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jueves, 21 de enero de 2016

Una Yubarta en Asturias

Ayer fue un día muy especial, uno de los que no se olvidan. A las 4 de la tarde recibí una llamada de mi amigo Elías García que me comentó que José Antonio García y él estaban viendo una Yubarta o ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) saltando frente al Musel, en Gijón. No hace falta decir que me sobró tiempo para coger los bártulos y aprovechando que estaba cerca, ir hacia allí a ver si la suerte se aliaba conmigo y la ballena seguía por la zona cuando llegara. La estaban viendo desde el nuevo dique del Muselón, una zona de tránsito restringido a la que solo se puede acceder con un permiso especial. Casualmente ese día habían conseguido el permiso por mediación de nuestro común amigo Xuanín, ya que estaban haciendo el censo de aves acuáticas invernantes y en esa zona se podían encontrar algunas aves marinas que no se ven desde otras partes del puerto. De esa forma pude entrar con ellos y subir al dique a intentar relocalizar a la ballena.

Buscamos durante varios minutos con los prismáticos en la zona donde la habían visto antes, buscando salpicones, soplos y lomos en la mar, pero no hubo suerte. Todo parecía indicar que la ballena se había marchado y que ya se encontraría muy lejos de allí. Fue entonces cuando dejé los prismáticos a un lado y me puse a mirar a simple vista. 


Y donde menos me lo esperaba, a menos de 100 metros del dique apareció un lomo negro asomando por la superficie. La forma de la aleta dorsal no dejaba lugar a dudas. ¡¡¡Ahí estaba!!! Durante la siguiente media hora la vimos aparecer intermitentemente mientras nadaba tranquila en dirección al Cabu Torres. 


lunes, 18 de enero de 2016

Somormujo cuellirrojo y muchas más aves por Santoña

Ayer, como todos los inviernos, volví a pasarme por las marismas de Santoña en compañía de mis amigos Jesús Menéndez, Germán Ibarra y Toño Lastra. Esta vez nos falló Jon Hidalgo, que estaba de salida marina desde Bermeo, donde no les fue nada mal. Otros años solíamos quedar a finales de año, pero debido a las inusuales condiciones meteorológicas, con un viento sur casi continuo y con temperaturas superiores a 20ºC durante casi todo diciembre, el estuario estaba prácticamente desierto y preferimos retrasar la salida unas semanas. Y no fue mala decisión, ya que con la llegada de los primeros frentes fríos del año, la marisma se llenó de aves, algunas muy poco comunes en los últimos inviernos.


Cuando llegué, Jesús y Germán ya habían localizado al Somormujo cuellirrojo (Podiceps grisigena) que ya lleva unos diez días por allí y que es una especie bastante rara, sobre todo últimamente. Eran las 9:30 de la mañana y aún hacía bastante frío y viento, lo que no parecía agradarnos mucho a ninguno. Unas horas más tarde, cuando calentó un poco y paró el viento, el somormujo entró en el puerto y se mostró mucho más confiado, moviéndose tranquilamente entre los pantalanes y dejándose fotografiar a placer por todos los que nos encontrábamos allí.


martes, 12 de enero de 2016

Las aves blancas del norte

Desde hace mas de un mes podemos gozar en Asturias de dos especies de aves nada frecuentes por aquí, una pareja de Ánsares nivales (Anser caerulescens) y un Cisne cantor (Cygnus cygnus), encontrados por Manuel Quintana el 24 de noviembre y el 17 de diciembre respectivamente en el embalse de San Andrés (Xixón, Asturies). 



viernes, 29 de mayo de 2015

"Invasión" de cernícalos patirrojos

La noticia ornitológica de los últimos días es la "invasión" de Cernícalos patirrojos (Falco vespertinus), un pequeño halcón gregario que se reproduce en Europa oriental y Asia y que pasa el invierno en el África tropical y meridional, mayoritariamente en Angola, Namibia, Zimbabwe y Botswana.


Las rutas migratorias normales de este ave cruzan el interior y el este de África, pasando la mayoría de los individuos por el Mediterráneo oriental y la península arábiga. De todas formas, todos los años, algunos ejemplares elijen una ruta más occidental, pasando por el este de la península ibérica, pudiendo verse en Valencia o en Cataluña.


Pero lo que está ocurriendo este año no es ni mucho menos lo normal, ya que grandes concentraciones de estos cernícalos han desplazado su ruta migratoria hacie el occidente, seguramente debido a unas condiciones meteorológicas anómalas y muchos de ellos han entrado por la costa portuguesa, ascendiendo luego hasta Galicia y migrando por el Cantábrico de camino a casa, aunque muchos de ellos están cruzando por el interior, lo que está propiciando que se observen aves prácticamente en cualquier lugar de la Península ibérica.

Macho de segundo año y hembra joven

Ayer, aprovechando una visita a las colonias de cormorán moñudo del occidente de Asturias, pude disfrutar de un grupo de 7 ejemplares que descansaban y se alimentaban en unos sembrados de maíz. Posteriormente pudimos ver otro ejemplar más en la zona de Rinlo. Estos ejemplares habían sido localizados el fin de semana por Pablo Miki García y Pablo Fernández, y su número ha ido aumentando a medida que se incorporaban nuevas aves procedentes de Galicia.


Curiosamente la mayoría de los ejemplares que se están viendo son hembras adultas y jóvenes y machos de segundo año, siendo la presencia de machos adultos mucho más escasa.

Cinco de los siete ejemplares observados

Sin duda esta irrupción de esta especie tan escasa es un acontecimiento que nos confirma la estrecha relación entre las condiciones meteorológicas y el comportamiento de los animales y una oportunidad única para ver esta bonita especie que seguramente sólo permanecerá unos pocos días entre nosotros. También es una buena ocasión para disfrutar del comportamiento social de estas aves, muy distinto al de los cernícalos comunes, de comportamiento solitario pero similar al de los cernícalos primillas.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Andarríos maculado

De vez en cuando, algunas aves se desvían de sus rutas migratorias habituales y pueden aparecer por sorpresa en cualquier sitio. La llegada de estas aves puede deberse a fenómenos atmosféricos que las desvían de esas rutas. La semana pasada, una de estas aves, un Correlimos maculado (Actitis macularius), una especie muy similar a nuestro Andarríos chico (Actitis hypoleucos), apareció en las charcas de la ría de La Villa (Asturies) donde fue localizado por Miguel Puente


Tal como indica su nombre, esta especie se caracteriza por presentar durante la época de reproducción unas manchas negruzcas en el vientre blanco, al contrario que su pariente que no las presenta. Fuera de la época de reproducción es prácticamente igual a su pariente europeo. 

El Andarríos maculado es una especie de limícola que se reproduce en Norteamérica y que pasa el invierno en Ameríca del Sur, donde puede llegar hasta Chile o Argentina. El destino final de estos individuos no muy halagüeño, teniendo en cuenta que estando tan alejados de sus áreas normales de reproducción no les será nada sencillo encontrar el camino de vuelta. 

jueves, 8 de enero de 2015

Despidiendo el año entre eideres y barnaclas cariblancas.

Ya hace 9 años que mi amigo Gilberto y yo despedimos el año viendo páxaros por el occidente de Asturies, y como ya os comentaba en la crónica de la salida de Santoña, esta es otra de las tradiciones que me gusta mantener. Curiosamente, el tiempo siempre nos acompañó en la mañana del 31 de diciembre y esta vez no fue distinta, ya que el día amaneció frío pero soleado.


Para comenzar la jornada quedamos en la Ría de Navia con la intención de comprobar si el macho de Eider común que ya se había visto hacía más de dos meses seguía por la ría. Hacía unas cuantas semanas que no se veía y nos temíamos que se hubiera marchado, pero nada más llegar lo vimos nadando en medio del canal frente a la poza. No estaba mal para empezar. No era raro que no se hubiera visto en todo ese tiempo, ya que al poco de llegar, observamos como se dirigía hacia la desembocadura de la ría y lo acabamos perdiendo de vista. Seguramente haga lo mismo todos los días, por lo que encontrarlo no deja de ser cuestión de suerte.

En la poza, varios azulones nadaban junto a un grupo de zampullines chicos, mientras unas cuantas garzas reales, garcetas y cormoranes grandes descansaban en la orilla.


Teníamos que darnos prisa si queríamos aprovechar la mañana, así que nos dirigimos a la rasa de la zona de Tapia para ver que se movía por allí. Varios bandos de chorlitos dorados comían entre los rastrojos del maiz, levantándose frecuentemente si sentían la presencia del halcón peregrino que sobrevolaba el campo de vez en cuando en busca de una presa. Lo que nos encontramos posado en uno de los rastrojos no fue al halcón, sino a un pariente suyo, un esmerejón que pasa el invierno en la zona y que usa los tallos secos del maíz como atalaya.


En un prado cercano, comiendo entre las patas de las vacas, un grupo de varias garcillas bueyeras no quisieron faltar a la cita. El número de estas aves parece ir en aumento año tras año, aunque al llegar la primavera desaparecen y no se las vuelve a ver hasta finales de verano. Las que no aparecieron fueron las cogujadas, que tienen aquí una de sus pocas áreas de cría de Asturies.


Pero a falta de cogujadas, los bisbitas comunes y alpinos se alimentaban en el suelo pisado por las vacas mientras unas pocas alondras preferían buscar la comida entre unos brezos al borde del acantilado.


Estorninos negros y pintos también usaban los prados donde estaban las vacas para alimentarse, pero mientras que los pintos aún conservaban su plumaje invernal, algunos estornintos negros ya lucían su lustroso plumaje de cría y los machos empezaban a cantar, seguramente inspirados por el ambiente primaveral.


Después de buscar sin éxito al escribano nival que se había visto hacía unos días en unos acantilados de la costa, cruzamos el Puente de los Santos y nos dirigimos a Rinlo. Frente a la costa hay un posadero de cormoranes que suele estar muy concurrido y donde se suele ver alguno de nuestros moñudos anillados. Esta vez no hubo suerte y no pudimos leer ninguna anilla, pero junto a los moñudos, varios cormoranes grandes compartían el posadero con ellos y en las rocas próximas también descansaban varios gaviones, gaviotas patiamarillas y sombrías, unos cuantos correlimos comunes y algunos correlimos oscuros.

Ya se acercaba la hora de comer y yo tenía que seguir viaje hasta Galicia como todos los años, así que Gilberto y yo nos despedimos y yo me acerqué a comer a Castropol, y así aprovechar para ver si había llegado algún colimbo. La ría estaba desierta y salvo algún charrán patinegro, unos pocos cormoranes grandes y unos pocos ánades silbones que se veían a lo lejos, estaba vacía.

Lo que no me esperaba en ese momento era que lo mejor aún estaba por llegar. Cuando ya me iba a marchar llegó un mensaje de Pablo Miki que decía que dos barnaclas cariblancas estaban posadas en uno de los rastrojos por donde habíamos pasado hacía unas horas. Estaba a tan solo cinco minutos así que con el bocadillo en una mano y el teléfono en la otra llamé a Gilberto para volver a vernos.

Cuando llegué las localice junto a un grupo de gaviotas patiamarillas. Estaban bastante lejos y preferimos no acercarnos para no espantarlas. Pero no fuimos nosotros, sino un halcón peregrino, el que levantó a todo el grupo, que se alejó volando hasta unos prados cercanos.


Poco después de posarse, se volvieron a levantar de nuevo. No parecían encontrarse muy convencidas del nuevo lugar que habían elegido. Dieron varias vueltas y temimos que se fueran definitivamente, pero después de seguirlas durante un rato comprobamos que se habían posado detrás de una pequeña loma y todo parecía indicar que se encontraban en la playa.


Y efectivamente allí estaban junto a un grupo de gaviotas. Después de hacerles unas fotos lejanas me despedí de Gilberto y me fuí, que ya se me hacía tarde. 

No hay duda de que el día había merecido la pena. Que mejor manera de despedir el año que esta.

Lista de especies observadas (más o menos en orden de aparición)

1) Eider común
2) Ánade real
3) Ánade rabudo
4) Garza real
5) Garceta común
6) Cormorán grande
7) Chorlito dorado
8) Ratonero común
9) Cernícalo común
10) Zampullín común
11) Estornino pinto
12) Estonino negro
13) Alondra común
14) Bisbita común
15) Bisbita alpino
16) Gorrión común
17) Jilguero
18) Pardillo común
19) Garcilla bueyera
20) Chochín
21) Tarabilla común
22) Esmerejón
23) Halcón peregrino
24) Cerceta común
25) Pato cuchara
26) Gaviota patiamarilla
27) Gaviota sombría
28) Gallineta
29) Colirrojo tizón
30) Corneja negra
31) Cuervo
32) Urraca
33) Porron moñudo
34) Cormorán moñudo
35) Gavión
36) Chorlito gris
37) Correlimos común
38) Vuelvepiedras
39) Correlimos oscuro
40) Vuelvepiedras
41) Charrán patinegro
42) Ánade silbón
43) Gaviota reidora
44) Barnacla cariblanca

lunes, 21 de octubre de 2013

Chorlito carambolo en Cantabria


Este fin de semana pasado me invitaron a participar en un curso de Ecología de aves, tortugas y mamíferos marinos en Cantabria y aprovechando el viaje, a la vuelta nos pasamos por el Cabo Quintres a ver si veíamos a un Chorlito carambolo (Charadrius morinellus) que habían encontrado unos días antes. Esta especie nidifica en el norte de Europa, en la tundra ártica y en zonas alpinas. Durante la migración es un ave escasa pero regular, y probablemente sea más abundante de lo que pensamos debido a que no es fácil de localizar, sobre todo cuando aparece en praderas alpinas que no son muy transitadas por los observadores de aves.


Durante la migración otoñal pueden aparecer individuos de esta especie a casi cualquier cota, encontrándose en muchas ocasiones en zonas de rastrojos en algunos cabos costeros. Siente una especial predilección por los rastrojos de los maizales recién cortados, donde debido a su plumaje se mimetiza perfectamente con los tallos secos del maíz.


El juvenil de carambolo localizado por Ángel Ruiz Elizalde, se encontraba en una de esas zonas a escasos metros de la carretera y como suele ser habitual en esta especie era extremadamente confiado. Es muy probable que este ejemplar sea la primera vez que se encuentra con un ser humano.

Una de las características más singulares de esta especie, es que tienen los roles sexuales cambiados, y al contrario de lo que ocurre en la mayoría de las especies de aves, los machos son los que cargan con todo el peso de la reproducción, incubando los huevos y cuidando de los pollos. Mientras tanto las hembras son las que cortejan y se aparean con varios machos distintos a lo largo de la estación de cría. Este cambio de roles sexuales no sólo afecta a su comportamiento, sino que también queda de manifiesto al observar su plumaje, que es mucho más llamativo en las hembras y más discreto y críptico en los machos, tal como podéis apreciar en estas fotos de Jesús Menéndez (que también compartió esta observación de Quintres) en las que se puede observar a una hembra en plumaje nupcial en Varanger, al norte de Noruega.

NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño

martes, 28 de mayo de 2013

Ánsar indio en As Pantorgas


Ayer volvimos a hacer una visita a las islas de Pantorgas (Tapia, Asturies) para anillar y tomas muestras en la colonia de cormoranes moñudos y como en la anterior visita de hace tres semanas, entre los nidos de gaviota patiamarilla había un visitante exótico que ya lleva por la zona desde mediados de marzo. Un ánsar indio (Anser indicus) ha elegido estas islas para alimentarse y descansar, probablemente debido a que en ellas encuentra la seguridad y aislamiento que no encuentra en la rasa costera. Estas islas son visitadas con frecuencia por otras especies de gansos, como las barnaclas o los ánsares comunes.

Las poblaciones naturales de ánsar indio se reproducen en Asia central, por lo que resultaría extremadamente raro que una de estas aves acabara llegando a la Península Ibérica. Pero esta especie, al igual que ocurre con otras especies de anátidas, es un ave común en zoos y colecciones particulares y también presenta poblaciones asilvestradas en varios países del norte de Europa.


El ánsar de As Pantorgas no tenía ninguna anilla ni otro tipo de marcas y su comportamiento era igual que el de un ave salvaje, mostrándose muy desconfiado y asustadizo, por lo que probablemente se trate de un ejemplar procedente de una población asilvestrada.



Una curiosidad de esta especie es que es el ave que es capaz de volar a mayor altura, pudiendo sobrevolar el Everest durante su viaje migratorio desde sus lugares de invernada en las costas de la India hasta sus zonas de cría en las zonas montañosas de Asia central. Según un artículo publicado hace unos meses, los ánsares indios pueden atravesar la coodillera del Himalaya en un día, pudiendo ascender desde los 4000 a los 6000 m de altitud en tan sólo 7 horas.

NOTA: podéis hacer click en las fotos para verlas a mayor tamaño.

martes, 8 de enero de 2013

Una visita al occidente en fin de año

Desde hace siete años, el 31 de diciembre paso la nochevieja en Galicia y de camino hago una parada en la zona de Entrambasaguas, entre el concejo de Tapia y la Ría del Eo, donde en compañía de mi amigo Gilberto hacemos la última salida ornitológica del año.

El occidente de Asturies nunca suele defraudar y es raro que en un área que incluye playas, acantilados, rías y una amplia rasa costera no haya algo interesante que ver. Este año, la climatología no parecía que fuera a dar muchas oportunidades, ya que el fuerte viento del suroeste no le gusta a las aves, que no pueden volar  cómodamente y prefieren refugiarse en zonas protegidas o descansar en el suelo. Pero había que intentarlo.

Pareja de ánsares piquicortos, con el faro de Tapia al fondo

Hacía varias semanas que una pareja de Ansares piquicortos (Anser brachyrhynchus) se dejaban ver por la rasa de Villadún y aunque se resistieron un poco, finalmente los conseguimos encontrar gracias a la ayuda de Gabriel, que los había localizado antes. Se encontraban pastando tranquilamente en el mismo sembrado de ballico donde se vieron las últimas veces.


Otra de las aves estrella que se llevan viendo desde hace tiempo es un Elanio azul (Elanus caeruleus). Esta especie era un visitante raro en el norte de la Península pero desde hace varios años cada vez son más numerosas las citas de esta especie. Y en esta zona del occidente se han visto el pasado año nada menos que cinco ejemplares, uno de los cuales aun se encuentra entre nosotros. Aunque después de casi una hora buscándolo ya no contábamos con verlo, al final lo localizamos posado en una rama baja, refugiándose del intenso viento que no parecía gustarle demasiado. Aunque parecía más desconfiado que otras veces, pudimos hacerle una foto testimonial antes de que se fuera volando.

Para completar la mañana nos dirigimos a la ría del Eo y como no teníamos demasiado tiempo y la marea estaba muy baja, fuimos directamente al puerto de Castropol, donde no es difícil ver colimbos, zampullines y otras especies casi sin bajarse del coche.

Grupo de cormoranes grandes pescando en la ría

Nada mas llegar ya vimos los primeros grupos de zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis) y dos colimbos grandes (Gavia immer), que pescaban activamente, asi como tres serretas medianas (Mergus serrator) y un grupo de cormoranes grandes.


El viento fuerte no favorece el vuelo de las aves, pero puede ser de gran ayuda para hacer fotos que en condiciones normales resultarían muy complicadas. Una espátula (Platalea leucorodia) que intentaba volar hacia el interior de la ría se mantuvo casi estática durante casi un minuto frente a nosotros mientras luchaba contra el viento, desplegando sus alas y avanzando lentamente hasta que desapareció.



Los charranes patinegros (Sterna sandvicensis) son aves muy rápidas que pescan lanzándose en picado sobre los peces de los que se alimentan. Esta vez el viento se puso de nuestra parte y nos permitió sacar varias fotos a algunos de los que se acercaron a nosotros.

Entre gansos y charranes se nos pasó la mañana y ya llegaba la hora de marcharse. Dentro de unos días volveremos por la ría a hacer el censo de aves acuáticas invernantes y dentro de 12 meses espero volver a cumplir con esta tradición de fin de año. Hay algunas tradiciones que merece la pena mantener.

NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.

martes, 18 de diciembre de 2012

Año de Ampelis


A principios de noviembre los ornitólogos escoceses e ingleses alertaban acerca de la irrupción de grandes bandos de Ampelis (Bombycilla garrulus) procedentes de Escandinavia. A las pocas semanas, estos bandos se empezaron a ver más al sur hasta que llegaron las primeras noticias sobre su presencia al otro lado del Canal de la Mancha. Todo parecía indicar que era cuestión de tiempo que llegaran a la Península Ibérica, como ocurrió a finales de 2010, cuando se produjeron unas cuantas observaciones de esta especie (1,2) que no se registraba en la Península desde hacía muchos años y tan sólo en un par de ocasiones.


Y efectivamente, a principios de este mes, tres ejemplares se vieron durante unas pocas horas mientras se alimentaban en una espinera en la Ría de la Villa, y posteriormente se localizaron más ejemplares solitarios o en pequeños grupos, curiosamente todos en Asturies (Siero, Elías García y Xuan Cortés y Sotres, Juan Martínez). La última observación corresponde a un ejemplar de primer invierno que fue encontrado por Manuel Quintana en Avilés el 11 de este mes, curiosamente en el mismo sitio donde otro ejemplar de la misma edad permaneció entre febrero y abril de 2011. Hoy pude acercarme hasta allí y aunque llovía y la luz era muy mala le pude sacar unas pocas fotos testimoniales.


Muchas veces se escucha que las irrupciones de estas especies tan norteñas se deben a intensas olas de frío y a las dificultades de las aves para resistirlas, pero yo no lo tengo tan claro. Personalmente creo que lo más probable es que estas aves se muevan hacia el sur en busca de alimento, debido a un mal año de frutos en el norte o a medida que se estos se vayan agotando. No parece demasiado lógico que una especie que soporta rutinariamente durisimos inviernos de varias decenas de grados bajo cero, emigre en masa hacia el sur exclusivamente por una bajada de temperaturas un poco mayor que la media anual.

Este año, las espineras (Crataegus monogyna) por las que los Ampelis parecen sentir una especial predilección, se encuentran muy cargadas de frutos, por lo que no sería raro que hubiera muchos más ejemplares de esta especie por nuestros montes. La presencia de un pequeño grupo de estos arbustos en una zona urbana como Avilés, rodeada de otras especies "menos apetitosas", es lo que parece condicionar la presencia casi constante de ese ejemplar solitario que apenas se mueve de la zona. A pesar de que zorzales, mirlos y currucas se alimentan continuamente de las bayas, aun hay suficiencte alimento para todos, por lo que es probable que si no se siente molestado pueda permanecer varias semanas en el mismo lugar. Por cierto, mientras hoy estábamos observándolo, apareció un gavilán y el ampelis se fue volando y no regresó en la siguiente media hora que permanecimos allí.

NOTA: desde esta última observación del 18 de diciembre, el ampelis de Avilés no se ha vuelto a ver por la zona a pesar de que varias personas han acudido a ver si había suerte.


jueves, 22 de noviembre de 2012

Havelda


Hace unos días, una hembra de havelda (Clangula hyemalis) fue encontrada por Elías García y otros ornitólogos en el embalse de San Andrés (Xixón) y pude localizarla de nuevo hoy por la mañana. Esta anátida se reproduce en la tundra ártica y se presenta esporádicamente en la Península Ibérica. Al igual que ocurre en otras anátidas, las observaciones más frecuentes corresponden a jóvenes y hembras, que se suelen dispersar más lejos que los machos adultos, ya que estos permanecer más próximos a las zonas de reproducción.



A principios de mes apareció un individuo de similares características en las Ría de Tinamenor (Cantabria), que se vio por última vez hace poco mas de una semana.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cisnes cantores


La sorpresa de los últimos días ha sido la presencia de un grupo de cisnes cantores (Cygnus cygnus) que desde hace casi una semana han elegido la Ría de la Villa para pasar unos días o quizás todo el invierno. Del grupo inicial, formado inicialmente por 7 aves, cuatro adultos y tres jóvenes, se separó unos de los adultos que parece que ha decidido continuar su estancia en solitario en este estuario.



Ayer por la mañana me acerqué por la ría para intentar verlos, y después de visitar los lugares habituales, al subir al Picu, desde donde se divisa toda la desembocadura del estuario, me los encontré en el porreo de Sebrayu, recien levantados después de pasar allí la noche. En su por ahora corta estancia en la ría, parece que ya conocen todos sus rincones como si llevaran aquí toda la vida.


Pero los cisnes cantores han aparecido en más lugares del Cantábrico en los últimos días. Aprovechando una visita personal a Cantabria me acerqué a la Ría de Tinamenor, y allí pude ver a un joven de esta especie que lleva aproximadamente el mismo tiempo en la zona que el grupo de la Villa.

Los cisnes cantores se reproducen en Islandia y en el norte de Europa y Asia, emigrando hacia el sur al llegar el otoño. De todas formas, su presencia en la Península Ibérica, aunque no excesivamente rara no suele ser muy frecuente y la mayoría de los ejemplares que aparecen corresponden a individuos solitarios o grupos familiares.

Cisnes cantores en Caerlaverock, Escocia, en noviembre de 2004

Los cisnes cantores son muy gregarios durante la invernada y suelen concentrarse en los mismos lugares durante décadas. Uno de esos lugares es la reserva de Caerlaverock, en el sur de Escocia, donde pasa le invierno la práctica totalidad de la población islandesa de Cisnes cantores, compuesta por varios miles de individuos.

Las condiciones meteorológicas adversas pueden hacer que algunos cisnes se desvíen de sus rutas migratorias habituales y acaben llegando más al sur de lo habitual. En algunos casos, estas visitas son muy cortas y pronto deshacen el camino para retornar a sus lugares habituales, pero en otras ocasiones, sobre todo si encuentran un lugar tranquilo y con alimento suficiente, pueden prolongar su estancia durante varios meses. Esperemos que nuestros invitados tengan la suficiente tranquilidad para que podamos disfrutar de ellos durante los próximos meses.

NOTA: como siempre, haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño

martes, 24 de julio de 2012

Críalos en Asturies


El Críalo (Clamator glandarius) es una especie que se presenta esporádicamente en Asturies, aunque no de manera regular. Los críalos son relativamente abundantes como reproductores en el sur de la Peninsula Ibérica, pero están ausentes en toda la cornisa cantábrica, donde sólo algunos ejemplares despistados, sobre todo juveniles, pueden dejarse ver durante unos pocos días.

Esta especie es estival y aunque hay aves se quedan todo el año en el sur de España, la mayoría emigran a África a pasar el resto del año. Los críalos no crían a sus pollos, sino que ponen los huevos en los nidos de algunas especies córvidos (casi siempre urracas aunque se ha confirmado parasitismo en nidos de chovas, rabilargos, cornejas o grajillas) para que sean ellas las que realicen el trabajo de alimentarlos. Los críalos recien nacidos, al contrario que en el caso de los cucos, no expulsan del nido a los huevos y pollos de su legítimo propietario, pero acaparan la mayoría del alimento que traen sus padres adoptivos, por lo que las probabilidades de supervivencia de sus hermanastros se reducen drásticamente.


La pasada semana, aparecieron dos juveniles de críalo en la zona de Tapia, en el occidente de Asturies. Si ya es raro ver uno, la presencia de dos ejemplares tan próximos es algo excepcional. Se trataba de dos jóvenes de este año que probablemente habrían abandonado el nido hacía unos pocos días y que en su despiste juvenil dieron con sus plumas en el mar Cantábrico, muy lejos de su ruta migratoria. Como era previsible a los pocos días desaparecieron, esperemos que hubieran reconfigurado su GPS interno para hacer el viaje hacia el sur.

sábado, 21 de abril de 2012

Un morito confiado


Como ya he comentado hace unos días en este mismo blog, este año está siendo especialmente bueno para los moritos (Plegadis falinellus) en el norte de la Península Ibérica.Una gran parte de la población nidificante del sur, han decidido cambiar de aires y hacer un viajecito hacia zonas más húmedas, probablemente empujados por la sequía que azota gran parte del sur peninsular. Todos los animales anillados que se han podido identificar, habían sido marcados en Doñana, y probablemente retornen allí dentro de unos días.



Durante este invierno y lo que lleva de primavera, he visto moritos en muchos sitios, tanto en Asturias como en Cantabria, y siempre solía tratarse de aves esquivas y asustadizan, que salían volando con solo aproximarse a menos de 100 metros de ellas. Por eso resulta tan sorprendente encontrarse con un ejemplar tan confiado como el de las fotografías de esta entrada, que buscaba comida en los jardines del Parque de Isabel la Católica, en Xixón.


A este amigo lo descubrió Iván Díaz hace unos días, que también se sorprendió al observar el comportamiento tan confiado que tenía. Desde ese día muchos nos hemos acercado a verlo y a fotografiarlo, porque es excepcional poder disfrutar de este ave tan bonita y escasa menos de dos metros de distancia, y comportándose con total naturalidad (1,2).


Es cierto que las condiciones no están siendo las mejores últimamente, con lluvias casi constantes dia y noche y con muy poca luz, pero a pesar de todo merece la pena hacerle una visita a este ave, que con su plumaje brillante y sus iridaciones metálicas, no desmerece en nada a las otras aves exóticas que hay en las colecciones de este parque urbano.

NOTA: como siempre haced click en las fotos para verlas mejor


viernes, 30 de marzo de 2012

Año de moritos


Los moritos (Plegladis falcinelus) son aves de la familia de los ibis que tienen una distribución muy amplia, ya que se puede encontrar en Europa, África y Oceanía. En la Península Ibérica sus poblaciones se encuentran ligadas a ambientes mediterráneos y su aparición en el norte suele ser esporádica. De todas formas, de vez en cuando, sobre todo cuando se producen prolongadas sequías en el sur, pueden visitarnos, en ocasiones en grupos muy numerosos.

Este año, al igual que ocurrió hace 5 o 6 años, han aparecido muchas moritos en el Cantábrico, en algunos lugares formando bandos de más de 30 ejemplares.


En Asturies aun permanecen varios grupos en la zona de Avilés y en Xixón y desde hace unas semanas, un grupo de 6 aves se mueve por la zona occidental, entre los concejos de Tapia y Castropol. Ayer mismo, pude verlos mientras se alimentaban entre un grupo de vacas, a las que por cierto no parecía hacerles mucha gracia su presencia, ya que sin motivo aparente, una de ellas salió corriendo hacia ellos espantándolos.

Lo normal sería que en pocos días o semanas retornaran a sus lugares de reproducción en el sur, aunque la falta de precipitaciones puede hacer que se tomen un año sabático y decidan no criar, como pasa frecuentemente con otras especies. Reproducirse si las condiciones no son favorables sería un gasto de energía innecesario, ya que las posibilidades de que los pollos salieran adelante serían muy bajas.