La agencia EFE ha confirmado esta mañana que el resultado de los
análisis efectuados a varios políticos estatales y autonómicos ha dado positivo
en el virus Codicia Nivel 8, esto es, en grado extremo e infame, según fuentes
científicas.
Un nivel alto de este virus en sangre provoca que los diputados
y demás cargos honorables de arrabal, dejen de luchar por el interés
general y pasen a sudar por interés propio y de terceros hambrientos de
metal. Padecen fiebre alta que causa su organización en grupos mafiosos, también
denominada “Casta” de manera eufemística. Evidente parálisis cerebral que
les induce a sonreír con cara de bobos y babas en las comisuras, síntoma del
placer que les reportan sus negocios con chocolate negro en Suiza. Su
suprema egolatría les lleva incluso a levantar muros para seguir
engordando al cerdo que llevan en sus bolsillos.
Otros indicios de grave infestación son: la aspiración indebida,
la prevaricación vomitiva, el cohecho de pecho o la malversación a raudales públicos.
En fase posterior, la enfermedad les conmina a embaucar a los ciudadanos,
cantando milongas como coristas de opereta y entonando, a su vez, la tan famosa
copla “No voy a dimitir”, mientras menean sin gracia la corona de plumas que
llevan en el trasero.
Visto lo anterior y dada su insostenibilidad, ya que en las
Cortes huele a usura tanto como a basura en un estercolero, las autoridades
competentes han decretado proceder a su confinamiento en sanatorios habilitados
al efecto para controlar semejante pandemia.
Diario La Vergüenza, Barcelona 22 de enero de 2015
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