El
mirlo o merla como se le conoce por aquí es un ave que parece tolerar bastante
bien la presencia humana sin llegar a depender de nosotros como sucede con los
gorriones.
Rara
vez se la ve volando a cielo abierto, siempre buscando refugio en la espesura
de los matorrales.
Cuando
se aproxima al bebedero siempre viene andando o a saltitos apareciendo entre la
espesura, bebe a sorbos rápidos alternando con
levantamientos de cabeza a controlar lo que sucede a su alrededor
desapareciendo rápidamente a la mínima.
La hembra presenta unos colores marrones o
pardos bastante apagados a diferencia del macho que tiene un color negro
intenso, el pico color amarillo y un círculo
alrededor de los ojos también amarillo.
Aparentemente tolera bastante bien las nuevas
prácticas agrícolas de la zona pues se ve en los campos de naranjos, anidando
en los mismos frecuentemente.
Salvador Viadel.
Es un pájaro muy
reconocible por su color y también por su abundancia por estos lares. Pedralba. Te lo encuentras
por arboledas como en los naranjos, cerca del río y en los sitios menos
esperados. Tiene una forma particular de llamar la atención cuando cree que hay
algún peligro. Poniendo distancia de donde considera que este existe.
El macho de color negro,
con un pico amarillo anaranjado y un círculo alrededor de los ojos del mismo
color, se diferencia de la hembra que
esta tiene ojos y pico negros, unas franjas en el pecho en “forma” de espiga
verticales, con interrupciones de
color de un negro menos acusado.
Se alimenta de insectos,
caracoles, lombrices y frutas.
Tiene un gran dominio de
su vuelo que es rápido y ágil, parece que
te mira cuando se ahuyenta.
Hace un nido grande con
una mezcla de barro y ramitas no muy elaborado, pero consistente, pues perdura
bastante tiempo en donde lo ubica. Es bastante esquivo y desconfiado, lo
demuestra de diferentes maneras, una de
ellas es que abandona el nido construido por el menor motivo. Sin embargo en
otros lugares no lo es tanto, solo depende por la forma en que se le trata, en Francia se comporta más
relajado y se comprende el porqué.
Sus huevos son azules con
motas negras de un “considerado” tamaño. He contado cinco o más en algunas
ocasiones.
Tiene un canto variado en
el momento de celo que resulta agradable por el sonido suave y melodioso, que
no se parece en nada cuando huye de lo que considera un peligro.
Creo que como otros pájaros, hay que
respetarlo por la gran labor que realiza de limpieza de insectos nocivos. No
pase como en China que eliminaron a los Gorriones por que se comían el trigo y
después tuvieron que importarlos porque los insectos se hacían insoportables.
José
L. Sanmiguel.
Se trata de una ave
relativamente grande, que no tiene excesivos problemas en su distribución, no
siendo una ave especialmente amenazada.
Se distribuye por Europa,
Asia y África del Norte, se introdujo en Australia, Nueva Zelanda y América del
Sur, según la latitud en que reside puede ser migratorio o sedentario.
Sus lugares de anidación
van desde parques y jardines a bosques, su alimentación es omnívora,
prioritariamente insectos, son grandes comedores de gusanos, frutas y aceitunas.
Muy excepcionalmente se pueden alimentar de renacuajos, pequeños anfibios y
lagartijas.
Según la estación y las
subespecies el colorido el colorido negro puede variar a marrón oscuro, algunas
subespecies de Ceilán e India, el plumaje deriva a un marrón azulado.
Los juveniles tienen un
plumaje marrón grisáceo similar al de las hembras, pero manchado de color beige
en el pecho y en la parte inferior del cuerpo. Entre ellos también varían los
tonos de marrón de un individuo a otro; los más oscuros se piensa que son
machos. El plumaje juvenil dura hasta la primera muda, entre agosto y octubre.
Puede darse casos de
albinismo parcial de una forma infrecuente, aunque suele ser por problemas
genéticos.
Son muy territoriales,
marcan su terreno el macho durante el primer año de existencia. En la época de
anidación no permite intrusos, solamente su pareja.
Avisa la presencia de
depredadores con un canto especial, que repite.
Es monógamo y efectúa una
danza hasta que la hembra lo acepta, solamente se separa, si hay baja tasa de éxito
en la reproducción.
Empiezan a poner huevos en
Marzo, poniendo de dos a seis huevos, aunque lo normal son cuatro, de color
azul verdoso con manchas.
La incubación que hace la
hembra suele durar entre doce o catorce días antes de la eclosión. La limpieza
y el cuidado de los polluelos corre a cargo de la pareja.
Durante los primeros 30
días de la vida de los polluelos son potencialmente muy vulnerables. De los diez
a los diecinueve ya empiezan a abandonar el nido.
Pueden reproducirse al
cabo de un año, cuando tienen su propio territorio.
Las referencias al mirlo
común son muy antiguas Aristóteles ya hacía referencia a el Libro de los
animales.
Salvador Viadel
José Luis Sanmiguel
Toni Polo
Carlos Mico
Maquetación: J. R. Casaña