Próximamente serán las elecciones en los Estados Unidos. Es mucho lo que está en juego no sólo para ese país sino para la gobernanza mundial y el futuro global en aspectos tan esenciales como la paz, el cambio climático, solidaridad internacional… No hay que olvidar que cuando Donald Trump fue elegido Presidente de los Estados nidos en 2016 inmediatamente anunció que no pondría en práctica los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático ni la Agenda 2030 “para transformar el mundo” lo que constituyó una amenaza intolerable para la calidad de la habitabilidad de la Tierra y, por tanto, para el legado intergeneracional…
Elecciones en Estados Unidos, responsabilidad global. El futuro es de todos
miércoles, 30 de octubre de 2024
Por fin, gobernanza multilateral democrática sin veto
martes, 8 de octubre de 2024
Por Federico Mayor Zaragoza y Eduardo Soto Pérez
Con verdadera satisfacción y esperanza hemos leído que “El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reclamó en el Consejo de Seguridad de la ONU que se elimine la posibilidad de veto que tienen algunos países en la toma de decisiones en este organismo de Naciones Unidas… Ante esa situación consideró fundamental reaccionar y por ello propuso una reforma que transforme debidamente el sistema, conservando lo que funciona y modificando lo que ha quedado obsoleto. (EFE, 26/09/24).
Cambio apremiante de la gobernanza mundial
miércoles, 18 de septiembre de 2024
“Ningún reto se halla fuera
del alcance de la capacidad
creadora de la especie humana”.
J. F. Kennedy, junio de 1963.
El punto de inflexión es cuando se alcanzan situaciones de carácter irreversible. Procurar que no concurran circunstancias que requieren ineludiblemente nuevas soluciones. Y que no cunda la desesperanza. Es una ciudadanía consciente de la igual dignidad y capaz de expresarse la que debe, por fin, poner en práctica la lúcida Carta de las Naciones Unidas: “Nosotros, los pueblos… hemos resuelto evitar a las generaciones venideras el horror de la guerra”. Guerra y cualquier otro “horror”, como el deterioro del medio ambiente y, por ende, de la habitabilidad del planeta Tierra.
Energías de paz
martes, 14 de mayo de 2024
Desde hace muchos años, sabemos que el consumo energético —cantidad y calidad— es referencia esencial para evitar el deterioro progresivo del medioambiente y, en consecuencia, de la habitabilidad de la Tierra. Ya al final de la década de los 60 del siglo pasado, Aurelio Peccei, fundador del Club de Roma, alertó a la humanidad con sus libros The limits to growth (“Los límites del crecimiento”) y The chasm ahead (“El abismo enfrente”). La UNESCO, por su parte, creó un gran programa internacional, “Man and the Biosphere” y advirtió especialmente (Comisión Oceanográfica) sobre la calidad de las aguas marinas que, no hay que olvidarlo nunca, constituyen los 2/3 de la superficie terrestre.
Inventar la esperanza cada día...
martes, 7 de mayo de 2024
...me decía María Novo, profesora de arte y filosofía, hace unas horas por teléfono. Todo ser humano único y capaz de crear, su facultad suprema y distintiva, puede hacer frente a los retos de todo orden que le acosan y pueden llegar a atenazarle.
La primera condición es implicarse, dejar de ser espectadores impasibles de lo que acontece y convertirse en actores resueltos y tenaces. Una ciudadanía consciente de la extrema gravedad y potencial irreversibilidad de algunas de las amenazas que se ciernen sobre la humanidad constituye el primer e insoslayable eslabón para pasar del desmayo e inacción a la sabia e inspirada adopción de medidas.
Prevención en el neonato de enfermedades que cursan con daño cerebral irreversible, derecho humano
lunes, 25 de marzo de 2024
Desde la década de los 60 del siglo pasado, mi actividad científica se centró en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades metabólicas, patologías infrecuentes pero que, en algunos casos, producen daño cerebral irreversible. “Irreversible “es la palabra que debe activar todos los esfuerzos preventivos y asegurar un cribado generalizado. Su prevención implica un diagnóstico y tratamiento a tiempo. El objetivo fundamental era detectar en recién nacidos enfermedades hereditarias evitables, que cursan, en general, con retraso mental irreversible. En poco tiempo, acompañados de la “suerte de los audaces” detectamos un primer caso de fenilcetonuria y se fue configurando el plan piloto, que orientó su implantación sucesiva en toda la geografía española y se inició la participación en las reuniones especializadas internacionales así como la investigación bioquímica y genética, para contribuir al conocimiento científico de un capítulo tan importante de la medicina preventiva…
¿Infanticidio? Unamos todas las voces, todas las manos
jueves, 21 de marzo de 2024
Es ahora perentorio no olvidar las lecciones del pasado. Recordar lo que sucedió en Europa y Asia para que fuera posible desencadenar los horribles agravios históricos de la esclavitud, el colonialismo, el supremacismo… y el holocausto, porque no se tuvo en cuenta el valor de cada vida, porque se omitió el fundamento de todos los derechos humanos: la igual dignidad.
El Grito
viernes, 12 de enero de 2024
La situación es tan grave a escala global, es tan compleja, que da
la impresión de que no es posible reconducir las sombrías situaciones actuales:
conflictos bélicos que quedan irresolutos en medio de la pobreza extrema; la
inmigración en condiciones intolerables, al tiempo que nos hallamos perplejos
por la costosísima preparación de viajes al espacio y otros planetas en lugar
de hacerlo para el mejor conocimiento y cuidado de la Tierra. Las propuestas de
la década de los 60 del siglo pasado (UNESCO, “El hombre y la biosfera”; Club
de Roma, ”Los límites del crecimiento”) fueron, al igual que sucedió después
con las dos Cumbres de la Tierra (1992, Río de Janeiro, y 2002, Johannesburgo) totalmente
desoidas. Los intereses económicos han seguido prevaleciendo y es especialmente
lamentable que en las conclusiones de las reuniones COP sobre medio ambiente se
anuncien acuerdos generales… pero “no vinculantes”. ¡Qué vergüenza!
Se ha intentado en algunas infrecuentes ocasiones, sustituir la fuerza por la palabra: Wilson en 1919, al crear la Sociedad de Naciones; Roosevelt, en 1945, que establece las Naciones Unidas y promueve la Declaración de los Derechos Humanos; Obama, al finalizar el año 2015, suscribe con visión y coraje los Acuerdos de París sobre Cambio Climático y la Resolución “para transformar el mundo“ de la Agenda 2030…
Pero acto seguido, como viene sucediendo desde hace siglos, la fuerza de las armas se ha impuesto sobre la mediación y el alto el fuego. “Si vis pacem para bellum” ha sido la respuesta invariable de los grandes poderes. Ahora ha llegado el momento impostergable de sustituir con presteza y rapidez, dada la situación que enfrentamos, el “bellum” por el “verbum”, las armas de guerra por la palabra, por la diplomacia.
Es imprescindible recordar aquí el valiente discurso del Presidente Eisenhower, cuando, al trasladar la presidencia de los Estados Unidos en enero de 1961 a John Fitzgerald Kennedy, tuvo el coraje de manifestar que en los Estados Unidos el poder no está en manos del presidente, sino en las del “¡complejo bélico industrial! “.
Es por ello muy importante y apremiante trasladar ahora a la ciudadanía, la necesidad, por razones de irreversibilidad potencial de algunos procesos, de actuar sin demora. La palabra “irreversible” debe ser uno de los grandes motivos de reflexión a este respecto.
A todo ésto se añade el intolerable riesgo de la posesión de ojivas nucleares, que se redujeron en la reunión de Reikiavik entre Donald Reagan y Mikhail Gorbachev, en el mes de octubre de 1986, pasando de 17.000 cada potencia a 6000. Al alcanzarse este número, el Presidente Reagan adujo “razones de seguridad global” para no seguir, como era deseable, propiciando la eliminación total. Está claro que el complejo bélico- industrial permanecía Y así seguimos. Reagan creó poco después el G6(G7…)que sigue hoy representando la gobernanza a escala mundial, plutocrática y supremacista.
Junto a tan peligrosas perspectivas quedaba y queda hoy la inmensa capacidad de la ciudadanía consciente para que, con acciones bien fundamentadas científicamente, se logre la transición a una nueva era.
Es imprescindible actuar no sólo con firme voluntad, sino sin ulterior demora, para detener el genocidio de unos y el infanticidio de otros y el terrorismo. Ha llegado el momento de considerar la memoria como un deber y guardar silencio como un acto de irresponsabilidad inadmisible.
Por si fueran pocos los desafíos y problemas enunciados, es necesario ahora añadir el que representa la inteligencia denominada “artificial”, de tal modo que en lugar de favorecer la creatividad humana para que prevalezca y arraigue la invención de un futuro deseable tenga lugar la deshumanización.
Está claro que es ahora apremiante una ciudadanía plenamente consciente de la realidad y de las posibilidades de intervención a escala mundial, dejando de ser espectadores de lo que acontece para convertirnos en actores del nuevo destino.
Ahora, por
fin, “Nosotros los pueblos”,
para hacer posible la apremiante transición de la presente
gobernanza al multilateralismo democrático, sin veto. El diseño de Roosevelt de
las Naciones Unidas, aprobado en San Francisco en 1945 es perfecto… pero fue
inhabilitado de inmediato por el veto de los cinco vencedores de la Segunda
Guerra Mundial. La Unión Europea que abría puertas de esperanza a un sistema
democrático, fue colapsada asimismo por la absurda condición de la ”unanimidad “.
La Carta de las Naciones Unidas estableció en su primera frase que “Nosotros, los pueblos” vamos a evitar el horror de la guerra a nuestros descendientes… Era un gran desafío y una gran esperanza. Ahora tenemos que reconocer que no se ha podido aplicar por el veto, como ya he indicado, pero también porque los “pueblos “no existían hasta hace unas pocas décadas. La mayor parte de los seres humanos nacía, vivía y moría en unos kilómetros cuadrados y no podía expresarse. Pero en las últimas décadas, nos hemos reconocido igual dignidad y ya somos capaces de expresarnos libremente.
Hoy, insisto en ello porque es muy importante, “los pueblos” ya existen y pueden participar. Ahora sí, empieza a ser realidad lo que establece el artículo primero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ahora sí, “Nosotros los pueblos” podemos exigir a escala mundial un modelo de gobernanza democrática, con un nuevo concepto de seguridad (seguridad humana, liderada por el Presidente de la World Academy of Arts, and Science, Garry Jacobs). Son ya numerosas las instituciones (Other News, Roberto Savio; World Peace Forum, José Félix Benz; Impulsa Talentum, Brú Rec;…) que se están uniendo en una gran red global que permita la movilización de la ciudadanía consciente en favor de la nueva era con esclarecidos horizontes.
Junto a las acciones de gobernanza ya mencionadas, es preciso llevar a efecto un inmediato alto el fuego en los conflictos abiertos actualmente, poniendo fin sin dilación al sacrificio de la población civil y en especial de la infancia. Otra de las cuestiones que deben abordarse resueltamente es la eliminación de las ojivas nucleares y el fomento de la fusión nuclear como fuente energética. La regulación de las grandes fortunas y de los migrantes y refugiados es otro de los temas que deben tratarse a escala global sin demora.
A la luz de la gravísima situación social que caracteriza hoy el mundo, de las múltiples inacabables guerras, de la emergencia climática… es imprescindible alcanzar un gran pacto mundial para la adecuada reconducción de las tendencias actuales.
Es necesario fomentar la prevención, tanto de enfermedades como de gravísimas situaciones de justicia social y eliminar aquellos aspectos anacrónicos que hoy todavía subsisten, como la aplicación de la pena de muerte.
Estamos en el 75 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Su aplicación es esencial para la puesta en práctica de los acuerdos que “Nosotros, los pueblos” debemos alcanzar sin aplazamiento. El artículo primero de la Declaración Universal termina diciendo que debemos estar unidos fraternalmente. Sí: sólo la fraternidad podría llevar, en estos momentos a una solución a escala mundial, a una nueva era. Una gran red global de instituciones universitarias, científicas y artísticas podría hacerse oír. Y la fuerza de la razón prevalecería, por fin, sobre la razón de la fuerza.