Alejandra
Díaz-Ortiz, chilangomexicana, reside en España desde hace más de una década.
Toda su vida ha girado en torno al mundo de la cultura, desde distintos
frentes. Siendo muy joven, le tocó aprender el oficio del cine, fue Arturo
Ripstein su principal tutor, aunque también trabajó con Sergio Olhovich,
Alfredo Gurrola, Julián Pastor y alguno más. Su último trabajo en el cine
mexicano fue la ya célebre película, Pedro Navaja. En su paso por la
televisión, colaboró con Sony Entertainment y con el director español Jaime
Darmiñan. La música se cruzó en su camino. Durante más de diez años fue la
representante en México de Joaquín Sabina y Luis Eduardo Aute. Con su empresa
también produjo varios espectáculos y giras, como La Lengua es Redonda y
La Ola Cubana. En el ámbito local, fue manager de Jaime López, al que le
produjo dos discos. También manejó a Enrique Guzmán, a quien llevó a celebrar
sus treinta y cinco años de cantante en el Auditorio Nacional. Hasta que se
casó con el editor y poeta español Carlos Álvarez-Ude y se quedó a vivir en
España. Entonces fue cuando comenzó a escribir. Obra: En 2024 resulta finalista
del premio Ópera Prima con su primer poemario, Bisturí. Desde 2017
colabora habitualmente con la revista “Costa Fleming”, editada en Madrid,
España. En 2017 participó en el libro Cuestionarios Proust y Bolaño,
compilado por el escritor Ricardo del Álamo y editado en España. En 2015, en la
revista Trama y Texturas, publicó la historia de unas curiosas cartas de
Federico García Lorca que encontró por una fatal casualidad. En 2014, apareció
su tercer libro con Trama editorial, No hay tres sin dos, que incluye en
la contraportada un texto de John Hemingway, nieto del famoso Premio Nobel. En
2013 publica su primera novela corta Julia (Ed. Vivelibro). En 2011
publica Pizca de sal, con prólogo del poeta Luis Alberto de Cuenca.
(Trama editorial). En 2009 publica su primer libro de microrrelatos, Cuentos
chinos, que incluye un generoso prólogo de Luis Eduardo Aute. (Trama
editorial). Actualmente prepara lo que podría ser su próximo libro...
Sábanas
¿Recuerdan
aquellos terribles monstruos nocturnos que se nos aparecían reflejados en las
paredes de nuestras habitaciones infantiles?
Esos de los que nos escondíamos debajo de las sábanas, invocando el
poder mágico de la tela para salvarnos de las amenazantes sombras que insistían
en asustar nuestras noches. Ese miedo que creímos desaparecido mientras
crecíamos.
Hasta que nos enamoramos por primera vez. Por segunda. Por quinta vez.
Entonces nos damos cuenta de que aquellos malditos monstruos lograron
transmutarse en seres vivos que, al igual que esas olvidadas sombras, seguirán
torturando nuestros sueños.
Ya no valen las sábanas.
Tarifa plana
Como prueba de amor, se
intercambiaron las contraseñas.
Ella le dio la de Netflix, él le
entregó la de Movistar. Durante grandes series fueron felices. Disfrutaron
meses de películas, y en más de un concierto bailaron juntos.
Hasta que un día le resultó
imposible conectarse. Con mucho cuidado,
tecleó la clave y contraseña tantas veces como el sistema la rechazó: el
usuario era desconocido.
Tampoco pudo volver a conectar con
él.
Cambió de compañía.
(Inédito. Morelia, 2023.)
Unos cuantos mandamientos
No amarás en falso.
No blasfe(a)marás.
No desearás el amor de tu próximo fracaso.
No robarás los besos que no tienes.
No mentirás por ellos.
(Y si lo haces, miente siempre con la verdad por delante.)
(Del libro Pizca de sal, 2012)
Hoy me he despertado siendo otra
Me he despertado siendo otra.
Lo he descubierto en el baño, lavándome
la cara. Me he mirado en el espejo y…
¡Sorpresa! La que me miraba a
mí no era yo.
La otra era alegre. Yo soy
morena. Mis ojos eran de triste marrón. Los de ella brillaban como la miel. Su
pelo era sedoso. El mío lucía opaco.
Di un salto hacia atrás. Ella
lo dio hacia delante.
Me asusté. Ella sonrió.
(Inédito. Madrid, 2022)
Epitafios
DEL TÍMIDO
Y me fui sin que
te dieras cuenta.
DEL CIENTÍFICO
El físico sí
importa. Te lo digo yo.
DE LA PASIÓN
A tus pies, mi
amor.
DEL ESCRITOR
Aquí yace mi
última errata.
DEL EDITOR
Cierro paréntesis.
(Del libro No hay tres sin dos, 2015)