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sábado, 21 de julio de 2018

El DNI de Puigdemont

Se viene comentando que Puigdemont puede moverse tranquilamente por los países de la Unión Europea, al menos mientras Pedro Sánchez presida el gobierno español, sin necesidad de renovar el DNI y el pasaporte, que necesariamente le van a caducar antes de que pueda volver a España.
Si el gobierno pasa a manos del PP o de otro partido que tenga respeto por los ciudadanos y que, por tanto, desee que se cumpla la ley, Puigdemont y el resto de los fugados deberán cuidarse de transitar por países cuyo desprecio por la euroorden, como es el caso de Alemania, Bélgica y otros, no les conste.
De cualquier modo, la situación de los prófugos, al menos en teoría, no es cómoda. Depende en gran medida de los deseos que tengan los gobiernos de los países en los que están de perjudicar a España, aunque sea perjudicando su propio sentido de la justicia, su propio respeto por sí mismos. Queda pendiente, no obstante, la cuestión de la Tarjeta Sanitaria Europea. Es de esperar que el gobierno español se la haya retirado a todos, incluso la de Ana Gabriel, puesto que han rehusado presentarse ante el juez para explicarle su comportamiento. Es mucho esperar de este gobierno surgido de un modo tan miserable que cumpla con su obligación, pero es probable que no sea eterno, a pesar de que se le nota claramente que lo desea. Así al menos cuando haya un cambio los prófugos quedarán sin atención sanitaria y habrá que ver si hay alguien dispuesto a correr con los gastos.
De momento, quienes les han sucedido en los cargos no tienen ninguna intención de recorrer el mismo camino. Gritan mucho, pero no dan un paso en falso, no tienen madera de héroes. Los prófugos tampoco, lo han demostrado al fugarse. Se creían impunes y ya han visto que no. Corren el peligro, además, de ser expulsados de sus partidos.

miércoles, 4 de abril de 2018

En homenaje al juez Llarena

Puesto que los totalitarios odian la ley, porque les impide llevar a cabo sus caprichos si no están dentro de ella, y en consecuencia tratan de amedrentar y acollonar a los jueces que hacen su trabajo honradamente, bien se merece este juez un aplauso.
Aunque algunos engolados juristas han puesto reparos a algunos de los autos del juez Llarena, pero lo han de forma educada y no como otros, vinculados a la causa separatista, a los que no merece la pena tener en cuenta, los hechos demuestran que ha hecho un trabajo se artesanía que ha recibido el espaldarazo de la fiscalía alemana. Queda ahora esperar que el tribunal alemán esté a la altura y decida entregar al cobarde fugitivo a la justicia española, para que sea juzgado por los gravísimos delitos que se le imputan.
Si la justicia alemana se comportar del modo ejemplar que se espera, y por ahora todo hace pensar que será así, marcaría el camino a los demás países que también acogen a fugitivos españoles. De momento, Escocia ha dejado en libertad a Clara Ponsatí, lo cual es una medida discutible, puesto que aunque se entregó voluntariamente a la policía, anteriormente se había fugado de España para refugiarse en Bélgica, por lo que el riesgo de fuga para el caso de que viera que las cosas no se desarrollan según sus deseos es evidente. El juez Llarena ha un trabajo muy exhaustivo y meritorio y la justicia británica debería respetarlo. Por parte de los tribunales belgas y suizos, a estas alturas y vistos los antecedentes, no cabe esperar una actitud coherente con la idea de Europa y con la lealtad debida entre los países. Es posible que con un desconocimiento total de la historia de España, incluso de la más reciente, no tengan reparos en hacer el ridículo, aunque cabe la posibilidad de que el ejemplo de Alemania les haga entrar en razón.

domingo, 11 de marzo de 2018

El Síndico de Agravios de Cataluña

Este señor, que al igual que otros muchos, quizá uno por Autonomía, ostenta un cargo perfectamente prescindible y, por tanto, oneroso para los bolsillos de los contribuyentes, agravia a los ciudadanos al decir que negar la posible investidura del candidato a la presidencia de la Generalidad vulnera los derechos de participación política de toda la ciudadanía de Cataluña.
Podría haber dicho que al elegir como candidato a la presidencia de Cataluña a un señor que está en prisión preventiva, acusado de delitos muy graves, por cuyo motivo puede ser condenado a muchos años de cárcel es una ofensa a todos los españoles y sobre todo a los catalanes. Con esa actitud de elegir como candidatos a quienes por motivos legales no pueden desempeñar el cargo se perjudica a todos los españoles, porque el desprestigio de Cataluña crece, lo cual no conviene a nadie.
Es significativo que personas que tienen cargos públicos y que por ello deberían ser más prudentes y sensatos que la media de la población, ocurre que son todo lo contrario y cómo consecuencia de esa insensatez suya, por usar un calificativo suave, unos están en la cárcel en espera de juicio, otros en libertad condicional, y los hay en Bélgica, Suiza y Reino Unido. Y otros hacen declaraciones o juicios de valor totalmente inapropiados, lo que viene a demostrar que no son dignos de los cargos que tienen o tuvieron.
La situación atascada en Cataluña, en espera de que se forme un gobierno con todas las de la ley y dispuesto a cumplir la ley, y los responsables de encontrar la solución lo único que pretenden es empozoñarla más, sin que les importen los perjuicios que causan con su actitud.
Está claro que la figura del Síndico de Agravios está de más, que el cuerpo de los Mozos de Escuadra debe ser disuelto...



sábado, 17 de febrero de 2018

Puigdemont renuncia

Su situación es insostenible, puesto que no puede regularizar su situación en Bélgica y al no poder abrir cuenta en un banco sólo puede manejar dinero en efectivo. Los contratos han de ser firmados por otros, puesto que él no puede, etc. A lo cual hay que añadir que su actitud es indigna.
No se entiende que le sigan llevando dinero, porque hacerlo es como tirarlo al río, pero, en fin, cada uno sabe lo que hace. Ya no cabe ninguna duda de que cuando organizaron lo que llaman el proceso pensaron que iban a quedar impunes, puesto que en ninguno de los organizadores se ha visto ningún detalle que lleve a pensar en la entereza y sí que están demostrando todos mucha cobardía.
El circo que tiene montado Puigdemont en Bélgica sólo puede obedecer al deseo de seguir teniendo hipnotizados a los catalufos, pero ya no puede ir más allá, pero necesitaba una excusa suficientemente mezquina para retirar su candidatura a la presidencia, no podía dejar traslucir ningún destello de generosidad.
Esa excusa mezquina ha llegado con la pretensión del gobierno de defender a los niños catalanes. Puigdemont se aparta para que se pueda formar rápidamente un gobierno catalufo, gracias al cual se pueda seguir perjudicando a los niños catalanes imponiéndoles ese dialecto que al P. Batllori, catalán y nacionalista, y a mí, que no soy nacionalista ni catalán, nos parece infame e infecto.
Ellos quisieran que los niños catalanes, y a poder ser los de cualquier otra parte, se olvidaran de la lengua española, que tantas obras gloriosas ha dado a la literatura universal y con la cual se puede viajar por casi cualquier parte del mundo, para sustituirla por ese dialecto que Pompeyo Fabra eligió como base de su invento y puesto que tenía un vocabulario limitado llenó los huecos con palabras de cualquier parte que no fuera la lengua española.
'2016.Año bisiesto' 
'El Parotet y otros asuntos'

'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Desierto'
'Septiembre puede esperar'

sábado, 13 de enero de 2018

La opción Boadella

La idea de nombrar a Boadella como presidente en el exilio por vía telemática sirve para ridiculizar algo que ya es suficientemente ridículo por sí mismo.
Más dudoso es que sirva para que algunos de los locatis cambien de opinión, porque esos han perdido desde hace mucho la capacidad de raciocinio. Puigdemont, también conocido como el Mocho, los ha dejado en la estacada, huyendo a Bélgica, y a pesar de eso lo han votado. Más grave es que por su culpa la economía catalana, y por tanto la española, ha sufrido un grave perjuicio y tampoco se lo tienen en cuenta.
No sólo él ha traicionado a los catalanes. Los que van pasando ante tribunales, o intentan tomarles el pelo, con el cuento de que son hombres de paz, o se desdicen totalmente de todo lo anterior, dejando en la estacada también a todos esos que un día u otro tendrán que responder ante la justicia, y también al resto de los locatis. Pues nada, estos no se mueven, siguen en lo alto de ese monte llamado locura.
La idea de Tabarnia como puesta en escena para que los locatis no tengan más remedio que percatarse de sus contradicciones y estupideces no sirve, porque lo único que les puede hacer renunciar a su capricho, como se va viendo, es hacerles pasar una temporadita en la cárcel y para que los encierren tienen que cometer un delito, tener un capricho simplemente no lo es.
De modo que lo de Tabarnia hay que planteárselo en serio y olvidar las chirigotas y las bromas. Hay que dar los pasos para que sea una realidad, habilitando un partido nuevo, si los que ya existen no se quieren hacer cargo del asunto y plantear las propuestas de forma oficial en donde corresponde y entonces será cuando comience la diversión de verdad. Los diarios de sesiones de las fechas en las que se debata el asunto serán dignos de guardar.

jueves, 9 de noviembre de 2017

El Parlamento belga y España

No cabe ninguna duda de que si el Parlamento de la Unión Europea está en Bruselas es debido a la irrelevancia de Bélgica.
Los belgas deberían tener la grandeza de reconocer este detalle, en lugar de enorgullecerse y creerse el ombligo de Europa. La irrelevancia belga se ha venido a justificar en el hecho de que en su Parlamento se ha debatido la posibilidad de reconocer la independencia de Cataluña, detalle este que tan solo ha recogido un panfleto español propiedad de un señor del que muchos se asombran de que siga siendo conde.
La actitud del Parlamento belga constituye una inaceptable intromisión en los asuntos internos de España. Cabría recordarles a estos diputados belgas que España forma parte de la Unión Europea y, por tanto, contribuye al enriquecimiento de Bélgica. Tiene una Constitución y unas leyes homologables a las de los demás países de la Unión y los tribunales de justicia españoles han declarado ilegal el movimiento separatista promovido, entre otros, por los prófugos que se encuentran en Bruselas. Por tanto, no cabe discusión alguna sobre el caso en ningún Parlamento de una nación democrática. Cualquier actitud en este sentido es equiparable la de Maduro. No importa cuál haya sido el resultado de la votación, porque si llega a ser favorable los secesionistas Bélgica se habría puesto a la altura que tuvo cuando exhibía en sus calles a los congoleños como si fueran atracciones del circo, en el siglo pasado, e incluso sus ciudadanos les daban de comer por encima de la vallas dentro de las cuales los tenían para que fueran contemplados.
Los belgas se creen más civilizados que los españoles, por lo que demuestra su Parlamento, que no tiene suficiente con lo que dicen las autoridades españolas. Aunque es cierto que también en España hay imbéciles que recurren al franquismo como argumento explicativo. En ninguna parte está escrito que la imbecilidad tenga cura.

lunes, 6 de noviembre de 2017

El juez deja en libertad a Puigdemont

Es lógico que lo haya hecho porque no se van a fugar. Una de sus acompañantes, M. Serret, ha sacado pecho, haciendo una comparación imposible, la han dejado en la calle, que no libre como dice ella, porque ¿adónde iban a ir?
Es de esperar, no obstante, que la justicia belga se quiera quitar de encima ese problema con la mayor rapidez, puesto que si esos trileros han elegido Bruselas para llevar a cabo su juego seguramente se debe a los consejos de su abogado, que también ha defendido a etarras. Otegui debe de estar satisfecho. Algunos políticos belgas han aprovechado el asunto para mostrar su estupidez. Tenían la opción de callar, para que el detalle pasara desapercibido. La fiebre nacionalista también galopa por Bélgica, es una plaga que asola al mundo.
De lo que no se ha dado cuenta Puigdemont, y es imposible que se dé, porque su mente no está preparada para ver la realidad, sino para hacer trampas, es de que el independentismo ha perdido y lo ha hecho definitivamente.
Rajoy, consciente de su victoria, ha tenido la genialidad de convocar las elecciones para el 21 de diciembre, cuando todo el mundo esperaba que tardara en hacerlo. Con ello, lanzó varios mensajes a la ciudadanía catalana y al mundo: no ha suprimido la autonomía y no pretende adoctrinar a los catalanes, pero sobre todo ha quedado claro que a partir de ahora, aunque los independentistas vuelvan a ganar las elecciones, se ha de gobernar dentro de la ley. Los catalanes que han vivido amedrentados hasta ahora tienen la palabra.
¿Sabrán los de ERC y demás partidos similares que independentismo ha fracasado? Es posible que sí, no porque sean menos torpes que Puigdemont, sino porque viven más pegados al suelo. De todos modos, no van a renunciar jamás a ninguna cantidad de dinero, ni a la posibilidad de hacer el mal que puedan.