“Luces, motores y acción, el automovilismo es el mayor espectáculo”
Guillem Baltrons
Fecha: 5 de enero. Hora: 11:00. Antoni y yo hemos quedado en un bar céntrico de Calella, ciudad de la comarca del Maresme donde actualmente reside con su novia, o lo que es lo mismo, mi prima. Veo a lo lejos una silueta conocida, casi irreconocible por la lejanía y el gentío desenfrenado a causa del consumismo navideño. Nos saludamos de un modo demasiado eufórico e infantil, pero no es nada fuera de lo común ya que el rasgo más característico de la personalidad de Antoni es, sin duda, su humor.
Después de haber pedido, me propongo empezar la entrevista, dedicada exclusivamente al mundo del motor sobre cuatro ruedas, porque es realmente su pasión. Antoni es mecánico en un taller de coches de Calella. Cuando no está trabajando, está equipando su coche con diferentes piezas de último modelo o gozando de cualquier carrera con automóviles como protagonistas. “Los coches no son solo mi trabajo, también son mi vida”, afirma.
El camarero se aproxima con nuestro par de “coca-colas” y nuestros bocadillos recién hechos a la vez que por televisión vemos un especial de la Fórmula 1. “Está claro que los pilotos son muy importantes, pero lo que decide una carrera antes de que empiece es la puesta a punto del coche y la estrategia elegida por la escudería”, dice Antoni con total seguridad observando con detenimiento los últimos ganadores de esta modalidad.
Después de comerse el bocadillo, abre la lata y se la bebe de un trago. No quiero perder el hilo de nuestra conversación y rápidamente le pregunto por sus inicios en este mundo. Él me mira, sonríe y me dice: “Decidí dedicarme a esto de muy pequeño, cuando fui a ver mi primer tramo de Rally en Lloret de Mar”.
“Aún sueño con los grandes duelos de Ayrton Senna y Alain Prost”, me responde con velocidad al preguntarle por su carrera favorita.
Una vez en la calle, habiendo pagado ya la cuenta, Antoni observa el cielo y grita: “La vida es como una carrera, no sabes como irá hasta que no termina”.