Carta de María Vishñakova a su ex marido,
Arseni Tarkovski
«¡Querido Asiñka!
¿Cómo hago para saber cómo estás de salud? Si me necesitás, pedile a Nina
Guerásimovna que mande un telegrama. Te llevaré lo necesario. No temas dirigirte a mí como si fuera una madre (pero no la tuya), no exijo nada, ya nada espero.
No necesito nada tuyo. Eso lo sabés… No sufras por tus asuntos personales, Asik,
todo eso pasará, lo olvidarás, nada permanece. Comprendo todo perfectamente,
conmigo, Asik, pasó lo mismo, y terminó bien. Me volví más sabia, silenciosa
y tranquila. No necesito nada, ya nada me asombra ni preocupa. Estoy
tan, tan tranquila. No te aflijas, querido, todo estará bien. Nos mudaremos,
vivirás bien y en paz. Te llevarás algunos muebles, tengo un sofá que me sobra. Mejorate, criatura mía, me tiemblan
las manos por este telegrama. Me preocupo tanto, estás solo allá, quién te
cura. ¿Qué necesitás? Mandame un telegrama contándome todo (lo bueno y lo malo), si no recibo
noticias tuyas, me siento mal, estoy inquieta… ¿Necesitás dinero? Te beso con fuerza,
los niños no saben que te escribo. Te quieren mucho... No vendas nada, escribime, dinero
siempre saco de algún lado. Te beso una vez más ».
(1938/39)