Y
Lo único que importa es uno. Y hay que decir: “Pero yo” “Por qué Yo” “Yo no quiero” “Yo se muy bien…” Yo rebotando en tus orejas para que de tantos yo te vayas a tomar aire a otro lado donde otro Yo te repite su misma angustia o para que en tú soledad agriada tú Yo importe más de la cuenta o a cuenta o cuente que cuenta. Pero así es, vuelco en la calle oreja y antena, estoy prendido encendido emocionado: ¿Dónde una mirada de piedad? Yo, yo, yo, una multitud un ejercito un campo minado de Yo, yo, yo, esperan injertar intersectar inundar de Yo al otro Yo que chocarán los pechos midiéndose aguantando el aire topándose las cornamentas en celo. Ausencia, entre tanto afirmativo, ausencia, ausencia, ausencia, donde voy la veo en los ojos vacíos las barbillas duras el pararrayos extendido con sus puntas en Y que en un mar seco de retinas castigadas transparentan sus follajes de bronce, secos de tanta decepción. Hoy es un día común del siglo 21, lo cual realmente no importa nada, ni siquiera una Y. Cada uno en lo suYo.