Nunca antes he tenido mascotas (demasiado rigor hogareño, tal vez), pero ahora que puedo me siento responsable de esa vida tibiecita que nota mis tristezas y de algún modo las combate; que percibe mis alegrías y muchas veces incluso las provoca.
▼▲"Round de cariño" con Shavila, la gata de mi mamá. Le puso ese nombre por el guaraní chaví", pues dice que se deja arrebatar la comida por los perros.
▼▲esos ojos me demuestran que no todo es gris ▲ ▼▲He aquí los gatos más dormilones ▲entre las cortinas limpias
1 comentarios:
¡Hola! Hacía ya tiempo que no sabía de ti. Perdí de vista tu antiguo blog pero me encantó descubrir este.
Espero que estés bien ;)
¡UN BESAZO!
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