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martes, 22 de noviembre de 2016

El Gavilán (Accipiter nisus) Aves de nuestro entorno XV


Era por la tarde. Hacía mucho calor. Pero era el momento de hacer lo que se pretendía. A ser posible, fotografiar el gavilán, donde se decía que acudía a beber y bañarse. Y con esa intención e ilusión, sin que importara el calor, que como he dicho, no era poco.


Después de pasar más de dos horas de temperaturas bastantes altas, el gavilán, no ajeno a la elevada temperatura, decidió acercarse al lugar que tenemos destinado para tal menester, como otras aves que acuden a refrescarse y alimentarse.


Es un pájaro que pasa bastante desapercibido por variadas razones fácilmente  comprensibles. De ello depende su éxito y supervivencia. 


Se alimenta principalmente de pequeñas aves, de ahí que se le considere un ornitófago por excelencia. Es muy parecido al azor, de ahí que para los no muy avezados, sea fácilmente confundible con frecuencia. El macho es de tamaño algo más pequeño que la hembra.


Tiene unos ojos que impresionan y una vista que todavía  impresiona más, así como un vuelo rápido que sobrecoge por la velocidad con la que hace pasadas para capturar sus presas.


 He presenciado en más de una ocasión con qué precisión realiza estas acciones. Cuando se decide por una presa, pocas veces sale sin éxito, sobre todo si son pajarillos. Puede parecer cruel, pero la naturaleza se regula perfectamente siempre que el hombre no intervenga.

Si fuera ornitólogo podría decir muchas más cosas pero mi ignorancia me imposibilita hablar con conocimiento de causa.

                                                              José L. Sanmiguel.

Información: Toni Polo (SVO)
Maquetación: Rafa Casaña

martes, 2 de agosto de 2016

Los Escribanos AVES DE NUESTRO ENTORNO XIV




Existe una gran variedad de escribanos (género Emberiza), todos ellos repartidos por Europa. Son pajarillos muy diversos, aunque la mayoría de ellos (especialmente las hembras y juveniles), parecidos en su plumaje, pero con detalles muy diferentes cuando nos fijamos con atención. 



Son tantas especies las que existen de escribanos que enumerarlas todas no es objeto de esta pequeña reseña. No obstante, citaremos al menos los que pueden encontrarse en la Comunidad Valenciana, que son 4 especies: soteño (Emberiza cirlus), montesino (Emberiza cia), hortelano (Emberiza hortulana) y triguero (Emberiza calandra). En invierno puede encontrarse también, aunque de forma muy escasa, al escribano cerillo (Emberiza citrinella).


Me parecen pájaros confiados, a pesar de que no se ven con facilidad, de no preparar aguardos donde ponerles comida y agua. Se alimentan de insectos y semillas. Les gusta mucho bañarse como a la mayoría de avecillas, no importado lo fría que esté el agua, y emplean un buen rato en acicalarse, seguramente para eliminar parásitos y suciedad.


En Valencia se instalan principalmente en las comarcas de interior con presencia de bosques, cultivos de secano, y donde la temperatura es mas fría. 
En cotas bajas no los he visto, aunque al menos el soteño es un habitante escaso de los naranjales costeros y prelitorales.
Los escribanos soteño, montesino y triguero son residentes, aunque una parte de la población puede realizar pequeños movimientos transhumantes en invierno que los llevan a zonas forestales y de cultivo algo más próximas a la costa. 


Por su parte, el escribano hortelano es estival y en otoño emprende una auténtica migración hasta alcanzar el centro de África, donde pasa el invierno. Su canto es reducido y particular, con variaciones dependiendo de cada especie.
Como todas las avecillas, los escribanos desempeñan un papel importante en la Naturaleza, consumiendo insectos que podrían convertirse en plagas. Por lo tanto, es necesario concienciarse y darles el respeto que se merecen para favorecer su conservación. 
                                                                                               
                                                        José L. Sanmiguel.


Fuentes: Toni Polo
Maquetacaión: J. R. Casaña


lunes, 25 de enero de 2016

EL ACENTOR COMUN AVES DE NUESTRO ENTORNO (XIII)


El acentor común (Prunella modularis) es un ave que no se reproduce en nuestro entorno. Sin embargo, en invierno llega un importante contingente de aves procedentes de Centroeuropa a pasar el invierno a nuestra región.


Por lo tanto, el acentor común es muy frecuente durante el invierno en nuestras montañas, principalmente en zonas de matorral y bosque, donde se alimenta de los frutos y bayas de distintas especies de arbustos mediterráneos.


Su plumaje no es nada destacado, de un color pardo acastañado con la garganta color pizarra y el pico fino. Su aspecto es apagado y poco llamativo pudiendo fácilmente confundirse con el gorrión común.

El canto es un gorjeo rápido, agudo, plano y monocorde.


Se alimenta en torno a arbustos entre la maleza picoteando pequeños insectos y semillas aunque también acude a zonas menos naturalizadas como parques a comer migas de pan y restos de comida.


Vive sobre todo en tierra, deslizándose entre la densa vegetación de los matorrales, matas de aulaga y claros de maleza.


Se pone al descubierto principalmente para alimentarse o beber.

Como curiosidad, este pájaro es una de las victimas favoritas del cuco, que lo parasita con frecuencia.


Salvador Viadel

Colaboradores: Toni Polo y J. R. Casaña

lunes, 28 de diciembre de 2015

Las Currucas AVES DE NUESTRO ENTORNO (XII)


Las currucas. Pajarillos simpáticos, vivaces de movimiento. Muy difíciles de ver, pero cuando se adquiere práctica sobre cuáles son los lugares donde habitan y por los que se mueven, no resultan tan difíciles de localizar.


Se hacen notar por sus reclamos en cuanto se les invade su territorio.

Protestan con diferentes sonidos que aumentan o disminuyen en intensidad según consideran que peligra su seguridad o su lugar de habitabilidad.


Este suele ser  como un “tic, tic” repetido, acompañado de más sonidos parecidos. Su canto con sonidos variados, dulces, y discretos, estos son agradables a la vez al oído.


Hay bastantes especies de currucas. Describirlas a todas en sus costumbres creo que corresponde a los expertos ornitólogos, o consultando libros destinados a dar a conocer a estos alegres pajarillos y a otros muchos más.


Pero voy a nombrar las que podemos encontrar en la Península Ibérica, las cuales he consultado en una enciclopedia: curruca cabecinegra, rabilarga, carrasqueña, mirlona, capirotada, mosquitera y zarcera.


Por sus rápidos movimientos, resulta complicado hacerles fotos, pues están poco tiempo posadas en el mismo sitio.

Resulta más fácil si se habilitan lugares para fotografiarlas, poniendo comida y agua. Les encanta retozar y bañarse en pequeñas charcas de poca profundidad, y cuando lo han hecho, se acicalan eliminando el agua y suciedad de su plumaje con mucha delicadeza.


Son pajarillos que merecen mucho respeto y tienen una gran importancia en el ecosistema. Su alimentación, muchas veces a base de insectos, nos libra de muchos problemas que nos ocasionarían en caso de no existir estos maravillosos pájaros.

                                                                      José L. Sanmiguel.

Colaboradores
Toni Polo
J. R. Casaña

martes, 20 de octubre de 2015

Chotacabras pardo o Cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis) AVES DE NUESTRO ENTORNO



El chotacabras es uno de los muchos pájaros que con su aparición en nuestras tierras desde la lejana África nos anuncia la llegada del buen tiempo.


Es un ave de hábitos principalmente nocturnos.   Se le puede ver a últimas horas de la tarde acudir en grupos a las zonas de caza donde se alimenta  de insectos  que atrapa en vuelo con su gran boca abierta.


Durante el día son casi invisibles permaneciendo quietos en el suelo o posados a lo largo de las ramas de arbustos cercanas al mismo raramente de forma cruzada.  De esta forma a cierta distancia las marcas de sus plumas y colorido los asemejan a hojas secas haciendo muy difícil su localización.

A la hora de reproducirse no hace nido propiamente dicho sino que hace la puesta sobre el suelo en un pequeño hueco y siempre ( por lo menos en esta zona) debajo de los árboles ( naranjos, garroferas) relativamente cercanos al tronco y mimetizados con la hojarasca.


Esta ave confía tanto en su camuflaje que permite acercamientos inverosímiles hasta el punto que casi lo puedes tocar antes de salir volando.  Si se le molesta cuando esta incubando cuando regresa al nido después de un tiempo agarra el huevo con la boca y se lo lleva a otro lado dificultando enormemente el volver a localizarlo.


Su clasificación nos dice que es  de la familia Caprimulgidae, su longitud oscila entre los  24 a 28 cm, siendo su envergadura entre 52 a 59 cm.

Es el mayor representante del género Caprimulgus en Europa, su mimetización con su entorno es una de sus características. 


Un rasgo identificativo es la posesión de una banda de color herrumbre que, a modo de collar, se extiende por la garganta y el pecho.

Su sonido característico es un canto disilábico, muy sonoro, repetitivo y audible a gran distancia, semejante a un kiotoc-kiotoc-kiotoc aparentemente electrónico. La hembra realiza un ronco tsche-tsche-tsche.



Su presencia en España discurre entre los meses de Abril a Octubre.


Salvador Viadel
Fuentes: Toni Polo Aparisi.
http://www.seo.org/ave/chotacabras-cuellirrojo/
Maquetación:  Rafa Casaña

viernes, 20 de marzo de 2015

El mirlo común (Turdus merula) AVES DE NUESTRO ENTORNO (IX)


 El mirlo o merla como se le conoce por aquí es un ave que parece tolerar bastante bien la presencia humana sin llegar a depender de nosotros como sucede con los gorriones.


Rara vez se la ve volando a cielo abierto, siempre buscando refugio en la espesura de los matorrales.

Cuando se aproxima al bebedero siempre viene andando o a saltitos apareciendo entre la espesura, bebe a sorbos rápidos alternando con levantamientos de cabeza a controlar lo que sucede a su alrededor desapareciendo rápidamente a la mínima.

 La hembra presenta unos colores marrones o pardos bastante apagados a diferencia del macho que tiene un color negro intenso,  el pico color amarillo y un círculo alrededor de los ojos también amarillo.


 Aparentemente tolera bastante bien las nuevas prácticas agrícolas de la zona pues se ve en los campos de naranjos, anidando en los mismos frecuentemente.

Salvador Viadel.


Es un pájaro muy reconocible por su color y también por su abundancia  por estos lares. Pedralba. Te lo encuentras por arboledas como en los naranjos, cerca del río y en los sitios menos esperados. Tiene una forma particular de llamar la atención cuando cree que hay algún peligro. Poniendo distancia de donde considera que este existe.

El macho de color negro, con un pico amarillo anaranjado y un círculo alrededor de los ojos del mismo color,  se diferencia de la hembra que esta tiene ojos y pico negros, unas franjas en el pecho en “forma” de espiga verticales,  con interrupciones de color  de un negro menos acusado.


Se alimenta de insectos, caracoles, lombrices y frutas.
Tiene un gran dominio de su  vuelo que es rápido y ágil, parece que te mira cuando se ahuyenta.

Hace un nido grande con una mezcla de barro y ramitas no muy elaborado, pero consistente, pues perdura bastante tiempo en donde lo ubica. Es bastante esquivo y desconfiado, lo demuestra de diferentes maneras,  una de ellas es que abandona el nido construido por el menor motivo. Sin embargo en otros lugares no lo es tanto, solo depende por la forma en que  se le trata, en Francia se comporta más relajado y se comprende el porqué.


Sus huevos son azules con motas negras de un “considerado” tamaño. He contado cinco o más en algunas ocasiones.

Tiene un canto variado en el momento de celo que resulta agradable por el sonido suave y melodioso, que no se parece en nada cuando huye de lo que considera un peligro.

 Creo que como otros pájaros, hay que respetarlo por la gran labor que realiza de limpieza de insectos nocivos. No pase como en China que eliminaron a los Gorriones por que se comían el trigo y después tuvieron que importarlos porque los insectos se hacían insoportables.
                                                                                      José L. Sanmiguel.


Se trata de una ave relativamente grande, que no tiene excesivos problemas en su distribución, no siendo una ave especialmente amenazada.

Se distribuye por Europa, Asia y África del Norte, se introdujo en Australia, Nueva Zelanda y América del Sur, según la latitud en que reside puede ser migratorio o sedentario.


Sus lugares de anidación van desde parques y jardines a bosques, su alimentación es omnívora, prioritariamente insectos, son grandes comedores de gusanos, frutas y aceitunas. Muy excepcionalmente se pueden alimentar de renacuajos, pequeños anfibios y lagartijas.

Según la estación y las subespecies el colorido el colorido negro puede variar a marrón oscuro, algunas subespecies de Ceilán e India, el plumaje deriva a un marrón azulado.


Los juveniles tienen un plumaje marrón grisáceo similar al de las hembras, pero manchado de color beige en el pecho y en la parte inferior del cuerpo. Entre ellos también varían los tonos de marrón de un individuo a otro; los más oscuros se piensa que son machos. El plumaje juvenil dura hasta la primera muda, entre agosto y octubre.

Puede darse casos de albinismo parcial de una forma infrecuente, aunque suele ser por problemas genéticos.

Son muy territoriales, marcan su terreno el macho durante el primer año de existencia. En la época de anidación no permite intrusos, solamente su pareja.


Avisa la presencia de depredadores con un canto especial, que repite.
Es monógamo y efectúa una danza hasta que la hembra lo acepta, solamente se separa, si hay baja tasa de éxito en la reproducción.

Empiezan a poner huevos en Marzo, poniendo de dos a seis huevos, aunque lo normal son cuatro, de color azul verdoso con manchas.

La incubación que hace la hembra suele durar entre doce o catorce días antes de la eclosión. La limpieza y el cuidado de los polluelos corre a cargo de la pareja.

Durante los primeros 30 días de la vida de los polluelos son potencialmente muy vulnerables. De los diez a los diecinueve ya empiezan a abandonar el nido.

Pueden reproducirse al cabo de un año, cuando tienen su propio territorio.
Las referencias al mirlo común son muy antiguas Aristóteles ya hacía referencia a el Libro de los animales.

Salvador Viadel
José Luis Sanmiguel
Toni Polo
Carlos Mico
Maquetación: J. R. Casaña

sábado, 8 de noviembre de 2014

El Herrerillo Capuchino (Lophophanes cristatus) AVES DE NUESTRO ENTORNO (VIII)


Este pequeño pajarillo que habita en nuestros bosques tiene una apariencia inconfundible, gracias sobre todo a su característica cresta triangular y apuntada de plumas blancas y negras que pliega y despliega a voluntad.

Su cara también es un característico juego de bandas blancas y negras.

El dorso, las alas y la cola son de color pardo oscuro que contrasta con los flancos, el pecho y el vientre de un tono gris- canela muy apagado.


Suele anidar en oquedades de los troncos, aceptando con facilidad cualquier nido artificial que reúna un mínimo de condiciones.

  Es un ave sumamente inquieta lo que dificulta enormemente su fotografía.

  Esta es un ave sumamente salvaje y afortunadamente no es apreciada ni por su canto ni por su valor gastronómico  por lo que no es objeto de caza o capturas de manera intencionada.
Salvador Viadel


Nunca había visto a este simpático pajarillo. Pero hace un tiempo lo conocí y quedé impresionado por sus encantos qué con tanto interés, oculta para protegerse.  Pasa bastante inadvertido  por sus costumbres de estar casi siempre entre los árboles buscando alimento y al mismo tiempo intentar no ser visto a miradas que le pueden ocasionar problemas en su seguridad ante cualquier enemigo.

Es de talla menuda, muy rápido y de movimientos precisos, de mirada vivaz, y yo diría que inteligente.

Sus ojos  pardo rojizos le dan más viveza a su expresión de pajarillo de aspecto simpático. A pesar de estas condiciones me parece bastante confiado cuando no detecta peligro, pues acude a posaderos artificiales si se le pone comida en momentos invernales cuando ésta escasea.


Suele aceptar nidos artificiales para su reproducción. Permite acercarse bastante al mismo, en los momentos de alimentar a su prole, lo que resulta interesante para poder fotografiarlo con cierta “facilidad” no exenta de dificultades, por su rapidez de movimientos.

Tiene un plumaje que predomina el marrón en diferentes tonos, con zonas y franjas en el cuello y en la cabeza de color negro.
Lo más llamativo de su plumaje es una cresta en la parte posterior de la cabeza que le hace inconfundible a la vez que gracioso.

Se alimenta de diferentes insectos, semillas y arañas.
Un pajarillo que como todos, debemos proteger y conservar.

                    José L. Sanmiguel.


Pequeña ave insectívora muy localizable por su cresta de plumas vistosas.

Su hábitat natural suele ser los bosques de coníferas, encinares y bosques frondosos, habitual y residente en la Península Ibérica.


Gran parte de Europa lo alberga de los Urales a Escandinavia y la Península Ibérica.

En las depresiones grandes y en las zonas desérticas o semidesérticas es muy escaso. Tampoco se encuentra en los dos archipiélagos. 


En Portugal y España se encuentran dos subespecies: en el centro y norte peninsular mitratus  y en la parte suroccidental weigoldi, algo más oscura y pequeña que la otra.

En las Islas Británicas se reduce su presencia a bosques de Escocia, donde es residente y no migratorio.

Bastante sedentario, aguanta en zonas altas si no hay muchos temporales invernales. Su población en España se sitúa entre 860.000 y 1.5 millones de parejas, según los datos del Atlas de las Aves Reproductoras de España (2003).


En el año 2000 el cálculo de población en Europa se estimaba entre 4,1 a 17 millones de parejas. La mayor población se mantiene en Galicia, Pais Vasco y Cataluña, bosques del Sistema Ibérico, Montes de Toledo, Sierra Morena, Levante y Murcia.


Su canto es similar al habla con un constante zee, zee, zee.

Antes se le atribuía el género Parus, pero ahora se le incluye en Lophophanes.


Es una especie forestal beneficiosa para el hombre y los bosques debido al control que ejerce sobre las plagas forestales, incluyendo la procesionaria del pino, de cuyas larvas se alimenta. De ahí que sea importante el favorecerla mediante la instalación de cajas anideras.


Imágenes:
Salvador Viadel y José Luis Sanmiguel
Fuentes:
Toni Polo
Carlos Micó
http://www.seo.org/ave/herrerillo-capuchino/
http://es.wikipedia.org/wiki/Lophophanes_cristatus
Maquetación:
Rafa Casaña.