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martes, 19 de julio de 2011

Habilidad de equilibrista para la mamá!

Hace dias que no escribo, hace dias que estoy con miles de preguntas pero no tantas palabras. Los bebés están divinos....Lu camina por todas las partes utilizando esta capacidad de locomoción mas que el gateo e incluso ahora lo hace con carga...trasladando cosas pesadas de un lado al otro. Pensar que la más chiquitita y que parecía menos despierta motrizmente, de pronto tomó valor y como me dicen algunos allegados "...lo pasó por la banquina a su hermano...". Por suerte ellos avanzan sin estar sesgados por nuestra lógica adulta de etapas, tiempos e importancia, y lo único claro es que aprenden, aprenden y aprenden sin importar el estadio de aprendizaje de su compañero.

El comenzar a caminar de Lu o la seudo caminata de rodillas de Juan manifiesta una nueva madurez de parte de ellos y en consecuencia la aparición de caprichos, berrinches, carcajas o llantos frente a un no, sabores rechazados, pedido de jugos...

Y yo que pienso .AY !!!!! ¡Qué difícil!  ¡No me quiero imaginar lo que viene más adelante! ¿Cómo hacen las madres ya consagradas? Yo trato de aceptar, aprobar y lo coinciliar lo máximo posible...no es que quiera ser permisiva, pero muchas veces me pregunto si estar diciendo y marcando todo el tiempo con NO y EXPLICANDOLES EL PELIGRO constante no estoy generando una falta de confianza hacia sus  iniciativas.

Además, ¿Podrán incorporar la noción peligro a la edad de un año? ¿Será positivo que la incorporen en un proceso de aprendizaje constante? ¿Valdrá la pena que les explique que algo puede ser peligroso? ¿O es preferible evitar exponerlos no dejando que se acerquen a la escalera o lo que fuera?

Por otra parte donde están los límites? Por ejemplo: Mis hijos en este proceso de aprender a caminar, han descubiertos andadores improvisados como empujar las silllas del comedor por toda la casa. Este descubrimiento que hicieron solitos merece mi admiración...y verlos reirse a carcajadas cuando lo hacen una sonrisa. Algunos me dicen que soy permisiva...¿Qué puedo decirles por eso? ¿Qué no empujen las sillas no permitiendo que usen esa nueva  habilidad? ¿Comprarles un caminador que remplace el que ellos descubrieron solitos? ¿Decirles que no lo hagan con las sillas del comedor pero si con otras?  Entonces pienso tendrán incorporadas la noción de sillas como para pretender que distingan unas de otras? ¿Además cuanto tiempo les divertirá días, semanas, meses?

También han llegado los berriches - que si bien no son nada llamativos ni estrepitodos - la nueva madurez los ha impulsado a comenzar a imponer sus deseos. Cuando son la respuesta a uno NO sensato e irrefutable (enchufes o cables por ejemplo) trato de hacerme la distraida y explicandoles que entiendo su enojo, y luego recurriendo a un "distrayente" con ánimo de salirnos de esa situación y comenzar otro descubrimiento. Pero a veces no funciona tan bien...:)

A decir verdad, esto de la maternidad de bebés de un año me está movilizando de una nueva manera. ¿Será realmente que soy una madre permisiva?  Yo no quiero ser permisiva o no permisiva, porque eso seria poner el acento en mi y lo que me gustaría es que mis hijos puedan de poquito y según la etapa que están atravesando tener ellos el control...Y para eso se deben sentir seguros de sus elecciones y sus iniciativas...Pero es una delgada línea....hay que ser equilibrista y a veces me caigo un poquito...

lunes, 11 de julio de 2011

Mis caminadores anónimos…

Mis hijos están dando sus primeros pasos de una manera un poco curiosa para mí…la mayoría de las veces, lo hacen cuando están solos o cuando nuestra atención está en otro lado…

Cuando llegué de mi viaje, mamá me dijo: “Lu da algunos pasos solo cuando tiene ganas” y para mis adentros pensé: “Que amorosa mi chiquita, tiene una gran conexión con sí misma y no con el deseo y la expectativa ajena”… Así que en casa todos esperamos las ganas de LU para darnos el gusto de verla -nada más y nada menos que- dar sus primeros pasos. A veces son dos y otras son más, seis es lo máximo que vi, de reojo.

Hoy Juan también hizo lo mismo y se lanzó caminando de la mesa al sillón estupendamente bien. También incorporó otra nueva habilidad que me encanta, puede pararse desde la posición arrodillada y cuando lo hace, logra un impulso para dar un pasito inicial que en la mayoría de las veces termina con una caída de cola y continúa en gateo.

Me pregunto: ¿Todos los bebés comienzan a dar sus primeros pasos como decimos nosotros chistosamente en el anonimato? ¿Será que para ese movimiento tan evolucionado necesitan momentos de conexión completa donde puedan poner todas sus energías y concentración sin la dispersión que le provoca la presencia ajena? ¿O será que estas caminatas en anonimato para los adultos de mis bebés, son de alguna manera resultado de la mirada Pikler que respeta sus iniciativas de movimientos, sin pedirle ni solicitarles nunca hacer nada en particular con el objetivo en el afuera –es decir para agradarnos- sin pensar en su deseo?  ¿Será que mis bebés entiendo sus logros para sí mismos y no tienen incorporado la necesidad de agradar por eso?

Lo concreto es que están dando sus primeros pasos según su propio ritmo e interés. Por eso cuando otras mamás me dicen: Pero al final cuál es el beneficio de Pikler…porque los míos (hablando por sus hijos) caminaron mucho antes… Yo para mis adentros pienso: ¿Qué importa a lo largo de la vida cuando un bebé camina y porque somos tan objetivistas?… No deberíamos pensar mejor ¿Cómo llegó a lograrlo? ¿Qué aprendió en el proceso?¿Cómo lo hace? ¿Cómo lo disfruta? ¡Creo que mis hijos están aprendiendo además de a caminar a respetarse…y por eso buscan los momentos tranquilos para conectarse con su nueva habilidad! ¡¡¡Bravo LU y Bravo JUAN!!!

martes, 17 de mayo de 2011

Juan es un auténtico caminador de costado

Juan camina agarrado de cualquier objeto que se le presente pertinente: muebles, piernas y hasta superficies con menos agarre como paredes y puertas.

Cuando se desequilibra por alguna razón, parece regularse internamente y en la mayoría de los casos los resuelve con la habilidad de un equilibrista. Si pisa mal, gira la cintura o se agarra con más fuerza con tal de no caerse...Y si no logra, pareciera haber aprendido a aterrizar muy bien, porque las veces que le pasa, da unos giros en el piso para erguirse nuevamente y seguir intentando. Creo que también le divierten estos tropezones, porque la mayoria de las veces no llora ni se queja y son la oportunidad de volver a empezar o de seguir con la siguiente actividad!

Hoy a horas de primer cumpleanos de mis bebés, siento que estoy feliz de haber respetado la libertad de movimiento de Pikler y me encanta recordar cómo por sus propios medios pasaron de estar boca arriba mirando el mundo de forma escasa hasta erguirse totalmente y apoderarse de nuestra misma perspectiva. Ahora sé cuán gratificante es para una madre, poder observar cómo sus hijos resuelven sus trapiés en lugar de estar ahi constantemente tratando de prevenirlos y quitándoles la oportunidad de aprender.


Estoy muy contenta con mi casi caminante en la familia, y confirmé empíricamente las palabras de Emmi Pikler, “A los bebés no se les debe forzar para que hagan algo, sino más bien darles tiempo”. 

Bien!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


sábado, 9 de abril de 2011

Entre el piso y estar parado hay muchas posibilidades


Hace días me ronda en la cabeza, sobre como los adultos nos enfocamos en saber cuándo se parara o caminara solo un bebé. De hecho, los comentarios más frecuente sobre la motricidad de mis hijos son: "Mi hijo camino a tal edad", "Ya casi está listo, ya se va a largar", o "Lo deberías ayudar".

Yo misma, incluso, me descubro preguntando sobre cuándo caminaran y aunque lo hago, simplemente por curiosidad y para ejercitar en mi imaginación, más que por apuro o ganas de que suceda, de alguna manera también me veo envuelta en la búsqueda del objetivo, en lugar de disfrutar el presente.


¿Qué importancia tiene cuando caminaran los bebes si son tan dinámicos? ¿Qué importancia tiene si van de un lado para el otro, igual que si caminaran? ¿Por qué perdernos el placer de observar lo que disfrutan de gatear, reptar y sentarse de diferentes maneras cuando lo harán tan poco tiempo en su vida?


Me encanta ver que mis bebés, en cambio, valoran todas y cada una de las posiciones que adoptan por igual y que las cambien constantemente, pareciendo entender cada una como parte de la siguiente.

Definitivamente, creo que el movimiento es la mejor excusa para aprender a esa edad. Cuando se mueven libremente están aprendiendo a disfrutar del proceso y no sólo del logro, a sorprenderse con movimientos interesantes que no sabían que existían, a saber que no toda las superficies son iguales -  no es lo mismo plano que inclinado ni una escalera - pero sobre todas las cosas, están aprendiendo a que no hay logro sin intentos previos.


Por eso, cuando se dan un porrazo, primero los observo porque para ellos muchas veces ese golpe no fue tanto como para mí, simplemente la posibilidad de comenzar a jugar de una vez más.



Me tranquiliza pensar que en estos diez meses mis bebés - gracias a desplegar sus posibilidades motrices en libertad- han aprendido algo que les quedara guardado en sus emociones y fijado en su interior para toda la vida.  Ellos saben que siempre tenemos muchas posibilidades para elegir y esa es una verdad que les servirá siempre.