el otro día, mientras estaba en el masajista (os juro que me dolían los hombros, que no era una burda excusa para obligar -previo pago- a un hombre a tocarme durante una hora... a pesar de los hirientes comentarios del masajista "pues yo te noto la espalda bien... ahora, si tú dices que te duele...", que me dieron ganas de ponerle la mano en la boca y decirle aquello de "calla... no digas nada... y acaba lo que has empezado" (este mensaje mejora mucho si con la otra le deslizas un billete de 20€ en el bolsillo del pantalón, o eso me han contado, que yo no...), si no hubiese sido porque la posición en la que estaba no me permitía hacer ese giro de brazo sin luxarme el alma, os juro que lo hago, y ya llevo varios juramentos en menos de un párrafo) (dios, qué paréntesis más largo...!), me pregunté varias cosas sin importancia, que os ahorraré por el bien general , y una vital: ¿los profesionales de las cosas -así, rollo genérico- se dan cuenta de aspectos de nuestra vida observando rutinas para nosotros anodinas? ¿mi masajista, por ejemplo, puede saber si soy diestra o zurza tocándome los músculos -músculos cincelados en cobre menorquín, formando mi escultórico cuerpo..-? ¿la cajera del super puede adivinar si mi vida sexual es más o menos activa contando la cantidad de chocolate que me llevo? ¿le habrá desconcertado el hecho de que, aparte de la ingente cantidad de chocolate llevase también 4 botellas de vino molón, o simplemente habrá pensado que, dado mi estado carencial, quería coger una curda de calidad?
Las cajeras de los supermercados son malvadas. Ahí están, calladitas, mientras sus maquiavélicas cabezas no paran de analizarnos...
Llamadme paranóica -desde el cariño, si puede ser-, pero yo mañana empiezo a hacer la compra por internet.
(y que sepáis que el chocolate no era para mí...)
lunes, 29 de junio de 2009
lunes, 22 de junio de 2009
Por los pelos
¿Os pasa, que cuando carecéis de algo parece que el resto del mundo tiene lo que a tí te falta?: ¿que lo estás pasando mal por amor? el resto del mundo se quiere mogollón delante de tus narices, encima de tí si puede ser, golpeándote con enormes corazones de peluche; te encuentras de repente por la calle apartando parejas que se besan apasionadamente (algunas aprisionadamente)...y si puedes apartarlas contra un coche que se acerca a gran velocidad, mucho mejor; encuentras pétalos de rosa y rastros de azúcar que van dejando a su paso... sólo por hacer daño. Porque otra razón no hay.
Hace unas semanas tuve a bien, en un arranque de optimismo, darle a bienvenida al buen tiempo cortándome "UN POQUITO, NO TE PASES...SÓLO DESPÉJAME UN POCO LA NUCA, PERO DE DELANTE LO DEJAS COMO ESTÁ" (¿estaba claro, no? PUES NO) mi hermosa y calurosa melena.
Yo, de verdad, aún no sé qué narices le he hecho al peluquero pero ha debido de ser muy gordo (rollo matar a su padre o similar). Mi hermosa (y ahora ausente) melena se convirtió en menos de 15 minutos en un despropósito capilar. Un capilósito. Despopilar. En Auschwitz se tomaban más molestias en dejarlo bien, al menos igualadito... y además gratis.
Total, que mi pelo quedó de la longitud correcta, pero francamente desastroso... lo que no me dejó más remedio que acudir de nuevo a la pelu (a otra, que yo sólo tropiezo dos veces con la misma piedra en otro tipo de cuestiones. Eso sí, si puede ser con chanclas y a la carrera. Yo soy así, de natural obcecada).
El resultado es un cruce capilar entre Colón y Anton (el de no es país para viejos... ni para peluqueros), pasando cerca de Don Mendo, con venganza incluída.
Así es que ahora cuando salgo por la calle, aparte de las dichosas parejas felices, me encuentro con hordas de melenas pre-seleccionadas como Miss Pelo-Pantene 2009/10, agitando sus largos cabellos a cámara lenta delante de mis narices, brillantes como un setter irlandés recién lavado con champú de almendras amargas, hidratadas por los ángeles y supervisados por Mimosín...
Sólo me queda desearles con fuerza que se les abran las puntas.
Las del pelo.
Porque si yo no luzco melena, aquí no la luce ni dios (y mira que en todas las fotos sale con pelazo...)
(Maldición hit-ana)
martes, 16 de junio de 2009
Conversaciones de café (I)
lunes, 8 de junio de 2009
domingo, 7 de junio de 2009
Sencillo.
Sol en la piel, sonrisa en la cara, viento que despeina, música a todo volúmen (casi tanto como el que ha alcanzado mi pelo con el viento), zumo de naranja y desayuno pausado, periódico dominguero leído desde atrás con detenimiento... y la agradable sensación de que la vida me sigue sorprendiendo.
(... a mi edad!)
(... a mi edad!)
lunes, 1 de junio de 2009
gramática básica
I.
Te pierdo
Me pierdes
Nos perdemos
(y sigo sin saber qué ganamos)
II.
Te gano
Me ganas
Nos perdemos... tú por mí, yo por tí
(nos pierden las ganas)
Te pierdo
Me pierdes
Nos perdemos
(y sigo sin saber qué ganamos)
II.
Te gano
Me ganas
Nos perdemos... tú por mí, yo por tí
(nos pierden las ganas)
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