"¿Que es en lo primero que te fijas cuando me ves?
¿En mis espectaculares ojos verdes?
(esto se merece una contestación rollo "lo siento, soy daltónico; yo te los veo rojos...")
¿En mis increíbles pasos de salsa?
(¿para decir esta frase paras de bailar? porque la cosa cambia mucho... ¿y por qué son increíbles? ¿goza de más articulaciones de las que nos vienen a todos de serie para ejecutarlos -en mi caso, este término sería literal: yo ejecuto cualquier baile...-)
Seguro que no es en mis pérdidas de orina."
(Ok, aquí ya te coronas como la reina del escarceo; fijo que nombrando la orina en la primera cita le conquistas para siempre. De hecho, es una treta infalible que hay que utilizar con moderación porque resulta extremadamente efectiva e irreversible, sólamente superada si le cuelas en la conversación que eres capaz de eructar a voluntad, deletreando su nombre)
QUERIDOS SEÑORES PUBLICISTAS... a ver cómo os lo diría yo que no suene demasiado ofensivo...
...
...
(nada, no soy capaz)
¿Con quién se supone que ha de estar ligando esta pobre mujer, con el dentista de Sensodyne (no sé por qué siempre me lo imagino suicidándose tras cada anuncio, cada vez de una forma distinta...)?
O yo estoy muy perdida (mira, como la orina de la señora de los ojos verdes) en el mundo del ligoteo, que puede ser, o ustedes viven en un mundo paralelo en el que las señoras se jactan y utilizan como "arma sexi" el hecho de que ocultan estupendamente que su esfínter ya no es lo que era.
No sé.