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miércoles, 7 de septiembre de 2011

El adulto en segundo plano...

La sabiduría que yo encontré en Pikler y que más me conmovió es que los adultos no somos quienes sabemos todos y los bebés nada. Yo creo que los bebés saben más de lo que creemos. Ellos saben cuando no están cómodos, saben que tienen hambre, saben que están molestos pero quizás no sepan etiquetar ese cansancio con la causa del sueño. Pero lo concreto que saben que algo les pasa y no lloran porque sí. Está en nosotras como madres, promoverles conectarse -y ayudarlo a ponerle nombre-  con ese saber o sin querer hacer que poco a poco pierdan esa capacidad. Si los dejamos llorar o no le leemos su molestia, los bebés terminarán por pensar que su necesidad es como mínimo inadecuada.

Por eso me encanta la palabra respeto, porque habla de tener capacidad de observar y escuchar sus necesidades y deseos, de tener que soportar a veces mi miedo en post de esperar que mis bebés resuelvan una situación o tener que aceptar mi limitación para descubrir su deseo. Evidentemente me estoy refiriendo a un hecho en la cual el riesgo es pequeño... Siempre me acuerdo de una frase que leí en el libro "Besame Mucho" del Dr. Gonzalez, refieriéndose a los límites y que decía algo por el estilo: "...Si el niño se está por tomar una botella de lavandina, evidentemente sabemos que hay un límite". Esta sabiduría que queremos conservar se refiere aquella que la consecuencia no es de gravedad, pero que nos obliga a nosotros como adultos a pensar en cómo actuar:  puede ser coartando su iniciativa o adecuándonos a los tiempos del bebé que en general no son los acelerados de nuestra vida actual, y esperando a ver como lo resuelve poniendo a prueba a veces nuestros nervios.

Puede parecer sutil esta idea, pero para mi fue fundamental. No es más importante el juego que yo le propongo que el suyo, no es más importante mi descubrimiento por más espectacular que sea que el suyo, no es más interesante el juguete que yo compré que el que se inventó, no son más importantes mis palabras adultas y correctamente pronunciadas que las suyas con mezclan cacofónicas personales. Cada interés es el mejor que puede tener mis hijos en el presente, porque es el que puede manejar y el que lo hace sentir poderoso.

En el día a día como mamá trato de brindarles un entorno seguro donde ellos puedan manifestarse y pienso que cada una de sus manifestaciones es perfecta porque es la de ellos... Por supuesto que a veces me dan ganas de comerlos a besos y lo hago, al mismo tiempo que les digo perdoname que te interrumpa pero es que no podía con la tentación...Al fin y al cabo, también es lindo recibir un sorpresa amorosa...

Los adminículos para bebé

Mi percepción sobre las necesidades de los bebés con respecto a todo  lo que nos ofrece el mercado han cambiado drásticamente desde mi embarazo hasta hoy que mis bebés ya cumplen la semana próxima 16 meses.

Desde mi concepción inicial e ilusionado sobre cómo cada uno de estos objetos manifestarían el crecimiento de mi bebé -y la fortuna que me gastaría en ellos - hasta mi pensamiento actual donde considero lo mejor es que maduren a través del movimiento libre y autónomo.

Quizás la condición de madre de mellizos me ha hecho pensar en la importancia de tener objetos que no los expongan, que no signifiquen peligros...¿Que pasaría si los dos al mismo tiempo se paran en la silla alta? ¿A quién atajo primero?,

Prefiero pensar que estos objetos deben ser acordes a su estatura y movilidad. En casa la silla alta nunca fue alta (también le serruché las patas) pensé que si llegaban a caerse de más abajo podía ser menos peligroso y además tenía la ilusión que se puedan subir y bajar solos. Siempre tengo el recuerdo de cuando era chica y tenía que pedir ayuda para bajarme de la silla.

Mejor adminículos menos sofisticados y por ende caros, por aquellos sencillos, maleables y que si los dejan de usar pienso que ya cumplieron su cometido y no en cuanto gasté!

A medida que crezcan su comedor podrá ser un poco más alto y deberé pasar a uno con sillas sin serruchar...Pero por ahora todo bajito, pensado exclusivamente para ellos... total para estar arriba lo mejor son los brazos donde inmediatamente se respetan sus deseos de bajar, subir, quedarse...Se respeta su libertad!

Aca dejo las fotos de las sillas altas serruchadas que me sirvieron un tiempo, pero hoy parecían el trampolín perfecto para tirarse y fueron remplazadas por el comedor infantil que les mostré ayer....


Los adminículos que más me gustaron son los relacionados con el baño que siempre tengo miedo al agua...para cuando eran chiquitos usé esta colchoneta maravillosa...


Y de mas grandes, estos aros...

Hay algo del exceso de artículos para los bebés que me pone nerviosa, por eso tengo guardado listo para devolver dos saltarines, un bebesit, una hamaca eléctrica...Siempre guardo la imagen de cuando chiquitos y todavía no había leído Movimiento en Libertad en donde pensé: En algún lugar les estoy enseñando que para estar bien, se necesita todo esto!

Mis hijos tendrán todo lo que necesiten pero prefiero que sean ellos quienes lo piden... será entonces cuando la necesidad esté creada y habrá que ver entonces....

domingo, 21 de agosto de 2011

¡La palabra era competente!

Me quedé pensando sobre la última entrada, en la palabra Gratificación que puse al final y sobre como no pensaba robarles ese sentimiento tan valioso a mis hijos. Creo que no fui demasiado precisa y lo que quería expresar es hacerlos sentir COMPETENTES.

Es la palabra más poderosa sobre mi visión de crianza, porque necesariamente incluye el amor y el respeto, pero va más allá. Esta palabra que puede parecer lejana me guía en el día a día. Me pone a mi como mamá en un segundo lugar, porque desde esta perspectiva no soy yo la que tengo todo el conocimiento y debo trasmitirlo, sino que respeta el aprendizaje autónomo mientras que custodia que en ese "hacer" estén protegidos.

Ahora a mis hijos les encanta treparse a la mesa ratona y los sillones, en este proceso no se han caído ni una sola vez, pero ahora Lu más intrépida, ha decidido en lugar de bajarse dandose vuelta, apoyando la panza, y luego estirando las piernas, prefiere sentarse al borde con las piernas colgando y dar un salto. ¡Como si fuera grande! Esta modalidad claramente para mi es más peligrosa y me genera dudas sobre si dejarla o no hacerlo, pero pienso que no puedo dejar que NO lo intente -si la prueba es porque está segura porque de hecho nunca se ha resbalado así. Una vez en el piso se ríe festejando su proeza!.

Inmediatamente la frase que me surge es ¡Lu no me gusta que bajes de esa manera! Pero a la vez pienso qué le estoy diciendo en esa frase: ¡No me gusta esa nueva forma que inventaste de bajar! ¡No te sabés cuidar! (Cuando creo que en cuestiones de movilidad ya tiene alguna experiencia) ¡Tenés que bajarte de la manera que le gusta a mamá! Con esas frases siento que la estoy desaprobando de algo que ella parece si tener el control! Porque de hecho no se ha caído hasta ahora! Eso sí, ahí estoy con los brazos estirados sin tocarla pero revisando que la maniobra salga bien!

Me refiero a la palabra competentes en el sentido de confiar que ellos saben algunas cuestiones, quizás no desde el razocinio pero si desde un instinto de aprendizaje o descubrimiento que los guía. Y cuando deciden un nuevo movimiento, ya han probado antes una variedad de simulacros...

Entonces me encanta cuando los miro desde cerca frente a una nueva destreza y pienso: ¡Esto también lo van a resolver! El objetivo de crianza es claro: ¡Que ellos se sientan competentes ahora y durante toda la vida! Y para lograrlo....Yo tengo que confiar, pero ellos deben probar.

miércoles, 10 de agosto de 2011

No es lo mismo...

En esta época que debemos correr por todo, también debemos hacerlo por las vacantes escolares que siempre parecieran siempre quedar unas pocas.

Estoy feliz, porque casi de no tener casi ninguna posibilidad que mis mellizos fueran al único jardín de infantes Montessori de Buenos Aires, hoy se abrió una posibilidad para el 2013.  Deberemos esperar al año que viene para tenerla más firme, mientras tanto seguiremos disfrutando de la calma y la paz de nuestra casa.

Elegir el jardín o el colegio, me ha demandado mucho esfuerzo porque mis hijos todavía son muy chicos para poder reconocer sus intereses y capacidades. Elegir el colegio a ciegas, no me parece lo más acertado y por eso, esta nueva posibilidad me ha aliviado bastante. Una vez egresados de allí con casi seis años,  tendremos más herramientas para elegir colegio sabiendo algunos de sus incipientes capacidades e intereses.

Pero lo que más me ha llamado la atención durante esta búsqueda es la respuesta que he recibido en varias oportunidades cuando he solicitado consejos. Me he topado"...En el jardín no hacen nada, sólo van a jugar y divertirse, nada más...."

¿A veces me pregunto porque nos parece tan normal subestimar los primeros años? ¿Aprender a caminar, hablar, dibujar, decodificar el mundo es no hacer nada?

Definitivamente creo que durante los primeros años los bebés realizan una cantidad innumerables de aprendizajes.  Por eso para mí, no es lo mismo tener la posibilidad de dibujar, cantar, correr, caminar cuando uno tiene el deseo y la inquietud que tener que hacerlo para responder a la invitación de la maestra como es en la escuela tradicional.

¿Porqué parece ser tan importante aprender letras y números un día en especial -según la planificación- y no cuando el deseo o la inquietud lo requieren?, ¿De esa manera no estamos sin querer enseñando desde muy pequeños a des-oir sus intereses y motivaciones?, ¿Esa es la forma que estamos utilizando para motivarlos a crecer?

Para mi elegir el jardín de infantes no ha sido una tarea fácil en la que me he dejado llevar ni por mi comodidad, ni por el grupo de amigos, ni por la cercanía pensando: "Total son chiquitos, solo van a jugar"....

Yo respeto particularmente esa etapa de aprendizaje y prefiero elegir la institución que privilegie la libertad y el respeto. Estoy segura que con los estímulos adecuados mis hijos aprenderán a leer, escribir, contar, hablar otro idioma como lo han hecho a reptar, gatear, caminar.... Siendo respetados en sus iniciativas....

A partir de ahora, yo debo ser la estudiante sobre teorias pedagogicas...Es un mundo en el cual recién me estoy introduciendo y tengo mucho por aprender.... Por ahora solo se que para los primeros años la escuela tradicional no me cierra....

lunes, 13 de junio de 2011

Pensamiento de Emmi Pikler

Acan van las tres nociones básicas del pensamiento de Emmi Pikler.

• El valor de la actividad autónoma: El movimiento libre, la actividad iniciada por el mismo niño, el aprendizaje autónomo y la noción de competencia. Todas ellas subrayan la autonomía del niño desde la primera infancia, desde el inicio de la vida.

• El valor de una relación afectiva privilegiada y la importancia de la misma: el papel que debe desempeñar el adulto en la forma de relacionarse con el niño. La observación

• La necesidad de ayudar al niño a tomar conciencia de sí mismo y de su entorno

Me encanta este resumen es breve es conciso y relevante!!  Piker no es un método, ni un sistema es una nueva mirada nueva hacia los bebés! Para mi fue tan liberador dejar de pensar que mis hijos eran un cuenco que yo tenía que llenar o una computadora que tenía que programar...

Lo mejor de Pikler es que es un metodo para nosotros los adultos! Nosotros debemos aprender a contagiar a nuestros hijos la idea de colaboracion, de limite, de autonomia y de respeto!

domingo, 5 de junio de 2011

Bebés trabajando, no interrumpir


Los otros días llegué con mis bebés a la casa de una amiga que tiene hijos de 3 y 6 años. Claramente, sus niños no estaban demasiado interesados en relacionarse con Juan por la diferencia de edad, pero en un momento generaron un lugar de conexión genuino. Los chicos le mostraban al bebé algunos de sus juguetes y su funcionalidad y Juan por su lado, miraba admirado estos seres pequeños que se dirigían a él. Yo noté ese encuentro furtivo que ocurrió espontáneamente, sin motivación adulta y me alegre. Pensé quizás esto construye las bases de una futura relación.

Mientras tanto en el mundo adulto la charla seguía por su carril  y se refería a algunos aspectos de los niños. En un segundo la mamá de los pequeños, llamó a uno de los niños para mostrar algunas de sus prendas, y asi como si nada ese momento de unión y encuentro  disolvió...se esfumó...Y reconozco que yo lo sentí...pensé: ¡Qué pena!

Entonces me puse a pensar...¿Porqué los adultos creemos que el juego de niños no tiene sentido? Porqué nos sentimos con derecho para interrumpir sus tareas, intereses o actividades? Y lo que es peor aún... ¿Porqué si ellos nos interrumpen cuando conversamos con un adulto lo marcamos, le enseñamos que deben respetar y le decimos: "...Estoy hablando...esperá a que termine..."

Aunque esta frase puede sonar chistosa, creo que el trabajo de bebé no es valorado. Si están descubriendo algo que nosotros supuestamente consideramos malo - inodoros, escaleras, agarrar todo- los llamamos traviesos, en lugar de pensar que están  investigando y curioseando y eso es una buena actitud para la edad. Si estan observando un juguete, nos sentimos con derecho a interrumpirlos o llamarlos por el sólo deseo nuestro de ser mirados y  mirarlos. Y si están jugando o conectando con alguien los interrumpirlos para mostrar algo con la excusa: "No queremos olvidarnos"...

En este momento que todo el mundo reclama sus legítimos derechos, nos olvidamos de los derechos de nuestros bebés y nosotros sus padres, somos los únicos que podemos pensar en ellos.

Mi cruzada es por sus derechos...Es por que nosotros sus padres podamos tomar conciencia y tener la capacidad de observarlos, antes de dirigirnos a ellos. Aprender a destingir cuando ellos están concentrados explorando el mundo y merecen respeto a cuando están deseosos de recibir una palabra o una mirada nuestra... Si hay situaciones que podemos esperar y respetarlos...¿Porqué no intentarlo?

miércoles, 23 de febrero de 2011

Sentarse o no sentarse...


Todo bien con Pikler hasta que llega el momento en que me junto con una amiga con su bebe de 8 meses que se sienta como trípode y los míos "muy pikler" no lo hacen. La diferencia es evidente: los míos parecen un poco retrasados y yo me lleno de dudas... Sera bueno lo que estoy haciendo?

Empiezo a pensar... ojala hubiera otras madres que me digan si esto anda bien y me acuerdos de las dos personas -que respecto mucho- que me comentaron de chicos criados así y de los videos que vi en youtube de adultos que estuvieron en Loczy y se los ve bien y en eje.

Después de observarlos a lo largo de la tarde veo que los míos están menos estáticos, si bien tiene una posición que parece más retrasada para su estadio de desarrollo, se mueven de un lado al otro y permanecen poco tiempo en la misma posición. Es decir han jugado con muchos juguetes, han girado, han rotado, han explorado y sobre todo -pienso que- se han cansado (en el buen sentido) de tanta actividad.

Como es mi amiga, yo pondero que su hija se siente y ella me pondera que los míos se muevan tanto. Dos paradigmas de desarrollo se ponen de manifiesto. Pero la verdad, es que ambos bebes ríen y se los ve bien. Con la diferencia que Juana parece más adelantada. Solo se llevan 10 días de diferencia, pero es verdad que Juana nació con buen peso y los míos no.

Quizás cuando los míos se sienten yo me pueda relajar... pero por ahora, prefiero crisparme yo y no ellos para que hagan lo que se espera según su edad.