ERIC SCHIERLOH
eric
mencionado por:
menciona a:
Fabián Casas
Lord Cheselin
Griselda García
Gabriel Pinciroli
Sergio Rigazio
Diego Roel
Poemas:
El sutra de la Lexicon cansada (de Bizarrehaus)
1. La entropía es la brisa suave y caliente que a todos nos quema lento y parejo como a bañistas en una playa de veraneo.
2. El Dharma no es otra cosa que comprender de una vez por todas y para siempre que un hombre –el viejo loco bikhu Japhy o el pobre loco bikhu Ray, por caso– no puede caerse de la cima de una montaña & que lo único que se puede hacer, en todo caso, es Seguir subiendo.
3. El hombre proyecta las cosas con los ojos cerrados mientras la rueda gira al son de Samsara! Samsara! Samsarará! y cuando el hombre se vuelve lo suficientemente sabio como para poder abrir los ojos y por fin mirar su propia sombra encuentra que a su sombra le ha crecido una estupenda guadaña descomunal.
4. Abrir los misterios más hoscos & antiguos como se abre la heladera un domingo por la tarde. Entrar en ellos como se entra en la cama propia. Y salir como se sale de la ducha.
5. Pequeña Teoría Anti-Antropológica: el hombre y la hermosa, bella mujer pertenecen a especies diferentes y cuando procrean procrean especies diferentes: hombrecitos y hermosas, bellas mujercitas.
6. Cuando tu reloj te diga que es tarde sentite bendecido: budeizado.
7. Y cerrar el Libro de Las Mentiras como se cierra la heladera un domingo por la noche después de haber estado mirando anonadado durante aproximadamente tres minutos dos tomates viejos y arrugados de piel verde y amarilla & una lata vencida de sardinas del Pacífico en aceite.
8. Abre la tapa: ilumina las sombras: desbarata los planes de la Realidad & la Probabilidad & la Estadística con las cosas que tienes almacenadas en el Granero de las (Simples-Descabelladas-Todopoderosas) Ideas.
9. Y vive como si tu dulce & tibia cama estuviera al borde de un precipicio.
10. Y contempla al niño detenidamente y siéntete estúpido y avergonzado.
11. Llueve. Gris plomizo. Acá las hojas de los árboles bailan como si fuera el Comienzo de los Tiempos. Y estoy seguro de que en este momento en algún lugar el asfalto de una ruta abandonada se quiebra y les enseña a las estrellas frías su alma noble de Camino.
12. Practica las cosas sin tener en mente idea alguna acerca de lo que son las cosas, porque, después de todo, las cosas son sólo palabras.
13. Sé una cabra montañesa saltando o un topo cavando o un coyote prehistórico cantando o un viejo monje zen espantándose los demonios con un hato de ramas.
14. Mantente alejado de los tipos que representan Auténticos Valores y llevan colgados Absolutos de la misma forma que los monos aulladores se esconden de los cazadores furtivos en la selva.
15. Y escucha como rumian los árboles.
16. ¿Tendrá, para entonces, el pobre bikhu que escribe una mujer que por amor le zurza las medias?
17. Cuando abras la heladera y tu gato te mire como a una deidad: dale de comer.
18. Sigue lo que creas que es aunque no veas la salida.
19. Las cosas: o son cadenas con anclas en aguas claras o son aire de tormenta en donde volar.
20. Lo más parecido a un protector solar anti-rayos-entrópicos del que disponga el ser humano (como sabiamente dijo Papá Burroughs el miércoles 30 de julio de 1997, dos días antes de morir): AMOR. (Aunque en realidad es sólo una especie de tónico, un calmante para el dolor; el amor es a la entropía lo que la morfina par a un soldado con seis balas en el abdomen que no puede tener su montón de gusanos.) El resto es conflicto, Apocalypsis.
Dark carnival (Freak show de Halloween) (de América & otros poemas)
IV
Esta es la dama desolada
que mató al viejo
masturbó al hijo
asesinó a la madre
golpeó y después besó a la hija
y se comió por fin la malta
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que encendió el televisor
apagó el televisor
escupió en la pantalla
orinó agachada en la alfombra
se sirvió un vaso de leche
y vació los cajones
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que hojeó diarios íntimos
lloró en el sótano húmedo
gritó enloquecida en la oscuridad
se tiró del pelo hasta arrancárselo de raíz
se lamió las palmas de las manos
y después subió las escaleras
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que escribió con el dedo en la ventana empañada
probó el filo de las tijeras con la lengua
comió de las bolsas de la basura
leyó en un periódico que estaba por allí
que no tardarían en caer las bombas
aulló durante algunos minutos
y después rió en la alacena pringosa
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que se sentó en el inodoro
flexionó las piernas
separó las rodillas
jugó con sus dedos
y lloró mientras salía del baño
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que tarareó en medio de la oscuridad
una vieja canción infantil
sobre la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que ordeñó la vaca
sacudió al perro
afligió al gato
mató a la rata
y se comió la malta
de la casa que Jack construyó.*
-----------
* Fragmento de “The house that Jack built”, canción de cuna popular.
John Cheever en Westchester (de Una mota de polvo)
Fue una noche calurosa de verano;
el borracho de camisa a cuadros de colores chillones
gorra de béisbol y botas de trabajo,
que no dejaba de mirar la televisión como un idiota,
como un verdadero idiota de manicomio,
le dijo: “Parlons francais?”; dos líneas cristalinas
de cerveza rubia le chorrearon desde las comisuras de los labios;
eso no era poesía –pensó–, y el tipo terminó
por parecerle un mezquino. Un idiota mezquino.
En la casa de grandes rebajas, en la tienda de ofertas,
en la sección de los discos, sonaba
una antigua canción de amor. La vendedora
comía barritas de chocolate negro amargo light
y estaba pintarrajeada como un payaso,
o como una puta del bajo, según;
eso tampoco era poesía. En absoluto.
La calle estaba soleada, y la negra del autobús
le dijo: “Estoy sola. Estoy sola en casa.
Estoy sola en la calle. Estoy sola.
Estoy tan sola que soy como una estatua.
Paso todo el día sola como una estatua”.
Eso era poesía. ¡Eso sí era poesía!
La negra sacudía una radio portátil,
era una especie de oráculo en sus manos,
y miraba afuera a través de sus anteojos oscuros.
Después se encontró con un tipo en el subte,
con uno de esos tipos capaces de ir al cine solos,
con la ropa arrugada, pero no era un poeta;
no era un poeta en absoluto.
Ese día: noche de domingo en Westchester.
POÉTICA
Leonard Cohen dijo que escribir canciones era como ser una monja, porque uno estaba casado con un misterio. Yo creo que escribir es lo mismo. Escribo porque para mí escribir es tan natural como lo es para un carpintero tomar un pedazo de madera noble y cortar un ángulo recto con su serrucho o levantar la viga del tejado y empezar de nuevo; Gregory Corso escribió largamente sobre esta naturalidad en un artículo muy bueno titulado “Algo acerca de mis comienzos... y lo que siento ahora”. Escribo porque escribir es el mejor empleo de tiempo completo, lo mismo que ser padre o amante. Probablemente no sepa hacer otra cosa. La literatura es el bosque invertido que crece debajo de la tierra devastada, la llave que abre la puerta del sótano de la vida donde uno puede echar un vistazo siempre que tenga ganas de escuchar a los genios y chiflados del pasado. La literatura, como decía John Cheever, es la única conciencia que poseemos, ha sido la salvación de los condenados, ha vencido la desesperación y tal vez en este sentido pueda salvar al mundo. La literatura es el camino que nunca termina. Espero que la pregunta haya quedado respondida.
BIO-BIBLIOGRAFÍA
Eric Schierloh (La Plata, Argentina, 1981) es autor de las novelas Formas de humo (premio del Fondo Nacional de las Artes, 2004; Beatriz Viterbo Editora, 2006), Kilgore (finalista del I Premio de Novela Bruguera Editorial, España, 2006), 200 moteles y Oberlus o Los soliloquios de un idiota y de los libros de poemas Raro y solo, Perder, FF, Los poemas de Blutrot (Accésit en los XI Juegos Florales de Santa Coloma de Gramenet, España, 2005), Baladas & Canciones, Bizarrehaus, La habitación sin puerta, América & otros poemas, Una mota de polvo y Costamarina (Finalista del 60º Premio Adonais, Ediciones Rialp, España, 2006). Ha traducido poemas de Herman Melville, Nathaniel Hawthorne, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Gregory Corso, Lawrence Ferlinghetti, Raymond Carver, Mark Strand, Charles Simic, Dylan Thomas y Stephen Spender entre otros. Vive en City Bell, provincia de Buenos Aires.
Web: http://www.ericschierloh.de.vu
Mail: ericschierloh@yahoo.com.ar
mencionado por:
menciona a:
Fabián Casas
Lord Cheselin
Griselda García
Gabriel Pinciroli
Sergio Rigazio
Diego Roel
Poemas:
El sutra de la Lexicon cansada (de Bizarrehaus)
1. La entropía es la brisa suave y caliente que a todos nos quema lento y parejo como a bañistas en una playa de veraneo.
2. El Dharma no es otra cosa que comprender de una vez por todas y para siempre que un hombre –el viejo loco bikhu Japhy o el pobre loco bikhu Ray, por caso– no puede caerse de la cima de una montaña & que lo único que se puede hacer, en todo caso, es Seguir subiendo.
3. El hombre proyecta las cosas con los ojos cerrados mientras la rueda gira al son de Samsara! Samsara! Samsarará! y cuando el hombre se vuelve lo suficientemente sabio como para poder abrir los ojos y por fin mirar su propia sombra encuentra que a su sombra le ha crecido una estupenda guadaña descomunal.
4. Abrir los misterios más hoscos & antiguos como se abre la heladera un domingo por la tarde. Entrar en ellos como se entra en la cama propia. Y salir como se sale de la ducha.
5. Pequeña Teoría Anti-Antropológica: el hombre y la hermosa, bella mujer pertenecen a especies diferentes y cuando procrean procrean especies diferentes: hombrecitos y hermosas, bellas mujercitas.
6. Cuando tu reloj te diga que es tarde sentite bendecido: budeizado.
7. Y cerrar el Libro de Las Mentiras como se cierra la heladera un domingo por la noche después de haber estado mirando anonadado durante aproximadamente tres minutos dos tomates viejos y arrugados de piel verde y amarilla & una lata vencida de sardinas del Pacífico en aceite.
8. Abre la tapa: ilumina las sombras: desbarata los planes de la Realidad & la Probabilidad & la Estadística con las cosas que tienes almacenadas en el Granero de las (Simples-Descabelladas-Todopoderosas) Ideas.
9. Y vive como si tu dulce & tibia cama estuviera al borde de un precipicio.
10. Y contempla al niño detenidamente y siéntete estúpido y avergonzado.
11. Llueve. Gris plomizo. Acá las hojas de los árboles bailan como si fuera el Comienzo de los Tiempos. Y estoy seguro de que en este momento en algún lugar el asfalto de una ruta abandonada se quiebra y les enseña a las estrellas frías su alma noble de Camino.
12. Practica las cosas sin tener en mente idea alguna acerca de lo que son las cosas, porque, después de todo, las cosas son sólo palabras.
13. Sé una cabra montañesa saltando o un topo cavando o un coyote prehistórico cantando o un viejo monje zen espantándose los demonios con un hato de ramas.
14. Mantente alejado de los tipos que representan Auténticos Valores y llevan colgados Absolutos de la misma forma que los monos aulladores se esconden de los cazadores furtivos en la selva.
15. Y escucha como rumian los árboles.
16. ¿Tendrá, para entonces, el pobre bikhu que escribe una mujer que por amor le zurza las medias?
17. Cuando abras la heladera y tu gato te mire como a una deidad: dale de comer.
18. Sigue lo que creas que es aunque no veas la salida.
19. Las cosas: o son cadenas con anclas en aguas claras o son aire de tormenta en donde volar.
20. Lo más parecido a un protector solar anti-rayos-entrópicos del que disponga el ser humano (como sabiamente dijo Papá Burroughs el miércoles 30 de julio de 1997, dos días antes de morir): AMOR. (Aunque en realidad es sólo una especie de tónico, un calmante para el dolor; el amor es a la entropía lo que la morfina par a un soldado con seis balas en el abdomen que no puede tener su montón de gusanos.) El resto es conflicto, Apocalypsis.
Dark carnival (Freak show de Halloween) (de América & otros poemas)
IV
Esta es la dama desolada
que mató al viejo
masturbó al hijo
asesinó a la madre
golpeó y después besó a la hija
y se comió por fin la malta
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que encendió el televisor
apagó el televisor
escupió en la pantalla
orinó agachada en la alfombra
se sirvió un vaso de leche
y vació los cajones
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que hojeó diarios íntimos
lloró en el sótano húmedo
gritó enloquecida en la oscuridad
se tiró del pelo hasta arrancárselo de raíz
se lamió las palmas de las manos
y después subió las escaleras
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que escribió con el dedo en la ventana empañada
probó el filo de las tijeras con la lengua
comió de las bolsas de la basura
leyó en un periódico que estaba por allí
que no tardarían en caer las bombas
aulló durante algunos minutos
y después rió en la alacena pringosa
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que se sentó en el inodoro
flexionó las piernas
separó las rodillas
jugó con sus dedos
y lloró mientras salía del baño
de la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que tarareó en medio de la oscuridad
una vieja canción infantil
sobre la casa que Jack construyó.
Esta es la dama desolada
que ordeñó la vaca
sacudió al perro
afligió al gato
mató a la rata
y se comió la malta
de la casa que Jack construyó.*
-----------
* Fragmento de “The house that Jack built”, canción de cuna popular.
John Cheever en Westchester (de Una mota de polvo)
Fue una noche calurosa de verano;
el borracho de camisa a cuadros de colores chillones
gorra de béisbol y botas de trabajo,
que no dejaba de mirar la televisión como un idiota,
como un verdadero idiota de manicomio,
le dijo: “Parlons francais?”; dos líneas cristalinas
de cerveza rubia le chorrearon desde las comisuras de los labios;
eso no era poesía –pensó–, y el tipo terminó
por parecerle un mezquino. Un idiota mezquino.
En la casa de grandes rebajas, en la tienda de ofertas,
en la sección de los discos, sonaba
una antigua canción de amor. La vendedora
comía barritas de chocolate negro amargo light
y estaba pintarrajeada como un payaso,
o como una puta del bajo, según;
eso tampoco era poesía. En absoluto.
La calle estaba soleada, y la negra del autobús
le dijo: “Estoy sola. Estoy sola en casa.
Estoy sola en la calle. Estoy sola.
Estoy tan sola que soy como una estatua.
Paso todo el día sola como una estatua”.
Eso era poesía. ¡Eso sí era poesía!
La negra sacudía una radio portátil,
era una especie de oráculo en sus manos,
y miraba afuera a través de sus anteojos oscuros.
Después se encontró con un tipo en el subte,
con uno de esos tipos capaces de ir al cine solos,
con la ropa arrugada, pero no era un poeta;
no era un poeta en absoluto.
Ese día: noche de domingo en Westchester.
POÉTICA
Leonard Cohen dijo que escribir canciones era como ser una monja, porque uno estaba casado con un misterio. Yo creo que escribir es lo mismo. Escribo porque para mí escribir es tan natural como lo es para un carpintero tomar un pedazo de madera noble y cortar un ángulo recto con su serrucho o levantar la viga del tejado y empezar de nuevo; Gregory Corso escribió largamente sobre esta naturalidad en un artículo muy bueno titulado “Algo acerca de mis comienzos... y lo que siento ahora”. Escribo porque escribir es el mejor empleo de tiempo completo, lo mismo que ser padre o amante. Probablemente no sepa hacer otra cosa. La literatura es el bosque invertido que crece debajo de la tierra devastada, la llave que abre la puerta del sótano de la vida donde uno puede echar un vistazo siempre que tenga ganas de escuchar a los genios y chiflados del pasado. La literatura, como decía John Cheever, es la única conciencia que poseemos, ha sido la salvación de los condenados, ha vencido la desesperación y tal vez en este sentido pueda salvar al mundo. La literatura es el camino que nunca termina. Espero que la pregunta haya quedado respondida.
BIO-BIBLIOGRAFÍA
Eric Schierloh (La Plata, Argentina, 1981) es autor de las novelas Formas de humo (premio del Fondo Nacional de las Artes, 2004; Beatriz Viterbo Editora, 2006), Kilgore (finalista del I Premio de Novela Bruguera Editorial, España, 2006), 200 moteles y Oberlus o Los soliloquios de un idiota y de los libros de poemas Raro y solo, Perder, FF, Los poemas de Blutrot (Accésit en los XI Juegos Florales de Santa Coloma de Gramenet, España, 2005), Baladas & Canciones, Bizarrehaus, La habitación sin puerta, América & otros poemas, Una mota de polvo y Costamarina (Finalista del 60º Premio Adonais, Ediciones Rialp, España, 2006). Ha traducido poemas de Herman Melville, Nathaniel Hawthorne, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Gregory Corso, Lawrence Ferlinghetti, Raymond Carver, Mark Strand, Charles Simic, Dylan Thomas y Stephen Spender entre otros. Vive en City Bell, provincia de Buenos Aires.
Web: http://www.ericschierloh.de.vu
Mail: ericschierloh@yahoo.com.ar
* * *
donde puedo encontrar algun libro tuyo publicado? me gustan tus poemas.
Lo único que tengo publicado hasta ahora es una novela: Formas de humo (Beatriz Viterbo, 2006); más poemas míos en la web http://www.ericschierloh.de.vu
Gracias.
Muy bueno he disfrutado de su poesía.
Por casualidad, sos algo de Melina Schierloh?
Dante: sí, gracias a un complicado mecanismo de ácidos y cadenas de adn Melina es mi hermana. Un abrazo y gracias.
ERIIC sooss un `geeniioooo nòsotroos(tus`àlumos)teee `queereeooss muuchooo saludos ah `jaaackkkk!!!
Gracias amigos... Los veo siempre en el camino.
Yo.
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