Autor: Laura Kinsale
Editorial: Plaza & Janés
Serie: Libro único
Género: R. Histórica
Nº de páginas: 379
Fecha de publicación: Noviembre de 2010
ISBN: 9788401383663SINOPSIS
Lady Callista sabe que hay cosas que una dama no se debería permitir. Ser pelirroja y algo tímida. Seguir soltera a los veintisiete años. Preferir una apacible existencia en el campo a la temporada en Londres. Entregarse a sus alocadas fantasías de una vida aventurera y romántica. Ser una experta en la cría de ganado (afición que su familia ha ocultado tanto como ha podido). Haber tomado unas particulares lecciones de francés… Y, sobre todo, dejar que el elegante, atractivo, imprevisible y siempre misterioso Trevelyan, duque de Monceaux, su compañero de juegos y travesuras en la infancia, su loco amor de juventud, reaparezca en su vida tras nueve largos años de silencio para volverlo todo, hasta su corazón, del revés.
OPINIÓN
Cuando cogí este libro lo hice con más miedo que ilusión, tenía demasiado miedo de que Kinsale me decepcionase tanto que no quisiera volver a acercarme nunca más a uno de sus libros. Pero no, me confundí de pleno. Su profesor me ha conquistado por completo. Más que su profesor (y me refiero a Trev) diría que ha sido la historia en sí, que no sería ni la mitad de interesante y divertida sin esos giros surrealistas y unos diálogos llenos de humor hasta en los momentos más críticos. Posee un ritmo constante y bastante ágil, la sucesión de acontecimientos encadenados unos con otros no te permite aburrirte en ningún momento y en pocas escenas es posible perder la sonrisa.
Otra de las cosas que temía es que resultase ser la típica historia con un protagonista que encarnase al perfecto vividor con encanto y que la chica fuese la ya acostumbrada florecilla que suspira por los rincones soñando con ese calavera empedernido. Gracias a dios no me he encontrado con eso, si no con unos protagonistas decididos, fascinantes, con carisma, que te atrapan en sus historias y te hacen reír y llorar a la par que ellos. Ambos están a la misma altura en lo que se refiere a estos atributos, y eso hace que por una vez la balanza no se incline demasiado hacia ningún lado.
Tanto Trev como Callie son dignos protagonistas de una historia increíblemente divertida, alocada y con situaciones hilarantes. Trev encarna al típico (para muchos) noble francés caído, sin título en vigor pero con toda la clase de un verdadero duque, con un aire disipado y seductor que no poseen los ingleses (al menos ninguno de por donde él reside) y con habilidad para salir airoso de casi todos los enredos con solo hacer gala de su encantadora sonrisa. Y Callie es su complemento perfecto, una mujer que le hace frente y a la que el amor no le nubla el juicio (al menos no demasiado), no se rinde ni se dobla ante sus órdenes (por muy almibaradas que vengan dadas) y que posee criterio propio, y lo mejor de todo, sabe cuando utilizarlo. El amor que Callie siente por sus animales llega a rivalizar con el que lleva años sintiendo por Trev; es admirable (y desternillante) lo que llega a hacer por un toro.
Pero estos protagonistas no vienen solos. Como buena compañía tienen a la madre de Trev, que posee el mismo encanto francés, un carácter aventurero bastante parecido y una dolencia que solo la cercanía de su único hijo vivo puede curar. Y como mala compañía contamos con el comandante Sturgeon, antiguo prometido de Callie que trata de recuperarla después de años, pero no por motivos muy honrados, y al que terminaremos (al menos yo) asociando con una aguda sensación de irritabilidad (esperaba otro final más dramático para él…).
No se me ocurren muchas más cosas buenas que decir sobre esta novela, pero sin duda hay muchas más. Como toma de contacto con esta autora ha sido mucho más que satisfactoria, espero repetir pronto la experiencia. Así que solo me queda recomendaros esta divertidísima, pero no por ello menos profunda, historia de amor, llena de toros de cuernos cortos, historias del pasado que se entremezclan y apetitosos bollos de Bath. NOTA: Un 9.