Tras la anunciada retirada
de los sistemas de misiles Patriot que Estados Unidos y Alemania tienen
desplegados al sur de Turquía, España, que también tiene en el país una
batería de este modelo del Ejército de Tierra, no se ha pronunciado por
el momento.
Estados Unidos tiene situadas hoy dos baterías de misiles
en Gaziantep y Alemania otras tantas en Kahramanmaras, que junta a la
española, sita en la Base Aérea de Incirlick, se reparten la
responsabilidad, bajo dirección del Cuartel General del Mando Aéreo de
la OTAN en Ramstein (Alemania), de asegurar la protección de la
frontera turca con la limítrofe Siria.
El anunció de la retirada por parte de
Washington y Berlín de sus misiles ha pillado al Ejecutivo en pleno
puente del 15 de agosto y estaría realizando contactos con la OTAN antes
de tomar una decisión, que muy posiblemente irá en consonancia con las
de nuestros aliados del Atlántico Norte.
Recapitulemos, en enero de 2013
la OTAN, a petición de Turquía, miembro de la Alianza, decidió instalar
una completa red de defensa antiaérea y antimisil al sur del país para
hacer frente claramente a una posible reacción de los aviones o misiles
suelo-suelo del gobierno de Siria ante continuos incidentes.
Por
entonces Estados Unidos y la OTAN barajaban intervenir contra el régimen
sirio de Bashar al- Assad, que desde hacía dos años mantenía una
cruenta Guerra Civil contra la oposición, por entonces el “malo”
oficial, sin que Occidente quisiera enterarse de la progresiva
fanatización de parte de las fuerzas que luchan contra el dictador de
Damasco, que darían origen en 2014 al Estado Islámico (EI).
El pasado 24
de julio Turquía inició una serie de ataques aéreos, en principio
contra posiciones del EI en Siria, en respuesta a varios atentados
terrorista de éstos en territorio turco. Pero los ataque aéreos,
protagonizados principalmente por los F-16 de la Fuerza Aérea turca,
devinieron una campaña continuada contra objetivos de las milicias
kurdas, principalmente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán
(PKK).
Para occidente los kurdos son la mejor garantía de que el
EI no se expanda en la región y es inaceptable que Turquía machaque sus
infraestructuras, sistemas de transmisiones, depósitos de munición,
etc., ya que están afectando gravemente a su capacidad de luchar contra
los terroristas del autoproclamado califato de Irak y Levante.
Sin duda
Washington y sus aliados habrán advertido al primer ministro Erdogan del
gran malestar, pero el premier turco tiene claro que su principal
enemigo son los kurdos, por lo que no ha parado los ataques aéreos. Por
esa razón tanto Estados Unidos como Alemania, han decidido retirar sus
baterías de misiles Patriot los próximos meses de octubre y enero de
2016 respectivamente.
Así, la embajada de Estados Unidos en
Turquía ha comunicado: “Estados Unidos ha informado al Gobierno turco de
que el despliegue de las unidades de defensa Patriot en Turquía, que
expira en octubre, no será renovado más allá de la rotación actual”, una
decisión que Alemania de manera conjunta también ha adoptado.
Oficialmente, el US Army retiraría las baterías para modernizarlas, pero
está claro que se trata de un medio de presión al gobierno de Ankara
para que cese su ofensiva contra los kurdos. El anunció, realmente, no
sería más que un medio de advertencia.
Despliegue de España en Turquía
España
participa en la misión desde enero de 2015, cuando relevó a una batería
holandesa, y tiene previsto estar desplegada un año, que según se
anunció sería a prorrogable durante otro más, hasta enero de 2017.
Dado
que las baterías funcionan en red en esta misióny bajo el citado mando
de Ramstein, es muy improbable que España mantuviera su unidad de manera
unilateral, por lo que se deberá de retirar, en caso de que la OTAN
lleve hasta sus últimas consecuencias la amenaza, que sería anulada en
el caso de que Ankara suspenda sus ataques.
El Ejército de
Tierra tiene desplegada una batería de misiles MIM-104C, que es el
nombre técnico de los Patriot, con seis lanzadores, en el recinto
militar de Incirlick, sito junto al aeropuerto de Adana, a unos 100
kilómetros de la frontera con Siria.
El contingente español lo forman un
total de 129 militares del Regimiento de Artillería Antiaérea nº 74,
con base en San Roque (Cádiz). Igualmente se debería de mencionar que el
despliegue de la batería, que fue comprada a Alemania en 2004, llevó a
tomar la decisión de adquirir material adicional, también alemán,
consistente en un Information and Coordination Central (ICC), dos
baterías, 40 misiles, sistemas de comunicaciones, vehículos y material
logístico y de mantenimiento, por un importe de 41 millones de euros.
Julio Maíz Sanz
defensa.com