Dos hermanos,
apenas unos niños, cuidan del más pequeño, un bebé. Preparan sus biberones y lo
bautizan eligiendo al azar el nombre, jugando con la guía telefónica. La madre
regresa a casa borracha y se muestra violenta cuando no encuentra la bebida.
Pero esos hijos que parecen casi adultos, imitan la conducta de su progenitora,
y con el volumen de la música a tope, que acalla los lloros desde la otra
habitación, bailan y saltan aferrados a la botella. Cuando se despiertan, su
vida ya no será la misma.
Un salto en el
tiempo y vemos a Nick, el mayor, adulto que malvive de forma semejante a como
lo hacía su propia madre. Poco a poco nos enteramos de que su novia le dejó y
estuvo en la cárcel. Asiste al entierro de la madre y allí se reencuentra con
su hermano.
La historia del
otro la sabremos a continuación. Quizás esta manera de contar es lo más
atractivo de la película, cuando van encajando algunos detalles. Él tiene un
hijo al que no cuida como debería. Es toxicómano…
Un fortísimo
retrato de la culpa y la desesperanza, de infancias y vidas rotas, sin presente
ni futuro, ancladas a un terrible pasado no superado. ¿Es necesaria tanta
desgracia y sufrimiento? Cuando el cine nórdico se pone dramático, hay que
echarse a temblar. No hay espacio para el más mínimo respiro.
Los actores están
bien, el niño es fantástico, el ambiente muy logrado y la banda sonora
exquisita. No recomendable para una tarde gris. Es de las que deja mal cuerpo.
Excesiva.
DIRECTOR Thomas Vinterberg. GUIÓN Tobias Lindholm, Thomas Vinterberg (Novela
de Jonas T. Bengtsson). MÚSICA Kristian
Eidnes Andersen. FOTOGRAFÍA Charlotte
Bruus Christensen. REPARTO Jakob Cedergren, Peter Plaugborg, Patricia Schumann, Gustav Fischer Kjærulff, Morten Rose,Helene Reingaard Neumann, Dar Salim. Dinamarca - Suecia 2010, 105 min. Festival Robert (Dinamarca):
5 premios de 15 nominaciones. WEBOFICIAL
Mucho peores
fueron mis impresiones sobre otra obra de este director danés: Dear Wendy.
4 comentarios:
Uf, demasiado dura parece, con la que está cayendo...
Un beso
Ethan, desde luego no es de las que levanta el ánimo.
Seguiremos buscando algo mejor a poder ser un poco más optimista.
Biquiños
Yo ya la estoy buscando y en cuando la tenga te la comento.
Pepe, eres un sufridor. Así me gusta, con valentía.
Biquiños
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