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Sunday, March 29, 2020
Sobre el coronavirus y la situación de cuarentena a nivel mundial
Hoy la pandemia del covid-19, coronavirus, parece estar llegando a los extremos, en donde se nos pide ya en México que no salgamos, que nos mantengamos en cuarentena y que además, ésta será todo el mes de abril, con la intención de que el contagio sea más lento y que no todos se enfermen al mismo tiempo, lo que dicen, saturaría los hospitales y la atención médica, llegando al límite en donde los médicos casi tendrían que verse forzados a decidir entre la vida y la muerte de pacientes por tener que decidir a quien atender.
En este mundo de información, el cual es hoy en día enorme, hallamos un sinfín de noticias de dudosa procedencia. Vamos, las "fake news" llenan muchos espacios. Pondré un par de ejemplos: Dice el Subsecretario de Salud de México, Hugo López Gatell, que quien es asintomático en el covid-19, no puede contagiar a otras personas. Pero sale un X en las redes sociales que dice: "Hay un estudio que contradice lo que dice el Dr. López Gatell". Y entonces se le hace más caso a un supuesto estudio, al que quién sabe cuál es la referencia, que al funcionario, que es especialista en epidemias, a todo esto. Otro ejemplo parte de la noticia de que alguien que ha sufrido el coronavirus y se ha curado, podría padecerlo. Eso es absurdo, pues el cuerpo genera anticuerpos contra este tipo de infección una vez que se tuvo y que se curó de la misma. Pero ahora se duda de eso y entonces se genera más miedo porque ¿saben? el asunto es generar el terror.
Y si hablo de generar el terror es porque literalmente es así: en esta ocasión no es un cuerpo de N kilómetros que se acerca y que chocará con la Tierra (como si pudiésemos evitarlo), sino un personaje perverso, invisible, que es tan poderoso como Dios, porque puede estar en todas partes. Es omnipresente y claramente podemos contagiarnos casi por tocar un objeto contaminado. Para colmo, se siembra el terror porque ya se omite decir que el 90% de la población termina por curarse en unos 14 días. ¿Entonces? ¿No que es tan malo y letal este nuevo virus? No, claro que no. Son ganas de aterrorizar porque eso vende.
Y ojo, no digo que el virus no sea peligroso. El problema parece ser que lo pueden parecer más las personas mayores, arriba de 65 años pero de nuevo, sale una nota en donde una chica de 25 años muere por el covid-19 y entonces eso quiere decir de nuevo que todos estamos en el mismo riesgo... Y aquí una golondrina hace verano. Curiosamente no he visto de casos de niños. ¿Es que ellos no se contagian? ¿Por qué no hablan de ello? Sería una manera más de aterrorizar a todos, pero quiero creer que se la están reservando para más adelante.
Pero hay cosas que siguen sin cuadrarme: por ejemplo, el último día del 2019 los chinos empezaron a hablar de este virus. Hoy, la pandemia, que empezó en China, ya acabó allá y están regresando a la vida cotidiana. ¿Cómo le hicieron para que en menos de 3 meses hayan solventado el problema? Nadie parece hablar de esto.
Pero por si fuera todo esto un galimatías, el presidente de México, López Obrador, desdeñó al virus y apelaba públicamente a salir y abrazarse, a comer en fondas y restaurantes. Curiosamente, en los últimos días ya alguien lo convenció de que estaba regando el tepache y salió con un mensaje al pueblo de México para que ahora actué como le dijeron por semanas y que él desdeñó.
Y las noticias falsas siguen dándose. Ya hay quien habla de las maravillas que ha provocado esta cuarentena. Ahora las aguas están limpias, los delfines corren por los canales venecianos, los pájaros vuelan en ambientes sin contaminación, entre un número absurdo de artículos babosos que lo único que buscan es que se vendan estas ideas.
Además de todo esto, los números gubernamentales son increíbles. Dijo Loret de Mola, el cual no es ninguna referencia fiable, que en San Diego había unos 200 contaminados por covid-19, pero que en Tijuana no había ningún caso. Más allá de este dato, que es poco creíble por la fuente de donde viene, lo que es extraño es que la cantidad de infectados frente a cualquier país, es muy poco en México. Y en este mundo de conspiraciones, se dice que en nuestro país no se hacen las pruebas del covid-19 y que los que mueren son por neumonía atípica, pero que en realidad, piensan muchos, se trata del coronavirus en acción. Y López Gatell se desvive para que le hagan caso, porque además hay un dato muy curioso: ¿Dónde está el Secretario de Salud de este país? ¿Por qué le deja la chamba a su subalterno? ¿No debería ser el titular, el Dr. Jorge Alcocer Varela quien estuviese a cargo de esto? ¡Por qué se le paga a este señor? ¿Por qué nadie dice nada al respecto?
Pero bueno, vamos a suponer que la cuarentena debe seguirse. ¿Y la economía Apá? Porque aunque todos lo saben, el lidiar con este problema no es algo sencillo. Primero, en el caso mexicano, la mitad dela población vive en el estado de pobreza y por ende, al día. ¿Le vas a decir a todas esas personas que si no venden hoy no comen, que se queden en sus casas? ¿Y de qué van a vivir? Misterio. Pero vayamos a otros escenarios. Ayer fui a Chedraui de Plaza Toreo y notamos que todos los negocios estaban cerrados, a excepción de la tienda Chedraui. Vamos, hay centenas de negocios, cines, restaurantes, tiendas de artículos, de ropa, de deportes, etcétera, que están cerrados. ¿Quién les pagará a los empleados? Alsea, la empresa que concentra muchos negocios, como Domino's Pizza, Starbucks, Burger King, Chili's. F. Chang's, Italianni's, The Cheesecake Factory, Vips, entre muchos otros, ha dicho que cerrará sus establecimientos sin paga a sus empleados. Y más de uno ha brincado ante tal injusticia porque ¿de qué van a subsistir toda esta gente?
En Estados Unidos, para paliar la crisis, indicaron que darán 1000 dólares a cada ciudadano para poder mantenerse ahora que todo esté cerrado. Ajá, nomás que allá se pueden dar ese lujo porque son el imperio. Vamos, si esta medida se quisiese hacer en México lo que tendríamos es que nos quedaríamos sin reservas casi de inmediato. Entonces, el panorama ni es parecido ni es comparable. Una cosa es el primer mundo y otra la región 4, que como perro flaco, nos caen todas las pulgas.
Todo esto plantea muchos retos. Nadie quiere contagiarse, pero ya hay quien habla (más fake news), de que el 80% de los mexicanos se infectarán. ¿Y eso pasó en China? No. ¿Eso pasó en España o Italia? No. Eso está pasando en EEUU? Tampoco. ¿Entonces? ¿Quien pinches gana con tanta noticia y especulación falsa y morbosa? Misterio absoluto.
Por mi parte, intentaré quedarme el mayor tiempo posible en mi casa. Viviré frente a la computadora, creando videos para dar mis clases y esperando que el problema se resuelva relativamente para cuando termine abril.
Saturday, December 14, 2019
De suicidios y sociedad
Hace pocos días se supo que en el ITAM, una institución de educación superior, con sede en la Ciudad de México, una alumna se suicidó debido a la gran presión académica por parte de la escuela ya para terminar el semestre. El asunto no sólo fue una muy mala noticia, sino que los alumnos del ITAM están ahora cuestionando por qué no hay un psicólogo de planta en la institución y las razones por las cuales parecen ignorar apoyo psicológico a los alumnos.
Después de las noticia, el ITAM ahora dice tener un esquema para tratar con esta problemática porque desde luego, un suicidio no es un asunto que deba verse como natural y que, finalmente, la exigencia académica no puede ser de tal grado que ponga en esta triste circunstancia a algún alumno como salida a sus problemas escolares.
Los alumnos del ITAM, hasta donde entiendo, han hecho un paro -no sé por cuanto tiempo- de las actividades escolares. En una asamblea pública y abierta, han ido contra el director de la institución y evidentemente, las muestras contra el funcionario han sido aplaudidas.
Pero seamos francos: es muy difícil saber cuándo un alumno va a pasar por una problemática de suicidio. Vamos, no es algo común y es claro que quien decide quitarse la vida tiene algunas dificultades que posiblemente externó pero que ni amigos, familiares y profesores, lo notaron. ¿Qué hacer? ¿Pudo haber salvado la vida esa joven de haber existido un departamento de apoyo psicológico en el ITAM? Difícil de responder. Sin embargo, de haber existido esa opción, quizás no estaríamos lamentando esta muerte.
Lo curioso del asunto es que las quejas se van sobre el nivel académico y la exigencia que el ITAM parece imponer, el cual, de acuerdo a los ahora quejosos alumnos, es tremenda y por ende, la presión en los estudiantes llega a extremos del suicidio. Dicen, peor no me consta, que este es el cuarto estudiante que se quita la vida en dicha institución. ¿Será?
La pregunta es si la exigencia académica de verdad tiene que ver con la posibilidad de que los alumnos tomen la puerta falsa. Yo no lo creo. De hecho, pienso que la exigencia del ITAM no es mayor o menor a la que me tocó vivir en la Facultad de Ciencias, que me obligó en su momento a trabajar muy duro, sin pensar además de que todo este estudio que estaba realizando sería suficiente para aprobar las materias y la exigencia de esta facultad de la UNAM. Vamos, que sí, es exigente pero jamás pensé ni remotamente el quitarme la vida porque no entendía cálculo o porque temía reprobar Variable Compleja, por ejemplo.
Dicho de otra manera: estudiar una carrera universitaria no es algo sencillo. No es la preparatoria en donde las cosas son mucho más fáciles. En la Facultad de Ciencias de la UNAM si uno no estudia una asignatura al menos 15 días antes del examen, las probabilidades de reprobar el parcial se acercan a uno. Así, la experiencia muestra que la mayoría de los estudiantes reprueban en los primeros semestres al menos algún parcial sacando cero de calificación. Así me pasó a mí y así le ha pasado a incontables compañeros y alumnos. Y no sé de ninguno que se haya quitado la vida por ello. A riesgo de repetirme: una carrera profesional es mucho más difícil que las escuelas anteriores.
Y les cuento una historia terrible personal: yo tuve un alumno que hacía tesis de licenciatura conmigo. Trabajamos prácticamente un año en su trabajo escrito. Daba clases en la Facultad y le gustaba. Además, había conseguido un buen trabajo en una empresa dedicada a cómputo. La última vez que lo vi llegamos al acuerdo que bastaba pulir un par de detalles de su tesis, hacer las conclusiones, que ya estaban bosquejadas, e iniciar trámites para titularse. Todo fantásticamente bien. Pero un sábado a las 12 de la noche recibí un WhatsApp de su "roommate" indicándome que mi tesista había fallecido en un accidente. Ese mensaje no me dejó dormir siquiers. Días después me enteré que mi alumno se suicidó. Se tiró desde una ventana desde un sexto piso.
¿Podría alguien haber evitado esta muerte? ¿Alguien que trabaja duro en su tesis, que da clases, que se consiguió un trabajo interesante y que le satisfacía, de pronto se arrojó al vacío y se mató. ¿Quién pudo prever esto? ¿Podría la UNAM haber tenido un departamento de psicología para ayudar a este alumno? No creo, porque al menos en un año jamás hubo un comentario sospechoso, que dejase la idea de que el tesista traía algún problema serio de depresión. Hasta bromeábamos diciéndole que tenía que recibirse ya porque queríamos fiesta.
Así las cosas. Yo no creo que el ITAM sea una institución de una presión académica exagerada. Vamos, hasta tengo dos sobrinos que estudiaron en dicha institución y se graduaron. No me acuerdo haberlos escuchado quejarse por la exigencia académica. Por ello pienso que tratar de repartir culpas por la muerte de una estudiante, y apuntar con índice de fuego al ITAM, es exagerado y fuera de proporción. La muerte de esta estudiante es lamentable, pero así como los alumnos le reclaman a la institución académica, habría que reclamarle en la misma medida a los parientes, a los padres, hermanos, tíos y mejores amigos de la víctima. ¿O qué, ninguno de ellos tiene culpa alguna que compartir?
Es claro que el suicidio no es un tema común en la vida de las personas y evidentemente, hay que tomar acciones, pero culpar a las instituciones porque es fácil echarle la culpa a alguien (en este caso una persona moral), porque el suicidio de una alumna es algo que no debería ocurrir, es trivializar el tema.
Thursday, January 03, 2019
Los pobres millonarios
Ya inició hace 34 días el nuevo gobierno y más allá si llegó el Mesías salvador de México o si nos va a convertir en la nueva Venezuela, me gustaría más bien tratar el tema del matrimonio de Peña con la Gaviota, Angélica Rivera.
Su relación, televisiva y mediática, dejó ver que la Gaviota es una mujer ambiciosa y de pronto hizo una fortuna que nadie más en Televisa pudo hacer. Y me acuerdo de la Gaviota cuando empezó en un programa de videos musicales. Una chica muy guapita que estaba incursionando en la farándula local mexicana. Eventualmente la artista en potencia empezó a destacar y finalmente fue protagonista de algunas novelas. Se casó con el hermano de Verónica Castro, tuvo no sé cuantas hijas y de pronto pasó… Le presentaron a Peña Nieto y ella se enamoró por completo, dejando a su anterior marido. No voy a juzgar esto último pues está en el ámbito de lo privado, pero la cosa es que se divorció e hizo N trámites extraños para poderse casar por la Iglesia Católica, anulando así su anterior matrimonio. Vamos, quería empezar de cero con Peña. Y su boda fue todo un espectáculo. La actriz con el futuro presidente. Linda combinación.
Pero esos tiempos se acabaron y se acabó el sexenio, y se acabó Peña Nieto, personaje al que ahora ni las moscas le hacen el mínimo caso. Si antes era el mandamás, si para cada cosa que decía alguien estaba atento tomando nota, ahora no hay quien le eche un lazo. Su fama, su carisma, su galanura, todo, desapareció porque dejó de ser el presidente. Y pienso que debe ser un golpe terrible que de pronto no te haga caso nadie pero bueno, así pasa con este puesto de presidente de México.
A cambio de esto, Peña Nieto y probablemente la Gaviota, se hicieron de mucho dinero. No lo sé de cierto pero si los gobernadores robaban, que él y su mujer no lo hicieran no suena como lo más probable. Y ya salió información de TVNotas, un pasquín lamentable, indicando que la Gaviota había comprado una mansión de 63 millones de pesos en California, aunque horas después la propia Gaviota, en alguna de sus redes sociales, desmentía esto, indicando que la casa era rentada por el padre de sus hijas para su trabajo… Vaya usted a saber.
Pero a lo que voy, imaginemos un día en la vida de la Gaviota con Peña, si es que siguen juntos. Imaginemos que se levantan, se bañan y desayunan… ¿Y después? ¿Leerán el periódico? ¿Comentarán las noticias? ¿Verán “Venga la Alegría”, un penoso programa matutino de TV Azteca? ¡O verán a Loret de Mola despotricar acerca del Peje? ¿Qué harán?… Difícil que lean porque a Peña no le gusta leer y eso lo sabemos de cierto. ¿Y la Gaviota leerá? No lo creo, no parece muy interesada en la lectura.
Quizás se ocupen de sus hijos pero no resulta probable, porque ya son casi todos adultos. Entonces ¿qué harán hasta la hora de la comida? ¿Se sentarán a verse las caras? ¿Se conectarán a Internet a las redes sociales para ver memes? Es un misterio.
Llega la hora de la comida y la Gaviota y Peña seguramente comerán algo que le habrán hecho más de una cocinera. Beberán quizás vino, comerán viandas gourmet, no sé de qué podrán hablar. Tal vez la Gaviota le diga que vio un vestido muy bonito en el “mall” en donde vivan. Peña podrá contestarle que vaya y se lo compre. ¿Por qué no? Y entonces la Gaviota podrá disponer de chofer y quizás “guaruras” e irá a comprar la ropa que le gustó. Y tal vez compre joyería, zapatos, qué sé yo, todo lo que algunas mujeres quieren tener en cantidades industriales. Y como puede tenerlo, no tiene que soñar con ello, basta desplazarse a la tienda donde vio lo que quiere y comprarlo.
Y llegará a su casa y le modelará su vestido nuevo al que no es “la señora de la casa”, como una vez dijo Peña Nieto. Y bueno, ya se está haciendo tarde y hace hambre. Cenarán, verán la televisión, acaso una película en Netflix, y se dormirán.
Y es que con todo ese dinero que deben tener, no tienen que preocuparse del futuro ni de ellos ni de las siguientes generaciones. Tienen una especie de lámpara de Aladino, que la frotan y obtienen el deseo que quieren. Van y lo compran. ¿No quisieron las hijas de Peña/Gaviota ponerse un tatuaje y trajeron a través del avión presidencial al mejor tatuador de los Angeles? Todo se puede en el mundo de la Gaviota y Peña. La mujer que ganó tan bien en Televisa y su marido, que ahorró sus pesitos de su sueldo, que no pudo gastar porque el Estado le pagó seis años de mantenimiento para él y su prole.
Y llega el otro día… ¿Qué harán nuestros personajes? Tal vez piensen en viajar pero ¿viajar? ¿con el peladaje? No. Peña debe tener amigos con aviones privados, desde luego. Pero ¿viajar? Si ya viajaron todo lo que quisieron… ¿Entonces? Un misterio de estos pobres millonarios.
Porque miren, yo sé que todos quisiésemos tener el dinero a manos llenas, el futuro asegurado, para poder tal vez dedicarnos sin la problemática del subsistir, al tema que más nos guste. Pudiese ser que a alguno de mis cuatro lectores le gustaría ser pintor, o caricaturista quizás, o ajedrecista, ¿por qué no? Pero hay que trabajar, hay que ganarse la vida. Si tuviésemos tanto dinero como Peña y su Gaviota, bien podría uno dedicarse de tiempo completo a la actividad que más nos gustase, que tal vez podría ser incluso escribir un libro. Pero no estamos en esas condiciones y quienes lo están, como la Gaviota y Peña, viven una vidas anodinas, sin ningún afán intelectual. Ella seguramente siempre se verá despampante y él será el galán que todas las mujeres quieren en su colchón. Pero no van más allá de esa imagen glamorosa, que no tiene esencia, que es un cascarón que no protege nada porque no hay nada internamente.
Por eso, millonarios pobres, pobres millonarios que nada son en realidad más que papel moneda. Que no les interesa nada más que lo superfluo, pero que en el fondo son sólo figuritas bonitas que a la larga a nadie le importan. Y como ya no son nadie en México y en el mundo, viven las vidas más tristes y penosas de la Tierra.
Y en su superficialidad no lo saben, aunque no entiendan por qué tienen ese sentimiento de que algo les falta. De verdad, pobres millonarios.
Saturday, February 04, 2012
Mis mejores amigos
Recientemente Boris Spassky cumplió 75 años. Hace quizás dos años, sufrió una apoplejía de la cual parece ser se está recuperando lenta pero firmemente. Spassky ha sido uno de esos campeones del mundo por demás carismático. Siempre ha disfrutado enormemente del ajedrez e incluso cuando nos visitó en México, con motivo de los festivales de ajedrez que se hacían en el Zócalo, cautivó a una serie de aficionados que se juntaron en una cafetería para platicar con él. Una entrevista con el excampeón mundial (por Gabriel Velasco), fue publicada en el libro "Heroic Tales; The Best of ChessCafe 1996-2001", editado por Taylor Kingston.
Ahora, con motivo de su cumpleaños, Spassky fue entrevistado telefónicamente por Dagobert Kohlmeyer, y dicha plática fue transcrita en el sitio chessbase.com. Sin duda Boris Spassky es un guerrero y no se dejará vencer por sus problemas de salud tan fácilmente. Su buen ánimo se nota en la entrevista.
Me llamó la atención la siguiente pregunta que le hicieron:
Entre los grandes ajedrecistas, ¿quiénes han sido tus amigos?
Responde Spassky: "Mis amigos más íntimos han sido Anderssen, Morphy, Tschigorin, Capablanca y Aljechin, aunque nunca haya coincidido con ellos (se ríe). Bromas aparte: de mi propia generación han sido Micha Tal y Bobby Fischer. A Tal le he apreciado mucho y todavía es así. Y también recuerdo a diario a Bobby".
Y aunque es una simpática broma, me queda claro que es cierto, que sus íntimos amigos son todos estos personajes del ajedrez, porque finalmente de ellos probablemente los conoce en su vida y obra mucho mejor que a sus amigos que aún viven.
Y esto me llevó a una plática que tuve con la editora de Selector, que comentando un borrador de una obra de Guil Russek decía: "y mira, aquí Guil vuelve a hablar de sus amigos", mientras pasaba hoja por hoja los sesudos análisis de las variantes que se habían dado en las partidas que Russek analizaba. Así, estaban ahí Topalov, Larsen, el mismo Spassky, Kasparov, etc. Los amigos de Russek, recalco, a decir de la editora.
Después de esto me he dado cuenta que mis mejores amigos son los que he hecho en el mundillo del ajedrez. La razón es que todos los ajedrecistas compartimos esa pasión por el juego y por ello nos podemos reunir, tablero de por medio, a analizar las grandes partidas de todos los tiempos. Así veamos un final compuesto o la última obra de arte de Carlsen, o de Aronian, o de cualquier otro jugador, siempre nos mueve a pensar, a tratar de descubrir lo que los maestros piensan en sus partidas, a reconocer los elementos tácticos o estratégicos, para entender finalmente (o al menos intentarlo), los secretos del tablero.
Por eso, al igual que Spassky, mis amigos son muchos. A algunos los conozco más o menos bien. Otros me siguen pareciendo un misterio. Sin embargo, "platico" con ellos a diario. Con Nimzowitsch, Kasparov, Fischer, Petrosian, Hort, Mecking, Korchnoi, Polgar, etc. Y no importa si están físicamente con nosotros. Sus obras los mantienen vivos.
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Monday, October 17, 2011
Todo es maravilloso y nadie está contento
Mi hermana Marga me mostró el siguiente video, de un cómico llamado Louis Szekely, del cual hallé los siguientes datos de él en la Wikipedia:
Louis Szekely (nacido el 12 de septiembre de 1967), conocido profesionalmente como Louis C.K., es un comediante, al mejor estilo de Jerry Seinfeld. Pero además es escritor de películas y televisión amén de productor y director en Boston, Massachussetts.
C.K. viene de que así se pronuncia aproximadamente si apellido, Szekely. Su padre es mexicano y aunque nació en Washington, D.C., vivió en México hasta la edad de siete años. Su primer idioma es el español y aún retiene la ciudadanía mexicana
Cuando se mudó a Boston, C.K., descubrió que quería ser un escritor y comediante, citando a Bill Cosby, Richard Pryor y George Carlin como sus principales influencias. Cuando tenía 10 años sus padres se divorciaron. La razón principal por la cual aspiraba a producir películas y programas de televisión fue su madre: "Recuerdo que pensaba cuando estaba en quinto de primaria: 'tengo que meterme en esa caja [la TV] y hacer algo mejor de esta basura'... porque ella lo merece".
Interesante saber que el cómico es mexicano. La verdad no sé por qué, pero me da gusto.
Pues bien, Louis C.K. aparece en un fragmento de una entrevista que le hiciesen en televisión y aunque todo parece tomarlo a broma, da un curioso mensaje: "Todo ahora es maravilloso y nadie está contento". Y entonces contrasta cómo se hacían antes las cosas, como cuando sólo había teléfonos residenciales, y que además, no tenían botones para el marcaje, sino un disco con los diez números. O bien, cómo han cambiado las cosas cuando se va al banco ahora, etc. C.K. de verdad pone el dedo en la llaga sobre que ahora todos creemos merecernos todo nada más porque sí. Y aunque en este fragmento de la entrevista no lo dice, parece ser que la solución es simplemente "ser agradecidos con lo que ahora tenemos. Quizás entonces lo valoremos".
Louis Szekely (nacido el 12 de septiembre de 1967), conocido profesionalmente como Louis C.K., es un comediante, al mejor estilo de Jerry Seinfeld. Pero además es escritor de películas y televisión amén de productor y director en Boston, Massachussetts.
C.K. viene de que así se pronuncia aproximadamente si apellido, Szekely. Su padre es mexicano y aunque nació en Washington, D.C., vivió en México hasta la edad de siete años. Su primer idioma es el español y aún retiene la ciudadanía mexicana
Cuando se mudó a Boston, C.K., descubrió que quería ser un escritor y comediante, citando a Bill Cosby, Richard Pryor y George Carlin como sus principales influencias. Cuando tenía 10 años sus padres se divorciaron. La razón principal por la cual aspiraba a producir películas y programas de televisión fue su madre: "Recuerdo que pensaba cuando estaba en quinto de primaria: 'tengo que meterme en esa caja [la TV] y hacer algo mejor de esta basura'... porque ella lo merece".
Interesante saber que el cómico es mexicano. La verdad no sé por qué, pero me da gusto.
Pues bien, Louis C.K. aparece en un fragmento de una entrevista que le hiciesen en televisión y aunque todo parece tomarlo a broma, da un curioso mensaje: "Todo ahora es maravilloso y nadie está contento". Y entonces contrasta cómo se hacían antes las cosas, como cuando sólo había teléfonos residenciales, y que además, no tenían botones para el marcaje, sino un disco con los diez números. O bien, cómo han cambiado las cosas cuando se va al banco ahora, etc. C.K. de verdad pone el dedo en la llaga sobre que ahora todos creemos merecernos todo nada más porque sí. Y aunque en este fragmento de la entrevista no lo dice, parece ser que la solución es simplemente "ser agradecidos con lo que ahora tenemos. Quizás entonces lo valoremos".
Friday, September 23, 2011
Rescato mi artículo para la revista Proceso
Para qué jugar ajedrez
Cuando empecé a jugar al ajedrez, hace ya muchos años, estaba empezando la adolescencia y Bobby Fischer retaba al campeón del mundo Boris Spassky, de la Unión Soviética. El llamado match del siglo fue espectacular porque desde el final de la Segunda Guerra Mundial, nadie de occidente había podido llegar a la final de un campeonato mundial para retar la soberanía soviética en el juego ciencia.
Fischer no solamente lograría esa hazaña sino que además, venció convincentemente a Spassky y en 1972 el título mundial no sólo lo perdió la Unión Soviética y Spassky, sino que se le tuvo que otorgar a Bobby Fischer, de la potencia enemiga, de los Estados Unidos.
Yo me acuerdo que en esos tiempos, al aficionarme al ajedrez y empezar a estudiar, simplemente lo hacía solo. Estudié muchos libros solo; fui a torneos y mis mejores amigos los hice quizás en ese ambiente.
Compartíamos –y lo seguimos haciendo– esta pasión por el ajedrez. Seguimos reuniéndonos a ver partidas, a platicar sobre los grandes encuentros, a analizar variantes de apertura, a darnos cuenta que el ajedrez de elite de hoy día es muy complejo de entender y que quizás, para nosotros, nuestros mejores tiempos ya han pasado.
Hoy en día hay muchos jugadores jóvenes en el país. Muchos de ellos ya incluso han viajado a festivales ajedrecísticos que se juegan en lugares tan lejanos como la India o Grecia. Muchos de esos niños y jovencitos han ido a esos torneos patrocinados por sus padres porque, no cabe duda, tener un hijo que competirá en el extranjero es algo que debe enorgullecernos como padres, aunque la realidad sea diferente: puede ir a jugar quien pueda pagarse el viaje. Es decir, la Federación Nacional no envía a sus mejores exponentes y por ende, va una pléyade de chamaquitos entusiastas, pero sin la preparación adecuada. Y entonces enfrentan a jugadores que sí juegan bien, que entrenan cotidianamente, que se dedican seriamente al ajedrez.
Para nuestros pequeños compatriotas, estos torneos difícilmente son para foguearse porque, simplemente, no se tiene el nivel, y muchos de esos niños y jovencitos que tuvieron esa experiencia dejaron ya el juego ciencia porque, la verdad, no es muy agradable hacer un punto de 11 posibles, por ejemplo, y quedar en los últimos finales de la tabla. Pero he aquí que la culpa no la tiene el ajedrez ni su dificultad inherente, sino el hecho de que los padres empujan muchas veces a sus hijos a que participen en esas competencias, pensando que con ello los títulos de campeón llegarán automáticamente.
Y los niños no ganan y entonces los padres se molestan. No han entendido que finalmente no se trata de tener campeones nacionales o mundiales en casa, sino que se trata al final del día, que los niños tengan una actividad lúdica que les servirá toda la vida. Por ello, me causa cierta lástima ver que algunos papás de niños ajedrecistas hacen desesperados esfuerzos porque sus vástagos sean grandes jugadores.
Para empezar, muchos de estos padres desconocen que la preparación ajedrecística lleva tiempo y que, además, puede llevar años. Aún así no hay garantía de nada. Es tan complejo y difícil el ajedrez que incluso con las mejores intenciones, el mayor esfuerzo y dedicación, puede pasar que quien se dedique así al juego no logre lo que esperaba. Vaya, qué tan difícil es el ajedrez que ni Garry Kasparov se salva de perder alguna partida.
Por ello mismo, yo apelaría a que la actividad ajedrecística se tome con seriedad pero con alegría. Las hermanas Polgar fueron entrenadas para jugar, por ejemplo, pero jamás recibieron un grito, un regaño, nada malo, si perdían alguna partida. No es casualidad que las tres hijas de Polgar hayan logrado destacar notablemente en el ajedrez internacional e incluso, que Judit, la más chica de las hermanas, sea una jugadora de ajedrez que está en la elite mundial.
Hagamos, pues, gente que ame el ajedrez más que campeones. La competencia es muy dura y aún así se puede lidiar con ello. Se puede llegar a jugar bien e incluso, obtener algún título ajedrecístico internacional, pero eso no es lo importante. Lo que verdaderamente es fundamental es que los niños y jóvenes, atraídos por el ajedrez, puedan admirar el gran arte que tienen en el tablero, que les haga estar felices ver una combinación magistral o bien, que incluso cuando jueguen y pierdan, se den cuenta de sus errores y en esto haya aprendizaje. Si esto se logra, el ajedrez podrá estar presente en la vida de todos los que amamos el juego, con sus grandes jugadores, con sus hazañas memorables dentro y fuera del tablero.
Ya lo decía Fischer: “para jugar bien al ajedrez se necesitan dos cosas: concentración completa y un amor desmedido por el juego”. Y no le falta razón.
Monday, September 05, 2011
De teléfonos celulares, sistemas operativos móviles, internet y demás parafernalia
Hoy en día las grandes telefónicas en nuestro país venden un sinfín de teléfonos móviles, desde los más elementales hasta los más sofisticados. El mercado de la telefonía se ha hecho verdaderamente gigantesco y la tecnología que posibilita estar conectado con otros sin necesidad de un cable físico, nos permite además acceder a las red Internet, a conectarse a las ya fastidiosas "redes sociales", aparte de tener acceso a un sinfín de programas de acuerdo al "Android Market" o la tienda "App"de Apple, etc., dependiendo -desde luego- de qué equipo de teléfono tengamos.
Para poder acceder a estas maravillas modernas no basta con comprar un teléfono de los que denominan inteligentes, sino que hay que ir con la teléfónica y "comprar" un "plan de datos", que nos permitirá por lo pronto, conectarse a internet y hacerse desde 250 megabytes en adelante por mes, además de tener una serie de minutos para llamar por teléfono. Estos planes ofrecen todo género de combinaciones y es cuestión de preguntar sobre las opciones y así tener de dónde elegir.
Pues bien, cuando me regalaron mi nuevo teléfono, con el sistema operativo Android, entendí que necesitaba un plan de datos y en su momento me apersoné en una tienda de Telmex para contratar dicho plan. Finalmente salí con uno que tiene 500 Mbytes de datos y 60 minutos de llamadas. Todo por unos 535 pesos ya con iva incluído/mes. Me habían advertido más de uno, que no desestimara la cantidad de megabytes, porque una vez que uno tiene un plan de datos, y acceso a Internet, entonces literalmente "se chupa" muchos miles de megabytes y nunca parece alcanzar.
Los primeros días, con mi nuevo teléfono Android, fueron para familiarizarme con el teléfono. Bastaron un par de horas para comprender la mayoría de las funciones. Entré al Market Place de Android y bajé las clásicas aplicaciones que me son indispensables: las del ajedrez. Digamos que las cosas estuvieron bien y normales.
Pero he aquí que Pilar me pide mi novísimo teléfono porque quiere entrar a su correo por un teléfono que tienen en su cuenta de Yahoo!. Saco mi poderoso ZTE y entramos al navegador de la red. Entra a Yahoo! y halla la información que quería. Habrá estado conectada, navegando entre sus mensajes, unos 10 muinutos. c uando me regresó el teléfono éste estaba calientito, calientito. No quiero decir con esto que me quemara las manos o que fuese peligroso incluso tocarlo. No, simplemente noté que después de acceder a Internet, el teléfono se calienta considerablemente.
Así, hallé que entrar a las redes sociales, a leer los mensajes de correo, a hacer algunas actividades en las redes sociales, resulta poco menos que impráctico. La verdad es que con el tamaño de pantalla que tienen estos dispositivos, resulta hasta idiota conectarse contínuamente a Twitter o Facebook. Y si a esto le añadimos que el teléfono sube su temperatura inusualmente -insisto, no al grado de quemar por supuesto, pero sí me resulta incómodo- pues como que me parece hasta falsa toda esa promoción que hacen las telefónicas para que nos hagamos de un plan de datos y estemos conectados a las redes sociales, como si esto realmente fuese una necesidad.
Yo creo que iré de nuevo a Telmex a cambiar mi plan de datos al más económico, que creo es de 349 pesos o por ahí. Porque ni uso tanto Internet (este mes fue de unos 39 Mbytes/mes), y la verdad, si entro a Facebook o Twitter, lo hago desde mi casa, en una pantalla de tamaño razonable, por mencionar una de las virtudes que veo en mi máquina de escritorio.
El otro día hablando con un fuerte jugador de ajedrez, éste me decía que él usaba la conexión de su teléfono al correo, porque le parecia imprescindible, esté donde esté, poder consultar los mensajes de correo. Yo creo que no es tan necesario, aunque -evidentemente- todos tenemos diferentes necesidades.
En fin, aquí dejo mi experiencia con todo este asunto de los teléfonos poderosos, con sistemas operativos como Android, con la urgente necesidad de poderse conectar vía estos dispositivos, a internet. La verdad creo que nos han estado queriendo vender la idea de la gran necesidad de estar conectados a la red todo el tiempo, para ver nuestro correo, para ver qué dicen en las redes sociales, para poder buscar información instantáneamente, etc. Y lo peor, es que les hemos comprado esta idea.
Wednesday, July 20, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 16)
Esa canción sí que me hiere
o
¡Si te mueres, te mato!
o
¡Si te mueres, te mato!
Y al final uno se pregunta: ¿Qué carajos es la vida? Y la vida se empeña, a su sigilosa manera, en írsenos de las manos de manera irremediable. Medio centenar de caracoles silvestres han invadido nuestro jardín y hemos resuelto adoptarlos como mascotas una vez que evaluamos las estrategias posibles para darles exterminio. Salvo que se cuente con un arsenal nuclear, la batalla contra estos resbalosos animalitos está perdida de antemano. Todo esto viene a colación ya que después de ingerir ocho Heinekens y contemplar con desgano durante tres horas ininterrumpidas el desplazamiento de uno de estos animalejos, comprendí, así de reatazo, que en aquél minúsculo laberinto, refiriéndome a la conchita que llevan a cuestas, se encierra el verdadero misterio de la vida. Si hoy por hoy no recuerdo exactamente el recurso lógico que me hizo desetrañar tal proeza de descubrimiento posiblemente se deba al trance tequilero que vino después de agotarse el segundo six pack, pero el hecho es tan real y verídico como los jugosos y azucarados duraznos que ahora crecen en nuestro jardín, apenas una manifestación más del interminable poema existencial. El intelecto nos juega estos trucos que nos hacen olvidar la verdadera esencia de las cosas sólo, me atrevo a suponer, para mantenernos interesados en el juego de la vida. Esto lo vine a comprobar después por mero accidente. Hacía una tarde esplendorosa pero en esta ocasión las cervezas, de alguna incomprensible manera, no obraron el mismo efecto que la vez anterior. Los caracoles me parecieron tan sin sentido como la cerilla en mis oídos. Tal vez esto de la vida es todo un acto bastante bien montado donde uno forma parte de un elenco no anunciado donde se improvisa en un cambiante escenario de nubes que se deshacen en jirones y de un tibio viento que parece cantar silencioso en la lejanía. Porque es bien sabido que hay canciones que hieren, que abren heridas invisibles, tan intangibles que el Merthiolate y el agua oxigenada no surten efecto alguno. Pero así de cambiante es la vida y tarde o temprano uno, animal de instintos, termina por acostumbrarse hasta que se presenta una sorpresa mayor e inesperada. Si la vida es ya de por si incomprensible, más aún lo es la muerte. Habrá que confesar que tales sutilezas solamente consigue entenderlas el abuelo. La tarde se deshizo bajo el influjo de una Luna arrogante. Así sin ovaciones ni “bravos” cayó finalmente el telón. Esta vez el acto cerrador lucía un tanto dramático y desolador. Los mariachis callaron. Rematando la escena final, posando sobre el pasto a manera de bodegón, tres duraznos ya en descomposición, varios envases verdes y una alfombra de cascarones deshechos de lo que minutos antes fueron graciosos caracoles.
Tuesday, July 19, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 15)
Décima quinta entrega del micro-libro de Enricco Wizard:
"Con el alma en la mano y apretando las
cejas le pregunté a mi adorada consorte
-más vale que sea tuyo o estoy en un serio
aprieto- mientras le entregaba el pequeño
lápiz delineador extraviado en mi automóvil.
Su franca sonrisa me demostró cuán valioso
es tal artículo y cuánta fidelidad puede existir
en el frágil corazón de un hombre, además de
los consabidos beneficios de la producción
industrial en serie que seguramente habrá
salvado a más de un afligido matrimonio."
Jaque Mate
o
¡A la rurru meme!
Monday, July 18, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 14)
écima cuarta entrega del micro libro de Enricco Wizard:
El hijo de Jim Croce, popular cantante y creador
del sonado tema “Operator”, se lanza a la fama
siguiendo los pasos de su padre. Se comenta en
el ámbito artístico que el estribillo de su primer
tema reza como sigue:
“Operator, will you please return my dime?”
Tiro de esquina
o
¡Mira, qué cosa más linda!
o
¡Mira, qué cosa más linda!
El Dany me contó una buenísima: resulta que uno de sus clientes tenía un importante adeudo moratorio de varios meses. Después de insistir desesperadamente, Daniel no tuvo más opción que hacer guardia a las puertas del negocio del citado fulano hasta que el entuerto sujeto hizo su triunfal aparición. El planteamiento de Daniel fue decididamente enérgico y en tono de ultimatum. Agotada la discusión, Daniel se dirigió resuelto a una sucursal bancaria solo para descubrir que el tan ansiado cheque no cubría los fondos suficientes para su pago. La maniobra de aquél malandrín había surtido efecto y Daniel se encontraba en un callejón sin salida. Para colmo, el banco estaba a punto de cerrar. El monto en cuestión era de 15 mil pesos y el saldo en la cuenta apenas sobrepasaba los 14 mil. Daniel, sin inmutarse siquiera, y con ese aire de serenidad que le es característico, sacó ágilmente su bolígrafo y llenó una forma de depósito por un mil pesos, los cuales inmediatamente depositó en la cuenta del moroso ante la evidente extrañeza y asombro de la linda señorita que le atendía. Habiéndose entonces cubierto el monto del cheque, Daniel procedió a efectuar el cobro sin mayor dilación. Hábil truco este de Daniel, tanto que la eficiente chica perdió, por una fracción de segundo, hasta su ancestral lindura.
Sunday, July 17, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 13)
Décima tercer entrega del micro libro de Enricco Wizard...
¿Qué cuál es la mejor caricatura en la historia
de la televisión? La respuesta es sencilla:
El gato Félix. No hay personaje más encantador
y buena onda que este simpático minino.
Nada que ver con las caricaturas actuales, las cuales
llevan una sobredosis de morbo insaciable y vacuedad robótica.
¡Qué santo afán de buscarle tres pies al gato!
El atraco perfecto
o
Fuera de servicio… Intente más tarde por favor
o
Fuera de servicio… Intente más tarde por favor
Tengo el plan perfecto para el atraco perfecto. El plan es sencillamente infalibe y fácil de ejecutarse, tanto que a la publicación del presente ejemplar se sucitarán una serie de robos multimillonarios que habrán de quedar sin resolverse si se siguen las instrucciones al pie de la letra. La inversión requerida es mínima y los beneficios se obtienen en cuestión de horas. El primer paso consiste en hacerse de un cajero automático, como esos que pululan en los centros comerciales. Más de un proveedor estará en la mejor disposición de venderle tal artefacto si el precio es el correcto. Otra alternativa más recomendable es armar uno por cuenta propia a fin de no dejar rastro alguno. Si tiene algún conocido que posea una colección de Mecánica Popular y que sea fanático de la construcción de modelos mecánicos, hágalo su socio inmediatamente, él es pieza clave en la fabricación del cajero y en la exitosa consumación del atraco. El cajero no tiene que funcionar al cien porciento, no es un requisito indispensable. Basta con que al introducir una tarjeta por la ranura y una vez que el cliente tecleé su contraseña de acceso, en la pantalla se despliegue un mensaje como “Fuera de servicio… Acuda a la sucursal Centro dentro de 48 horas”. Cualquier programador es capaz de escribir un programa que emule tan rudimentario comportamiento. Es obvio que la tarjeta no deberá ser devuelta al cliente. Se entiende pues que el plan, al menos en teoría, consiste en hacerse de tarjetas de usuarios, y además, adquirir su clave secreta. La fase dos del plan operativo consiste en instalar el cajero en alguna zona de tránsito pesado. Un centro comercial resulta una elección perfecta. Esta operación deberá hacerse en horas mañaneras para no despertar sospecha alguna. Será conveniente adquirir un par de uniformes y rentar una panel debidamente rotulada a fin de dar la impresión de que se trata de empleados de alguna institución bancaria. Para tener mayor impacto puede incluirse una leyenda discreta en el cajero que diga “Estimados Usuarios: Se aceptan todo tipo de tarjetas. No se cobra comisión. Si usted posee una tarjeta de crédito no le cobraremos intereses sobre disposiciones en efectivo hasta Enero del 2015”. La fase tres, y última, consiste en darse vuelo con las tarjetas efectuando los retiros correspondientes. El plazo para cometer el delito es más que sobrado; 48 horas. En un buen día, usted podría hacerse de un centenar de tarjetas y de una verdadera fortuna. Aclaro finalmente, gracias a la juiciosa y oportuna recomendación de mi querida esposa, que si usted decide llevar a cabo el presente plan, se entiende que es bajo su propia y entera responsabilidad. Si todo falla, le sugiero que empiece a fumar; le será de gran utilidad considerando los largos años de condena que le esperan tras las rejas. ¡Buena suerte!
Saturday, July 16, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 12)
Capítulo 12 del micro-libro de Enricco Wizard. La verdad es que no entendí de qué se trata, porque supoingo que es un tema local de donde vivía, Tijuana. Si alguien tiene más luz sobre el particular, favor de escribirlo en el sitio de comentarios.
Pude al fin hacerle un jaque al Manolis
después de añales de no tocar una
maldita pieza de ajedrez. No fue un
ultimatum mortal pero me sentí ganador
durante toda la partida, aunque al final,
y solamente al final, ya en la última jugada,
me bendijo con un soberbio jaque mate.
El cero treintainueve
o
¡Sálvame Lassie!
Ya que hablamos de computadoras, hablemos también de números mágicos. Nadie sabrá, a ciencia cierta, quién o qué diablos era el cero treintainueve. Cuando Miky Laure haya pasado a la historia, y para muchos ya lo ha hecho, el misterio sobre el cero treitainueve permanecerá en el aire al igual que la sutil estela de gardenias silvestres que deja a su caminar Minerva, la secretaria de nuestro eficientísimo y aguerrido contralor, o como las huellas míticas de la chica de Ipanema que aún adornan las doradas arenas de alguna playa lejana. El famoso cero treintainueve bien pudo haber sido un taxi, un tranvía, un camión, un vagón del metro, una aeronave o vaya usted a saber que diantres era, pero el hecho relevante es que se la llevó. En un santiamén, la susodicha desapareció del mapa para no volver jamás. Se acaba la papa, se acaba el maíz, es claro que las cosas no han cambiado gran cosa. Nuestras canciones son ya de por si reveladoras. Hay quien se atreve a decir que si se cantaran al revés, esto es, del final hacia el principio, las canciones mexicanas revelarían una encantadora y apabullante historia en la que el personaje central, un tipo desdichado y tomador, después de resucitar a la vida, deja de repente la bebida en un acto de iluminación trascendental, despide de un tajo a la amante de años, a quien casualmente le triplica la edad, recupera a su mejor amigo, recupera también el empleo y una cuantiosa suma de dinero producto de una afortunada apuesta en la que se habrían jugado el orgullo y la vida, en ese orden de importancia. Para concluir, o más bien dicho, para empezar, nuestro personaje vuelve a casa al lado de su abnegada mujer e hijos. En toda esta historia, el revólver, el caballo y otras escenas campiranas son meros elementos pictóricos pero esenciales para el desarrollo de la trama y para acentuar el relato de lo que al final de cuentas es el terrible infortunio, en formato cantabile, de una típica familia a la mexicana. Ni al mismo Oscar Wilde se le hubiese ocurrido tan fantástico relato, que dicho sea de paso, en nuestra querida tierra, de relato no tiene el más mínimo asomo. Como dato curioso y de reflexión, me pregunto si en vez de cero treintainueve, la citada unidad de transporte, por llamarle de alguna manera, pudo haberse llamado treintainueve a secas. Tal vez el cero sea una pista reveladora. Cabe aquí otra reflexión, que viniendo de boca de un buen amigo, habré de otorgarle cierto crédito y lo dejo a mis lectores como una teoría más; el cero treintainueve era nada menos que un revólver de bolsillo y la fulana se suicidó. Salvo que Rintintín o Lassie den con una sólida pista que nos conduzca al meollo de tan intrincada polémica, la verdad es que tal vez el asunto jamás consiga esclarecerse, pero un asunto irrebatible es que la cosecha de mujeres nunca se acaba.
Friday, July 15, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 11)
Capítulo 11 del micro-libro de Enricco Wizard:
¿A quién se le habrá ocurrido ponerle
números al teléfono en vez de un
teclado de máquina de escribir en
versión miniatura? Hubiese sido
más sencillo que el “número” de
Cipriano Solís fuese simplemente
“CIPRIANO SOLIS” y punto. De paso
los señores de las páginas blancas y
amarillas hubiesen salvado una
millonada de árboles.
De paralelepípedos hiperconductores y secuencias ortogonales
o
A Chuchita la bolsearon
o
A Chuchita la bolsearon
La ciencia, además de ser un verdadero negocio (muy a pesar de las opiniones en contra de un cúmulo de investigadores mal pagados), se ha convertido en un nicho inpenetrable. Es verdad que hoy en día buena parte de los fisicos y astrónomos de nuestro país perciben salarios de miseria y se ven obligados a ejercer como maestrines de preparatoria abierta, reporteros o músicos. Dicho sea de paso; así de versátiles son nuestros hombres de ciencia. Resulta evidente que tales personajes han quedado fuera del esplendoroso negocio que encierra el quehacer científico. Al que bien le va en nuestro país tiene una beca vitalicia de CONACYT, otra de ANUIES y otra más del fondo revolvente de proyectos del Observatorio de San Pedro Martir. Con ambas se cubre algún sonado tema de investigación, por ejemplo, “Aplicaciones de la Baba de Nopal en su Fase Semigaseosa en Combinación con Nitrocloruro de Selenio en el Tratamiento de la Leucemia Temprana en la Hormiga Africana”, un tema que por cierto ya fue tratado hasta el cansancio y con inumerables variantes por medio centenar de antecesores. Nuestro citado personaje, si se jacta de citado, pertenece además al Club de Leones y al SNI, o como se llame hoy en día, porque es sabido que cada cierto tiempo cambia de nombre tan renombrada institución. A lo anterior habrá que adicionar el título de catedrático honorífico de la UNAM con una carga de materias equivalente a sesenta y tres horas diarias, ésto según se asienta en contrato, ya en la práctica, equivale a una hora de clases de cuarenta minutos cada tercer día con quince semanas de descanso al año y el consabido, por no decir religioso, año sabático. Finalmente, y esto se omite en todo currículum medianamente decente, el ya mencionado imparte un taller teórico-práctico de reparación de lavadoras los Domingos en Chapultepec y da clases en alguna secundaria o prepa nocturna. Sume usted todo lo anterior y después de impuestos, bonos más bonos menos, le alcanzará para adquirir, a precios actuales, exactamente siete kilogramos y tres cuartos de tortillas (sin papel) a la semana. Se preguntará usted. -¿Dónde está pues el pululante negocio?- Es muy sencillo, en la venta de proyectos tecnológicos a las paraestatales y ocasionalmente a la industria privada. La cosa funciona más o menos así: una empresa gubernamental, por ejemplo, la Secretaria de Protección a la Liebre Silvestre y Especies Menores, contrata a la Universidad Tecnológica de San Patricio el Chico. El proyecto consiste en el desarrollo de un sistema automático para alimentar a una colonia protegida de liebres. Se diseñan entonces los planos para construir un complejo artificio electro-mecánico controlado por computadora capaz de administrar el alimento en raciones controladas con una precisión de microgramos. El proyecto, originalmente concebido para ser completado en siete meses, dilata cuatro años a un costo tal que bien hubiese convenido importar liebres de la isla de Borneo, con lo cual se hubiese salvado a la especie. El proyecto queda suspendido el mismo día que muere la única liebre restante después de haber sobrevivido a tres intervenciones quirúrgicas practicadas por pasantes de la citada universidad como parte de un proyecto paralelo para incrementar la capacidad de reproducción del animalito. El prototipo del dispositivo en cuestión queda en eso, en prototipo, eso si, los planos son dignos de un museo de arte por su minucioso detalle y la calidad del papel empleado, el cual fue importado desde Palermo especialmente para el proyecto. Al final todos felices. La universidad obtuvo los necesitados fondos. Varios estudiantes consiguieron titularse como parte del programa de apoyo a la investigación y el valle de Amatizac consiguió deshacerse al fin de la peste de liebres. Por este heróico hecho, los agricultores de Amatizac hicieron un cuantioso donativo a la universidad, el que sirvió para la construcción de un flamante laboratorio de química, el cual, después de escaso un año, quedó convertido en cafetería por conflictos políticos de la propia universidad, todo en el mejor espíritu de evitar un conflicto aún mayor. Bien lo decía mi abuela: “Por mi raza hablará el espíritu”.
Thursday, July 14, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 10)
Décima entrega del micro-libro de Enricco Wizard:
Cómo olvidar Veracruz con sus palmeras
(borrachas de Sol). Aquellas tardes sofocantes
e interminables, el malecón, el zapateado
en Boca del Río, el café de la parroquia,
las bolas de tamarindo en Paso del Toro,
el carnaval, las nieves de mamey y
los riquísimos elotes con chile y limón.
Darwin dio certeramente en el clavo cuando
dijo que la vida dio comienzo en el mar.
Análisis, diseño, desarrollo e implementación
o
Patrañas, patrañas, patrañas y más patrañas
o
Patrañas, patrañas, patrañas y más patrañas
Algunas compañías suelen optar por diseñar el software en casa en vez de adquirir paquetes prefabricados para resolver sus necesidades de cómputo. Dichas compañías cuentan con un flamante equipo de ingenieros supuestamente capaces de resolver cualquier problema técnico y de modelar la operación hasta el punto en que ésta pueda ser automatizada por medio de un complejo sistema de cómputo. En esta ardua tarea participan empleados responsables de distintas áreas. Sobra decir que en la mayoría de los casos con diversos niveles culturales y profesionales, así como con intereses frecuentemente encontrados. Si a esto aunamos el que dichas tareas no nacen del deseo voluntarioso y espontáneo de participar en un proyecto, sino que más bien son delegadas por decreto quasi militar, no será difícil darnos cuenta de que nos hemos topado con una receta infalible para el fracaso. El director del proyecto en cuestión, un fulano de alto rango y con muchos años de servicio en la empresa y que sabe de programación lo mismo que yo sé de microcirugía del hipotálamo, girará una serie de instrucciones precisas con la misma soltura que un acróbata chino y echará a andar aquél monstruo de mil cabezas en un santiamén. En aquella complejidad, las posibilidades de acertar a la solución óptima se verán dramáticamente reducidas, tanto que resultaría harto más sencillo atinar a la combinación correcta del super lotto de Texas. Aún así, el proyecto avanzará por un sendero inescrutable y ya sin posibilidades de retorno. Después de haber gastado lo que jamás se soñó presupuestar y después de varias noches de insomnio y otras tantas vacaciones truncadas, todos estarán entonces convencidos de que la mejor alternativa de solución es comprar de una vez por todas el paquete aquél al que todo mundo lanzó maldiciones y críticas malintencionadas con argumentos desafiantes y a prueba de todo rigor científico. Habrá incluso más de un atrevido que en un arranque de inspiración ponga en tela de juicio la necesidad de modificar el procedimiento actual y solicite la cancelación inmediata del proyecto de desarrollo así como la anulación de la orden de compra. Hasta el más insensato sería un imbécil de no apoyar tan brillante iniciativa. Estando así las cosas todo mundo sentirá que le ha hecho un gran favor a la empresa al evitar la posible implementación de un sistema que hubiese costado una verdadera fortuna en consultores y adendos. Viéndolo del lado amable, la decisión de no hacer nada es posiblemente la más inteligente de las soluciones por la simple razón de que resulta una tarea humanamente imposible la de sincronizar a un grupo tan disímbolo de incapacitados mentales. La presión de la dirección puede ser tal que finalmente se decida por continuar con el desarrollo del programa sin escatimar en recursos. Al final se tendrá entonces un fabuloso sistema con la más alta tecnología disponible en el mercado, una combinación de dos o hasta tres paquetes comprados con pegostes de código fabricado en casa y una serie de procedimientos manuales altamente ineficientes pero funcionales al fin. Un sistema que sólo unos cuantos descorazonados utilizarán y que lo harán no tanto por gusto sino por complacer a sus superiores y al director de la empresa, precursor de la idea original, quien eventualmente los premiará por su empeño y tenacidad. Este último personaje estará plenamente convencido de que ha encontrado, sin habérselo propuesto siquiera, la piedra filosofal. Al final de la historia la empresa habrá triplicado su tamaño y salvado la bancarrota gracias a la pericia de su equipo de contadores, conocidos expertos en triquiñuelas fiscales, y lo más importante, todos tendrán empleo asegurado.
Wednesday, July 13, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 9)
Siguiente capítulo dle micro-libro de Enricco Wizard:
Lo tengo por cierto que no lo escribió Cervantes,
pero en aquél momento íntimo, la frase
garabateada en la puerta del baño (del aeropuerto)
me pareció cautivadora. Decía más o menos así:
“Que cin sillo enamorarse de ti”. Enmarcadas
en un corazón las iniciales A y G. En letras
más burdas y sobre el mensaje anterior también
podía leerse: “Pendejos”.
Instalando software legal
o
Hay una mujer divina en tu vida
o
Hay una mujer divina en tu vida
Posiblemente, el título más apropiado para este segmento hubiese sido “Instalando Software Ilegal”, pero dáse el caso de que el software ilegal es tan popular que ya no es noticia alguna, y la práctica, ampliamente difundida, de fusilarse o piratearse el software se ejerce impunemente desde hace varios años. Es casi un hecho inaudito el que alguien adquiera un paquete nuevecito con todo y manuales y tarjeta de registro. Los discos ilegales se canjean como si fuesen canicas y la fiebre se desata cuando se trata de copiar el software más reciente. Se convierte pues en cuestión de orgullo el poder jactarse de que se cuenta con la última versión, debidamente pirateada, de Autocad, la cual consiguió copiarse en 27 discos sobre los que previamente se había copiado la versión Deluxe del calendario virtual de la Trevi, en su momento, la mujer más hermosa del planeta. Lástima que dicho momento de hermosura haya durado apenas un par de minutos. Los más habilidosos dominan la moderna técnica del quemado de discos compactos, extendiendo sus tentáculos a la copia ilegal de discos de audio, usualmente de Luismi o Tatiana, otra hermosa, ya que son los artistas más comercializables. Dicho sea de paso, efectuada la ilegal copia del Autocad, las fotocopias de los manuales serán elegantemente engargoladas, para lo cual seguramente se utilizarán unas vistosas portadas con motivos de Dilbert. Lo más probable es que el fraudulento sujeto jamás se interese por utilizar el recién adquirido software, pues es un hecho de que apenas dos de cada diez programas pirateados llegan, en la práctica, a ser utilizados de manera más o menos eficiente. El deporte del intercambio de software es el que mantiene esta vulgar tendencia y la gente seguirá copiando con el único fin de conseguir el software que realmente le interesa por la vía del trueque. La analogía de las canicas se aplica casi en forma transparente. Nuestro preferido es un gallito con destellos violáceos, y en segundo sitio, una catota color plomo. Las demás canicas, con toda su innegable belleza y rotunda perfección, son meramente parte del inventario canjeable. En esta historia, no menos verídica, siempre habrá un pedante que se negará a compartir copias de sus flamantes programas. El mal afamado fulano no sólo se negará sino que nos echará en cara nuestra nefasta actitud tachándonos de retrógradas, y si bien nos va, satirizando nuestra pose de tecnócratas frustrados. Con sus gestos afeminados se negará a cedernos siquiera un vistazo al reluciente manual el cual conservará herméticamente cerrado en el celofán original para evitar así tentaciones. Pero la vida, siempre benévola e impredecible, se encarga de corregir tales entuertos de una u otra forma. A la terrible Marifer, la más divina de las divinas, un día habrá de ocurrírsele que necesita, en calidad de asunto de vida o muerte, una copia de aquél programa de recetas interactivas a fin de preparar una suculenta tarta de manzanas verdes. El insípido fulano se negará al principio, pero todo mundo sabe que la conjunción de los ojos de Marifer y su etéreo acento amielado son una arma letal equiparable a los tóxicos químicos del señor Hussein. En un sutil parpadeo, el imbécil, por usar un adjetivo amable, cederá hasta el blancor de los dientes con el exclusivo pretexto de tener derecho a una rebanada de la tarta que Marifer habrá de confeccionar con esmero y ahínco, por usar una frasesucha trillada. El pretexto, ya de por si inverosímil, será el menor de los inconvenientes para Marifer pues ella sabe que su interlocutor se desangra ya con la puñalada de su aliento de musa cachanilla (aclaro lo anterior para que no exista confusión alguna con las musas griegas; esas son pura fantasía). El imbécil no sólo se dará a la tarea de hacer las copias él mismo, tarea que se extenderá hasta altas horas de la noche, sino que se empeñará en fabricar, una a una y en un perfecto estilo caligráfico a la usanza gótica renacentista, las correspondientes etiquetas. Esgrimidas finísimamente así a pulso vil, este artesanal detalle, de mal gusto a los ojos de la dulcísima musa, será pretexto suficiente para que toda ella finja demencia en cuanto a su ofrecimiento original de obsequiar la prometida porción del postre manzanero. La causa, en apariencia un acto inofensivo y bien intencionado, suele ofender a las más guapas, pues es bien sabido que toda mujer bella tiene una caligrafía por demás horripilante, por lo que cualesquier asomo de insinuación debe evitarse a toda costa. Toda comunicación escrita con las interfectas debe hacerse preferentemente por medio de signos y dibujitos tirándole, de ser posible, a lo “naive”. Ello explica la grandeza de la civilización egipcia y la ancenstral belleza de sus esplendorosas mujeres, por demás diestras en la práctica de la notación jeroglífica. El sentido común nos indica pues que toda copia ilegal deberá numerarse en maya, tal es el camino sugerido antes que inscribir garabatos en latín que pudiesen revelar una perfección arquitectónica en los trazos que sólo serviría para herir susceptibilidades, asunto harto complicado, más aún que las infames copias ilegales.
Monday, July 11, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 7)
Séptima entrega del micro-libro de Enricco Wizard:
Error garrafal e imperdonable este de
los chinos el no habérseles ocurrido
inventar las tortillas. Esta inteligente
observación se la debemos a Ignacia,
la chica que nos ayuda con el aseo
en casa, pues en ocasión de su cumpleaños
la invitamos a comer un suculento Choy
Suey. Cuando después de varios minutos vimos
que la jovencita no probaba alimento, y al cuestionarla
sobre el asunto, la ilusa respondió:
-¿Pos a que hora traen las tortillas seño Catalina?-.
El teorema del hot cake
o
Un buen arroz a la mexicana
En mi vida profesional, que poco ha tenido de profesional, me he topado con innumerables personajes del medio cibernético. La gama va desde individuos que son expertos en asuntos harto complejos, por ejemplo, cuestiones relacionadas con sistemas de control en tiempo real utilizando microprocesadores y lenguaje ensamblador hasta verdaderos charlatanes. En honor a la verdad hay que decir que los segundos no son menos habilidosos pues consiguen venderle a más de un incauto, y a precio de oro molido, los citados sistemas que fueron diseñados por los expertos en algún sueño de opio siendo que la solución al problema era tan simple que no requería de un sistema de tan soberbia complejidad. Esto es tanto como prepararse un suculento chorizo toluqueño con aceite de oliva. Los charlatanes, sin embargo, son los principales impulsores del avance tecnológico. Su labor es similar a la de los vendedores de autos sin cuyo empuje la industria automotriz hubiese desaparecido en el precámbrico. Situaciones como la planteada anteriormente propician aberraciones, o como dicen en mi pueblo, en ocasiones sale más caro el caldo que las albóndigas. Por algún extraño motivo, los programadores más talentosos que he conocido son personas cuya formación académica tiene poco o nada que ver con el ámbito computacional. Esto viene a colación ya que refuerza la idea generalizada de que la programación es en realidad un arte manual que se transfiere de generación en generación. Esto explica la inusitada similitud entre el perfil del programador y el del plomero. En ambos casos se requiere de un peculiar talento negociador y su ingenio creador es irrefutable. El programador innato hace el trabajo de la Malinche, en el sentido de que tiene que hacer de traductor de ideas y conceptos que finalmente se aterrizan y convierten en instrucciones precisas, concretas y legibles para la torpe máquina procesadora. Baste decir que las ideas abstractas son de poca utilidad cuando no encuentran una aplicación práctica y es justo en dicho proceso transformador que la técnica y el arte se conjugan para dar como resultado obras, que si bien no son grandiosas desde una perspectiva artística, satisfacen necesidades humanas prioritarias que nada tienen que ver con lo intelectual. La taza de baño es un burdo ejemplo de tal aseveración. El ingrediente principal de cualquier programa es pues el fulano que está detrás del teclado y que posee el talento suficiente para diseñar un sistema cuya operación resulte tan simple e intuitiva que hasta un contador pueda manejarlo. Es imperativo aclarar que no tengo nada personal en contra de los contadores, por el contrario, de todas las profesiones, son los tipos más ordenados que conozco. En lo particular, a mi contador, jamás de los jamases se le pasó cobrarme la iguala mensual. Asumo que el tipo era bastante ordenado o era un patán bien hecho. Volviendo a los programas, éstos, además de funcionales, deben tener una especie de chispa divina. Cualquier persona que haya hecho cola en una tortillería moderna, esto es, de las mecanizadas, sabrá que la masa tiene que estar a punto o las tortillas simplemente no se cocerán correctamente. No es casualidad que lo mismo se aplique a los programas de cómputo y a las instalaciones de plomería. Escribir un buen programa es tan fácil o tan dificil, según quiera verse, como preparar un buen arroz a la mexicana. No cualquiera posee el talento para hacerlo bien, y mucho menos para hacerlo bien la primera vez. Es aquí donde nos persigue el prejuicio de darnos por vencidos a la primera vuelta. ¿Quién nos dice que al segundo intento no tendremos éxito? Aquí aplica también el teorema del Hot Cake aplicado al desarrollo de programas y que reza, a saber, que el primero nunca sale bien.
Saturday, July 09, 2011
De Cibernética y Seudo-cibernautas Urbanos (capítulo 5)
Jacinto murió por la fuerza inaudita de su propio revólver
automático, un 45 super especial. Como mudo testigo las
meninas de Velázquez, único cuadro que adornaba el cuartucho
donde tras dos golpes de sangre feneció el buen Jacinto.
Fue un accidente de lo más ridículo, y no me refiero a la muerte
de Jacinto, sino a la cadena perpetua que bajo sentencia unánime
le echaron a cuestas a su mejor amigo y compadre Luis Emilio
Guajardo, y todo porque las meninas decidieron no abrir el pico.
(libre adaptación de un relato de García Lorca)
La PC vs el mainframe
o
De chile, de dulce y de manteca
o
De chile, de dulce y de manteca
Primero fueron las cuentas de obsidiana, después los ábacos, y después, súbitamente, la pista perdióse por y para siempre. Hoy en día existen cientos de modelos de computadoras. Cada una de ellas cubre un mercado específico pero en esencia su función es prácticamente la misma, la de almacenar información, clasificarla y escupir toneladas de información en forma de reportes, sean éstos impresos o de otra índole. Dicho de otra manera, nada que esté fuera de las posibilidades de una eficiente secretaria, con la única desventaja de que a María Fernanda de vez en cuando se le corren las medias. Contrariamente a lo que pudiese pensarse primero se dieron los dinosaurios computacionales. Eran éstas máquinas de enormes dimensiones y la razón es por demás simple; novedosas técnicas de manufactura, cada vez más sofisticadas, han ido permitiendo la fabricación de dispositivos que tienden a ser más pequeños y eficientes, y por virtud de su comercialización masiva, más económicos. Un beneficio colateral es que nuestra conocimientos en geografía se ven favorecidos pues ya no nos causa sorpresa ver leyendas que dicen: "Made in Malasya" o "Assembled in Singapour". A diferencia de sus antecesoras, las computadoras modernas utilizan diminutos circuitos de Silicio, un abundante elemento que se encuentra en la tierra. Dicho de otro modo, sin proponérnoslo, hemos regresado a la edad de piedra. Aún así, el avance en todas las ramas de la ciencia es a todas luces irrefutable e incontenible. Ya no nos asombra pues que el sobrinito tenga un reloj que le permita almacenar un chorizo de nombres y teléfonos. Hace apenas unos años esta hazaña tecnológica era apenas un sueño guajiro en la imaginación de unos cuantos iniciados. En apenas un puñado de años la tecnología nos ha invadido de los pies a la cabeza. La TV a colores, sólo por citar un ejemplo, se nos antoja algo tan cotidiano como un rechoncho rábano. Así es, en lo que se refiere a computadoras modernas, las hay de chile y de dulce. La única diferencia entre un modelo y otro está en el número de ingenieros de soporte que habrán de visitarnos regularmente. Cuando se adquiere un sistema corporativo, que aquí en confianza es otra manera de decir "costosísimo", usualmente se firma un contrato de servicio que incluye visitas periódicas de personal especializado, cosa que no ocurre cuando usted adquiere una computadora personal, que por cierto hoy en día puede usted adquirir por un par de dólares adicionales en la compra de un "dinner combo deal" en cualquier McDonalds. Los ingenieros de soporte son usualmente personas muy atentas, corteses y hasta bonachones que están siempre con la mejor disposición de ayudarnos a resolver algún problema que por lo regular no se encuentra documentado en ningún manual. En ocasiones, sin embargo, y esta es la excepción a la regla, la solución al problema se menciona en un párrafo aislado de un capítulo que nada tiene que ver con el asunto en cuestión y que pertenece a un apéndice que fue publicado seis meses después a la publicación de los cincuenta y nueve tomos originales. Tal cantidad de mamotretos no los iguala ni la enciclopedia británica. Es pues un negocio redondo si se recuerda que en realidad compramos apenas un minúsculo pedazo de tierra.
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