Hace cerca de un año compartí en Facebook esta idea que me encantó. He vuelto a recordarla, ya que recopilé información que he encontrado recientemente y creo que es una forma muy original de acercar los libros a adultos, jóvenes y niños.
La idea se extendió en Estados Unidos bajo el nombre Blind Date with a book (Cita a ciegas con un libro), gracias a la idea de una Biblioteca Pública de Los Ángeles, que quiso promocionar entre los usuarios ciertos libros. La pretensión no fue otra que dar a conocer libros olvidados en las estanterías, bien porque sus portadas no eran demasiado atractivas, o porque se encontraban eclipsados por las novedades editoriales.
La Cita a ciegas con un libro se fue extendiendo por otros países y llegó a Europa. La idea original envolvía los libros en papel de embalaje, y colocaba un cordón, una etiqueta y un adhesivo o nota en el que se daban algunos datos del libro, sin desvelar demasiada información: el género, el autor/a, una opinión, una frase del libro, alguna información sobre el marco del relato o la temática... Lo importante era crear intriga, misterio, deseo por el libro objeto...Mostrarle tu rincón favorito de lectura, tu biblioteca personal, mostrárselo a tus amistades...
Es una buena idea para animar a leer a los más jóvenes, a quienes la propuesta misteriosa e incitadora sin duda les encantará, y que pienso levar a cabo durante la Semana del Libro de este año...
¿Os animáis a probarla? Pues no os perdáis el artículo publicado en el Diario de Navarra, que os dejo a continuación:
Fuente de información: Diario de Navarra, 2016