«Mi vida es un poema que no encontró a su editor»
(V. Ahrens,1922)
«Después de mi muerte, quisiera permanecer viva en la memoria de la gente, quiero que esculpan en mi lapida lo que dijo Nikolai Gumiliov sobre mi belleza»
(V. Ahrens, 1912)
Sin mí se derriten los
témpanos
del lago,
sin mí florecerá el cerezo
en el parque,
sin mí un rayo
atravesará la nube,
se pondrán blancas las anémonas
bajo los árboles,
sin mí empezará la primavera
en mi patria,
sin mí germinará
la hierba adormecida
e hinchados de jugo
se abrirán los brotes.
Hace un año me fui de casa,
una mañana de otoño.
Sin mí trinarán
los pequeños pájaros,
los tilos melosos
soltarán su aroma en el aire
y la libélula de alas transparentes,
azules,
levitarán sobre el barranco
umbroso.
Sin mí se abrirán las puertas
del balcón
en la casa roja, alta,
puntiaguda,
la inundará el sol, enceguecedor,
generoso,
pero detrás de la lila
se extenderá
una mano ajena, y no
la materna.