Bizcocho al Limón

  Os presento la primera receta de bizcocho de claras, para aprovechar las que sobraron del tocino, y además así estrenaba (¡por fin!) mi supermolde-precioso-preciosisismo de NORDICWARE "Chrysanthemum" (no es un bundt-cake, pero las claras hay que gastarlas). 

  Es una receta del libro de la Marquesa de Parabere “Enciclopedia Culinaria. Confitería y repostería” (del año 1964). Como está buenisimo he tenido que repetirlo, en el primero utilicé el doble de ingredientes de la receta original (8 claras) y en el segundo con medida y media (6 claras). 

  Ingredientes:

• 8 claras de huevo. (6 claras)
• 330 gr. de azúcar. (245 gr.)
• 180 gr. de harina. (135 gr.)
• 180 gr. de mantequilla. (135 gr.)
• Raspadura de medio limón.
• Un poco más de mantequilla y harina para engrasar el molde.

Las fotos son del primer bizcocho de 8 claras

  Se unta el molde con mantequilla y se espolvorea de harina. Se le da la vuelta para que caiga el sobrante.

  Se baten las claras muy duras a punto de merengue. 

  Se le agrega el azúcar mezclado con las raspaduras de limón utilizando una cuchara de madera y con mucho cuidado para que no se bajen las claras.

  Se añade la harina tamizada con los mismos cuidados que el azúcar.

  Por último, se agrega la mantequilla semi-líquida (pero fría), vertiéndola en chorrito y metiendo la cuchara hasta el fondo, pero con las mismas precauciones que antes.

  No sé si se nota en las fotos, pero me resultó muy curioso ver cómo se trasformaban las claras a punto de nieve en una masa de bizcocho. Es que es la primera vez que hacía un bizcocho de esta manera.... Se vierte en el molde y se cuece a 160º durante 40 minutos.

 Ya cocido, se vuelca sobre una rejilla, se deja enfriar.

 Puede servirse espolvoreado con azúcar glas, aunque yo utilicé los restos que me quedaban de la glasa de las galletas para marcar un poco los pétalos.

Recién salido del horno

Los pétalos... ¡Queda precioso!

 El sabor es delicioso, con una miga densa pero suave. El toquecillo del limón es muy agradable, por eso en la segunda prueba, como ya no me quedaba glasa, se me ha ocurrido decorarlo de otra manera. 

  Seguro que el invento tiene nombre, porque incluso creo haberlo visto escrito alguna vez, pero ahora no caigo (¿glaseado, tal vez?). Simplemente he cogido una buena cucharada de azúcar glas y le he añadido un chorro de zumo de limón. He seguido aclarándolo con un poquito de agua hasta conseguir una mezcla bastante líquida, que he puesto con un pincel por encima del bizcocho con idea de mi ayudante preferida pudiera espolvorearlo bien con todo tipo de adornos de colores y que se quedaran "pegados". En la foto se nota un ligero brillo, pero al probarlo añade un toque adicional de limón que queda estupendo.

  Una idea muy recomendable! Espero que os guste.