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10 julio, 2015

Cuando la magia aparece en un rincón de Gimarães



Gimarãeses una ciudad realmente hermosa. Llegamos exhaustos y nos encontramos en pleno centro con el restaurante Nicolino. Tiene una terraza en la placita donde se encuentra y sus dueños ofrecen una atención esmerada y realmente cálida.



La escena es idílica, una mesa con manteles de cuadros rojos y blancos, en otra mesa animada, un hombre, acompañado con su guitarra canta hermosas canciones en portugués. El dueño, que parece ser amigo de esta mesa no cesa de traerles cosas que pintan deliciosas. El ambiente es animado, hay sol, el día está despejado.



Y nos traen un pan casero, queso de cabra, con un aceite de oliva perfumado de laureles y ajo que sirve para mojar el pan y el queso… tortitas y croquetas de bacalo, sardinas fritas, y un estofado de conejo, que ha preparado para la otra mesa, y que el dueño nos regala una generosa porción para que lo probemos. Cuánta generosidad y calor humano.

Ciertamente idílico, oporto casero (regalado por la casa) y postre para cerrar mientras la música no para… fue difícil levantarse de esa mesa y partir, que gozada. Los precios muy económicos y cocina casera.



Restaurante Nicolino
Rua Doutor Avelino Germano, 99
Gimarães, Portugal
Teléfono: +35 125 30 55 921





02 julio, 2013

Como comer en casa de la tía en San Petersburgo




Caminando por la isla de Vasilievsky, saliéndonos de los límites que marcaba nuestro mapa turístico, dimos con una bella iglesia ortodoxa, para la cual he encontrado dos nombres: monasterio de Optina o bien Iglesia de la Asunción de la Bienaventurada Vírgen María. Una vez que la recorra, entre por una puertecita que queda a la vista de la fachada y que tendrá algún cartel que indique que es un café. 
El lugar es agradable, sencillo y acogedor. No hablan sino ruso, aunque tiene una carta en inglés-ruso, el menú, que es bastante bueno por el precio, está solo en ruso, así que nos lanzamos al azar escogiendo un par sin tener ni idea de lo que escogíamos. Al final, valió la pena, porque su cocina es casera, sana, sin pretensiones, rica y para colmo muy económica. 




Entre lo que ofrecen están platos típicos como su sopa borsh a base de remolacha, o la solianka con carne. De segundo ensaladas, la primera en la foto a base de col, zanahoria y toque de frutas, y la segunda una ensaladilla rusa. De tercer plato, nos dimos cuenta que el primer menú, más económico era vegetariano, pero no por ello menos rico, otro de sus platos típicos: grechka de champiñones salteados acompañados de alforfón (trigo sarraceno) y un estrogonof de pollo.




No venden alcohol por "estar en la casa del señor", según nos dio entender entre asombro y gestos nuestra simpatiquísima y amable camarera, que, como una tía nos "reñía" si no comíamos todo el plato. El menú viene acompañado con un té, y oscila entre los 7 y 12 euros, un precio excelente para la calidad y los estándares de la ciudad. Nos ha encantado la experiencia por auténtica, sana y deliciosa en su sencillez.





Naberezhnaya Leytenanta Shmidta, 27/2
San Petersburgo
Rusia












Os dejo un vídeo promocional del lugar


22 noviembre, 2011

La comida de la 'mamma' trapanesa


Comer una buena y auténtica comida típica a  veces es muy difícil. En el casco histórico de Trápani, entramos en el sencillísimo restaurante Trattoria da Salvatore porque vimos a su cocinera afuera tomando el aire. Para mí es clarísimo, si se quiere comida auténtica hay que apuntar hacia una cocinera que haya alimentado a una familia por muchos, muchos años, o por lo menos eso nos pareció y no erramos.

Un restaurante de comida casera honesto y delicioso. Probamos la típica pasta busiata con sardina, que sin duda fue la mejor que probé en Sicilia, por su gran equilibrio entre las intensas especias que recuerdan la herencia árabe de la isla.

Pasta a la Norma.

Tampoco hay que perderse otros dos clásicos de la pasta siciliana: la busiata a la trapanese (que es una suerte de pesto de tomate y almendras) y la pasta a la Norma (con berenjenas y ricotta).

No soy una amante perdida del cuscús pero allí he probado uno de pescado fenomenal. No espere de los postres nada, porque suele pasar en las cocinas caseras.

La atención es buena y tienen una agradable terraza para comer. Los precios, la media de la isla: entre 8 y 10 y tienen un menú turístico por 16 euros.


Trattoria da Salvatore
Via N. Nasi, 19
91199 Trápani
Sicilia
Teléf.: +39/ 0923 546 530




15 septiembre, 2011

Comida casera en Siracusa


 Un restaurante de comida casera memorable ha sido la Trattoria La Spigola, el cual es atendido por sus dueños, una familia siciliana. Ofrecen platos típicos en un ambiente sencillo y rústico. La pasta es absolutamente deliciosa pida la que se pida, y tambien se puede optar entre una buena variedad en pizza. Su ensalada de pulpo, sin duda, fue la mejor que probamos en la isla.


Tienen una agradable terraza que está siempre a tope y si no se va temprano mejor reservar porque, sino, no podrá sentarse a comer, sobre todos los domingos, que van las familias italianas. La atención es puntual y los precios están en la media siciliana. Unos 12 euros por persona, aproximadamente.

Via Gaetano Moscuzza, 3
96100 Siracusa
Sicilia
Teléf.: +39 0931 62464
Italia  ‎