Estrenando mi Qajaq Aqua en agua salada. (Día del Carmen en Punta Umbría)

Tras una semana en Asturias, en la que no pude apenas navegar, llegó por fin el bautizo de mi nuevo Aqua en agua salada, como debe ser.
Junto con mi hermano David y su Fiji, partimos de la ría de Punta Umbría en dirección a la playa, donde nos encontramos con la tradicional procesión marítima de la virgen del Carmen, con el desembarco de la misma en las playas de dicha localidad al atardecer.

Atardecer en Punta Umbría.

Sábado por la tarde, y aprovecho un ratito, para remojarme en el mar, con el Sol poniéndose en el horizonte.

Costa de la Luz (Punta Umbría).

(la Fiji de mi hermano)

Aprovechando este pasado fin de semana, tras el bautizo de mi sobrino Pablo, el domingo antes de partir de regreso aproveché y salí a palear por agua salada...para irme con buen sabor de boca.
Embarque en la ría, y siguiendo el canal de navegación, me adentré en el mar unos kilómetros, para una vez bien lejos de la costa, soltar la pala y dedicarme simplemente a disfrutar del sol, y la tranquilidad del mar, alejado de cualquier vestigio de civilización.

Punta Umbría, Sol y Mar. (2ª parte).

Segunda parte del video de la desembocadura de Punta Umbría.

Paseo en kayak por el Portil y la Flecha.

Acabó de rescatar el estreno de la Fiji, Goltziana, de mi hermano David, las navidades del 09/10.
Nos desplazamos hasta la localidad de El Portil, y como era lógico para la época, pudimos disfrutar de paz y tranquilidad...sobre todo para aparcar.
La localidad onubense de El Portil, se encuentra situada cerca de El Rompido, y justo en la desembocadura del río Piedras, donde la sedimentación, ha creado una barra de arena "La Flecha", que discurre a lo largo de varios kilómetros, separando el río del océano.

La Flecha, cuyas playas podríamos considerarlas casi vírgenes, gracias a que el acceso a ellas, es solo posible cruzando la ría en una embarcación, o andando varios kilómetros por la orilla desde la localidad de Islantilla, amén de un parking situado a medio camino. Todo ello, hacen de ella una playa poco frecuentada incluso en los meses estivales.

De nuestro paseo, lo que si que pudimos apreciar, es como la fuerza de los temporales, han ido comiéndose la playa a pasos agigantados, cosa que se puede apreciar en el estado en que quedaron las pasarelas de madera, para evitar la degradación por el tránsito de personas. Aunque en el Portil es aún más patente, viendo la distancia entre la primera linea de edificaciones, y la marca de la pleamar.


El Portil - La Barra del rio Piedras. from Jorge on Vimeo.


David saliendo desde El Portil.


David se aproxima a la parte de la "Flecha" influenciable por la fluctuación entre pleamar y bajamar.