Sumido en los efectos de una gripe letal, necesito echarme unas risas por aquello de quitarle transcendencia a flemas, toses y pinchazos en la cabeza... Y me he dicho yo a mi mismo, vayamos a por una nueva edición de Freaky moments, que las torpezas ajenas hagan su función sanadora... 10 nuevas historias para desternillarse o sorprenderse de la complejidad humana y sus extravagantes manifestaciones. Bueno, humana y animal.
1-¿Hice yo eso?: Para ver este vídeo llamé a mi perra Tana, labrador para más inri, quería comprobar hasta qué punto lograba discernir los complicados entresijos del lenguaje no verbal canino... Creo que se enamoró. Y no es para menos, qué capacidad para la interpretación, qué intensidad dramática y qué dientes...Ni la Pantoja paseando palmito por las calles de Marbella. Vean, vean.
2-El dúo histriónico oriental: Debe ser una disciplina de moda instaurada allí en Corea, porque hay varios vídeos de similares características, pero estas chicas se llevan el premio al desparpajo y al muestrario de carazas por segundo... A mi me parecen muy divertidas, intuyo que su vida cotidiana será todo menos aburrida, por no hablar de pasar una velada-karaoke junto a las dos mozas.
está a punto de acaecer... Analicemos la situación: Su cara indica
preocupación, su indumentaria es más propia de un Power Ranger, no toma ninguna medida de precaución, se precipita al abismo y chapotea como un caniche en un maremoto. Auténtico!!!
4- Yo me lo guiso y yo te lo regurgito: Quién podría decir que tras
la aparente lozanía de la joven presentadora se esconde una noche
infernal de tequilas, un bouffet libre de comida oriental o los excesos de una torrada de carne a la brasa... Anyway, comprobad con que inusual naturalidad lo resuelve. Recuerda a nuestra Leticia Sabater en sus años más dorados. Qué gran profesional!!!
5-Perder la cabeza por Beyoncé: Y es que las pasiones de los fans tienen esa parte inherente. Si se es fan, un fan fan de los buenos, pues eso, que en casita te preparas tus coreos, playbacks frente al ser admirado y se los dedicas con pasión arrebatada para que no olvide que tú eres el nº 1. Estos vídeos, en apariencia tan inofensivos, donde todo puede suceder, reconozco que me encantan... son genuinos... y es que a quien se le ocurre ponerse de esa guisa para hacer un playback. Actitud no le falta, es innegable. Pero se anuncia la catástrofe desde el segundo 0.
6-Perder la cabeza y la dignidad: Porque no es sólo el hecho de que estés en bolas, jugándote el tipo por una ridícula apuesta hecha con los amigotes tras 4 cervezas, sino que encima todo ese arrojo desbocado para demostrar a esos mismos amigotes que ya que se hace, se hace con decisión... Acaba en... bueno, en fin, ya podéis imaginar. Bochorrrrno!
7-Perder el sacro antes que el orgullo: De la cabeza ni hablamos, porque este tío no la tiene directamente, menudo descerebrado. Mismo perfil que su predecesor, seguramente se contaminaron juntos con drogas de diseño en el comité de bienvenida del Club Alpha-Beta de alumnos aventajados de la Universidad de Ohio. Ahora que éste, durante un tiempecito... Dormirá de lado.
8-El inevitable reportero: Y digo inevitable por dos razones, primero porque instauraría desde ya un especial dedicado a las torpezas y peculiaridades de enviados especiales y reporteros del mundo y segundo, porque resulta ciertamente inevitable no hablar de las peculiaridades de los bloqueos periodísticos en vivo, cortaditos todos por un mismo patrón. Mirada inquieta, respiración alterada, una palabra mal articulada y a partir de ahí comienza el desastre... De Antonio me gusta la forma poco sutil de decirnos ¡me rindo!, sencillamente deja de intentarlo porque sabe que no hay nada que hacer... Tiene su encanto verle buscando improvisados recursos... Atención a la cagada, suma y sigue, del presentador "alias Richard Gere" en antena. Vídeo colosal, este que os traigo.
9- ¿Me puede repetir la pregunta?: Si es que la pobre abogada llevaba un día de mierda, si esa cara de enajenación transitoria sólo podría tener una explicación... Que está a punto de desconectar, no sólo en apariencia, sino en esencia... Adiós Massiel, buen viaje!
10- ¿Y quién es él?: La súbita aparición de un tipo, seguramente, compañero de redacción, en la pantalla meteorológica provoca lo que sin duda alguna es un caramelo de cierre... Qué bueno es equivocarse de esta forma inesperada si el fruto del error es una risa como la de esta mujer. Si hasta parece que esté en su casa bebiendo ponche y recordando buenos tiempos.
Hasta la próxima edición...