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6 feb 2014

¡UN SALUDO PA' LA YELI! (LA AMISTÁ ES LO PRIMERO)



Después de 43 llamadas en dos días, 15 correos electrónicos, 12 mensajes de FB, 22 DMs en Tw, 6 señales de humo, 2 telegramas, 4 cartas certificadas, 36 “dice aquea que por qué putas no le querés hablar” de parte de cuates en común, por fin me decidí a contestarle a la Yeli, una cuata de cuando teníamos como 13 o 14 años y andamos pelando cables y haciendo cagadales en las colonias más culeras de lo que es y viene siendo Jocotesburgo. No quería hablar con ella porque después de que se casó, para lo único que me hablaba era para quejarse de la vida puramierda que llevaba. Tres chirises, un trabajo culero (era gerente de una maquila, pero la explotaban igual que a todos los pisados a los que ella controlaba) y un marido que sólo viajando se mantenía (era transportista) y que cuando estaba en su casa, prefería invitar a sus cuates a echar los tragos y relajarse así sin que nadie lo chingara. Al principio, yo le hacía la pala escuchando sus ondas. Aconsejándola no, porque qué putas me iba a poner a aconsejar yo si siempre he sido cliente VIP en la calle de la amargura. Más que todo, escuchándola y echándole porras, pues. Animándola, diría la mara. Estoy hablando de los años 2007 y 2008, pónganle. De ahí, desapareció la pisada y desde el 2009 lo único que supe es que había jalado para los Estados Unidos con sus tres chirises. Eso no me lo contó ella, eso me lo contaron mis “fuentes”, dirían los periodistas modernos. Puta, que si hace como dos semanas, empezó a intentar contactar desesperadamente conmigo, como les decía al principio. Ni verga, Rex. Hacete el loco, empecé a decirme a mí mismo, la Yeli te va a empezar a soltar sus clavos como antes y vale verga. ¿Ora qué te va a contar? ¿Que se consiguió un su gringo y le salió igual o pior que el talega del Jimmy, su ex? No le contestés. Y así me mantuve, pues, mudo, sin dar señales de vida, como que ya me hubiera ido a calderas, despistándola, haciéndome toda clase de bestia, como que Baldizón me hubiera plagiado mi identidad y yo me hubiera tenido que buscar una nueva, y ya fuera otro Rex, no el mismo que ella conocía.

(Para los que están pensando mal, no, me voy a adelantar para decirles que entre la Yeli y yo nunca hubo ni mierda. Yo siempre le parecí un entelerido y quishpinudo que no se contentaba con mi mierda y ella siempre me pareció una princesita que quería casarse con su principote azul marino. Ni nos gustábamos ni congeniábamos. Es más, nos vimos casi en pelota una vez. Sí, en las piscinas del Pilar. Meneamos los hombros, vimos para otro lado y no pasó nada de nada. ¡Y para que a esa edad ningún órgano sensorial interno o externo reaccionara… muy mal tenía que estar el agarrón digo yo, no sé! Pero así fue. Sólo fuimos cuates.)

Entonces le contesté y le pedí disculpas diciéndole que había estado chambeando de interino (ad honorem) en Alcohólicos Anónimos y que, para dar el ejemplo, tenía terminantemente prohibido contactar con el exterior, y menos, por vía de las malditas redes sociales. ¿Con qué objetivo? ¡Pues porque uno empieza a ver las estupideces de la mara y mejor se pone a chupar, hombre!, casi le grité vía Skype, jajaja. Y nos empezamos a cagar de la risa. Te voy a mandar un correo que estaba escribiendo anoche, Rex, me dijo así, es que ya me tengo que ir y ya no voy a poder contarte nada. No lo acabé, pero bueno. Se despidió y colgó. Como buen cuate que siempre soy, me puse a revisar los Nuevos Estatutos NatGeoLiberales Centristas para el año 2014 del Reyno de Mulamala (cosas de Presidentes, ¿verdá vos Otto?), me corté las uñas de las patas, barnicé por quinta vez mi chifonier, llevé al veterinario a mis canarios, saludé a un par de clientes (sí, vendo material de oficina chino, o sea, chafa, a varios capitalinos que dicen ser empresarios de éxito), le di un capricho a mi cuerpito en mi jacuzzi con sales minerales traídas de Jordania y pétalos de Rosa Melgorro y, dos días después, me acordé del mentado correo de la Yeli. Reconozco que mi desidia a leer muchos correos se debe a que no quiero sentirme presionado a contestar ondas que NO quiero. ¿Cuántas veces no hemos recibido un correo de respuesta a algo que nos interesa con una retahíla de mamonadas y mierdas que nos dicen solo para salir del paso y que al final son puras pajas?  Diplomacia, diría la mara. Nel, yo no soy así. De todas formas, me senté y leí esa su mierda, con algo de miedito, eso sí.

Entonces, por ser un mierda, el putazo se siente más duro, más bien dado y con el doble de fuerza. O sea, más merecido. Lo que la Yeli quería era agradecerme, fíjense muchá. Sí, eso. Darme las gracias porque antes de que se separara, su ex mariachi la había mandado al hospital de una de tantas vergueadas que le daba cuando la pisada le decía que ya no chupara, que guardara aunque fuera un par de horas para ella y sus hijos. La última fue la más grosera. Estuvo convaleciente y, antes de que el pisado la siguiera chingando, la pisada se fue a la verga con sus patojos. Ya en Houston, tuvo que ser hospitalizada. Un tumor en el cabeza la mantuvo meses en cama y por poco se nos va a decirle “con permisito” a San Píter. ¿Y qué fue lo que hizo? ¿Y qué fue lo que dice que la mantuvo alegre, que le sirvió para reírse, para sonreírle a la mierda de vida que muchos, como ella, tienen que sobrellevar? ¿Qué creen que fue? ¡ESTA MIERDA DE BLOG, MUCHÁ! ¡SÍ, LA YELI SE LEYÓ Y RECONTRALEYÓ DOS, TRES, CUATRO VECES ESTAS MULADAS! ¡Y ESO ERA LO QUE QUERÍA DECIRME! Puta, yo me quedé friqueado, pues. Según yo, a contarme sus desventuras conyugales. Según yo, a quejarse. Según yo, a marearme con las mismas mierdas de siempre. Y nel, nada que ver. Sólo quería agradecerme. ¿Cómo es uno de hijueputa muchas veces, vaaa? Le contesté que gracias, etc. Ella me volvió a escribir y me dijo que lo que ya no le había dado tiempo poner era que estaba triste porque tenía abandonado el blog y porque ya no escribía ni mierda. Muy cierto, dije yo así. Le dije que sí, que tenía razón y le prometí que iba a ver cómo le hacía para recuperar el Muladar, pero que no se hiciera ilusiones porque ahora había “tuitstars”, porque ahora todos tenían blogs y columnas, porque ahora todos opinaban de todo y condenaban a quienes no opinaran o pensaran como ellos, que ahora ya no hacía chiste nada, que los egos de la gente se habían posicionado por encima de la jocosidad y, aunque había risas y chingaderas, al final siempre salía a relucir lo que se escondía en el fondo: el YO de la mara. Y todo eran debates, alegaderas, inquisiciones, linchamientos, egos efervescentes e intocables, egos hipersensibles con playeras que dicen “mirame y no me tentés”, egos infantiles y endiosados, alharaca de niñitos y niñitas que porque ya han van a terminar la U creen tener criterio propio y tiranizan todo, relajo de gente que ni siquiera es graciosa y que va del tingo al tango sólo para figurar porque es lo más fácil, pataletas cursis de mara que se cree importante y que cree que pretender saber de todo es una manera de sentirse integrada. En fin, cirquito de mala muerte.

Me vas a disculpar, Yeli, pero ya estoy viejo para estas ondas, vos. Lo mío siempre ha sido la fregadera, vos me conocés. Y así era antes, pero ahora ya no. De todas formas, regresé al Muladar por vos y le puse colores vivos, alegres… por vos, pisada, porque tu risa (aquella risa de cuando nos juntábamos a fumar alrededor del quiosco), no se pierda y te fortalezca. Gracias, Yeli.


Rex (Again)


Imagen: http://www.artesanum.com/upload/postal/9/3/7/pareja_de_munecos-267784.jpg


25 jul 2013

CÁLLESE Y DÉJEME A MÍ CON MI AJETREO INTERNO



Si de algo estoy totalmente de acuerdo, mucha, es que toda esa alharaca pisada o circo que se arma en las redes sociales cuando pasa algo supuestamente relevante, casi siempre, y lastimosamente, se queda en eso: en un show, porque ya sabemos como somos los mulamaltecos, ¿vaa? Nos encanta opinar por opinar casi siempre porque es bonito seguir la corriente, porque quedamos callados y no abrir el hocico para decir lo que putas sea es condenarnos al aislamiento y a la bajeza intelectual, es desperdiciar una gran oportunidad para sentirnos “parte de”, para sentirnos (¡Ay, qué chulo se oye!) integrados. Nos gusta llamar la atención, simón, que se sepa lo que pensamos (ojalá NO fuera lo mismo que ya dijeron otro montonajazal de cerotes), porque para eso son las putas redes sociales, para aprovechar a sacar a asolear nuestro ego poco consentido y que todo el mundo se entere de nuestra capacidad para sondear las profundidades y abordar las magnitudes de los sucesos (muertes violentas, juicios históricos, cagadales políticos, deportes, libros, etc.). Sí, en el fondo nos gusta creemos importantes porque sabemos que más de alguno va a leer nuestras muladas y, como buenos montoneros (sí, porque eso también somos, casi a nivel profesional, como no, ocupando los primeros puestos del ranking), va a apoyar nuestra lucidez y va a aplaudir nuestra exquisita sabiduría. ¡Ah, qué seríamos sin esos guacalazos de vítores, hurras y beneplácito diarios! ¡Oh, en qué sombra acurrucarnos para sollozar la tardía dosis de aprobación cuando ya es la hora del almuerzo y ningún cerote nos ha dicho que como nosotros no hay dos en este mundo desagradecido! Hasta ahí, el pan de cada día. Nada de que asombrarse y nada nuevo que agregar porque es cierto. Así es la mierda. Punto. Que estas manías pisadas sean algo que haya que criticar y reprobar, lo entiendo, precisamente por lo dicho arriba: huele a circo, a moda pasajera, a bla-bla-bla y no nos conduce a nada constructivo. Pero que de primas a primeras salgan los Nuevos Pensadores 2.0, Poseedores de la Verdad Absoluta y de las Directrices Supremas del Actuar y del Destino del Ser Humano, con sus vistosas capas de colores chintos que cruzan el viento contaminado de las calles de la capital, como patéticos superhéroes, y sus ínfulas narcisistas y dictatoriales (eso parecen) de Endiosados Jueces Quisquillosos e Inconformes (de los que dan ganes de decirles: ¡Haber creado vos el mundo, pisado!) a vociferar sandeces y a reprocharle al VULGO que, cuando pase algo, un asesinato, por ejemplo, y se vuelva noticia, además de NO incurrir en ninguno de los anteriores ERRORES, tampoco hay que sucumbir y quedarse con el sentimiento de INDIGNACION, que hay que ir un poco más allá, buscar causas, analizar motivos, debatir, proponer soluciones, basarse en datos y estadísticas, corroborar informaciones, escarbar en los orígenes de la psique y del individuo (el asesino, ojo, no la víctima) como individuo social, de su “background” (oíte a tu amor, jajaja), de sus condiciones, para entender el por qué de tal o cual desgracia. Claro, suena fácil, ¿no?

Bueno, sí, me imagino que tienen razón, pero entonces, pregunto: si aparece una patojita de diez años violada y estrangulada en un barranco como si fuera un deshecho cualquiera o una muñeca sucia e inservible que ninguna niña quiere, ¡qué!, ¿ya no podemos INDIGNARNOS?, ¿sólo lo podemos hacer íntimamente, en nuestro cuarto, sin que nadie lo sepa?, ¿tenemos que actuar TODOS como si fuéramos sociólogos, antropólogos, psicólogos o criminólogos? Porque ojo, queridas lumbreras académicas, NO TODOS LO SOMOS, yo NO LO SOY, por ejemplo, y no me gustaría, Dios me guarde, llegar a imaginarme, pensar en cometer ese atropello de aseverar que ESTAN TRATANDO DE IMPONERME UNA DETERMINADA FORMA DE ACTUAR Y DE PENSAR, dando por hecho que soy INCAPAZ DE TENER CRITERIO PROPIO y DE CONDUCIRME SEGUN MI PROPIA VISIÓN DE LA VIDA, ¿o sí? Nah, no me hagan caso, estoy exagerando, como siempre. No creo que sean tan manipuladores ni pretendan llegar a tanto. El hecho de que se maleen y muchas veces trate de LINCHAR (Rex, cuidadito, tata, que esta palabrita como no muy les hace gracia) INTELECTUALMENTE HABLANDO a los que NO piensan como ellos ni comparten sus ideas, NO QUIERE DECIR NI MIERDA, ¿no? El pedo es sencillo: a mí déjenme reaccionar como quiera, muchá, déjenme compadecerme por quien yo crea que merece compasión, déjenme sacar mis propias conclusiones. Yo, y sé que hablo por muchos, no necesito lecciones ni cátedras con tufillo a imposición, a coacción ni a militancia. En serio. No me metan en su costalito ni esperen que les lama el culo. Sus puntos de vista son interesantes y reflejan sus grades capacidades intelectuales, sí, NO LO DUDO NI LO DISCUTO, me consta y mis respetos, porque además sé que comparándome, quedo como un perfecto analfabeta. Lo que quieran. Pero insisto, no se olviden de que UNIFORMAR y PRETENDER que, de la noche a la mañana, todos los mulamaltecos reaccionemos como ustedes, demostrando grandes dotes de reflexión y asimilación de la realidad del país, y además seguridad de sobra en sus afirmaciones, es ridículo. ¿Acaso no es ridículo? Me acuerdo que una vez un cuate, echando tragos, se maleó cuando me puse a comentar, como la gran puta, la masacre de una familia entera en no se dónde putas. Y me acuerdo que le decía: Puta mano, hasta ganas de chillar me dieron de ver los cuerpecitos de los güiros en esa noticia mierda, fijate; y el cuate: Comé mierda, Rex, ¿y qué putas ganas con chillar? Y a mí me salió decirle: ¿Y qué es lo que hay que ganar, pues? Y el pisado no supo qué contestar. Se quedo callado, aprovechando para empinarse medio vaso de chela. Al ratito, me dijo: Ah, no sé, pero es mejor analizar las ondas. A ver, Filósofos de Pacotilla y Faltos de Cariño, yo ye estoy a verga de tanta paja retórica, fíjense y, como no veo que la cosa vaya a cambiar, porque el Gobierno no hace ni mierda, la policía tampoco (al contrario, ayudan), creo que al menos tengo el derecho de ya no querer razonar NI MIERDA. A mí, cuando me entero de las mierdas que pasan en Mulamala, mierdas que te confirman que la vida no vale ni verga, me sobrepasa, se me hace un nudo cerote en la garganta, muchá, y ME SACO DE ONDA, pues, porque antes que cualquier mierda que pueda ser (sociólogo no, evidentemente) soy HUMANO, y es un DERECHO INHERENTE que, ante un hecho nefasto de ese tipo, o cualquiera que se le parezca, reaccione como SE ME PEGUE LA REGALADA GANA, me encabrone, insulte, maltrate, grite, llore, me encolerice, rabee, me consterne, en fin, ME INDIGNE, sobre todo cuando las desgracias incluyen niños. No sé, trato de serenarme, pero no puedo. Sus conjeturas y sus debates, oh, Arcanos del Raciocino Exclusivo, bien gracias, pero llega un momento en que, para mí, se convierten en pura cháchara, en puro berrinche, a veces, muy cercano al WHORE ATTENTION.

Porque por si fuera poco, también resulta que SI SE NOS PERMITE INDIGNARNOS, si ELLOS se apiadan y nos regalan esa bonita posibilidad, tiene que ser parejo. Sí, nuestros Próceres del Pensamiento Crítico, Colectivo y Consecuente de Guatemala DICTAN unanimidad y achacan los valores morales y éticos de quienes, ante la circunstancia de que, por ejemplo, un caco sea vapuleado luego de haberle disparado en la ñola a un chavo al que le robó el celular, y los dos se vayan a caldo, sólo PEGUEN EL GRITO EN EL CIELO por le víctima. Y no, señores, no, cómo va a ser eso. Hay que sentir IGUAL lástima por LOS DOS: víctima y victimario. Así de claro. Si no, ¡NO VALE! Y aquí yo ya me pierdo, muchá, porque no sólo nos EXIGEN reaccionar con la razón sino que además, nos piden actuar corno si fuéramos MODELOS HUMANITARIOS y/o BEATOS. Y yo, al menos, NO SOY ni una cosa ni la otra. Yo soy un puto manojo de impulsos caóticos de naturaleza flemática y pesimista, ¡no jodan! Y por lo mismo, no crean que no me dio lástima el pobre compadre vapuleado, porque se equivocan, pero dejen que YO decida por mí, dejen que me salga sentir lástima o no. ¡No me digan lo que tengo que sentir! Todos hablando del chavo del celular, ¿y la familia del caco qué?, suelen ser los comentarios que emiten constantemente nuestros Semidioses Olímpicos. Y si, yo entiendo que, SEGUN LOS ESTUDIOS, el 80% de los cacos, extorsionadores, mareros, violadores, pederastas, sicarios y criminales tuvieron una infancia difícil, crecieron en ambientes violentos y precarios, sufrieron abusos, no tuvieron la oportunidad de escolarizarse, etc , si, es una mierda y qué mal porque es el resultado de un maldito círculo vicioso, pero, ¿hasta cuándo tenemos que seguir compadeciéndonos de los trágicos pasados (y presentes) de nuestros delincuentes y asesinos? Y lo repito: ¡no justifico ni apoyo los linchamientos ni la justicia en manos de la masa! ¡Para nada! Sólo comento que, ante la dureza con la que esta gente actúa casi siempre, a mí no me nace desearle un final feliz, ¿me explico? El bote, al menos, que sería lo más adecuado. Porque yo me pregunto ¿estos cuates son TODOS realmente bestias salvajes sin una pizca de cerebro para, pese a su pasado y sus condiciones de vida, NO saber lo que está bien y lo que está mal. Acordate que son OTRAS escalas de valores, Rex, supongo que me estarán diciendo. Sí, pero aún así me cuesta creer que no sepan a qué atenerse, porque creo que nadie que haya crecido “sobreviviendo”y “malviviendo” en un ambiente marginal, como el de muchas colonias o zonas de la capital, ignore cómo es la mierda, muchá. Al contrario, lo sabe perfectamente desde güiro. No creo que ninguno de ellos ignore que así como mata también se lo pueden tronar a él. Y por si se le olvida, tampoco dudo que alguno de sus familiares se lo recuerde: Cuidate, Nery, no te dediqués a esas babosadas, mirá que te puede pasar algo, hombre. Para muchos delincuentes (esto me lo han comentado amigos que han trabajado en proyecto de reinserción social, etc.) la capital es una selva; muchos se encomiendan (si, rezan y toda la casaca) antes de salir a delinquir porque SABEN que es probable que les pueda pasar cualquier desgracia. Lo saben. Empezaron por necesidad y lo convirtieron en modus vivendi. Y están conscientes de que en la calle hay algo valioso en juego. Otra cosa es que no lo valoren como el resto, que es diferente, pero eso es parte de su visión: no tengo opciones más que ésta, que también es discutible. Me acuerdo de un documental que vi una vez sobre los reclutamientos de una banda de sicarios de México. Tres sholones tanteando a posibles nuevos miembros (gente venida del campo, muchos de ellos analfabetas, con caras de pocos amigos) y preguntándoles: —¿Tienes miedo, güey? —No, señor. —¿Sabes que te pueden mandar a a la chingada, cabrón? —Sí, señor. A eso me refiero. Todos, de alguna u otra manera, por muy IGNOTOS o imbéciles que seamos, sabemos a que nos metemos, o al menos tenemos una idea. Por eso mismo, lo que más me cuesta creer, a mí, personalmente, es que debamos ENTENDERLOS y hasta COMPADECERLOS cuando la desgracia LES PASA a ellos. No digo que no sea posible; sólo digo que me cuesta ponerme en ese plano marca Gandhi. Porque también entonces, ¿cómo se explica que haya gente criada ambientes igual de hostiles que NO ha ELEGIDO y optado por la delincuencia? Conozco muchos casos. Es más, conozco casos de gente que ha crecido rodeada de comodines, en familias “bien”, con estudios universitarios y demás, y han ELEGIDO también ser delincuentes. ¿Eso qué? ¿También nos tenemos que evocar a otros estudios, no? Me-lo-i-ma-gi-no.

El tema es largo y pantanoso, muchá, y yo no soy experto en ni verga de lo que estoy escribiendo. No justifico ni justificará nunca la violencia de ningún tipo, eso sí, que quede bien claro. Hablo aquí como un simple ser humano, como un ciudadano despojado de academicismos, teorías y estadísticas, sin obligar (sutilmente) a nadie para que lea esto, como en los muros de FB. Hablo de cosas complicadas que a lo mejor no lo son tanto porque al final de cuentas se reducen, aunque suene frío y arbitrarios, a elecciones, a lo que, voluntariamente o no, uno elige y acaba aceptando. Yo podría decirle a un caco: mano, robá, pero no matés, pero él elige lo que quiere. Es así. La suerte de los delincuentes está echada, amigos. No se hace falta que yo lo diga. Lo que pasa es que imagino que muchos de ellos, gracias a las drogas y a ese coraje interno, producto de sus vicisitudes y de su instinto de supervivencia, que los hace sentirse poderosos por el simple hecho de andar armados y regir sobre la vida de cualquier ciudadano común y corriente, evita que tengan presente que la muerte también los anda buscando a ellos. Así que por favor, cuando uno de ellos se vaya con Pancho (me pela la verga cómo), y sea noticia, no me pidan que me indigne por su muerte ni cuestiones el hecho de no enviar condolencias a sus familiares (¡habrase visto!), permítanme ELEGIR a mí cómo reaccionar y contarlo, si se me ronca el culo. Ustedes, Amantes del Saber del Saber Universal y del Devenir de la Humanidad, sigan marcando diferencias (entre LOS ILUMINADOS y el resto de la plebe) con sus especulaciones de eruditos y sus sentencias sobre lo correcto y la inaceptable, y sólo deseo que jamás nadie de su familia y amigos cercanos se vean implicados en ningún “hecho de sangre”, como dirían en Sonora, y que si esto ocurre (toco madera pese que no, y lo digo de todo corazón, créanme), sean lo suficientemente coherentes con todo lo que hoy predican, se jactan y ufanan. Si lo hicieren (estoy usando el futuro de modo subjuntivo, para que no quede duda de mi intención al expresarme), avísenme porfa, sí, para felicitarlos públicamente y admirarlos perpetuamente, porque se lo merecerían, fijo.

Con el amor que sólo una madre puede brindar,

Rex Mamey

 
Imagen tomada aquí: http://www.clarin.com/mundo/Perfecta-Cesar-Tegucigalpa-Madre-EFE_CLAIMA20120513_0170_22.jpg

 

13 jul 2010

LLEGAMOS A 100, MUCHÁ. YA ESTAMOS VIEJOS, PIOR QUE LOS CAMINOS


Sí, muchá. Coincidentemente llegamos a 100 entradas en el Muladar, así como que si nada, en menos de lo que canta un gallo. Agradezco de corazón a todas y todos los pisados que desde Mayo del 2006 hasta la fecha han estado al pendiente de todas estas muladas: leyéndolas, disfrutándolas, comentándolas, etc. Hoy, cuando todo debería ser algarabía y festejo en el Muladar, quiero compartir con ustedes un poema-narración en honor a uno de mis más queridos y recordados broders, recientemente fallecido: el Rudy, el Rudy Valle, el Rudy Coche, como le decían algunos de cariño. (Aquél se inventaba un vergo de nombres de personajes que han aparecido aquí a lo largo de las 100 entradas: Richi, Yensi, Tolo, Yerri, Güelinton, etc.; aparte de eso, me acuerdo que una vez, chingando, me dijo: ¿y por qué no te escribís una tu epopeya, pues?) Esto no es un epopeya, pero hagamos de cuenta que es un resumen de una epopeya (que no es la esposa de Popeye, no sian brutos). Un pequeño, entonces, homenaje no al Muladar, sino a él y a los que lo conocimos, por los grandes momentos vividos, por la amistá y el cariño. Dispénseme que la entrada 100 no sea la que muchos a lo mejor esperaban, pero no hace falta que le pongan coco si no quieren; es más, no hace falta ni que la lean. "Cuando pase el temblor", como diría la rola de Soda, Rex volverá al ataque, así que aguántenmela un cachito. Si quieren. Si no, ya saben dónde está el inodoro para irse a nadar un poco en estilo catarata y remolino.

LA BALADA DE LOS PERROS CALLEJEROS EN LAS ENTRAÑAS DE UN LUGAR LLAMADO JOCOTESBURGO (Y ALEDAÑOS)
una tarde de 1984
mi mamá, doña Mariíta, abrió el portón de la casa
una señora bajita entró
con un patojito agarrado de la mano
yo estaba en el llano
con mi pelota de plástico y mi cachucha roja
—se llama como vos, me dijo mi mamá
—también va ir a la escuela, fijate
es nuestro ahijado

y entonces jugué con él en el llano
ese patojito cejudo y morenito
jugamos pelota en el llano, tiritos
mientras mi mamá y su mamá
se tomaban un vaso de fresco en el corredor y platicaban
se llamaba como yo, mi tocayo
y no sabíamos jugar fut, pero jugamos

de ahí nos vimos en la escuela
en la Rafael Rosales, muy cerca de la iglesia
pero sólo hasta segundo primaria
porque de ahí me inscribieron en la Antigua
en la Mariano Navarrete, donde no había niñas
sólo varoncitos, y estaba un poco más allá del Pensativo
y donde me volví a encontrar con Alejandro
otro patojito que vivía en Los Llanos
y que había conocido en parvulitos

y resultó que nos hicimos cuates, los tres
con otros patojitos también, de Los Llanos
y de Jocotenango, callejeros todos
con nuestras cicles, en la Plazuela
en el sitio de mi casa, en las vecindades
chingando la pita en la feria del 15 de Agosto
jugando guerritas con naranjas, en el sitio
o jugando Galaga en las maquinitas...
en ese tiempo había una mara, Los Pulpos
y les teníamos miedo, y teníamos miedo
de que nos hicieran algo, Tuco, Lipe, Rigo
de que nos tiraran a la pila

de primero a tercero básico
estuvimos los tres en el INVAL
que de ahí se llamó INEBE
a un par de calles de la iglesia del Calvario
Rudy y yo en la Sección B y Alejandro en la A
a veces nos íbamos en burra
a veces nos íbamos en cicle, por los callejones
temprano, tipo 6 y media de la mañana

como Rudy y yo estábamos en la misma sección
chingamos la pita juntos, con otros patojos
el Morán, por ejemplo, con el que una vez nos expulsaron
teníamos doce o trece años
y yo casi nunca llevaba refa
y a Rudy le ponían siempre como tres panes
con huevo, con salchicha, con frijoles, con aguacate
y nos íbamos detrás del edificio de Artes Industriales
y aquél me decía —aquí nadie nos chinga
ni nos pide— y veíamos los árboles detrás de la malla
y platicábamos, nuestras ondas, nuestras muladas
y el trato era que yo comprara los Chatos
y él me daba de sus panes, y así, durante tres años

por las tardes íbamos a la Mecanografía Lee
los tres, con Alejandro, y nos gustaba una que se llamaba Silvana
y al salir, nos quedábamos jugando cincos
en el callejoncito en donde estaba la casa de Rudy, detrás de la Muni
y empezamos a jugar básquet, y empezamos a oír música
Michael Jackson, Milli Vanilli, Ace of Base
y a echarnos nuestros primeros cigarritos, a escondidas
y Rudy ponía su aparato de sonido
y llegó el rock y oíamos Caifanes, Héroes de Silencio
Radio Viejo, Bohemia, Ricardo Andrade y también
Metallica, Guns n’ Roses, Iron Maiden, a todo volumen
y hacíamos coreografías, como que fuéramos roqueros
con las escobas de la mamá de Rudy: doña Fulvia
Orion, Afraid To Shoot Strangers, Master of Puppets, So Fine
y los domingos nos íbamos al Jazz Gruta
a echarnos las chelas con el Otto, sí, los domingos
o si no, nos íbamos a zampar al billar de Kramer
con más mara: Piocha, Quincho, Mico, el Negro, el Gordo
los Minches, Shara, Yorch, Chirís, Arias, el Pigüe, Braun
Tavo, Cutío, Huevo, Chispas y algún que otro arrejuntado
a Rudy le llegaban los animales, imitaba cómo hacían
yata nii, les decía a los gatos y a los chuchos, los agarraba del pellejo
y los zangoloteaba, le daban nervios, pero era cariño
y le enculaban las licas de Van Damme
las de Steven Seagal, las de Ninja Americano
y nosotros lo molestábamos y nos burlábamos
porque se la llevaba de karateca
y andaba tirando patadas todo el día
una noche, para su cumpleaños, lo fuimos a buscar
abrió la puerta y nos tiró una patada, chingando
y se cayó de culo y se rompió su pantalón nuevo
mientras un patojo que vivía a la vuelta
vecino suyo, le quemaba una su ametralladora

de ahí nos estuvimos juntando en Los Llanos
a la vuelta de la casa de Alejandro
junto con otro puño de patojos pisados
Los COPS, nos auto-definimos, y sin hacer nada del otro mundo
los caqueritos de la Antigua nos hicimos/hicieron gruesos...
llegábamos con Rudy casi siempre juntos
aquél con su eterna chumpa de cuero
sus pantalones de lona apretados y sus botas John Deere
y de ahí nos regresamos juntos, haciéndonos compañía
aquél cruzaba por la calle que da a donde Don Clemente
y a veces me acompañaba hasta la Plazuela

en diversificado cada quien jaló por su lado
yo seguí en el INVAL, Alejandro se fue a la capirucha
y Rudy a Chimal, pero seguimos juntándonos
como siempre, cuates, amigos, hermanos
y aparecieron las primeras borracheras
las eternas chingaderas y las platicaderas
todo lo que nos hacía sentirnos bien, juntos
y los sábados nos íbamos a jugar básquet
y por las noches nos juntábamos en la Plazuela
y de ahí trasnochábamos sentados en la banqueta
de la calle de mi casa, saludábamos a mi viejo
cuando llegaba del chance, en su moto
y hablábamos de ir a la U, de ver qué putas hacíamos
con nuestra vida, con nuestros sueños

a veces yo no tenía ni para una mi agua
y Rudy no sólo me invitaba al agua sino que a lo que quisiera
—pedí, cerote —me decía en la tienda
era así, un desprendido, un compadre servicial, considerado
aquél se hizo traido de una chava, Rocío
y yo de la prima de ella, Nancy, de la Antigua
una vez, para el casorio de un familiar de ellas
yo no tenía ropa decente y Rudy me regaló una camisa
una camisa negra, que había comprado en una paca
y me dijo que me quedaba chilera y que me la regalaba
y fui con la camisa a la fiesta, echando chile
y mi chava me dijo que qué guapo iba

a Rudy le gustaba hacer pesas
a veces salía a correr, le gustaba subir al cerro
andar chingando en su montañesa, amarilla y verde
desde chavo decía que quería comprarse un su carrito
poner un taller mecánico, trabajar
hacerle huevos a sus viejos, tener sus chivas propias
y lo hizo, entramos juntos a la U
nos íbamos juntos en la burra de las 5 y media
pero por el chance, ya no siguió, se le hacía difícil
quería ser Ingeniero Mecánico, pero se quedó chambeando
de instructor de mecánica en donde se había graduado
era un cabronazo, con los motores, el Rudy

y se compró su carrito
y lo tenía ahí para lo que hiciera falta
para llevarnos a ver a un par de chavitas a Ciudad Vieja
en fin, para carrocearnos
y le gustaban las ondas militares
los aviones, las pistolas
nunca se ahuevaba, para los vergazos
y me defendía, y nos defendía
siempre haciéndole huevos a la mara
teníamos 19 años ya
y éramos inseparables
tanto, que como no teníamos celulares
aquél compró un par de walkies talkies
y casaquiamos desde nuestras chantes
las veces que nos daba güeva
salir a la calle

Rudy grabó un lado de un cassette de 90
con una sola rola: Espuma de Venus
de los Héroes, y la ponía en el carro
y se ponía sus lentes y recostaba el codo
en la ventana del carro y aceleraba
y me decía que le gustaría ir así
manejando como en las licas
en alguna autopista, con bruma gris
y árboles frondosos a los lados
yo sacaba mis Rubios rojos y le daba uno
para completar la escena, su escena
—¿no tenés mentolados? —me decía

buscando mejores horizontes
y siempre con ese deseo de superarse
Rudy agarró camino para el Norte
a probar suerte, de mojado, dos veces
vivió donde Charito, su hermana
y trabajó con su cuñado, pintando casas
pero según me contó, se lo llevó la chingada
no sólo para llegar sino para estar allá
sin papeles, sin amigos, semi-escondido
para que no lo deportaran

Rudy era experto en churrascos
se desmandaba por comprar la carne
y todas la ondas… y servirnos
los viernes o los sabaditos salía cevichito
le gustaba chupar fino: cubitas bien preparadas
güsquito o algo así, chela no tanto
le gustaba contarle a la mara la respuesta
que le dio mi mamá una vez que fue a buscarme
y yo estaba bien pisado de la goma
—está durmiendo, fíjese Rudy —le dijo ella
—es que anoche vino algo indispuesto.
lo contaba y se cagaba de la risa
—¡ja, indispuesto! —decía

más adelante, nos alegramos por él
cuando Ángel Gabriel vino al mundo, su nene
entonces nos dimos cuenta de que ya estábamos viejos
y de que había que agarrar formalidad
y todas esas ondas a las que nos tienen acostumbrados
en nuestras familias guatemaltecas
aquél con sus chance de mecánico
Alejandro con sus chances de Ingeniero Civil
y yo, el menos trabajador, con mis libros
mi rebeldía, mi bohemia y mis palabras
ya no nos veíamos como antes
de vez en cuando lo encontrábamos echándose
una su tortilla con carne donde Pancho
pero seguíamos siendo amigos y hermanos

hace cuatro años, cuando regresé a Guate
para ver si al fin me graduaba de la U
me encontré a Rudy una noche, enfrente de la casa de Piochita
teníamos rato de no vernos, ratales
aquél ya no vivía en Jocotenango
se había ido con su chava a Izabal y no venía muy seguido
me bocinó, parqueó su picop negro
se bajó y nos abrazamos, fuerte, con ganas
yo andaba triste, sabía que mi destino estaba en España
y verlo me alegró muchísimo: el resto de la mara andaba ocupada
y nos pusimos al día, hartando tacos mexicanos
recordando buenos tiempos, pelando a la mara
y luego fuimos donde Blas, a echarnos un par de frías

dos años después regresamos a Guate con mi chava
y una tarde de principios de enero volvimos a juntarnos
Alejandro, él, un primo suyo y este servidor
nos echamos unos litros en un barcito de la Antigua
y pasamos la tarde así: casaqueando, recordando
acabamos en mi casa, cheleando, tranquilamente
y, como dicen por estos lares, contándonos la vida
Alejandro jaló y amanecimos con aquél
como cuando éramos chavos, como si la noche fuera eterna
cuando nos despedimos, nos deseamos lo mejor
como siempre, un buen abrazo, un “cuidate mucho, cerote”

quién nos iba a decir que ese sería nuestro último abrazo
quién nos iba a decir que hace unos días
sonara mi teléfono a las 5 de la mañana
para enterarme, de boca de Alejandro, hecho mierda
que te habían matado, viejo, ¡quién iba a decirlo!
quién nos iba a decir que eso te iba a pasar a vos
morir así, de esa forma, cuando vos no matabas ni a una mosca
cuando vos a veces te pasabas de bueno, de ingenuo

pero, ¿qué se le puede pedir a un país
en donde la vida de la gente no vale nada, papaíto,
donde te quiebran el culo por cien varas,
donde morir así o peor es el pan de cada día?
una nación, un territorio hostil
que parece que no pertenece a la Humanidad
y que existe solo para decirle al mundo:
aquí la vida no vale ni pura verga, ¿estamos?
así es el pedo, ¿no? ni modo, dicen poray
hágale-güevos-tata, hágale-güevos-que-ya’stá-viejo

el sábado, pensando en vos, agarré aquea camisa que me regalaste
y me la puse, fijate, me la puse y me acordé del momento
exacto, cuando te metiste a tu casa y saliste con ella y me la diste
y desde aquí, desde una ciudad que ni a leguas es Jocotenango
brindé a tu salud, hermano, y oí todo el musicón que oíamos
y me envergué sólo, loqueando, desesperado, sin poder hacer otra cosa más
que darte, aquí, aquí mismo, en este espacio tan vulgar
unas últimas palabras y, entre lágrimas, agradecerle a la vida
por haberte conocido y por el simple hecho de que hoy
mucho de lo que soy, se lo debo a lo que vivimos juntos, viejo

para no cansarte, ¡descansá en paz, rey… y ahí nos chocamos!

Foto © Archivo personal: Alejandro Gálvez, Rudy Valle y Rafael Romero.

27 abr 2009

¡ÓRALE PUEEEE VOS TOLO!


Muchá, fíjense que por motivos puramente editoriales las últimas dos (creo que dije que era una más, pero son dos) entregas de El Elegido ya no van a poder ser “posteadas” en el Muladar. Me han recomendado que ya no siga poniendo más si mi intención es publicarla en papel impreso, que con estas cuatro entregas ya es una buena muestra y la mara (ustedes) se puede hacer una idea de cómo es la novela y el posible libro. Y como la idea es sacarla en papel, pues hasta aquí llegó Bartolo, jeje. Háganme la campañaza de disculpar al Rex y espero que no se vayan a malear, pero así son estas ondas. Y si se malean, pues ya saben. El Muladar es así. Para los que han leído los 4 capítulos aquí posteados, les agradezco sus comentarios y su disposición para leerlos y disfrutarlos. Y bueno, para los que esperaban un final, acuérdense de que es una novela y que aquí sólo estoy poniendo un cinco por ciento más o menos del texto en total, así que el mero final, como que todavía nel. Lo que sí puedo decirles es que en las dos entregas que ya no van a poder leer, el Bartolo no se muere; si no, imagínense: ¿de qué va a tratar el resto de la novela sin su protagonista? A partir de la otra semana, digo yo, el Muladar volverá con sus “posteos” de siempre.


Imagen tomada de www.perrosymascotas.com

12 jun 2006

¡SÍ SE PUEDE! ('STANTEEEE)


Si son cabrones o cabronas, no me dejarán mentir respecto a lo siguiente: en mi mulada anterior se conjugaban, de alguna forma, las tres anteriores. ¿Por qué vos, mierda?, se preguntarán los que no muy le atinan a la onda. No debería responderles, pero qué pisados. ¿A quién no le han dado verga por mula, por hueco o por indio? Pues ahí está. Pero ya, olvidémonos de estas ondas y pasemos a otro orden de noticias. (Oíte a este mula, pues) El mundial, muchá, ¡’ta madre! Ese derroche de emociones pisadas aunque “la azul y blanco” no asista a la tan esperada cita mundialista; Dios quiera que en una de esas los de la FIFA se vuelvan locos y aumenten a 78 las selecciones participantes y hagan 12 repechajes. Ahí sí, cerotes. Guate 3 – Brasil 1. ¡Ja, puta! Y Guate, cabeza de serie en el grupo de la muerte. ¡No pisaos! Ojalá mis bisnietos mantengan la esperanza y no les pase como al ishtío de la foto, que se durmió en sus laureles.

La fiesta del mundial (¿o debo decir “el negocio más grande del mundo”?) ya empezó. Ya el equipo teutón hizo lo suyo con los ticos. Pero no me voy a poner hablar de los demás partidos, porque no soy comentarista deportivo, Dios me guarde. ¿Imagínenme a mí en lugar de uno de esos dos mulas del 3 y el 7, los más viejos, hombre, que se ponen a saludar a la comunidad coreana en Boca del Monte o a los judíos que viven en lo de Bran, cuando está jugando el Real contra el Betis y lo que tienen que hacer es comentar un ovsay que se comió el árbitro? Prefiero amenizar una pedida de mano en San Antonio Aguascalientes o una entrega de niño en San Pedro las Huertas. Pero aqueos son tótems, pues, y no hay quién los banquee. Va, qué pisados. Dejemos eso por un lado.

Hablemos un rato de la tendencia que mucha mara tiene de irle a los equipos grandes, pues, a los meros, meros. ¿Quién putas quiere que Arabia Saudita (el mula de Lipe decía Sarabia Inaudita) gane el mundial? ¿A quién pisados le gustaría que Togo volara verga, pues? A huevos que a árabes y togoleses sí, pero puta, ni que fueran mulas para no irle a sus equipos. ¿Pero qué me dicen de cariocas, gauchos, teutones, galos, ingleses, cachupines e italianos? Ah, así si nel, ¿vaá? Todos los pisados y pisados mojándose por esos sus tatas. ¿Por qué no ir por Irán o por Angola? Yo, por primera vez en mi fanática historia mundialista, no le voy a ningún equipo hueco; bueno, no a uno en concreto. En cada partido, le voy a ir al más débil o al que no sea el favorito. Y si los dos equipos son, pongámole, débiles, pues al más pilas de los dos, qué pisados.

Y ya que entramos a cosas serias (¡ónde repisados!), me pongo a pensar en nuestro futbol y me doy cuenta que los mulamaltecos somos tan no sé, que si pudiéramos canjear a los muchachos de la azul y blanco por mara de otras selecciones, puta, ni dos veces; fijo que lo haríamos. YO SOY EL PRIMER CEROTE Y QUÉ PUTAS. Lo chingón sería que conservaran sus nombres, pero con apodos más caqueros. Yo medio me los imaginé así, pero que conste, lo hice a lo puro bandido, a lo que cayera, tampoco voy a perder mi tiempo en estos mulas, ¿ustedes sí? Bueno, échenle un ojo a estos ejemplos y si quieren, mándenme los suyos propios (a través de un comentario o a mi imeil y hacemos algo chingón, entre todos).

Ricardo Trigueño Foster (RICARDIÑO); Juan Carlos Plata (PLATIÑA); Carlos Ruíz (MOJARRIHNO); Fredy Thompson (FREDIZAO); Gonzalo Romero (CHALIÑO); Guillermo Ramírez (PANDIANI); Nestor Martínez (TOSTAO); Pablo César Motta (Q’ROLE); Fredy García (GARZAO)… ¿Quién más, quién más? ¡¡¡Es que ni siquiera me acuérdo, cerotes!!! Bueno, ustedes a lo mejor sí; espero su “impresiones”; pero no vayan a ser como el mula de Guallo Tatz, que ya sé que me va a llamar para dispensarse por no poder comprar un puto cartucho de tinta y mi huevo, ¿para qué vos miel?, lo interrogó yo extrañado. Y el mula, no para las impresiones, pues, me dice. Guallo, tu puta madre, ¿querés?, le digo como hace Chirís, tapándome el hocico para que medio se oiga.

Pilas pueeee!!!


Foto cortesía de Gugel.