lunes, 1 de abril de 2013

Poesia: Alfonsina Storni - Part 19 - Buenos Aires - Un cementerio que mira al mar - Humildad - Soy - Palabras a mi madre - Duerme tranquilo - La via lactea - Links



BUENOS AIRES

Buenos Aires es un hombre
Que tiene grandes las piernas,
Grandes los pies y las manos
Y pequeña la cabeza.
(Gigante que está sentado
Con un río a su derecha,
Los pies monstruosos movibles
Y la mirada en pereza.)
En sus dos ojos, mosaicos
De colores, se reflejan
Las cúpulas y las luces
De ciudades europeas.
Bajo sus pies, todavía
Están calientes las huellas
De los viejos querandíes
De boleadoras y flechas.
Por eso cuando los nervios
Se le ponen en tormenta
Siente que los muertos indios
Se le suben por las piernas.
Choca este soplo que sube
Por sus pies, desde la tierra,
Con el mosaico europeo
Que en los grandes ojos lleva.
Entonces sus duras manos
Se crispan, vacilan, tiemblan,
¡A igual distancia tendidas
De los pies y la cabeza!
Sorda esta lucha por dentro
Le está restando sus fuerzas,
Por eso sus ojos miran
Todavía con pereza.
Librodot Poesías Alfonsina Storni
Pero tras ellos, velados,
Rasguña la inteligencia
Y ya se le agranda el cráneo
Pujando de adentro afuera.
Como de mujer encinta
No fíes en la indolencia
De este hombre que está sentado
Con el Plata a su derecha.
Mira que tiene en la boca
Una sonrisa traviesa,
Y abarca en dos golpes de ojo
Toda la costa de América.
Ponle muy cerca el oído:
Golpeando están sus arterias:
¡Ay, si algún día le crece
Como los pies, la cabeza!



UN CEMENTERIO QUE MlRA AL MAR

Decid, oh muertos, ¿quién os puso un día
Así acostados junto al mar sonoro?
¿Comprendía quien fuera que los muertos
Se hastían ya del canto de las aves
Y os han puesto muy cerca de las olas
Porque sintáis del mar azul, el ronco
Bramido que apavora?
Os estáis junto al mar que no se calla
Muy quietecitos, con el muerto oído
Oyendo cómo crece la marea,
Y aquel mar que se mueve a vuestro lado,
Es la promesa no cumplida, de una
Resurrección.
En primavera, el viento, suavemente,
Desde la barca que allá lejos pasa,
Os trae risas de mujeres... Tibio
Un beso viene con la risa, filtra
La piedra fría, y se acurruca, sabio,
En vuestra boca y os consuela un poco...
Pero en noches tremendas, cuando aúlla
El viento sobre el mar y allá a lo lejos
Los hombres vivos que navegan tiemblan
Sobre los cascos débiles, y el cielo
Se vuelca sobre el mar en aluviones,
Vosotros, los eternos contenidos,
Librodot Poesías Alfonsina Storni
No podéis más, y con esfuerzo enorme
Levantáis las cabezas de la tierra.
Y en un lenguaje que ninguno entiende
Gritáis: -Venid, olas del mar, rodando,
Venid de golpe y envolvednos como
Nos envolvieron, de pasión movidos,
Brazos amantes. Estrujadnos, olas,
Movednos de este lecho donde estamos
Horizontales, viendo cómo pasan
Los mundos por el cielo, noche a noche...
Entrad por nuestros ojos consumidos,
Buscad la lengua, la que habló, y movedla,
¡Echadnos fuera del sepulcro a golpes!
Y acaso el mar escuche, innumerable,
Vuestro llamado, monte por la playa,
¡Y os cubra al fin terriblemente hinchado!
Entonces, como obreros que comprenden,
Se detendrán las olas y leyendo
Las lápidas inscriptas, poco a poco
Las moverán a suaves golpes, hasta
Que las desplacen, lentas, -y os liberten.
¡Oh, qué hondo grito el que daréis, qué enorme
Grito de muerto, cuando el mar os coja
Entre sus brazos, y os arroje al seno
Del grande abismo que se mueve siempre!
Brazos cansados de guardar la misma
Horizontal postura; tibias largas,
Calaveras sonrientes: elegantes
Fémures corvos, confundidos todos,
Danzarán bajo el rayo de la luna
La milagrosa danza de las aguas.
Y algunas desprendidas cabelleras.
Rubias acaso, como el sol que baje
Curioso a veros, islas delicadas
Formarán sobre el mar y acaso atraigan
A los pequeños pájaros viajeros.





 H U M I L D A D

Yo he sido aquélla que paseó orgullosa
El oro falso de unas cuantas rimas
Sobre su espalda, y creyó gloriosa,
De cosechas opimas.
Ten paciencia, mujer que eres oscura:
Algún día, la Forma Destructora
Que todo lo devora,
Librodot Poesías Alfonsina Storni
Borrará mi figura.
Se bajará a mis libros, ya amarillos,
Y alzándola en sus dedos, los carrillos
Ligeramente inflados, con un modo
De gran señor a quien lo aburre todo,
De un cansado soplido
Me aventará al olvido.



S O Y

Soy suave y triste si idolatro, puedo
Bajar el cielo hasta mi mano cuando
El alma de otro al alma mía enredo.
Plumón alguno no hallarás más blando.
Ninguna como yo las manos besa,
Ni se acurruca tanto en un ensueño,
Ni cupo en otro cuerpo, así pequeño,
Un alma humana de mayor terneza.
Muero sobre los ojos, si los siento
Como pájaros vivos, un momento,
Aletear bajo mis dedos blancos.
Sé la frase que encanta y que comprende
Y sé callar cuando la luna asciende
Enorme y roja sobre los barrancos.


PALABRAS A MI MADRE

No las grandes verdades yo te pregunto, que
No las contestarías; solamente investigo
Si, cuando me gestaste, fue la luna testigo,
Por los oscuros patios en flor, paseándose.
Y si, cuando en tu seno de fervores latinos
Yo escuchando dormía, un ronco mar sonoro
Te adormeció las noches, y miraste, en el oro
Del crepúsculo, hundirse los pájaros marinos.
Porque mi alma es toda fantástica, viajera,
Y la envuelve una nube de locura ligera
Cuando la luna nueva sube al cielo azulino.
Y gusta, si el mar abre sus fuertes pebeteros.
Arrullada en un claro cantar de marineros
Librodot Poesías Alfonsina Storni
Mirar las grandes aves que pasan sin destino.



DUERME TRANQUILO

Dijiste la palabra que enamora
A mis oídos. Ya olvidaste. Bueno.
Duerme tranquilo. Debe estar sereno
Y hermoso el rostro tuyo a toda hora.
Cuando encanta la boca seductora
Debe ser fresca, su decir ameno;
Para tu oficio de amador no es bueno
El rostro ardido del que mucho llora.
Te reclaman destinos más gloriosos
Que el de llevar, entre los negros pozos
De las ojeras, la mirada en duelo.
¡Cubre de bellas víctimas el suelo!
Más daño al mundo hizo la espada fatua
De algún bárbaro rey Y tiene estatua.


LA VIA LACTEA

Blanco polen de mundos, dulce leche del cielo
¡Quién fuera una gigante mariposa divina
Para hundir la cabeza en aquella tu harina
Impalpable y libarte como a cosa del suelo!
Ya de nuevo en los ojos quema la primavera,
Mas mi pasión humana yace, roto el peciolo,
Y agotada mi alma está el mundo tan solo
Que camino y retumban mis pasos en la esfera.
Y en las noches nevadas, cuando a pesar de quietos
Siento moverse arriba los blancos esqueletos
De las estrellas muertas, me acomete como un
Deseo de los cielos, y no sé qué ofreciera
Porque sobre mi frente miserable cayera
Una gota tan sólo te la leche de Juno.





Poesia: Alfonsina Storni - Part 19 - Buenos Aires - Un cementerio que mira al mar - Humildad - Soy - Palabras a mi madre - Duerme tranquilo - La via lactea - Links








domingo, 31 de marzo de 2013

Poesia - Poesie: Georges Bataille - L'archangelique - Lo arcangelico










L’ archangélique



(...)

la folie ailée ma folie

déchire l’immensité

et l’immensité me déchire



je suis seul

des aveugles liront ces lignes

en d’interminables tunnels



je tombe dans l’immensité

qui tombe en elle­même

elle est plus noire que ma mort



le soleil est noir

la beauté d’un être est le fond des caves un cri

de la nuit définitive



ce qui aime dans la lumière

le frisson dont elle est glacée

est le désir de la nuit

(...)





Lo arcangélico



(...)

la locura alada mi locura

desgarra la inmesidad

y la inmensidad me desgarra



estoy solo

hombres ciegos leerán estas líneas

en interminables túneles



caigo en la inmensidad

que cae en sí misma

más negra que mi muerte



el sol es negro

la belleza de los seres es el fondo de las cuevas un grito

de la noche absoluta



lo que ama en la luz

el estremecimiento que la hiela

es el deseo de la noche

(...)



 Poesia - Poesie: Georges Bataille - L'archangelique - Lo arcangelico 

Music: Steve Reich - Auschwitz-Birkenau in symbols - Differe




 Auschwitz-Birkenau in symbols - Steve Reich - Differe








Music: Steve Reich - Auschwitz-Birkenau in symbols - Differe


Poesia: Juan Ramon Jimenez - Silencio - Cuando dormida tu - Yo no se como saltar - He abierto mi balcón - Links




¡SILENCIO!

No, no digáis lo que no he dicho.
Tu luna llena me lo tape, cielo inmenso,
en la noche solemne;
tú, río, que lo sabes, sigue hablando
como quien no lo sabe, paralelo
en tu huir infinito
a mi secreto pensamiento yerto;
aunque lo cantes, pájaro,
yo solo sepa desde dentro
que lo cantas cual yo en abril te lo cantaba;
tú, rosa última, guárdalo en tus pétalos
como en mi corazón; llévalo tú
y déjatelo, viento...
¡No, no, no lo digáis!
Siga todo secreto
eternamente, mientras gira el mundo
soñando, nunca he dicho ya por nadie,
con mi silencio eterno.



CUANDO DORMIDA TU

Cuando dormida tú, me echo en tu alma,
y escucho, con mi oído
en tu pecho desnudo,
tu corazón tranquilo, me parece
que, en su latir hondo, sorprendo
el secreto del centro
del mundo.
Me parece
que legiones de ángeles,
en caballos celestes
-como cuando, en la alta
noche escuchamos, sin aliento
y el oído en la tierra,
trotes distantes que no llegan nunca-,
que legiones de ángeles
vienen por ti, de lejos
-como los Reyes Magos
al nacimeinto eterno
de nuestro amor-,
vienen por ti, de lejos,
a traerme, en tu ensueño,
el secreto del centro
del cielo.



YO NO SE COMO SALTAR

Yo no sé como saltar
desde la orilla de hoy
a la orilla de la mañana.
*
El río se lleva, mientras,
la realidad de esta tarde
a mares sin esperanza.
*
Miro al oriente, al poniente,
miro al sur y miro al norte...
Toda la verdad dorada
que cercaba al alma mía,
cual con un cielo completo,
se cae, partida y falsa.
*
... Y no sé cómo saltar
desde la orilla de hoy
a la orilla de la mañana.



HE ABIERTO MI BALCÓN

¡He abierto mi balcón y me he encontrado azul
la tarde y el jardín!...¿ Qué azul, Dios mío, es este ?
Parece una penumbra velada por un tul
que todo lo hace sueño con su vagar celeste.








 Poesia: Juan Ramon Jimenez - Silencio - Cuando dormida tu - Yo no se como saltar - He abierto mi balcón - Links

sábado, 30 de marzo de 2013

Painter: Renoir Pierre-Auguste - Part 7 - Naturalezas muertas - Life style - Links

 Pierre-August Renoir Still Life with Lemons and Oranges


 Pierre-August Renoir Still Life with Lemons


 Pierre-August Renoir Still Life with Melon


 Pierre-August Renoir Still Life with Melon


 Pierre-August Renoir Still Life with Onions


 Pierre-August Renoir Still Life with Orange and Sugar Bowl


 Pierre-August Renoir Still Life with Peaches 


 Pierre-August Renoir Still Life with Peaches 


 Pierre-August Renoir Still Life with Peaches and Chestnuts


 Pierre-August Renoir Still Life with Peaches and Grapes


 Pierre-August Renoir Still Life with Pears and Grapes


 Pierre-August Renoir Still Life with Pomegranates


 Pierre-August Renoir Still Life with Strawberries


 Pierre-August Renoir Strawberries


 Pierre-August Renoir Sugar Bowl 


 Pierre-August Renoir Sugar Bowl


 Pierre-August Renoir Sugar Bowl and Earthenware Bowl


 Pierre-August Renoir Sugar Bowl and Lemon


 Pierre-August Renoir Sugar Bowl and Lemons


 Pierre-August Renoir Three Lemons


 Pierre-August Renoir Three Partrides


 Pierre-August Renoir Three Pomegranates and Two Apples


Pierre-August Renoir Watering Can







Painter: Renoir Pierre-Auguste - Part 7 - Naturalezas muertas - Life style - Links













NASA: Nanib Desert - Rössing Uranium Mine - 30.03.13

Rössing Uranium Mine
acquired March 8, 2013
Rössing Uranium Mine
acquired March 8, 2013 download large image (342 KB, JPEG, 1632x1632)
Editor’s Note: Today’s caption is the answer to Earth Observatory’s March Puzzler.
The Namib Desert in southwestern Africa is one of the most inhospitable places on the planet. It rarely rains, unless you count the fog that often blankets the coastal area. There are no lakes or ponds. There’s almost no surface water at all, save for ephemeral streams that emerge when scattered storms bring rain in the winter. Even those streams flow for just a few days or weeks each year, and they disappear into the ground or evaporate into the air long before they reach the sea.
Given the scarcity of water, it’s not surprising that Namibia has the second lowest population density in the world, trailing only Mongolia. And the Namib Desert is one of the most sparsely-populated parts of Namibia. But despite the harsh environment, there is still something that draws people deep into the desert: uranium. Namibia is among the top five uranium-exporting countries in the world.
The Erongo region is home to Rössing mine, the oldest and third-largest producer of uranium in the world. Situated about 70 kilometers (40 miles) northeast of the coastal city of Swakopmund, the mine is located near the ephemeral Khan River. The Advanced Land Imager (ALI) on NASA’s Earth Observing-1 (EO-1) satellite acquired this image of the mine and surrounding landscape on March 8, 2013.
Roessing’s 400-meter (1,300-foot) deep pit and a large processing facility north of it are the dominant features in the bottom image. The pit taps into layers of metasedimentary rock that contain intrusions of a type of coarse-grained igneous rock called pegmatite. Pegmatite often contains rare minerals and forms when magma slowly cools and hardens beneath the surface.
The mine sustains the small satellite town (population 7,600) of Arandis, which is visible near the top of the image. Roads and rail connect Arandis to Swakopmond, and there is a small airport south of Arandis. The dried channel of the Khan River is visible near the bottom of the image. While the surrounding landscape is largely devoid of vegetation, groundwater beneath the channel sustains some shrubs, trees, and grasses. The patches of green within and around the river channel in the top image are vegetation.
Some Namibians and environmental groups have raised concerns that water samples from the Khan River channel showed elevated uranium levels. Uranium carried in wastewater from the mine may be reaching groundwater and increasing uranium levels near the river. However, a study led by Michael Schubert, a scientist from the Helmholtz Center for Environmental Research, found that uranium also occurs naturally in the channel sediments. His team found no evidence that water contaminated by the mine had seeped into the groundwater.

NASA: Nanib Desert - Rössing Uranium Mine - 30.03.13


Poesie - Poesia: Paul Verlaine - Ballade de la vie en rouge - Balada de la vida en rojo - Française - Español



Ballade de la vie en rouge

L'un toujours vit la vie en rose,
Jeunesse qui n'en finit plus,
Seconde enfance moins morose,
Ni voeux, ni regrets superflus.
Ignorant tout flux et reflux,
Ce sage pour qui rien ne bouge
Règne instinctif: tel un phallus.
Mais moi je vois la vie en rouge.

L'autre ratiocine et glose
Sur des modes irrésolus,
Soupesant, pesant chaque chose
De mains gourdes aux lourds calus.
Lui faudrait du temps tant et plus
Pour se risquer hors de son bouge.
Le monde est gris à ce reclus.
Mais moi je vois la vie en rouge.

Lui, cet autre, alentour il ose
Jeter des regards bien voulus,
Mais, sur quoi que son oeil se pose,
Il s'exaspère où tu te plus,
Oeil des philanthropes joufflus;
Tout lui semble noir, vierge ou gouge,
Les hommes, vins bus, livres lus.
Mais moi je vois la vie en rouge.


Balada de la vida en rojo

El uno siempre vive la vida en rosa,
la juventud que no acaba nunca,
segunda infancia menos taciturna,
ni deseos ni lamentos superfluos.
Ignorante de todo flujo y reflujo,
este sabio para quien nada se mueve
reina instintivo: como un falo.
Pero yo, yo veo la vida en rojo.

El otro razona y glosa
en tonos irresolutos,
sopesando, pesando cada cosa
con manos entumecidas y pesados callos.
Le haría falta mucho tiempo de su tabuco.
El mundo es gris para este recluso.
Pero yo, yo veo la vida en rojo.

El, este otro, en derredor se atreve
A echar miradas llenas de deseos,
Pero donde su mirada se posa,
Él se exaspera donde tu te places,
Mirada de filántropos mofletudos;
Todo le parece negro, virgen o gubia,
Los hombres, vinos bebidos, libros leídos.
Pero yo, yo veo la vida en rojo.

Paul Verlaine (1844-1896)




Poesie - Poesia: Paul Verlaine - Ballade de la vie en rouge - Balada de la vida en rojo - Française - Español  









Poesia: Olga Orozco - Aqui estan tus recuerdos... - Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer... - Links




Aquí están tus recuerdos...

Aquí están tus recuerdos:
este leve polvillo de violetas
cayendo inútilmente sobre las olvidadas fechas;
tu nombre,
el persistente nombre que abandonó tu mano entre las piedras;
el árbol familiar, su rumor siempre verde contra el vidrio;
mi infancia, tan cercana,
en el mismo jardín donde la hierba canta todavía
y donde tantas veces tu cabeza reposaba de pronto junto a mí,
entre los matorrales de la sombra.

Todo siempre es igual.
Cuando otra vez llamamos como ahora en el lejano muro:
todo siempre es igual.
Aquí están tus dominios, pálido adolescente:
la húmeda llanura para tus pies furtivos,
la aspereza del cardo, la recordada escarcha del amanecer,
las antiguas leyendas,
la tierra en que nacimos con idéntica niebla sobre el llanto.

-¿Recuerdas la nevada? ¡Hace ya tanto tiempo!
¡Cómo han crecido desde entonces tus cabellos!
Sin embargo, llevas aún sus efímeras flores sobre el pecho
y tu frente se inclina bajo ese mismo cielo
tan deslumbrante y claro.

¿Por qué habrás de volver acompañado, como un dios a su mundo,
por algún paisaje que he querido?
¿Recuerdas todavía la nevada?

¡Qué sola estará hoy, detrás de las inútiles paredes,
tu morada de hierros y de flores!
Abandonada, su juventud que tiene la forma de tu cuerpo,
extrañará ahora tus silencios demasiado obstinados,
tu piel, tan desolada como un país al que sólo visitaran cenicientos pétalos
después de haber mirado pasar,   ¡tanto tiempo!,
la paciencia inacabable de la hormiga entre sus solitarias ruinas.

Espera, espera, corazón mío:
no es el semblante frío de la temida nieve ni el del sueño reciente.
Otra vez, otra vez, corazón mío:
el roce inconfundible de la arena en la verja,
el grito de la abuela,
la misma soledad, la no mentida,
y este largo destino de mirarse las manos hasta envejecer.







Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer...

Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer
y no puedas recordar hacia atrás, como la Reina Blanca, déjame en el aire la sonrisa.
Tal vez seas ahora tan inmensa como todos mis muertos
y cubras con tu piel noche tras noche la desbordada noche del adiós:
un ojo en Achernar, el otro en Sirio,
las orejas pegadas al muro ensordecedor de otros planetas,
tu inabarcable cuerpo sumergido en su hirviente ablución, en su Jordán de estrellas.
Tal vez sea imposible mi cabeza, ni un vacío mi voz,
algo menos que harapos de un idioma irrisorio mis palabras.
Pero déjame en el aire la sonrisa:
la leve vibración que azogue un trozo de este cristal de ausencia,
la pequeña vigilia tatuada en llama viva en un rincón,
una tierna señal que horade una por una las hojas de este duro calendario de nieve.
Déjame tu sonrisa a manera de perpetua guardiana, Berenice.




Poesia: Olga Orozco - Aqui estan tus recuerdos... - Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer... - Links 


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