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domingo, agosto 28, 2011

FINAL

Así que al final de todo yo era el mismo hombre y todo daba igual. El mismo que era antes, el mismo que había sido siempre. Eso no era. No era esa la razón. Es decir que yo no podía haber hecho nada porque ella se quedara. No dejé de amarla. No en el acto. La cosa fue más progresiva. El olvido es lento. Como lo es también el amor. Aunque a veces parezca tan rápido, parezca que pasa en un segundo y de repente. No conté el tiempo. Todo dejó de tener interés para mí. Incluso ella. Y el sexo. Las cosas de siempre me hacían feliz. Y las hacía. Los veía juntos con frecuencia. Y cada vez me importaba menos. Este era el hombre que yo había sido. El que la había prometido que pasara lo que pasara yo estaría a su lado. Y así era. Yo estaba haciendo lo que tenía que hacer. Dejarla ser feliz. A mí me bastaba con poco. Siempre fue así.



sábado, agosto 27, 2011

TIEMPO

Todo siguió igual durante cierto tiempo. Yo estaba por allí. Y ella también. Me acostumbré a verla. Aunque no del todo a verla con otro. Pero con un poco más de tiempo lo haría. Con el tiempo perdí el interés en hacerme amable por ella. En hacerme deseable. No quería hacerla daño. Eso era lo principal. Algunos días hablamos. No exactamente como antes, pero hablamos. Primero cosas sin importancia. Luego fuimos hablando de cosas más íntimas. Era extraño. Porque de lo que yo tenía ganas de hablar era de ella. Por eso casi siempre hablaba ella. Un día me dijo que me veía bien. Que seguía siendo el mismo. Y que eso estaba bien.




domingo, agosto 21, 2011

EVOLUCIÓN

La segunda conclusión era que ella era una versión evolucionada de la que un día fue. Tal vez era más mayor. Era más que antes. Era mejor que antes. O eso me parecía. Él, sin embargo, no era una versión mejor de mí. Tal vez sí lo fuera, tal vez sí fuera mejor, pero no parecía una versión más seria, más formal o más mayor del hombre que yo fui un día, del hombre que yo era. ¿Qué pasaba entonces? ¿Qué significaba todo aquello? ¿Alguien podría sin más dejar de querer igual que empezó a querer?



sábado, agosto 20, 2011

ENAMORADO

Ver como hablaba con él , como le rozaba el brazo, como era él el destino de sus comentarios, sus bromas, sus miradas fue doloroso. Yo sabía lo que iba después. Sabía que ella no le daría un beso en público. Pero que esa mirada era como un vale para un beso después. Yo sólo estaba allí. Hablaba con alguien. Daba vueltas por el bar tomando algo, fingiendo hacer otra cosa. Pero sólo estaba pendiente de ella. Bebía lo mismo. Tenía las uñas igual de cortas. La ropa era otra. De un estilo un poco más serio. Toda ella era un poco más seria. Y eso hacía que cuando sonreía era aún mejor. La primera conclusión a la que llegué era evidente, estaba enamorado de ella.




domingo, agosto 14, 2011

VOLVER A CONOCERLA

Encontrarla no fue difícil. La ciudad no es muy grande. No hay muchos sitios. Aunque yo me había ocultado de los que ella podría visitar. Empecé a frecuentarlos. La primera vez que volví a verla, quiero decir la primera vez que nos encontramos, que la vi y me vio, que cruzamos las miradas, ella iba con él. Me saludó. Me dio dos besos y me preguntó cómo estaba. Yo fui torpe. No le conté nada de mí. Sólo vaguedades. Me fui rápido. Fue incómodo. La siguiente vez también. No me acostumbraba a verla reírse de los chistes de él. Por eso me iba rápido. Aunque cada vez tardaba más y más en irme, en abandonarla. No me acostumbraba del todo a su presencia, no a su presencia sin mí. Pero tendría que aguantar si quería volver a conocerla.



sábado, agosto 13, 2011

Y ELLA

Pero ¿y ella? ¿qué era de ella? ¿dónde estaba ella? Tenía no sólo que encontrarla, también tenía que saber cosas de ella. Ahora todas las que sabía de antes no valían. O valían poco. Si le gustaban las patatas fritas sólo por la tarde. Si prefería tumbarse en la alfombra a tumbarse en el sofá. Si dormía sólo si antes había rezado las oraciones que repetía de niña. Eso ya no valía. Eso ya daba lo mismo. Tenía que acercarme otra vez a ella. Tenía que encontrarla. Volver a espiarla. Volver a saberla como la supe un día. Y todo sin que ella supiera.



domingo, agosto 07, 2011

EN MI CABEZA

Tendría por tanto que elegir entre ella y yo. Esa era la decisión. Ser un hombre o ser el hombre que ella quería. Ser su hombre o ser yo. Tenerla o no tenerla. Recordaba mi felicidad pasada con ella. Mi felicidad antigua. Evidentemente había sido feliz con ella. Pero también había sido yo. Había sido el hombre que yo siempre quise ser, o el que era naturalmente. Ahora tendría que ser otro distinto y tal vez no fuera feliz así. Pero todo sucedía dentro de mí mismo, todo sucedía en mi cabeza. Ahora era un hombre solo. Era el hombre natural que yo era, que me salía naturalmente. Pero no era feliz porque no la tenía a ella. Todo en mi cabeza. Fantasías. Conversaciones. Suposiciones. Estupideces.



sábado, agosto 06, 2011

DIFERENCIA

La diferencia estaba en el hecho de ser el hombre que yo era, en ser yo mismo, o en ser el hombre que ella quería que fuese. El hombre que ella pudiese amar. Hacerme amable para ella o seguir siendo el mismo hombre, el que era. Esa era la discusión que mantenía conmigo continuamente. La de seguir siendo o la de ser otro. La de ser como él. Y la de ser otro cada vez que ella quisiera que fuera otro. No vivir mi vida sino la que ella quisiera que yo viviera. Ser quién ella quisiera cada vez que ella lo quisiera. La contrapartida era clara, yo no sería yo. Pero la tendría a ella. De la otra manera sería yo, pero estaría sin ella. ¿En cuál de los dos lugares estaba la felicidad?


domingo, julio 31, 2011

DUDA

Pero muchos días tenía dudas. Sabía, no tenía la impresión, lo sabía, que lo estaba haciendo era un error. Era una estupidez. Era muy estúpido hacer lo que yo hacía. Así que dejaba de hacerlo y me encerraba en casa y le daba vueltas a la cabeza. Pero al tiempo volvía a pensar en ella. Y mi única opción era esa. Y dejar de ser el hombre que era. El hombre que estuviera siendo fuera el que fuera, el anterior o el nuevo. Mi esencia misma era estar con ella. Ser el hombre que ella quería. Por eso tenía que definir mi vida, por ser el hombre capaz de enamorarla pese al tiempo. El hombre al que siempre ella quisiera. Aunque eso significara no ser el hombre que yo soy.



sábado, julio 30, 2011

FICCIÓN

Hacerse el encontradizo es complicado. No sabía sus costumbres. Trate de investigarlas. De conocer su intimidad. Saber dónde iba. Cuándo. Con quién. Y todo eso sin que me viera. Una vez más jugaba a ser detective. Ahora un detective de sus costumbres. De su vida. Confeccionaba planes estúpidos que por momentos funcionaban en mi cabeza. Ella decía las palabras exactas. Pero yo le hacía decir esas palabras. Vivía en una mezcla de película de detectives y de comedia romántica. Mi historia parecía producida en serie por un torpe guionista americano. ¿Quién era yo ahora? ¿Un Hugh Grant? ¿Uno de esos jóvenes que destacan en una serie y que hacen su primera película? Investigaba su vida. Lo siguiente sería coincidir con ella. Por casualidad.



domingo, julio 24, 2011

SER OTRO

Observaba, pues, al hombre que tenía frente a mí, al hombre que ahora compartía la vida con ella. El que ahora se acostaba con ella y se levantaba con ella, el que lo compartía todo con ella. Trataba de coincidir con él, de poder observarle desde lo más cerca posible para hacerme un poco como él. Eso no resolvería nada. Pero al menos sentiría que podría tener opciones. No la había visto en meses. No tenía tampoco esperanzas ni lugares ni razones para pensar en que podría encontrarme con ella. Tendría, llegado el momento que buscarla. Pero tenía un objetivo. Tenía que ser como él. Dejar de ser el hombre que era. No ser más el mismo hombre.



sábado, julio 23, 2011

AÚN

Esa búsqueda de mi antiguo yo, de mi yo verdadero, era en realidad una búsqueda de razones. Buscaba los motivos que la había llevado lejos de mí. Los motivos de que hubiera ahora elegido a un hombre tan distinto a mí. Los motivos de que ya no me quisiera. El desgaste del tiempo no me valía. Entendía perfectamente que estaba buscando un consuelo. Y que estaba intentando volver con ella. Que me quisiera de nuevo. No importa qué hombre era o había sido yo, importaba el hombre que ella quería. Ser ese hombre. Aún la amaba. Aún dirigía mi vida en torno a ella. Esa era la cuestión. Ese el objetivo. Que me volviera a amar. Pero no sabía tampoco quién era ahora ella.



domingo, julio 17, 2011

CAMBIANDO

Inconscientemente empecé a cambiar. Al corregirme actitudes, palabras o gestos que creía nuevos los iba cambiando por otros que me eran ajenos, que eran impostados. Pero tras el tiempo los incorporé a mi forma de ser. Formaron parte de mí. Ahora sí que estaba cambiando. Ahora sí que empezaba a ser otro. Era consciente de ello. Era consciente de que no era el yo que había sido siempre. Pese a ello sabía que seguía amándola. Y seguir amándola significaba ser el mismo que era. Porque ese hombre la amaba tanto como yo. Porque ese hombre que se suponía que ya no era yo también la amaba. Y por las mismas razones. Porque era capaz de hacerme reír. Porque sabía entenderme. Porque podía hacer que me entendiera y podía entenderla sin verla durante meses. Y si ambos teníamos las mismas razones, no podíamos ser muy distintos.




sábado, julio 16, 2011

REACCIONES

Era un detective de mí mismo. Investigando mi pasado para llegar a ver mi presente. Me trataba como si fuera otra persona, como yo no fuera yo. Buscaba evidencias y datos de mí como si de otro se tratara y las opiniones que daba intentaba darlas sin mi mirada. Intentaba ser otro. Otro más. En el trayecto conocí un par de mujeres y me acosté con ellas. Repetía el ritual amatorio que mantenía con ella. Pero las reacciones no eran las mismas. Las suyas. Las mías sí. Las mías siempre eran las mismas. ¿Y si no era real? ¿y si no había cambiado nada? La culpa me atrapaba tras cada coito. Con ella eso no pasaba. Pero eso no significaba cambio. Significaba que fuera quién fuera yo, aún la amaba.




domingo, julio 10, 2011

ATRÁS

Me obsesionaba yo mismo. La imagen que proyectaba. Y el interior de esa imagen. Saber quién era y cómo había llegado a ser quién era. Y no contaba con testigos. O no con el testigo principal. Era como una novela policíaca en la que tenía que investigar mis orígenes, saber quién era yo. Pero justamente yo era el menos indicado para entenderlo y para verlo. La mejor forma que se me ocurrió fue volver atrás, al pasado, a los días anteriores a conocerla, a los días en que aún éramos desconocidos.



sábado, julio 09, 2011

IMPOSIBLE

Como yo estoy todo el rato aquí, conmigo, no podía saber qué era lo propio de mí y que era lo nuevo. No podía saber qué era lo viejo y lo que había estado siempre y por tanto lo que ella había visto para quererme ni qué era lo nuevo lo que había hecho que ella me dejara de querer. Era imposible saber qué era lo uno y qué lo otro y no podría saberlo nunca. Estaba demasiado pegado a mí. Eso no evitaba que me analizara todo el rato. Era imposible. Pero yo lo intentaba. Algún dato podría obtener. Algo podría sacar en claro. Necesitaba datos. Pero no los tenía y no podía tenerlos. Ella no iba a dármelos. Así que tenía que empezar desde el principio. Ver quién era ahora. Y después intentar volver atrás.



domingo, julio 03, 2011

OTRO

Me analizaba todo el rato. Lo que había dicho. Lo que hacía. ¿Era propio de mí? ¿O era cosa de ese yo desconocido que había dentro de mí? Empecé a sentirme un poco disociado, un poco extraño conmigo mismo. No sabía quién era yo. E intuía un extraño dentro de mí. Así que discernir el uno del otro me era muy difícil. Pero ella podía saberlo. Y yo también podría. Cada vez que estaba con gente analizaba lo que decía, las palabras, los gestos, el tono. Ese otro que había dentro de mí tendría un algo distintivo. Tampoco sabía si ese otro era malo. Aunque me había empujado a perderla. Así que empecé a odiarlo. A considerarlo un enemigo.



sábado, julio 02, 2011

DESDE DENTRO

Esa diferencia, ese cambio que se había producido en mí sin que yo lo notara me tuvo preocupado mucho tiempo. Sobre todo por el hecho de que no podía percibirlo igual que no podía percibir mi corazón o mi fémur. Puedo tener una idea de ellos, saber dónde estaban y qué hacen, puedo oírlos, pero no puedo saber cómo son, qué son. Así pasaba con ese cambio. Con ese matiz. Era cierto que mi aspecto había ido variando. Me estaba convirtiendo en un hombre. Físicamente tenía que cambiar. También con ese cambio venían algunos mentales, pero mínimos. No cambié mis ideas sustancialmente. No me hice conservador. Sí un poco cínico. Pero ella se reía de eso. También cambió mi forma de vestir. Se ajustó un poco a la moda. No la adoptaba totalmente. Ni cambiaba absolutamente mi estilo. Empecé a analizarme continuamente. Las palabras. Los actos. Y no ví en mí nada que no fuera desde siempre mío.



domingo, junio 26, 2011

IRREPARABLE

O tal vez era que algo había cambiado en mí. Algo que estaba tan dentro de mí que yo no podía notarlo. Algo que era notorio y evidente para todos y no para mí. O al menos para ella que era la que estaba más cerca de mí. Algo que me cambiaba absolutamente y que me cambiaba sin que yo pudiera notarlo. Así que lo más probable era que estuviera muy dentro de mí. Pero yo no lo notaba. Así que no podía hacer nada por variarlo de nuevo. Y ella no me lo dijo. No me dio una explicación. Simplemente el tiempo. El desgaste. La falta de amor. La costumbre. Pasé mucho tiempo pensando que había algo distinto en mí que yo notaba. Algo erróneo que no podía arreglar.



sábado, junio 25, 2011

IDÉNTICO

Sigo siendo el mismo hombre. No es una frase hecha. Es que soy el mismo. Los domingos por la tarde sigo ocupándolos en escuchar la radio y ver partidos de fútbol. Escucho la misma emisora desde que era pequeño. La misma gente. Todas las mañanas voy al mismo trabajo. El mismo que tenía cuando estaba con ella. Mi lenguaje. Mi aspecto. Mi ropa. Nada ha cambiado. Me corto el pelo en el mismo sitio. Sí, me he acostado con otras mujeres. Y ya no llamo nunca a su teléfono. Pero lo demás es lo mismo. Las mismas películas. Las mismas series de televisión. ¿Por qué entonces no valgo ahora? ¿Por qué fui expulsado del paraíso? Esa es mi principal preocupación.