Donde se desgarra la memoria, comienza una película
vieja,
una música vieja sin sentido.
Cesó la lluvia en
el parque del descanso y no puedo explicar
el intenso perfume de las lilas en esta primavera.
Tomar el décimo tranvía, salir, pasar bajo el arco de
Stalin:
todo es igual a como era antes, hace mucho tiempo.
Acá me tomaban de la mano, acá me tomaban en brazos,
acá, al aire libre, pasaban una película.
El arte mostraba los mismos sentimientos:
este parque del descanso, al muchacho en brazos.
El pasado infinito, marcado de una manera opaca,
le impide al futuro despegar.
Por nostalgia, jugando, o por borrachera
pasear en el teleférico encima de los pinos, hasta el
cielo,
pero aun así es imposible comprender
si la guerra ya pasó o si no hubo guerra.
Todo en blanco y negro, las madres caminan con sus hijos,
el maldito altavoz
canta algo victoriosamente.
Viví tanto tiempo en este mundo, cómo pude sobrellevar
este corazón agitado,
lágrimas, y hasta lo contrario.