OSVALDO BOSSI
mencionado por:
Alejandro Mendez
Cecilia Romana
Guadalupe Muro
Leonor Silvestri
Paula Jimenez
Carolina Esses
Marina Serrano
Hernan La Greca
Santiago Rouaux
Hugo Padeletti
menciona a:
Irene Gruss
Walter Cassara
Mercedes Araujo
Nicolás Domínguez Bedini
Guadalupe Muro
Santiago Rouaux
Cecilia Romana
Paula Jiménez
Martín Vásquez
Mariana Souzzo
Martín Maigua
poemas:
Como ese árbol
que agita su fronda
cuando un pájaro se le acerca
y gira (más que alado, tornasolado)
alrededor suyo, sin atreverse
a posar una sola de sus patas,
como si fuera un río congelado
y no un árbol
que la naturaleza ha puesto
delante de sí, o fuera a derrumbarse:
como si un pájaro
pudiera hacer que un árbol se derrumbe
o el árbol no quisiera, en el fondo
perder por un segundo su estabilidad,
como si no se oyera un silbido
entre las hojas, un largo llamado
de apareamiento, y el pájaro
que se conoce, pensara una vez más
que es su propio deseo de amor
girando entre las hojas,
como si el árbol
viviera en una jaula autosuficiente
y tronco y trino
no provinieran de una misma raíz,
como si un pájaro
pudiera ser un pájaro de verdad,
lejos de su árbol, y a la inversa...
El muchacho contorsionista
No tengo amigos, pero me llevo bien con los relámpagos.
De dónde quiero salir, adónde quiero llegar,
no lo sé. De la mañana hasta la noche
doy vueltas a lo mismo, como si poner un brazo aquí,
una pierna allá, me impidieran caer en el dolor...
No hay dolor para mí. Es importante que sepan
esto: no hay dolor. Y no entiendo a la gente que sigue quieta,
aferrada a lo mismo, o deja que las cosas continúen
en su lugar. Yo sueño con un cuerpo distinto
cada vez, y no me importa que sea el mío:
puedo pasar de lobo a niño, de elefante a cangrejo
en pocos segundos, haciendo pequeños arreglos.
Algunos piensan que lo mío no es flexibilidad
sino un error de base, como si me faltara un eje,
un punto de apoyo... Puede ser. Mi madre se horroriza
al verme, y mi padre se ríe, se divierte conmigo
como si dijera: Este muchacho... Sin ir más lejos
anoche tuve una pesadilla. Dormido y desnudo
en mi cama, cualquiera (¿se dan cuenta?) cualquiera
podía verme. Mi novia, incluso, que es muy posesiva
podía encerrarme en una cajita de fósforos
o esconderme tranquilamente en un dedal.
Aviso a los navegantes
No pondré un cerrojo en mi puerta,
pero habrá una puerta.
No comeré del mismo plato.
No saldré a caminar de noche
por más devastadora y hermosa que sea
la noche de junio al lado tuyo
cuando en mi corazón aún sea de día
y una pequeña llama
arda en la íntima cocina: apacible.
No caminaré sobre el agua
No buscaré desconsolado, a cualquier hora
un parque de diversiones.
Cuando la primera insidia llegue
o el deseo surja como un abejorro punzante
no los cubriré.
Como no hay salvación posible
ni castigo compensatorio
no voy a pedirte que me escuches ni me deslumbres
con el chasquido de tu látigo
Que seas justo o bello, o que no lo seas
correrá por tu cuenta.
A cada cual su alvéolo, su santuario y su ración de escoria.
Que en nombre del amor no te calme
ni me perdone ni te justifique.
Que llegada la hora del descanso, descanse
No me ataree en la secreta construcción de un puente
pavoroso o magnífico.
Ningún efecto, ninguna causa
será completamente tuya ni de nadie: no serás responsable.
A cada cual su monstruo ¿no es suficiente?
No me llames por teléfono para que lo vigile
por favor esta noche, cambie su agua o le dé de comer.
No soy una excepción, y voy hacia lo mismo
como todo el mundo.
No te olvides de mí, pero sobre todo no te acuerdes
únicamente cuando las cosas andan mal.
Mi sabiduría no es tan sabia ni tan tonta:
empieza con mi corazón y por él se termina.
Llegado el momento, no pagues mi excarcelación.
Sea o no inocente, no me impidas
la retórica del mal. (No es tan difícil.)
El mundo, es cierto, y las cosas que hay en el cielo
se han modificado con tu presencia,
pero no me quieras engañar. No me digas:
La soledad, a partir de ahora, ya no será una preocupación.
Aunque pueda, yo no quiero perder
ese vértigo, el fondo sobre el cual bulle una copa
a veces sumamente amarga y a veces... dulce.
Que yo no diga
--y si lo digo no me escuches: No soy nadie sin ti.
Y si soy nadie fatalmente, que yo comprenda
que sólo ha sido por mí mismo.
De: Ruego por el tornado (Sigamos enamoradas,2006)
bio/biblio:
Nací en la provincia de Buenos Aires el 8 de marzo de 1963. Entre los libros de poemas que publiqué se encuentran estos títulos: Tres (Bajo la luna, 1997), Fiel a una sombra (Siesta, 2001), El muchacho de los helados y otros poemas (Bajo la luna, 2006) y Ruego por el tornado (Sigamos enamoradas, 2006).
* * *
¡qué hermosura!
Gracias, Julián. No se me ocurre otra cosa para decir. Osvaldo
justo había leído tu libro Tres y me impactó mucho tu poesía, lo que subiste acá me gustó aún más. salú.
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osvaldo, qué bien. ahora entiendo algunas cosas más de cosas que dijeras. comparto, qué hermosura.
Es un placer leerte, Osvaldo.
Estos poemas bellísmos. No voy a jactarme de conocer en profundidad tu obra, pero como ya sabes había leído "El muchacho de los helados", del que -ostento el dato-tengo una copia autografiada. Ahora me avergüenzo un poco de haber exhibido tan descaradamente mis primeros poemas. Pero al mismo tiempo sé muy bien que lo entendiste: la ansiedad de lo tardío.
Gracias!
Hola Osvaldo, gracias por la profundidad de tus poemas, se nota un trabajo intenso con las palabras y la elección de las imágenes. Tronco y trino provienen de una misma raíz... y ese poema es hermosisimo! Saludos. Selva Dipasquale
Se nota que te llevas bien con los relampagos tienen esa extraña belleza.
gracias, amigos: hacia tiempo que no revisaba la página y me encontré, gratamente, con sus generosos comentarios. No se que más decir, salvo esto, y que me alegra saber que los poemas, de algun modo, tocaron algo en cada uno de ustedes, cosa por otra parte que nunca deja de sorprenderme. Osvaldo
Lamento que mi comentario sea tan torpe... debí decir "Estos poemas son bellísimos" y en su lugar me faltaron varias letras...
Me justifico en el hecho de que todo lo que escribo está condicionado por el reloj que impone la oficina. La escritura del escribiente: contrarreloj y a hurtadillas de la mirada omnipresente del personal jerárquico del juzgado.
mago de OZ!
tanto tiempo, lamento que mis horarios me alejen del camino, pero como usted siempre me dijo, teng que seguir adelante la poesia duele.
abrazo grande!
Osvaldo:
te digo lo mismo que te dije en Bahía, ya hace mucho, cuando viniste a presentar Fiel a una sombra: gracias! gracias por la intensidad, por la belleza de tus poemas
no se por que palabra al azar viaje de vuelta a mis recuerdos, y en ellos, los personajes queridos, me demostraban una y otra vez, lo afortunado de haberlos conocido.
Un fuerte abrazo a la distancia, amigo poeta. Omar Cassano
QUERIDO OSVALDO, TUS POEMAS ME SIGUEN EMOCIONANDO COMO HACE TANTOS AÑOS.NO ME GUARDES RENCOR.QUE YO TE GUARDO EN MI CORAZON.UN ABRAZO MIRNA
Querido Osvaldo, acabo de releer, una vez más "Tres" y su intensidad me abraza...
No apeles nunca a los cerrojos y no te alejes de los relámpagos
Hola Osvaldo, me encontre con "El muchacho de los helados..." y me hizo feliz,tanta belleza............es hermoso
Gracias!
Que llegada la hora del descanso, descanse
No me ataree en la secreta construcción de un puente
pavoroso o magnífico.
Hermoso. Había visto, según recuerdo, algunos poemas de usted sobre Hamlet en una antología de poetas argentinos, y tomé nota de su nombre para buscarlo, porque se sintió bella la lectura. Qué alegría encontrarlo, al fin.
Algo que Osvaldo Bossi logra con sus poemas - y que unos pocos hacen-, tiene que ver con ese límite que hay entre un verso certero y por eso mismo necesario, y eso que consideramos bello pero de lo que podemos prescindir. Muchas gracias Osvaldo, Marcos.
hermosas palabras:
"No tengo amigos, pero me llevo bien con los relámpagos."
un saludo afelpado.
buenísimo bossi. aca leyendo- y a viva voz - poemas de la casa de viento que aparecieron en el diario de poesía. excelente.
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