Aquí está mi segunda aportación a Historias de portería de La Esfera Cultural.
Garbancito es un ser pequeñito, el cual un día se escondió en una lechuga para poder así devorar, poco a poco por dentro, a la vaca que se lo tragara. En su última hazaña perdió su pequeña libreta. Por lo poco que he podido leer y entender, entre sus múltiples aficiones está la de escribir microrrelatos.
28 de agosto de 2012
27 de agosto de 2012
Siempre a tu lado
Desplacé su larga melena para dejar al descubierto su cuello. Lo besé, estaba en su punto; siempre me gustaba calentar los cuerpos antes de trabajar con ellos. Introduje el bisturí sobre su pecho, guiándome de la cicatriz de su anterior operación de trasplante de corazón. Introduje las tenazas en su tórax para separar las costillas. Sin más miramientos arranqué el corazón de cuajo. No aguantaba verlo más en el cuerpo de otra persona. Lo metí en una bolsa transparente y lo guardé en el congelador, junto con sus riñones. Ya sólo me faltaba recuperar sus pulmones y su hígado.
Etiquetas:
banda,
bisturi,
cadena ser,
corazon,
cuerpo,
higado,
operacion,
pulmon,
riñon,
transplante
Sonrían a la cámara por favor
Cuenta la leyenda que una vez hubo un superhéroe que convertía a las personas tristes en cubos de colores llenos de lágrimas. Surgió de la nada, aunque muchos creen que se transmutó al ver morir a su padre en la explosión nuclear del 2042, en el día de puertas abiertas del centro de investigación interestelar. Se sintió tan afligido, que juró, y perjuró, que nadie podía estar triste nunca jamás. Empezó llenando los cementerios de cubos de lágrimas, allí la gente acudía arrastrando sus penas. Después se centró en las oficinas de empleo, llenándolas de largas filas de cubos de colores. Rojo: desolación; azul: desesperación; rosa: desamor; amarillo: añoranza;… La gente hacía esfuerzos titánicos para mantenerse siempre feliz por si alguna vez se cruzaban con él y les olía su tristeza. Psicólogos, hipnotizadores, curanderos, cirujanos, neurólogos… estimulaban, inducían, curaban, construían, implantaban a la gente falsas sensaciones de felicidad. Fue odiado, felizmente odiado, por todos. Se refugió en el metro, allí muchos iban y venían del trabajo tristes. Un día una ancianita le plantó cara. Ella sabía que el verdadero motivo de su odio hacia la gente triste era para disimular su propia tristeza interior. Le recordó que el verdadero motivo de su pena no era por la muerte de su padre, sino por sentirse engañado, defraudado, al comprobar que su padre no era el capitán de una flota de naves interestelares; tan sólo era el encargado de la fregona.
Etiquetas:
cubos,
fregona,
intelestelar,
nuclear,
paro,
pena,
superheroe,
tripeC,
tristeza
4 de agosto de 2012
1 de agosto de 2012
Musas
Había llegado a un punto que me impedía continuar con la resolución de la conjetura de Hodge. La maldita variable, imposible de despejar, había vuelto a aparecer; había vuelto a fracasar. Metí el dedo en el vaso de whisky para girar los cubitos. Entonces me di cuenta de algo: habían menguado. Chasqueé los dedos para pedir otra copa. Tal vez aquí estaba la solución, no tenía que dividir los objetos; tal vez había que juntarlos, ampliarlos en una dimensión menor, y no mayor, como plantea la conjetura. La chica que cantaba me sonrió; tal vez, compartiendo mi nuevo descubrimiento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)