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viernes, 17 de enero de 2025

Crítica: “Cotillion”, de Georgette Heyer

 Cotillion

 

Una delicia para paladares pacientes




DATOS GENERALES

Título original: Cotillion

Subgénero: Regencia tradicional (1816)

1.ª publicación: Ace, 1/1953

Páginas: 355

ISBN13: 9780441117710

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL, PERO SÍ AL ALEMÁN (Damenwahl) ESTONIO (Tants neljale paarile), ITALIANO (Cotillon), HÚNGARO (Francia négyes), FRANCÉS (Cotillon), de las que he podido distinguir en las 65 ediciones que aparecen en Goodreads.

 

SINOPSIS (según Goodreads) 

«Uno de vosotros la tendrá a ella y, además, mi fortuna».

Ésa fue la declaración caprichosa, algunos dirían escandalosa, del anciano señor Penicuik, a los tres de sus sobrinos nietos reunidos a su alrededor.

El futuro de su vivaz hijastra, la señorita Kitty Charing, estaba así asegurado, siempre que se casara con uno de los apuestos pretendientes que ahora buscaban su mano. Pero Kitty no tenía prisa por celebrar tal contrato. Por las buenas o por las malas, tenía la intención de ir a Londres, donde cualquier cosa podía pasar y muy a menudo sucedía...

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas, en la versión de 2017, puesto 438, y sigue pasando el corte. En 1999 All About Romance hizo una votación entre sus lectores a ver cuáles eran sus romances tradicionales favoritos, y este acabó en el puesto 3. En el Top 1000 de Book Binge, está la 631. Es de las más apreciadas en Buzzle. Regan Walker la incluye entre los mejores romances ambientados en la época georgiana y la Regencia. Rike, que escribe (o escribía) para AAR, la tenía entre sus favoritas de todos los tiempos. En Romance Readers at Heart la escogieron entre los Top Picks en 2007. Tiene crítica de 5 estrellas en Curled up y de A en Dear Author. Además, la puedes encontrar en listas de tópicos, como favorite funnies o beta heroes.

 

CRÍTICA

Leer a Georgette Heyer siempre es una gozada, aunque tarde meses en acabar una novela suya. Es de las que me compro en papel, y tengo ahí, para cogerla de vez en cuando y sumergirme en ese mundo de la Regencia, con todas sus complejidades.

La leo poco a poco, ya que su inglés no es para todos los días. Mete muchas palabras con un significado específico en aquella época, y no lo encuentras en los diccionarios al uso. (Ya lo expliqué al hablar de los trads).

Pero a pesar de ir lentamente, al final cierro sus historias con una sonrisa.

Hace algo muy curioso. Os lo contaré con una metáfora. Suele dedicar páginas y páginas presentando los personajes, sus dinámicas, el ambiente... Cuidadosamente coloca una especie de red, tendiendo poco a poco líneas que se cruzan... Y luego, cuando te das cuenta, cierra la red, te tiene atrapada y ya no puedes dejar de leer hasta el final.

Eso me ha pasado con Cotillion: me tiré meses leyendo a ratos, luego la segunda parte la devoré rápidamente, en un par de días.

Y es que se tira buena parte del libro haciendo eso, presentándote personajes y las dinámicas entre ellos.

Catherine Charing, Kitty para todos, es huérfana. Su tutor, el rico pero malhumorado Sr. Penicuik, ha decidido hacerla su heredera. Ahora, con una condición, tiene que casarse con uno de sus sobrinos-nietos.

De estos tiene unos cuantos, y te los va presentando en una serie de escenas, primero a tres: uno que no puede ofrecer su mano porque está casado, otro que es un estirado pomposo y luego está Dolph que, el pobre, no cuece en el primer hervor, aunque tenga un título nobiliario.

Faltan un par de ellos, que aparecerán más tarde en la novela.

Kitty se pilla cierto rebote, y decide largarse, emprender una vida propia, fantasea con ganarse la vida ella sola… Hasta que digamos que en su primera parada se topa con uno de los sobrinos-nietos que no ha llegado a la reunión, Frederick «Freddy» Standen, muy elegante y amigable, pero no particularmente brillante.

Esto la hace recapacitar un poco. A Kitty no le disgusta del todo el plan, porque está enamoriscada de uno de los sobrinos-nietos, Jack Westruther, con todas las cualidades de un libertino regencil. Ya os lo imagináis, guapo, jugador, atrae a todas las mujeres. Solo que este pasa de proponerle matrimonio. Para pincharle un poco, Kitty decide fingir que se ha comprometido con Freddy.

Gracias a este «compromiso», la rústica Kitty consigue viajar a Londres, donde espera que Jack se de cuenta de la oportunidad que desaprovecha. El canalla encantador no aparece hasta bien avanzado el libro, y si esto fuera una romántica de ahora, sería el chico de la película.

A partir de ahí, se sucede lo que la propia autora consideró «un derroche de absurdo». Pero absurdo no significa descuidado, todo está bien medido y pulido.

Kitty aprende, y nosotros con ella, que en la vida no todo es lo que parece, y que lo auténticamente romántico son cosas diferentes a las que ella pensaba. Uno de los misterios de la novela es quién es y qué piensa o siente Jack, personaje al que vemos primero con los ojos de Kitty y luego el lector entrevé que igual no es exactamente como ella lo ve.

La auténtica estrella es Freddy. Parece simplemente un rico tontorrón, que solo se fija en la ropa de la gente, si llevan o no los colores que les favorecen. Sin embargo, descubrirá que hay vida más allá que un chaleco bien puesto. 

Un héroe beta que parece poca cosa y luego es quien acaba salvando el día en todo momento, de manera discreta. Incluso llega a callarse y espera que Kitty decida por sí, cuando todo el mundo desea gritarle, ¡¡díselo, grítale lo que sientes…!!

Un héroe tranquilo, que si alguna vez reacciona con ímpetu se sorprende a sí mismo y al lector. Tiene más de un momento de esos que yo encuentro tan románticos, cuando el héroe hace lo que menos le apetece, solo por consideración a ella.

Kitty y Freddy son de esos personajes majos, de los que caen bien, pero a los que falta una patatina para el kilo.

A veces, me preguntaba si esto iba en serio o era una grandísima broma de la autora.

Nadie espera nada especial de Kitty y Freddy, ni ellos mismos.

Y, sin embargo, al final, sobre todo en la segunda parte, una vez que la autora ya te ha planteado la historia y presentado a todos los personajes, sacarán a relucir cualidades sorprendentes.

Al final, te caen tan bien que te encanta cómo estos soletes acaban enamorados.

Te lo cuentan todo, además, con ese estilo de Heyer tan cuidado, con un montón de palabras muy típicas del lenguaje de la Regencia que cuesta entender, a menos que la tengas muy leída, diálogos ingeniosos, y un sentido del humor tan sutil, que no te puedes perder una palabra, ya que la ironía es su recurso favorito.

Si te fijas, hace cosas como crear una forma de hablar particular para Freddy, lo que resulta asombroso. Freddy y Dolph (el más tontorrón pero de buen corazón, con su propia historia de amor) hablan de una manera muy peculiar.

El título, Cotillion se refiere a un movimiento animado de la cuadrilla, danza que involucra a cuatro parejas. Además de Kitty y Freddy, tenemos otro asunto amoroso, el de lord Foster Dolphinton y Hannah, la modesta y poco agraciada hija de un comerciante, a quien la dominante madre de él jamás admitiría como nuera.

Y un tercero a cuenta de un primo francés de Kitty, Camille, jugador profesional, enamorado a primera vista de la bella Olivia Broughty, objeto de deseo del libertino Jack.

Hasta el irascible Sr. Penicuik encontrará a una improbable media naranja.

He leído varias críticas y en más de una dicen algo peculiar: que la disfrutan más en una relectura.

Una delicia, aunque hay que advertir que es de esas lecturas muy lentas.

Valoración personal: notable, 4 estrellas

Se la recomendaría a: quienes gusten del slow reading.

Otras críticas de la novela:

Como es un clásico, tiene página en la Wikipedia.

En español, tenemos crítica en El rincón de la novela romántica, donde Judith la pone como muy buena, pero no su favorita de la autora. Curiosamente, a ella Freddy se le queda corto, cuando en general todo el mundo dice que es uno de los mejores héroes de Heyer.

En inglés.

Dear Author, una A, donde señalan lo dudoso de la sexualidad de Freddy (he’s a Pink of the Ton and very much NOT “in the petticoat line”), but he makes an amazing hero because Heyer does such a wonderful job of showing what makes a true hero.

Mary Kingswood, 5 estrellas.

Fiction Fan Blog, 5 corazones.

Bookshelf Fantasies, 4 estrellas.

Jane Austen’s World la analiza, y le gusta lo que ve.


sábado, 11 de enero de 2025

30 años de… “Lord Carew’s bride”, de Mary Balogh

 

No tiene nada y, sin embargo, me encandiló.

El perfecto ejemplo de «comfort read».


 

DATOS GENERALES

 

Título original: Lord Carew’s Bride

Subgénero: Regencia tradicional

1.ª publicación: Signet, 1995

Páginas: 224

ISBN13: 9780451185525

Parte de una serie: Stapleton-Downes #4 / Dark Angel #2

Fairytale Retellings: Beauty and the Beast

 

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL, PERO SÍ AL FRANCÉS (L'épouse de lord Carew), ITALIANO (La sposa di lord Carew), ALEMÁN (Samanthas süßer Sieg), ESLOVENO (Markizova nevesta), POLACO (Ostatni walc) Y TAILANDÉS (เจ้าสาวของท่านลอร์ด)

 

SINOPSIS (según Fiction DB)

El dilema de su corazón

El corazón de Samantha Newman dio un vuelco cuando se encontró bailando con el irresistiblemente guapo y notorio Conde de Rushford. Este libertino despiadado, que había traicionado a Samantha hacía seis años, estaba regresando a su vida. Había jurado no volver a convertirse en su juguete, pero no podía negar la fuerte atracción que la atraía hacia él.

Enfrentada a una propuesta de matrimonio y a los sentimientos que ha despertado el encantador primo de Rushford, el marqués de Carew, Samantha debe decidir si puede ignorar los rescoldos de una vieja pasión y encender las llamas de una nueva...


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí. Entró en mi lista de mil mejores novelas de romántica, versión de 2017, en el puesto 113. Aún se mantiene allá arriba. Apareció en tres Top 100 de All About Romance, el de 1998, la 83; en 2000, la 46; y en 2004, la 50. En 2013 entró en la cara B o «lo mejor del resto» como la 136. En la mini-encuesta que hicieron en 1999 sobre romances regencia tradicionales (trads), estuvo la primera. Otras listas de mil novelas románticas en las que aparece es la de RomanceNovels.Me, 276; y Book Binge Top 1000, 525. Tuvo crítica de DIK A en All About Romance. Es la favorita de muchas, entre ellos de Alexandra, que escribe (o escribía) para AAR, y otros lectores de esa página web y de la desaparecida The Romance Reader. Tiene varios tópicos que la recomiendan:  cross-dressing & in disguise; beta heroes; love & friendship between hero and heroine. No es de extrañar, entonces, que se la vea en muchas listas de best traditional Regency.

 

CRÍTICA

Quería empezar 2025 con algo que pudiera disfrutar de verdad. En días tranquilos, una de esas lecturas que reconforten (comfort read en inglés), y este Regencia tradicional que he visto tantas veces al repasar mis listas era una buena posibilidad.

Al principio de cada año, repaso diferentes títulos de los que se cumplen años redondos, diez, veinte, treinta… Y entre las posibilidades para enero me salió esta. Tengo una duda, de si es de enero de 1995 o de junio, porque lo he visto de las dos maneras. Para mí que debe ser de junio pero es igual, aquí la estreno yo, por empezar el año en condiciones.

Es la segunda novela de una dulogía (Dark Angel). Han aparecido juntas en digital, que es como yo la he comprado. Se puede leer sin haber leído la primera, que se refiere a otra pareja (Gabriel y Jenny). Sólo que esta novela te destripa bastante de lo que, entiendo yo, ocurrió en aquella otra.

Tenemos a Samantha Newman (24), que está pasando una temporada en casa de su prima y amiga, Jennifer Winward.

Sam es muy de andar por libre, en soledad, ya sabéis que en aquella época eran muy andarinas las señoras. En una de sus deambulaciones, traspasa el límite de la propiedad vecina, la impresionante finca y mansión del marqués de Carew.

Conoce así, un poco por casualidad, a quien se presenta como Hartley Wade (27), un hombre tranquilo, afable, vestido con sencillez y comodidad, por quien Samantha siente una simpatía casi instantánea. Lo toma por un diseñador de jardines del marqués.

En unos pocos días, nace entre ellos una bonita amistad. Que no llevaría a ninguna parte, porque ella es chica de familia bien y él, un caballero a quien contratan otros para diseñarles jardines.

En realidad, es el marqués de Carew. No ha querido engañar a Sam, ni ocultarle su identidad. Es ella quien cae en el error y Hart quien no le saca de él. Porque ve que, por una vez, alguien le aprecia tal cual es, que quiere estar en su compañía por ser él mismo. Sam ignora tanto sus cosas positivas (el título nobiliario, su riqueza) como las que podrían distanciar a la gente (tiene discapacidad en una mano y una pierna).

Aparte de ello, es un tipo de apariencia muy normalita. No es que sea feo, sino, simplemente normal. Majo, eso sí. Buena persona.

Por su parte, Samantha es una chica preciosa, encantadora, que sabe mantener las formas en sociedad, callar y escuchar. Esta joya deslumbra en la temporada social de Londres.

Tiene su corte de admiradores, unos cuantos, con los que ella se divierte, bailando, yendo en carroza, manteniendo amistad con ellos sin engañar a ninguno porque deja claro que no está por enamorarse y casarse con ninguno.

¿Por qué? Pues porque le pasó algo en su primera temporada. Aparece en el primer libro, un amor de juventud que se torció y, desde entonces, recela del amor y la pasión.

Samantha y Hartley se gustan mucho. Nace entre ellos una amistad auténtica, lo notas por cómo se relacionan, se tratan el uno al otro. En realidad se enamoran sin que ella sepa muy bien ponerle el nombre a lo que siente.

Luego, habrá momentos de dudas, de tentaciones, de emociones que Samantha tiene que procesar y entender. Hartley es paciente, muy comprensivo. Algunas cosas le sorprenden, pero reflexiona, acepta que el mundo no siempre es como aparenta a primera vista.

Me encanta, por ejemplo, que al personaje negativo, un auténtico bicho, Hartley sabe tratarle como a cualquier psicópata, sin dejarse enredar en sus provocaciones, siendo cortés, neutro.

Eso no significa que tenga aguachirle en las venas, no. Hay momentos en que Hart le enfada, o se emociona, o sale de sus casillas. Pero enseguida sabe comprender que se deja llevar por un sentimiento indigno de él y procura enmendarse, reparar el daño.

En Hartley tenemos uno de esos maravillosos héroes beta que no avasallan, por muy intensas que sean sus emociones. No es un debilucho, ni un flojo. Como dice su amigo Bridgwater:

Hartley tiene una dignidad callada que no necesita afirmarse con bravuconerías.

Hay algún momento de violencia (no entre héroe y heroína, sino con el malote) que quizá en otro momento me habría parecido así-así, tiquismiquis que es una. Ahora creo que he cambiado. En el contexto de la historia lo entiendo, con ese malote quizá sea la única forma de actuar. Chapeau por Sam y Hart.

Para ser un Regencia tradicional hay un poquitito de sexo explícito, muy ligero, en lo que es la noche de bodas de los protagonistas. Me sorprende. No sé si es que Mary Balogh lo retocó para la edición digital o es que en su época le salió así, algo más sensual que otros trads. Le viene bien a la historia, es muy de agradecer: poco sexo, pero con sentido.

Para ser un Regencia tradicional, encuentro que el lenguaje con el que está escrito es asequible, con muy pocos georgetteheyerismos.

lQué delicia de novela! Es de esas que aparentemente no tiene nada, vas leyendo sin darte cuenta, lo disfrutas muchísimo, ¡qué bien retratados los personajes, qué adultos suenan, qué fácil te lo van contando todo...! Cierras el libro con una sonrisa.

No me extraña que sea un comfort reading para muchas lectoras.

Mary Balogh escribe novelas más de personajes que de trama. Así que la clave radica en dar con unos protagonistas que retratar muy bien psicológicamente, con quienes puedas empatizar y, al tiempo, sorprendente un poco con lo que dicen y hacen. Cuando esperas que las cosas sean de una manera, van y resultan ser de otra.

He visto que además de hacer pareja con Dark Angel, Lord Carew’s bride forma parte de una serie que tiene seis títulos, Stapleton-Downes. Creo que leeré el resto. Las dos siguientes la protagonizan secundarios de esta. Uno es Francis, un pimpollo siempre de punta en blanco enamorado de Samantha pero que sabe ser su amigo cuando comprende que ella está enamorada de Hartley; protagoniza The famous heroine. El otro es el duque de Bridgwater, mejor amigo de Hartley, cuya historia nos cuentan en The plumed bonnet.

Así que le voy a poner esta, mi primera lectura del año, cinco estrellas. Porque sí, porque tiene todo lo que esperas de un Regencia tradicional, escrito delicioso y con un poquito más de sensualidad que lo habitual.

Valoración personal: excelente, 5 estrellas

Se la recomendaría a: quienes gusten de Regencias tradicionales.

Otras críticas de la novela:

En español, no he encontrado más que un breve comentario en ¡¡Ábrete libro!! Es lógico, visto que es una novela de hace treinta años, de un género poco visto por España e Hispanoamérica y que, además, no se ha traducido.

En El rincón de la novela romántica aparecen las sinopsis de las seis novelas de la serie Stapleton-Downes, que aquí llaman Dark Angel, aunque ninguna esté traducida a nuestro idioma.

All About Romance, DIK A.

Dear Author, una A.

Comentario positivo, aunque breve, de las dos novelas Dark Angel en el blog de Taylor Grace.

Top 10 Romance Books, 4 estrellas a las dos novelas juntas.

En Impressions of a reader también hacen crítica conjunta, y le ponen una B+ a ésta.

The Geeky Bibliophile, 4 estrellas.