicos. Para saber la respuesta a ésa pregunta, debemos saber acerca del monje italiano Guido D´Arezzo (995 - 1050). Este monje, considerado una de las figuras centrales de la música medieval, implementó líneas horizontales fijando las alturas de los diferentes sonidos, muy cercano a nuestro actual sistema.

En esa época, la Edad Media, a las notas musicales se las denominaba por medio del abecedario: C (do), D (re), E (mi), F (fa), G (sol), y A (la). El Himno a San Juan, que solía cantarse en aquellos días, tenía la característica particular de que cada verso comenzaba con una nota superior al que le antecedía. Guido, entonces, tuvo la idea de emplear las primeras sílabas de cada verso para nombrar o identificar cada nota:

Ut queant laxis
Re sonare fibbris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes

El sistema de Guido se llamó solfeo, y se volvió tan popular que el Papa ordenó su inclusión en la iglesia de inmediato. Se sustituyó la nota Ut por Do, debido a que este nombre terminaba en vocal y era más fácil para el canto. Luego fue descubierta la séptima nota y se la llamó Si (del último verso del mencionado himno, Sancte Ioannes).

Los países a los que no llegaron los músicos latinos siguieron (y siguen aún) con el viejo sistema de las letras como Inglaterra, Alemania y los países del norte europeo.

16 de julio de 2007

El arte, víctima de la guerra.
A continuación no diré nada nuevo. Más que nada es una simple reflexión. Durante la Guerra del Golfo en 1991, casi toda el área lindante, tierra de verdaderas reliquias y tesoros del mundo antiguo, fue bombardeada y destruída. Bajo la lluvia de balas, misiles patriot, aviones caza (y demás maquinaria bélica) los zigurat de Irak, las tumbas de Petra en Jordania y las ruinas de Jericó en Israel, corrieron serio peligro de mantenerse en pie.

Algo parecido sucedió en 2001. Todos supimos acerca de los extremistas talibanes provenientes de Afganistán y de cómo, sumidos en el más acérrimo de los fanatismos, destruyeron gran parte de un verdadero tesoro.

Este tesoro son los dos Budas de Bamiyán, estatuas esculpidas en la piedra entre los siglos V o VI, de 37 y 50 metros de altura. De estilo greco-budista, son las representaciones más grandes de Buda del mundo y están enclavadas en la antigua Ruta de la Seda, en las frontera entre China e India.

En el año 2001, después de sobrevivir intactas por más de 1500 años, el gobierno Talibán criticó a la UNESCO por asignar recursos para la renovación de éstos ídolos cuando el país afgano estaba atravesando una fuerte crisis. Dado el carácter de ídolos, al ser contrarias a las enseñanzas del Islam, los talibanes decretaron su destrucción a base de cañonazos y mucha pólvora.

Luego del derrocamiento del gobierno Talibán, y para suerte de todos, la UNESCO declaró al valle de Bamiyán como Patrimonio de la Humanidad.

7 de junio de 2007

Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
En la época de su esplendor, los helenos o griegos, consideraban que había en el mundo siete obras arquitectónicas dignas de ser vistas y admiradas. Nada de esto es una novedad, a no ser que sepamos que las obras nunca llegaron a coexistir entre sí.

La lista de las maravillas del mundo antiguo es la siguiente, ordenadas cronológicamente:
1.
Gran Pirámide de Keops, Gizeh, Egipto (finalizada en 2570 aC.)
2. Jardines colgantes de Babilonia, Irak (finalizados en 562 aC.)
3. Templo de Artemisa, Efeso, Turquía (finalizado en 325 aC.)
4. Estatua de Zeus, Olimpia, Grecia (finalizada en 430 aC.)
5. Sepulcro de Mausolo, Halicarnaso, Turquía (finalizado en 353 aC.)
6. Coloso de Rodas, Grecia (finalizado en 282 aC.)
7. Faro de Alejandría, Egipto (finalizado en 283 aC.)

De algunas, no se sabe con certeza si han existido, debido a tener dimensiones excesivas. Muchas han sido destruídas por catástrofes naturales, o se han utilizado sus ruinas para la construcción de otros monumentos.
Actualmente, existe un concurso internacional para elegir las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno. En este sitio se invita a la gente del mundo a votar. El resultado se sabrá en la sugestiva fecha del 07-07-07.

De las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, la única que sigue en pie, es la
Gran Pirámide de Keops.