Título original: Les trois étoiles d'Ingaar
Dibujo: Philippe Luguy
Fecha de esta edición: 1984
Hacía tiempo que no reseñaba cómics europeos pero, con estos nuevos tiempos que se avecinan en el blog, va a ser necesario que retome la práctica...
El dibujo, de la mano de Philippe Luguy, tiene mucho encanto: para empezar, el diseño de los personajes es original y simpático. No llegan a ser una caricatura, es un estilo propio del ilustrador, que tampoco olvida cómo dibujar a algunos de forma estilizada, como nuestro intrépido héroe o algunas integrantes femeninas de la aventura. Pero tampoco vacila a la hora de otorgar divertidas panzas y prominentes narices a quienes aparecen.
Si continuamos con las vestimentas, todas son perfectamente medievales, lo cual nos mete de lleno en esta época llena de caballeros y mágicas leyendas...
Precisamente, esta ambientación está tan bien cuidada, aparte de por lo que ya he dicho, por los escenarios tan bonitos y detallados con los que contamos en las viñetas: bosques, lagos, castillos... todo tiene un encanto especial y el fondo, en numerosas ocasiones muy completo, ayuda mucho a dar esta impresión.
Además, las escenas mágicas están bien conseguidas, con ese componente misterioso e inquietante...
Como ya habéis visto, la historia os entrará fácilmente por los ojos... ahora me toca hablar del guión. Todo comienza cuando el ambicioso barón Piedramuerta escucha una leyenda sobre las tres estrellas de Ingaar, que otorgarán poder y riquezas a quien las reúna. El barón no tarda en recurrir a su mago para saber más y conocer los datos necesarios para conseguirlas, y descubre que una de ellas es propiedad del caballero Perceván (no sé si escribirlo sin tilde, como en francés, o como se escribe en castellano), a quien no duda en robársela. Mientras piensa cómo hacerse con las otras dos, el joven caballero conoce al cómico Kervin y emprende la búsqueda de la joya robada.
Este cómic es fundamental, no solo por ser el primero de una serie que llegará a los 15 álbumes dentro de poco, sino porque también nos presenta un montón de personajes indispensables que reaparecerán en los siguientes tomos: Peceván y el simpático co-protagonista Kervin, la misteriosa y enigmática Balkis (incluso su siervo Shyloc'h), su hermana Altaïs, el dúo antagonista formado por el malvado Piedramuerta y su repelente servidor Polémic (con los que nos aseguramos unas cuantas risas por la relación que tienen, sus torpezas...) y también Cienciencias, mago al servicio del barón.
Todos ellos son memorables (desde luego, yo llevo recordándoles desde las década pasada), por lo que no es de extrañar que, teniendo ese arriesgado giro final, el cómic tuviera tanto éxito. ¡Pues sí, este arco argumental acaba en El sepulcro de hielo! Ya veréis mi opinión por el blog...
En conclusión, Perceván es un cómic con tintes medievales que aúna magia y aventuras y estoy seguro de que a los lectores de fantasía les gustará: personajes carismáticos, una entretenida y simpática historia, un dibujo agradable a la vista... ¡más que recomendable!
¡Saludos! ;)