viernes, 17 de octubre de 2008
ANA, UNA VEZ A LA SEMANA!!
Es lo que gritaban ayer mis amigos/as casados/as con pancartas/os bajo mi balcón (les oía como lejanos porque vivo casi en la estratosfera, a 5 plantas del suelo -para ascender a mi piso hay que masticar hojas de coca-).
Al parecer, estaban ofendidos por mi insistencia en creer que los matrimonios tienen sexo salvaje a cada momento. Yo tenía la creencia de que basta una miradita, una simple caidita de ojos a la hora del desayuno para que ella deje de amasar pan y él la posea allí mismo, mientras caen los botes de mermelada al suelo y a nadie le importa que todo se ensucie... (también pienso que cuando tienes pareja, el amor incondicional te hace amasar pan, u hornear compulsivamente cualquier tipo de bollería, pero ese es otro tema) (al ser soltera, cada vez que tengo LA OPORTUNIDAD, la aprovecho al máximo, como si no hubiese un mañana -que no suele haberlo, dicho sea de paso...- con lo que mi limitado y sobrecalentado cerebro me ha llevado a pensar que si lo tienes fácil todos los dias... bueno, pues eso).
Pues vaya. Mi gozo en un pozo.
A mí me gustaba pensar que mis amigos/as iban desnudos por casa y que a la mínima provocación, se abandonaban al placer en cualquier esquina, lo que explicaría que no quisieran salir a cenar cada vez que yo (que vivo sola salvo honrosas excepciones...) lo proponía... (salvo honrosas excepciones que no coincidían en el tiempo y el espacio con mis otras Honrosas Excepciones, en las que lo de salir a cenar me la trae al pairo) (o al cairo)
Qué desilusión...
Otro mito que se cae.
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