Si había un planeta que conjuraba el misterio y el embeleso, ése era Marte. Sus canales, sus lunas de tétricos nombres, las ciudades ajedrezadas de Bradbury, los horrorosos conquistadores en sus trípodes rampantes que imaginara Wells, la bella Dejah Thoris que enamorara a John Carter.... La ciencia moderna parece haber estirilizado el halo romántico que envolvía al planeta rojo, pero la imaginación no repara en sondas espaciales y fotogramas. Nota al pie de página: en la viñeta que abre este post, va un pequeño homenaje a Edgar Rice Burroughs, cuya pluma y fantasía abundó en aventuras marcianas... Por el desierto, entre colosales efigies, trota un "thoat" de ocho patas.
If there ever was a planet that conjured up mystery and fascination, it was Mars. Its canals, its ominously named moons, Bradbury´s delicate deserted cities, Wells's loathsome conquerors in their rampant tripods, the beautiful Dejah Thoris that would steal John Carter' s heart away... Modern science seems to have sterilized the red planet' s romantic halo, but the imagination does not care for space probes and photograms. A footnote: in the panel which opens this post, I humbly paid my dues to Edgar Rice Burroughs, whose pen and fantasy abounded in Martian adventures... A heavy, eight-legged "thoat" ambles on across the red sands.
Todas las imágenes son copyright de Enrique Alcatena