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02 febrero 2007

Otra vez el día de la marmota

Por si no lo sabíais, hoy ha sido el día de la marmota. Yo me he enterado a través de Escolar, donde podéis satisfacer vuestra insaciable curiosidad. A mí me interesa del asunto esa sensación que planteaba la película Atrapado en el tiempo (Bill Murray apuntaba ya una vis cínico-cómica que cuajaría en Lost in translation), esa molesta contrariedad de tener que vivir infinitas veces el mismo día, metáfora de la propia marmota que cada vez que asoma la cabeza del agujero conjura el destino anual de miles de personas.

Así, yo me asomo a este agujero de la red, desde mi madriguera virtual, y según si se proyecta o no mi sombra sobre la pantalla, así me va el día.

Últimamente estaba bastante soleado, lo que, a mi juicio, vaticinaba un gran éxito de la Web 2.0, sobre todo, al ver el maravilloso trabajo que hacen mis colegas, con sus desarrollos para el aula, con los repositorios de recursos y materiales, con esas guías con las que no te pierdes en el caos de la blogosfera (son sólo unos ejemplos).

Imbuido de ese espíritu cuasi primaveral, yo mismo me lanzo a preparar wikis y presentaciones, mapas y blogs de aula, propuestas y más propuestas, unas veces solo y otras acompañado. Por si fuera poco, toda esta euforia la avivo con un curso en el que estamos todos iluminados por Santa Web Cooperativa.

Pero, es el día de la marmota... Así que, en unas horas, me vuelvo a despertar y lo veo todo nublado. Leo un artículo demoledor que, con cierta sorna, es verdad, crucifica a mi Santa Web etc. Descubro, además, que soy víctima, en ocasiones, de repentinas subidas de egorías. Para colmo, no me queda más remedio que aceptar que nunca podré colaborar en todos los wikis que me parecen interesantes y, mucho menos, podré desarrollar a tutiplén actividades TIC en el aula, a menos que la guardia pretoriana al completo pacifique mis territorios. Por mucho que multiplique mis horas frente a la pantalla (incluso con fórmulas innovadoras), estoy atrapado en el tiempo y sólo puedo aspirar a correr de agujero en agujero, rescatando de aquí y de allá semillitas con las que pasar el día, o el año, según se mire.


Y, como no quiero ponerme alegórico, que ya parezco Juan de Mena, concluyo con la gran duda de esta 'lifequest': De todo este boom tecnológico, de todo este tiempo dedicado a las TIC, de todos vuestros hallazgos, ¿aprovecharemos un porcentaje aceptable en las próximas cinco -por poner un número- primaveras? Es más, ¿se le ocurrirá a alguna mente pensante y mandante establecer un medio para canalizar tantos esfuerzos hasta hoy dispersos? Y aun me pregunto: ¿Colaboraríamos, unos con otros y todos entre sí , en la misma medida -con comentarios tan elogiosos- si estas actividades tuviesen carácter oficial?

Ahí es nada...

(No me lo tengáis en cuenta, que es el día de la marmota y tengo sueño)