miércoles, 6 de junio de 2012
Bromas del tiempo
Todos mis relojes se encuentran a destiempo. El que llevo en la pulsera ha ido retrasándose de manera paulatina y lo que antes era una dilación de cinco minutos, ahora es de veinte. Además, cuando llego a mi oficina, observo que mientras el reloj de pared marca una hora, el de mi equipo de trabajo marca otra. El tremendo caos temporal ha conseguido que no sepa en realidad qué hora es y que las estaciones que prodiga el tiempo me jueguen bromas para las que no estoy preparado. Una tarde, por ejemplo, encontré a mi amigo de toda la vida más viejo de lo que lo recordaba, cano y arrugado, y a mi madre, el otro día que me visitó, actuando como una niña, jugando con muñecas en medio de la sala.
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6 comentarios:
Me gustó este micro, el juego con las manecillas del reloj es mi debilidad.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Un micro estupendo, Esteban, en el que el juego del tiempo consigue que la intensidad de efecto crezca.
Un saludo,
Me gustó mucho el vuelco final. La madre en ese mundo infantil, cualquiera que sea la causa.
Un abrazo
David, el tiempo, la muerte y el infinito, lo confieso son mi debilidad también.
Pedro, celebro tus palabras y agradezco tu paso. Un abrazo.
Mei, si te hiciste una imagen, todo valió la pena. Un beso.
El tiempo nos fascina y nos enreda en sus manecillas igual que este micro que se me ha enredado por dentro.
Besitos
Qué bueno, Elysa, gracias siempre por estar y por esas amables palabras. Un beso.
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