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domingo, 3 de marzo de 2019

El ejemplo de Rufián

Hay personas, y no son pocas, que miden su éxito según el salario que logran obtener. A éstas habría que decirles que el salario de Rufián es mayor que el de la mayoría de ellas y cabría añadir la apostilla de que su grado de instrucción es menor que el casi todos y su talento, probablemente, no llega a la media.
Es decir, para lograr un buen sueldo no es necesario saber mucho, ni ser inteligente, ni tener educación y buenos modales. Es más, se percibe claramente en el ejemplo puesto que carecer de principios ayuda mucho en el intento de llenarse la cartera todos los meses. En este punto puede dar lecciones Rufián, puestos a no tener principios, no alberga en su persona ni el más leve indicio de ellos. Pero es que tampoco tiene vergüenza. No le importa hacer el ridículo una y otra vez, si con ello agrada a un sector de la población y ello le permite vivir como un marqués. Es curioso que un autodenominado republicano viva como un marqués, pero esa es la realidad. Hasta cuando se va a hacer el gamberro, pero procurando no recibir ningún palo de la policía, que eso lo deja para otros, se va a merendar. Y luego presume de eso, con todo el desparpajo. Mientras unos están en la cárcel, o doloridos, porque agredieron a la policía y se llevaron algún trompazo, Rufián se fue a merendar. Jamón del bueno merendaría, y vino francés, que para eso cobra un buen sueldo de los impuestos de los españoles y tiene que vivir.
Si tiene que hacer el gilipollas ante el juez, arriesgándose a que le lea la cartilla, lo hace y le leen la cartilla y luego se va a merendar jamón del bueno y vino del mejor, mientras que otros se van al paro o lo tienen cercano.
De modo que todos aquellos que miden su éxito o fracaso según el sueldo que perciben y se han preparado mejor que Rufián y cobran menos puede decirse que han fracasado.

jueves, 13 de marzo de 2014

La calidad democrática de Elena Valenciano

La candidata del PSOE para las europeas, Elena Valenciano, dio, recientemente, muestras de su 'talento'. Lo hizo con la siguiente frase:
Me sorprende que quien no tiene muchos recursos se siga adhiriendo a un proyecto como el de la derecha española”.
Con ella demuestra dos cosas. Una es que nunca se ha visto en la situación de quien tiene pocos recursos y la otra es que no le importa que piensen que es tonta si a cambio logra votos. Esto último es muy común entre la clase política. Lo que no le sorprende es que haya gente haya gente pija que abrace la causa socialista sin renunciar al mismo tiempo al lujo y los privilegios. Como decía el Padre Feijoo «la simulación de la virtud aprovecha; la misma virtud estorba». Tiene mejor acogida quien se declara de izquierdas que quien opta por la derecha.
Pero un demócrata debe saber que todas las opciones políticas legales pretenden, teóricamente, lo mejor para España y los españoles. En la práctica ya se ve que hay partidos que pretenden la destrucción de España, con el consiguiente empobrecimiento de los ciudadanos. Pero este no es el caso de Elena Valenciano, porque ella se refiere claramente al PP.
Todos quieren, o deberían querer, lo mejor para los ciudadanos, pero cada uno tiene su propia fórmula para conseguir esa mejoría. Lo que debería hacer la candidata socialista es explicar cómo lo va ha hacer, qué ideas tiene para el caso de consiga el cargo al que se presenta. Si en lugar de esto, que requiere un pequeño esfuerzo, opta por lanzar ideas facilonas, dirigidas a un público entregado previamente, pocas ilusiones pueden hacerse quienes esperan algo más.
Lo que debería hacer es dar la lista de las personas de su partido que han logrado encaramarse a lugares de privilegio gracias a su paso por la política. O sea, que se han servido de la política para medrar. Y aclarar si es de esos de quienes se han de fiar los pobres.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Alfonso Rus asusta

Pero no por lo que es, sino por lo que puede hacer. En su web dice esto:
“Nada en el mundo sustituye a la constancia. El talento no la sustituye, pues nada es tan corriente como los inteligentes frustrados. El genio tampoco, ya que resulta ser tópico el caso de los genios ignorados. Ni siquiera la educación sustituye a la constancia, pues el mundo está lleno de fracasados bien educados. Solamente la constancia y la decisión lo consiguen todo”.

No explica por qué motivos la constancia habría de ser sustituida. Ni tampoco que para ser constante hay que tomar previamente la decisión de serlo, ni que el “todo” que se consigue hay que entenderlo de forma literal. Constante en su empeño criminal es la ETA, por ejemplo. La constancia necesita algo más, la fortuna o el talento, para elegir el objetivo adecuado.
A primera vista, da la impresión de valora lo que tiene y desdeña lo que le falta, pero enseguida se piensa que quizá pretenda acercarse a la gente llana. Sin embargo, también trasluce algo contradictorio con esto último, como es el desinterés por el prójimo, al dar por fracasada o frustrada, sin denotar ninguna incomodidad por ello, a parte de la población. Tampoco cae en la cuenta de que lo que él llama triunfo carecería totalmente de interés para Don Quijote de la Mancha. Y lo que llama frustración o fracaso puede no serlo para los interesados.
En los supuestos a los que se refiere Rus, y puesto que es un político y por tanto tiene la obligación de mirar en beneficio de todos, lo que debería preguntarse es el modo de aprovechar esas aptitudes que según él se echan a perder, para que redundaran en beneficio común. Pero no, no son soluciones lo que busca, sino votos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Controlar los sueldos de los banqueros

Los ministros de Finanzas del G-20, entre otras medidas, proponen controlar los sueldos de los banqueros. Pero esta intención puede ser algo así como sí se pretendiera recoger agua con una cesta de mimbre. Los banqueros tradicionalmente han hecho lo que han querido. Sin ir más lejos, siendo como son culpables de la crisis, aunque no los principales como pretenden Corbacho y Zapatero, se han salido de rositas, al igual que los políticos, que son los que más culpa tienen.
El control de los sueldos de los banqueros ya debió haberse establecido hace mucho tiempo, habida cuenta de que son desmesuradamente altos, y además tienen la sospechosa costumbre de fijarse grandes premios por cumplir objetivos a corto plazo. Ellos dicen que esos altísimos sueldos tienen la finalidad de evitar la fuga de cerebros. En realidad, podrían haber dicho cualquier otra cosa que se les hubiera ocurrido. Se los ponen porque pueden y posiblemente seguirán pudiendo en adelante, puesto que siempre encontrarán el modo de salirse con la suya.
Lo que han conseguido esos cerebros a los que se les paga tanto para que no se vayan es quebrar varios bancos, y no han sido más porque los gobiernos han acudido en su ayuda. Por otro lado, si se tiene en cuenta que lo importante son las instituciones, aquella excusa queda sin sentido. Un ejecutivo que se precie debe organizar la institución en la que trabaja de modo que nadie sea indispensable. Debe establecer un protocolo, con unas normas de actuación no rígidas, que sirvan para cada caso que se presente, y que incluyan la renovación y puesta al día en cuanto se detecte algo mejor. Y si no es capaz de conseguir que la institución pueda sobrevivir en caso de que falte alguna de las personas es que su talento no es tan grande.

sábado, 19 de enero de 2008

Bobby Fischer

Los Grandes Almacenes de Rafa Marí, de hoy, están dedicados por completo a Bobby Fischer. Se entiende que sea así puesto que el propio Rafa Marí fue campeón de ajedrez de la Comunidad Valenciana. Hubo un momento en que tuvo que optar entre el ajedrez y el periodismo y eligió lo segundo. En mi opinión, fue una elección muy acertada, puesto que como tengo dicho, dedicar más de dos horas diarias a cualquier tipo de entrenamiento es un error. Creo que el ajedrez puede ser muy útil para el ser humano siempre que se practique en su justa medida. La dedicación completa al ajedrez desvirtúa por completo la esencia del juego, puesto que el jugador profesional ha de jugar única y exclusivamente para ganar. Perder puede ser un gran revés, para algunos muy difícil de soportar. Como bien dice Rafa Marí, Bobby Fischer ha sido un gran jugador de ajedrez, para muchos el más grande de la historia, pero nada más que jugador de ajedrez. En el resto de sus facetas personales quizá haya dejado mucho que desear. He dicho quizá porque yo no lo sé. Pero sí que cabe preguntarse por lo que hubiera podido hacer un talento como el suyo si lo hubiera dedicado a otra cosa. Acaso, hubiera podido evitar sus neurosis, o por lo menos sobrellevarlas mejor. Una persona que tenga el ajedrez como afición, puede disfrutar con él y aprender cosas que le pueden servir en su vida ordinaria. Puesto que lo tiene como afición, sabe perder y ganar deportivamente, sin pensar que le va la vida en ello. ¿Qué ofrece la sociedad a los grandes talentos para que muchos de ellos opten por malgastar sus vidas en el ajedrez? ¿Podría aprovechar mejor la sociedad las capacidades de sus grandes talentos? ¿De qué modo podría hacerlo? Quizá Bobby Fischer pensó, o acaso no, que entre estar investigando o jugar al ajedrez hay poca diferencia. Lo cierto es que no encontró la motivación suficiente para ninguna otra cosa. Y en cuanto fue campeón del mundo de ajedrez, su vida tomó otro rumbo.

viernes, 15 de diciembre de 2006

El peor presidente

Días atrás, Periodista Digital hizo una encuesta entre sus lectores para averiguar a cuál tienen éstos por el peor presidente de la democracia. Supongo que el elegido debió de ser el actual. Los defectos del que tenemos delante siempre resultan más patentes que los de quienes ya no están en el cargo. Creo que quien más presiones tuvo que soportar, de dentro y de fuera de su partido, para que abandonara el cargo, fue Adolfo Suárez, precisamente el que transcurrido el tiempo nos parece el mejor de todos. Si se hubiera preguntado cuál de los presidentes pensó más en sí mismo y menos en beneficio general, el común de los lectores inmediatamente hubiera llevado la mirada hacia abajo, no porque Aznar sea bajito, que también, sino buscando instivamente los pies. Pasado el pronto instintivo y manejando mayor número de datos, resultaría más difícil elegir al más egoísta. En cuanto al más pagado de sí mismo, se dice de uno de ellos que parece que no tenga abuela y otro llegó a compararse con Carlos V. Y, de nuevo, al acercar la lupa a todos, retornan las dificultades. Sobre el más valiente parece que hay menos dudas y en cuanto al talento de cada uno es probable que también haya grandes diferencias entre unos y otros. Ninguno de todos democratizó totalmente los medios públicos, tratando de utilizarlos unos más que otros en su favor.