Guión: Jean-David Morvan
Dibujo: Philippe Buchet
Color: Philippe Buchet
Género: Ciencia ficción
Género: Ciencia ficción
Año de publicación original: 2014
Editorial: Delcourt
ISBN: 978-2-7560-4126-1
Precedido por: Sillage 16. Liés par le sang
Saga: Estela (Sillage)
48 páginas
Color
Sinopsis
Nävis vuelve a realizar una misión para la Constituyente: en esta ocasión, debe viajar a un planeta no afiliado a Estela en mitad de una revolución para conseguir su objetivo. Sin embargo, realizar esta tarea será lo de menos si se tiene en cuenta que consigue ponerse en el punto de mira de las poco amistosas autoridades de la zona... y que ya estuvo en ese mundo de grandes fríos. Y, por tanto, siempre existe la posibilidad de que su camino se cruce con el de un viejo conocido... su primer amor.
"Tu avais peur que je t'aie oubliée... mais c'est une chose qui n'arrivera jamais! J'ai toujours eu l'espoir de te revoir... de te retrouver!"
["Tenías miedo de que te hubiera olvidado... ¡pero eso es algo que nunca pasará! Siempre he tenido la esperanza de volver a verte... ¡de volver a encontrarte!"]
Durante más de un lustro mi familia me ha regalado puntualmente, por mi cumpleaños, la última aventura de Nävis, y el año pasado no fue una excepción. Aunque he tardado bastante, de nuevo, en publicar mis impresiones, eso no quiere decir que tuviera menos ganas de hablar de Grands froids, ¡al contrario! Esta historia me ha gustado especialmente y he disfrutado mucho leyéndola. Y he querido aprovechar que hoy es un día especial, ya que el blog cumple 6 años, para publicar mis impresiones de un álbum entrañable, como esta fecha, que me ha dejado muy buen sabor de boca.
El panorama ha evolucionado bastante si lo comparamos con otras épocas de Estela, y no es de extrañar si tenemos en cuenta los sucesos acaecidos en el tomo anterior. Pero hay cosas que no cambian sino que se recuperan, como la estructura tipo flashback que caracterizó a muchos cómics clásicos de esta saga: el argumento se inicia con una emocionante escena de acción que acaba interrumpiéndose, nos muestra las circunstancias de Nävis antes de ese momento, y luego retoma el momento anterior a la ruptura temporal. En realidad no se había llegado a abandonar esta técnica, pero sí había notado que esta herramienta había visto muy limitados sus usos. Además, la manera en la que la utilizaron aquí para hilar el argumento me gustó mucho.
En Grands froids somos testigos de algo inusual: ver a personajes antiguos no es algo tan extraño en estos cómics; pero sí que lo es que envíen a Nävis de misión en un planeta que ya habíamos visitado. Como habréis sospechado, este cómic no puede evitar estar relacionado con Estela 3. Engranajes, una historia que tuvo grandes consecuencias en el desarrollo de esta serie...
Si lo valoramos el guion de Morvan como el de un cómic autoconclusivo, tengo que decir que tiene lo mejor de la época "clásica" (así considero los álbumes situados entre el primer tomo y el octavo, ambos inclusive) y la contemporánea: unas aventuras interesantes y entretenidas, sin sacar de manera extrema al lector de la situación a la que se ha acostumbrado (ya que Nävis había dado muchas vueltas últimamente) pero añadiendo mayor madurez a la protagonista y las nuevas caras que se han ido añadiendo a su historia. La trama avanza a muy buen ritmo, nos encontremos en el momento presente o en el flashback, tiene un buen argumento (con algún que otro misterio que nos acompaña durante toda la aventura) y cuenta con unos personajes muy sólidos, en mi opinión. Además, permite ver las consecuencias que puede tener una revolución (recordemos que el planeta, anteriormente, estaba regido por el Alto Par) en las situaciones personales de los autóctonos.
En esta ocasión, tiene lugar la misión que iba a tener Nävis al principio de Liés par le sang y que no pudo realizar por ciertos imprevistos. Quedó la duda sobre cuál era el objetivo de la tarea que le estaban encomendando, y aquí lo descubrimos por fin. Sin embargo, tendréis que leer Grands froids para saber de qué se trata, ya que no seré yo quien os lo diga.
Sí puedo contaros que esta historia empieza cuando las fuerzas de seguridad antirrevolucionarias de TRI-JJ 768 se despliegan veloces gracias a la ayuda de un agente de inteligencia y se disponen a asaltar la guarida en la que se esconde Nävis (un lugar que no nos resultará desconocido si echamos la vista atrás y pensamos en el tercer tomo de esta serie), quien se encuentra con un pequeño intruso especialmente espabilado. Debido a la situación a la que se ven obligados a enfrentarse, emprenden juntos la huida; mientras tanto, Bobo y Snivel se mantienen en la órbita del planeta... ¡hasta que un misterioso problema les deja a la deriva! ¿Casualidad... o sabotaje?
Bobo y Snivel no intervienen mucho en esta historia, pero siguen preocupándose por la joven y también confiando en las decisiones que toma, pese a los peligros que pueda ocasionar volver a TRI-JJ 768. No olvidemos que, además, este planeta está envuelto en una guerra civil.
Sin embargo, hay otros personajes en esta aventura que, pese a no haber aparecido hasta ahora, consiguen lucirse. Antes que nadie, debo destacar a Jules: pese a su juventud, tiene muchísimo talento, y su ayuda es indispensable para que Nävis consiga llevar a buen puerto su misión. La relación que mantienen la protagonista y este pequeño alienígena casi-humano durante todo Grands froids es muy entrañable, y el lector no puede evitar desear que lo veamos en futuras publicaciones. Este joven, que podríamos considerar coprotagonista del decimoséptimo tomo, es realmente espabilado y es inevitable sentir ternura ante la petición que le hace a Nävis...
No los enumeraré a todos, pero me hacía ilusión mencionar a gente como el agente Azur, un espía de época con el último grito en tecnología y sofisticación... para ese planeta. Existen otros personajes de apoyo que también destacan lo suyo, incluyendo un misterioso asesino... y viejos conocidos que tienen un papel remarcable aquí y lo cumplen a la perfección. De hecho, la intervención de uno de ellos en Engranajes hizo, hace ya muchos años, que se me quebrara un poco mi preadolescente corazón (¡aaaah, idolatrada Nävis, ¿por qué?!, me pregunté en su día), sin embargo, su papel aquí me encantó y me reconcilió con él, jejeje. Momentos dulces y emotivos sin resultar empalagosos. ¡Tal vez estuviera bien que pasara lo que pasó, al fin y al cabo!
Por último, debo hablar de la propia Nävis y Yannseï, con quien mantiene una difícil relación. El joven guerrero no está de acuerdo con los métodos de la protagonista, ni precisamente contento por la situación que les ha llevado a convivir. Habrá que ir viendo cómo evolucionan sus interacciones...
En esta ocasión, la protagonista nos muestra varias facetas suyas: decidida, aventurera... pero esta vez vemos lo que podrían ser sus momentos más románticos... y familiares, ya que, en este último caso, parece llegar a mostrar tal preocupación por Jules que cualquiera podría imaginar que es una especie de hermano pequeño. ¡En serio, me encanta el equipo que forman aquí!
En cuanto a las ilustraciones, Buchet mantiene el nivel al que nos tiene acostumbrados, o puede que lo mejore. Los trazos continúan siendo finos y firmes; tanto los escenarios como la vestimenta y el equipo de los personajes están dibujados con precisión y cuentan con detalles, así como las infraestructuras, aparatos tecnológicos... y fondos, aunque también, en más de una ocasión, se pueden corresponder al color de lo que hay al fondo de la viñeta.
Tengo que destacar la capacidad del dibujante por devolvernos al planeta de Engranajes, pues ha recuperado a la perfección su atmósfera y estilo, añadiendo nuevas zonas pero recreando también viejos lugares. Al ver los impresionantes escenarios y algunos vehículos que ya conocíamos (también hay otros nuevos, bastante curiosos), realmente da la sensación de volver allí.
Anteriormente he hablado del ritmo de este cómic, pero este es resultado de combinar el emocionante argumento y cambiar acertadamente de personaje en el que se centra la trama en el momento adecuado con animadas escenas como, por ejemplo, una estupenda persecución por un canal de la ciudad con el que Buchet hace un excelente trabajo.
En referencia a los mismísimos personajes, estos tienen rostros muy expresivos, y están retratados desde ángulos muy chulos, acordes con la situación que están viviendo. ¡Por cierto!, me gustaría señalar el cameo que hace el ilustrador en este cómic... ¡no tiene pérdida!
Tengo que señalar que el cómic se lee con facilidad y disfruté mucho de los buenos diálogos. Curiosamente, acabarme este tomo me llevó más tiempo del que había previsto, pese a que esto no supuso un esfuerzo adicional. No me malinterpretéis, esto es un elogio: me gusta que los cómics sean así de jugosos, y me alegro de que tuviera la oportunidad de aprovechar como lo hice la lectura de este.
En conclusión, Grands froids es, en mi opinión, un cómic con una aventura muy interesante, que avanza a buen ritmo, y tiene curiosos giros argumentales. Hay muy buenos personajes, incluso aunque alguno que otro simplemente sea de apoyo, y el dibujo es tan bueno como siempre. También se pueden encontrar escenas bastante tiernas, tanto en lo tocante a la vida más íntima de Nävis como en su entrañable relación con Jules, que me gustaron mucho (así como en lo tocante al desarrollo de todo este álbum). Sin embargo, pese a haberlo juzgado como autoconclusivo, el final hace pensar que las cosas no acaban aquí, y que algunos misterios todavía continuarán... ¡la espera se va a hacer larga!
¡Poukram!
¡Es mío! ¡Míoooo! Un momento, me suena haber visto personajes con ese aspecto antes... |
El panorama ha evolucionado bastante si lo comparamos con otras épocas de Estela, y no es de extrañar si tenemos en cuenta los sucesos acaecidos en el tomo anterior. Pero hay cosas que no cambian sino que se recuperan, como la estructura tipo flashback que caracterizó a muchos cómics clásicos de esta saga: el argumento se inicia con una emocionante escena de acción que acaba interrumpiéndose, nos muestra las circunstancias de Nävis antes de ese momento, y luego retoma el momento anterior a la ruptura temporal. En realidad no se había llegado a abandonar esta técnica, pero sí había notado que esta herramienta había visto muy limitados sus usos. Además, la manera en la que la utilizaron aquí para hilar el argumento me gustó mucho.
En Grands froids somos testigos de algo inusual: ver a personajes antiguos no es algo tan extraño en estos cómics; pero sí que lo es que envíen a Nävis de misión en un planeta que ya habíamos visitado. Como habréis sospechado, este cómic no puede evitar estar relacionado con Estela 3. Engranajes, una historia que tuvo grandes consecuencias en el desarrollo de esta serie...
Si lo valoramos el guion de Morvan como el de un cómic autoconclusivo, tengo que decir que tiene lo mejor de la época "clásica" (así considero los álbumes situados entre el primer tomo y el octavo, ambos inclusive) y la contemporánea: unas aventuras interesantes y entretenidas, sin sacar de manera extrema al lector de la situación a la que se ha acostumbrado (ya que Nävis había dado muchas vueltas últimamente) pero añadiendo mayor madurez a la protagonista y las nuevas caras que se han ido añadiendo a su historia. La trama avanza a muy buen ritmo, nos encontremos en el momento presente o en el flashback, tiene un buen argumento (con algún que otro misterio que nos acompaña durante toda la aventura) y cuenta con unos personajes muy sólidos, en mi opinión. Además, permite ver las consecuencias que puede tener una revolución (recordemos que el planeta, anteriormente, estaba regido por el Alto Par) en las situaciones personales de los autóctonos.
En esta ocasión, tiene lugar la misión que iba a tener Nävis al principio de Liés par le sang y que no pudo realizar por ciertos imprevistos. Quedó la duda sobre cuál era el objetivo de la tarea que le estaban encomendando, y aquí lo descubrimos por fin. Sin embargo, tendréis que leer Grands froids para saber de qué se trata, ya que no seré yo quien os lo diga.
Sí puedo contaros que esta historia empieza cuando las fuerzas de seguridad antirrevolucionarias de TRI-JJ 768 se despliegan veloces gracias a la ayuda de un agente de inteligencia y se disponen a asaltar la guarida en la que se esconde Nävis (un lugar que no nos resultará desconocido si echamos la vista atrás y pensamos en el tercer tomo de esta serie), quien se encuentra con un pequeño intruso especialmente espabilado. Debido a la situación a la que se ven obligados a enfrentarse, emprenden juntos la huida; mientras tanto, Bobo y Snivel se mantienen en la órbita del planeta... ¡hasta que un misterioso problema les deja a la deriva! ¿Casualidad... o sabotaje?
Bobo y Snivel no intervienen mucho en esta historia, pero siguen preocupándose por la joven y también confiando en las decisiones que toma, pese a los peligros que pueda ocasionar volver a TRI-JJ 768. No olvidemos que, además, este planeta está envuelto en una guerra civil.
Sin embargo, hay otros personajes en esta aventura que, pese a no haber aparecido hasta ahora, consiguen lucirse. Antes que nadie, debo destacar a Jules: pese a su juventud, tiene muchísimo talento, y su ayuda es indispensable para que Nävis consiga llevar a buen puerto su misión. La relación que mantienen la protagonista y este pequeño alienígena casi-humano durante todo Grands froids es muy entrañable, y el lector no puede evitar desear que lo veamos en futuras publicaciones. Este joven, que podríamos considerar coprotagonista del decimoséptimo tomo, es realmente espabilado y es inevitable sentir ternura ante la petición que le hace a Nävis...
No los enumeraré a todos, pero me hacía ilusión mencionar a gente como el agente Azur, un espía de época con el último grito en tecnología y sofisticación... para ese planeta. Existen otros personajes de apoyo que también destacan lo suyo, incluyendo un misterioso asesino... y viejos conocidos que tienen un papel remarcable aquí y lo cumplen a la perfección. De hecho, la intervención de uno de ellos en Engranajes hizo, hace ya muchos años, que se me quebrara un poco mi preadolescente corazón (¡aaaah, idolatrada Nävis, ¿por qué?!, me pregunté en su día), sin embargo, su papel aquí me encantó y me reconcilió con él, jejeje. Momentos dulces y emotivos sin resultar empalagosos. ¡Tal vez estuviera bien que pasara lo que pasó, al fin y al cabo!
Por último, debo hablar de la propia Nävis y Yannseï, con quien mantiene una difícil relación. El joven guerrero no está de acuerdo con los métodos de la protagonista, ni precisamente contento por la situación que les ha llevado a convivir. Habrá que ir viendo cómo evolucionan sus interacciones...
En esta ocasión, la protagonista nos muestra varias facetas suyas: decidida, aventurera... pero esta vez vemos lo que podrían ser sus momentos más románticos... y familiares, ya que, en este último caso, parece llegar a mostrar tal preocupación por Jules que cualquiera podría imaginar que es una especie de hermano pequeño. ¡En serio, me encanta el equipo que forman aquí!
En cuanto a las ilustraciones, Buchet mantiene el nivel al que nos tiene acostumbrados, o puede que lo mejore. Los trazos continúan siendo finos y firmes; tanto los escenarios como la vestimenta y el equipo de los personajes están dibujados con precisión y cuentan con detalles, así como las infraestructuras, aparatos tecnológicos... y fondos, aunque también, en más de una ocasión, se pueden corresponder al color de lo que hay al fondo de la viñeta.
Tengo que destacar la capacidad del dibujante por devolvernos al planeta de Engranajes, pues ha recuperado a la perfección su atmósfera y estilo, añadiendo nuevas zonas pero recreando también viejos lugares. Al ver los impresionantes escenarios y algunos vehículos que ya conocíamos (también hay otros nuevos, bastante curiosos), realmente da la sensación de volver allí.
Anteriormente he hablado del ritmo de este cómic, pero este es resultado de combinar el emocionante argumento y cambiar acertadamente de personaje en el que se centra la trama en el momento adecuado con animadas escenas como, por ejemplo, una estupenda persecución por un canal de la ciudad con el que Buchet hace un excelente trabajo.
En referencia a los mismísimos personajes, estos tienen rostros muy expresivos, y están retratados desde ángulos muy chulos, acordes con la situación que están viviendo. ¡Por cierto!, me gustaría señalar el cameo que hace el ilustrador en este cómic... ¡no tiene pérdida!
Tengo que señalar que el cómic se lee con facilidad y disfruté mucho de los buenos diálogos. Curiosamente, acabarme este tomo me llevó más tiempo del que había previsto, pese a que esto no supuso un esfuerzo adicional. No me malinterpretéis, esto es un elogio: me gusta que los cómics sean así de jugosos, y me alegro de que tuviera la oportunidad de aprovechar como lo hice la lectura de este.
En conclusión, Grands froids es, en mi opinión, un cómic con una aventura muy interesante, que avanza a buen ritmo, y tiene curiosos giros argumentales. Hay muy buenos personajes, incluso aunque alguno que otro simplemente sea de apoyo, y el dibujo es tan bueno como siempre. También se pueden encontrar escenas bastante tiernas, tanto en lo tocante a la vida más íntima de Nävis como en su entrañable relación con Jules, que me gustaron mucho (así como en lo tocante al desarrollo de todo este álbum). Sin embargo, pese a haberlo juzgado como autoconclusivo, el final hace pensar que las cosas no acaban aquí, y que algunos misterios todavía continuarán... ¡la espera se va a hacer larga!
¡Poukram!