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domingo, 14 de mayo de 2017

Esos Raros Stones


por César Colman

DECCA / LONDON RECORDS

Habían empezado como una banda de covers, y no fue sino hasta el cuarto disco, Aftermath, que Andrew Loog Oldham, manager y productor de la banda, convenció a Jagger y Richards para que compusieran un disco completo. Hasta entonces la dupla firmaba solo algunos temas, mientras que otros los firmaban con el pseudónimo Nanker Phelge, que involucraba a la banda completa y a Oldham.

El primer tema que grabaron fue “Come on”, original de Chuck Berry y, llamativamente, su primer número 1 fue “I wanna be your man”, escrita por Lennon y McCartney, que apareció el 1 de noviembre de 1963. Pocas semanas después The Beatles sacaron su propia versión, cantada por Ringo. Entre los compositores versionados por los Stones en sus primeros tiempos están Willie Dixon, Jimmy Reed y Eduard Mc Daniels. Al principio, sus propias canciones no terminaban de conformarlos.


Algo que caracterizó a la discografía de la banda es la diferencia entre las ediciones norteamericanas y las inglesas: lo que se escuchaba en la isla se desconocía por completo en EEUU y viceversa. Así es como Flowers resultó ser un compilado que reeditaba canciones ya aparecidas en Gran Bretaña, lanzado como álbum en EEUU en 1966. La mayoría eran temas que quedaron afuera de Between the buttons y Aftermath, a las que se sumaron las inéditas “My girl” -un clásico de Smokey Robinson-, “Ride on, baby” y “Sittin’ on a fence” de Jagger/Richards. “As tears go by” había sido compuesta por Jagger, Richards y Oldham para la cantante Marianne Faithful en 1964, pero al año siguiente lanzaron su propia versión. “Con la mie lacrime” fue la versión de Jagger gimiendo, extrañamente, en italiano. La aceptación de "As tears go by" les hizo ganar confianza como compositores.

En 1965, durante una gira por EEUU, grabaron su éxito global, "(I can't get no) Satisfacción", con uno de los riffs más célebres de toda la historia del rock, que llegó a ser número 1 en ambos lados del Atlántico.

Con “Jumping Jack flash” editado como simple, anticiparon el lanzamiento de Beggars banquet (1968), uno de los discos más emblemáticos de la banda, con el que iniciarían una seguidilla de 4 grandiosos discos (los siguientes fueron Let It Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main St.). En 1969 otro de sus grandes clásicos, “Honky tonk women”, salió como simple previo al lanzamiento de Let it bleed. En el álbum hay una versión country titulada “Country honk”. La última canción que grabaron para la compañía que los fichó inicialmente, Decca/London, fue "Cocksucker blues”, pero la discográfica se negó a editarla por considerarla "grotesca". Años después, en 1975, la Decca/London se dio el gusto de editar una recopilación de rarezas grabadas entre 1964 y 1970, al que titularon Metamorphosis, que incluye algunas tomas descartadas de Ley ir bleed, como “I don’t know why” de Stevie Wonder, “Jiving sister fanny” y “Downtown Suzie”, esta última escrita por Bill Wyman. En el disco también aparece “Memo from Turner”, tema que originalmente formaba parte de la banda de sonido de la película Performance (Nicolás Roeg) protagonizada por el propio Jagger. “Performance”. La versión de esta edición difiere de la original y se la considera primera canción solista de Mick Jagger.


ROLLING STONES RECORDS

A partir de 1971 lanzaron su propio sello, Rolling Stones Records, con Sticky fingers y el simple "Brown sugar". Al año siguiente sacan Exile on main Street, uno de los discos más elogiados por la crítica. En 1973 Goats head soup, los encuentra todavía arañando un par de grandes canciones ("Doo Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)", "Angie", "Dancing with Mr. D"). En 1974 It’s only rock ‘n roll emite los primeros signos de su agotamiento artístico. Aunque todavía tienen bastante bueno para dar en Black and blue (1976), Some girls (1978) y Emotional rescue (1980), adaptándose al reinado de la música disco.

La década siguiente comienza con Tattoo you, disco que para muchos, con no poca razón, es la última gran obra Stone. Más allá de los gustos, lo cierto es que el disco fue armado con lo que había previo a una gira mundial.

Sucking in the seventies es como el título lo sugiere, un disco con versiones alternativas como “If i was a dancer (Dance pt. 2)”, cuyo original “Dance pt. 1” había aparecido en Emotional rescue; versiones en vivo como “When the whip comes down”, o lados B como “Everything is turning to gold”. Hoy es un disco descatalogado y pasado al olvido, pero de valor para los coleccionistas de esta clase de joyas.


DISCOS EN VIVO

Para los Stones los discos en vivo siempre tuvieron su cosa especial. El vapuleado Still life (1982) tiene covers como “Going to a go-go” de Smokey Robinson y The Miracles, o "Twenty flight rock”, original de Eddie Cochran, canciones que no estaban registradas en estudio y fueron lanzadas directamente en vivo.

Love you live es un muy buen disco en vivo, editado en 1977, con el debutante Ronnie Wood, grabado entre 1975 y 1976 en París, Londres, Los Angeles y Canadá. Allí suenan gemas como "You gotta move", “Manish boy” de Mudy Waters, o “Crackin’ up”, una vieja canción de Bo Didley que los Stones tocaron en vivo casi desde sus comienzos pero que grabaron finalmente en El Mocambo Club de Canadá.


REEDICIONES, RAREZAS, Y DEMÁS (DISCOS) VIVOS

Las recientes reediciones remasterizadas de algunos de sus clásicos probaron poseer algunos tesoros escondidos hasta ahora. Sticky fingers, Exile on main St. o Some girls tienen ahora buenos temas inéditos, tomas alternativas o en vivo.

También vale tener en cuenta Rarities 1971 – 2003, disco en el que hay de todo un poco: canciones no tan viejas como “Fancy man blues", de la época de Steel Wheels, que había ido a parar a After the huracán, un compilado producido por George Martin a beneficio de las víctimas del huracán Hugo. No carecen de interés remixes sin edición como “Miss you (dance versión)”, “Harlem shuffle (NY Mix)”, o "Let it rock" de Chuck Berry, que había sido lado B de “Brown sugar”.

Los discos en vivo, cada vez más frecuentes desde los 90, dejan a la vista de todos algún secreto. En Flashpoint (1991) hay temas nuevos como “Highwire” y “Sex drive”. En Stripped (1995) está la célebre versión de “Like a rolling stone” de Dylan. En No security (1998) aparece “Corina” de Taj Mahal, en la que además es invitado para el evento. “The nearness of you”, clásico de 1938 o “Rock me, babe” el no menos clásico de B. B. King son las yapas que trajo al mundo Stone Live licks (2004). Finalmente en el documental de Martin Scorsese Shine a light (2008) nos regalaron la joyita “Champagne & reefer” con Buddy Guy como invitado.


TEMAS STONES EN DISCOS SOLISTAS

“Lonely at the top” es una canción del año 1980, entonces descartada y luego grabada por Mick Jagger para su primer disco solista She’s the boss (1985). “Act together” y “Sure the one you need” aparecieron en el debut solista de Ronnie Wood (1974). Por entonces Ronnie ya estaba merodeando la banda y se estaban ayudando con distintos temas, por ejemplo “It’s only rock ‘n roll”, en cuya composición él participó, a pesar de que solo figuran las firmas de la dupla. Es preciso una mención especial para “Hurricane”, editada en el compilado de Keith Richards Vintage winos (2010), que había sido escrita para la época de Forty licks por la dupla.

Así es que no es tan descabellado pensar que la música Stone se nutre de otros mundos, más allá de “Satisfaction” o “Gimme shelter”, e incluso de otros artistas. Aunque, bueno, con una banda de una longevidad como los Stones lo raro sería que no tuvieran una sorpresa por ahí escondida…

Y efectivamente ¡la tenían!


SORPRESA

El año pasado editaron sorpresivamente Blue and lonesome, su vigésimo tercer disco en estudios, una edición verdaderamente especial: a fines de 2015 se juntaron en un estudio del suburbio londinense durante tres días. Grabaron todos juntos, al viejo estilo. Y no hicieron temas propios sino un puñado de viejos blues, de músicos como Howlin Wolf, Little Walter, Willie Dixon, Magic Sam, Jimmy Red y otros. Por ahí pasó Eric Clapton que estaba grabando su propio disco, y lo invitaron a tocar en un par de temas. Se juntaron a tocar la música que siempre les gustó, sin especulaciones de marketing, y así recuperaron la frescura, la potencia, el sentimiento y la diversión que parecían haber perdido. Tanto que muchos lo consideran uno de los mejores discos de su carrera.

sábado, 19 de septiembre de 2015

The Clash: primavera 0:00


por César Colman

LOS DINOSAURIOS

A pesar de sus inicios musicales humildes y casi minimalistas, fueron creciendo hasta convertirse en la banda de la calle. Esa que con un discurso radical se declaraba a favor, tanto en entrevistas como en canciones, acerca de cuestiones que otras bandas preferían pasar por alto. Esa que a fines de los 70 y principios de los 80 se oía por cualquier lado como algo cotidiano y que le gustaba a todo el mundo (o casi), a pesar de su contenido. Pero también fue esa banda que gracias a la sofisticación paulatina de su música padeció la influencia directa de una enorme variedad de estilos. Y se convirtió en esa banda que sin buscar el enfrentamiento contra el “No future” evolucionó de tal forma que, con cada disco, no podía menos que proclamar una revolución. Este crecimiento desarrollado en cada uno de sus lanzamientos, sumado a las enormes y desgastantes giras, desencadenaron lo que termino por desorientarlos. Y al desbandarse, de alguna manera, se acabó el mundo jurásico. (Hubo un par que intentaron arrimarse, pero nunca llegaron a representar el papel musical que se requiere para esto). Será entonces que en realidad nunca sospecharon hasta donde llegarían. O será, tal vez, que cuando lanzaron su primer single “1977” y remarcaron que “no habría más Elvis, Beatles y Rolling Stones”, nadie pensó que podían llegar a ser tan grandes como ellos, pero con una historia mucho más pequeña. O es que nadie se dio cuenta de nada, en realidad, ni siquiera ellos.

PUEDEN DESAPARECER

THE CLASH (1977): Este primer disco es puro punk-rock, pero con los matices melódicos que ya caracterizaban a la banda. En él no hay sofisticación ni arreglos, no todavía, simplemente es rock en estado puro, tocado a gran velocidad, nada de grandes instrumentaciones, aquí solo huyen de forma explícita de los setenta y de lo que había sonado hasta ese entonces. La música y la voz eran muy agresivas, pero no sonaban pesadas sino frescas yy, por sobre todo, resonantes. La llamaban música basura, pero en realidad era una música muy honesta. El disco es parejo de principio a fin y casi podría decirse que no envejeció. Con todo esto es fácil rendirse ante la arrolladora “Janie Jones”, el brutal “White Riot”, o “London´s Burning”, tal vez una de las mejores canciones de su carrera, o la melodía de “Career Oportunities”, o su primera incursión en el reggae,“Police & Thieves”. Un disco con muchísima personalidad, con una banda que parecía esconder algo más grande entre manos.


GIVE ´EM ENOUGH ROPE (1978): El segundo en UK, pero el primero en EEUU, parece ser un disco de transición que no alcanza la calidad del anterior, pero sigue en la misma línea. Nuevamente las guitarras sonaban fuertes y las voces se desgastaban ante el micrófono, pero faltaba algo de la frescura del primero. Este disco es quizás el más desconocido y se puede considerar, de alguna manera, una grabación menor dentro de su carrera. No ofrece nada nuevo respecto al primero y eso era un poco peligroso en un grupo punk, dado que las limitaciones musicales del género acababan con el mismo y con la sorpresa del público que ya se estaba habituando al sonido. No obstante hay canciones que se destacan del resto, tal es el caso de “Safe European Home”, “English Civil War”, “Guns On The Roof”, todas dentro del ya clásico esquema punk; u otro tema con un contenido síp, como el delicioso “All The Young Punks”. No llega a ser un paso al costado, para nada; pero si un error calculado.

THE COST OF LIVING E.P. (1979): Meses antes de su siguiente lanzamiento, editan este extended play con cuatro temas. "I fought the law", "Groovy times", "Gates of the west", y "Capital radio two". En ellos se vislumbraban distintos formatos de canciones, abriendo la puerta a lo que vendría.


LONDON CALLING (1979): Editan, a mediados de diciembre, un disco doble a precio de uno, en todo sentido. Con una producción mucho más elaborada, incluyen arreglos e instrumentos con una fuerza y espontaneidad que hacen olvidar los balbuceos del segundo long play. Se convierten en la banda sonora de la calle, con una obra que plasma su búsqueda, superando sus propias expectativas.  El pueblo pedía nuevos héroes, aunque esta vez no debían tener ni el pelo largo ni lentejuelas, esta vez debían tener el pelo corto, despeinados y con los pantalones rotos. La banda se presenta con una obra concebida desde la tapa que, si bien no hilvana una historia, guarda, aunque no esconde, el mayor de los conceptos, el fin del rock. Homenajeando así al disco que ellos consideran como el inicio de la era del rock con Elvis Presley. London calling ahonda todos los estilos que marcarían los 80: ska, reggae, rockabilly, funk, punk y pop, creando con todo ello un sello único e inigualable. Destacar canciones es casi imposible, pero quizás se puede mencionar “London calling”, que resultó ser todo un himno urbano; “Jimmy jazz” con su toque swing que aún no había sido explotado por la nueva ola británica; “Spanish bombs”, con un esquema más roquero y punk, con referencias a España y a la guerra civil; el pop de “Lost in the supermarket"; otra con un ritmo arrasador como “Guns of Brixton”, dedicada al barrio más punk de Londres; el ska de “Wrong ’em Boyo” y algunas más como “Lover’s rock” o “Revolution Rock”, donde vuelven con el reggae. Pero el disco se deja escuchar de principio a fin con una facilidad alarmante, a pesar de sus más de setenta minutos. Un disco del cual muchos tomaron prestado no solo la musica sino tambien la actitud y los conceptos. La Rolling Stone hizo una de sus famosas encuestas en la que anunciaron con bombos y platillos que London calling resultó ser el mejor disco de la década del 80. Consultado Strummer por la misma publicacion acerca de esto, respondió: "Pienso que el disco salió en el año 79".

SANDINISTA (1980): Tras el éxito de London Calling y con el público entregado, sacan un disco triple, también a precio reducido. Si la banda logró un sonido más elaborado y lejano a sus dos primeros discos, es por la abundancia de teclados, vientos, coros, orquestas, sintetizadores y todo tipo de arreglos que distaban del espíritu punk. El disco contiene una buena colección de temas, como el disco-funk que abre la placa, “The magnificent donde se luce el bajo de Paul Simonon; otro tema destacable es “Junco partner”; o uno de los himnos, “Something about England”, con Strummer cantando como nunca. Vuelven con un reggae enorme como “One more time”, explotando los arreglos y ritmos dub. También rescatan el tema de los Equals, “Police on my back”, y sorprenden con la canción “Washington bullets”. Es magnífica también la versión casi reggae que hacen “Charlie don’t surf” y el disco-punk “Junkie slip”. Una última delicia es una versión de su primer disco completamente transformada, “Career Oportunities”. Sandinista! contiene canciones que son auténticas perlas junto con alguna que parecen no estar terminadas. Y si bien estos altibajos no lo hacen fácil de escuchar, luego de reiterar las audiciones, se va convirtiendo en irresistible.


COMBAT ROCK (1982): Ya convertidos en megaestrelas, este disco fue otro golpe de popularidad y nos hizo descubrir canciones de distinto interés, aunque nuevamente no llega a la calidad de London Calling. Aquí también se nota la existencia de algunos temas demasiado experimentales y de difícil audición. Tal como pasaba en Sandinista! se mezclan las canciones fantásticas y directas con otras no tan asimilables. Se puede destacar la muy rockera “Know your rights” o “Overpowered by funk”, sin olvidar la experimentación y el reggae desarrollado en el tema “Gettho defendant”. No obstante, el disco contiene uno de sus más temas reconocidos, “Should i stay or should i go”, tal vez su canción más americana, absolutamente inolvidable. El disco, en realidad, puede pasar desapercibido a simple oída pero es un gran disco, y se pueden encontrar perlas en cada una de las canciones por separado.

CUP THE CRAP (1985): Este disco es, tal vez, una de las mayores decepciones de la historia del rock. De difícil lectura y asimilación, contiene temas que parecen salidos sin inspiración. El grupo se resentía y ya no aguantaba los ochenta, su público se distanciaba de ellos, apartándoseles definitivamente. La producción barroca, confusas y sin alcanzar la nitidez necesaria, cubría todo con multitud de teclados y arreglos que destrozaban las canciones. Sumado al hecho de que Mick Jones y Topper Headon ya no pertenecían a la banda, lo cual provocó el desagrado y la incomprensión definitiva de sus seguidores. Todos los problemas anteriores se podían haber resuelto con buenas canciones, pero no.  A la distancia puede que no disguste tanto, pero el disco sigue sin llegar al aprobado. Así es que se salva, para quien se atreva a oírlo “This Is England” y “Three Cars”, o "Cool under heat" y poco más. Una mala despedida para uno de los mejores grupos de todos los tiempos.


RESTOS FÓSILES

Luego de esto, cada uno de los miembros se embarcó en distintos proyectos. Topper Headon estuvo lidiando con sus adicciones y no tuvo gran actividad. Editó un álbum de R&B llamado Wakin up, de poca repercusión artística y no más. Paul Simonon, por su lado, hizo algo más, editó un disco con una banda llamada Havanna 3AM, y años más tarde formó parte de uno de los tantos emprendimientos de Damon Albarn, The good the bad and the queen. Mick Jones inmediatamente luego de ser despedido formó Big Audio Dynamite, también conocido como B.A.D. banda con la que continúa hoy en día. Era una mezcla de samplers, sonidos y voces por lo que recibieron gran cantidad de críticas y acusaciones varias. Para su segundo lanzamiento de 1986, Strummer ayudo a su ex compañero con la producción del disco y la composición de algunos temas. Si bien corrieron rumores acerca del regreso, la cosa nunca pasó de eso. La banda continuo editando discos sin mayor trascendencia comercial, pero que sirven para establecer su propio legado. Strummer hizo, además, otras producciones, como es el caso de The Pogues. También tuvo un lanzamiento solista, pero luego formó The Mescaleros, banda con la que editó tres discos.

Hubo discos póstumos también, como el caso de Super black market clash, un grandioso muestrario de lado b, remixes y demás rarezas a lo largo de toda su historia. Disco que es una edición extendida del LP Black market clash. Fue editado previamente a la salida de Sandinista! y constaba de 9 canciones compiladas de distintas etapas de la banda. Clash on Broadway es un compilado que contiene rarezas y demás temas en vivo desperdigados entre clásicos de todas sus épocas. Y From here to etrnity, un disco en vivo con material de las distintas etapas de la banda en diversas presentaciones. Un muy buen muestrario del despliegue musical de una banda que dejó en el debe un legado trunco. Tal vez el fallecimiento inesperado de Strummer por una afección cardiaca no descubierta a tiempo nos dejó sin una reunión.

miércoles, 21 de enero de 2015

Robert Plant, artista de dos siglos

Se puede escuchar el especial de La otra.-radio dedicado a Plant clickeando acá




por César Colman

Tras el fallecimiento de John Bonham y la disolución de Led Zeppelin, Robert Plant inicia su carrera solista con un perfil notoriamente más bajo. En las primeras reuniones que mantuvo con Ahmet Ertegun (presidente y fundador del sello Atlantic) le pidió que lo tomen en serio. La inmensidad que adquirió Led Zeppelin demandó una estética distinta para la música de Robert Plant. En su etapa solista se pueden distinguir tres etapas. La primera, compuesta por los discos: Pictures at eleven, The principle of moments y Shaken’ n’ stirred. En esta etapa hubo un acercamiento al pop que le dio su mayor éxito comercial. La segunda etapa, compuesta por los discos Now and Zen, Manic nirvana y Fate of nations. En ella enriqueció su música con un endurecimiento en su propuesta, acercándose por momentos a lo hecho por Led Zeppelin. Y la tercer etapa, compuesta por los discos Dreamland, Mighty rearranger, Raising sand (Junto a Alison Krauss), Band of joy y el reciente lullaby and… The Ceaseseless Roar. Aquí lo vemos envejecer con sabiduría, manteniendo su voz en gran forma y jugando con distintos ritmos y sonidos. Estos son, entonces, disco por disco :

Primera etapa

Con Pictures at eleven del año 1982 buscó y consiguió alejarse lo más posible de lo hecho con Zeppelin. Producido por el mismo Plant, le dio a su música un inesperado acercamiento al pop, la new wave y, de alguna forma, al avant-garde. Contó con la colaboración compositiva del guitarrista Robbie Blunt en todos los temas y el aporte en dos temas del tecladista Jezz Woodroffe. Canciones como “Burning down one side” o “Fat lip” lo posicionan en un lugar sorprendente en comparación con lo hecho con Led Zeppelin. En el disco participa Phil Collins en seis de las ocho canciones, en las restantes “Slow dancer” y “Like i’ve never been gone” la batería está a cargo de Cozy Powell. Lo que puede llegar a sorprender es que no hubo presentación en vivo del disco.

Para The principle of moments, del año 1983, las cosas no habían cambiado mucho. Editó su disco bajo sello propio (Es Paranza) con lo que se desvinculaba del todo de Led Zeppelin y esta vez sí, hubo presentación en vivo. Lanza su primer hit, “Big log”; y coquetea con el reggae en “Messin’ with the mekon”. La placa podría catalogarse como un paso al costado sin grandes novedades respecto a su anterior trabajo, pero sí profundizando su alejamiento de Zeppelin.

Luego, el proyecto paralelo The Honeydrippers y el disco Volume one del año 1984. La idea de este EP fue de Ahmet Ertegün (legendario fundador del sello Atlantic), quien decidió grabar canciones clásicas de su sello de los años 50. El disco muestra a un Robert Plant en excelente forma para cantar canciones como “Sea of love” de Phil Phillips, “I got a woman” de Ray Charles y “Rockin’ at midnight” de Roy Brown. Participan Jimmy Page, Jeff Beck, Nile Rodgers y Dave Weckl en la batería.

Con Shaken n’ stirred del año 1985 la cosa volvería a sus carriles. Es que Plant dejó las baladas para concentrarse en su propia música. Ya sin la bateria de Phil Collins, se había corrido la voz de que Eurythmics iba a colaborar con uno o dos canciones para el disco. Con temas como “Little by Little” o “Kallaloo kallaloo”, las guitarras sintetizadas lo convierten en su disco más arraigado a los 80. Robert Plant lo definiría como la aventura de la tecnología.

Segunda etapa

Para Now and Zen del año 1988 Plant cambió la banda. Las canciones se tornaron más directas, ya el avant-garde de trabajos anteriores, a excepción tal vez de “The way i feel” y “Why”. Jimmy Page es invitado en dos temas, “Heaven knows” y “Tall cool one”. Phil Jonstone es una parte vital en la composición, en la ejecución de los teclados y en la producción integral del disco (hecha junto a Tim Palmer y a Plant).

Manic nirvana, editado en 1990, fue más allá. Plant concibió una suerte de compendio de su carrera con canciones nuevas, desde su lado más roquero hasta el world music. Estaba decidido a subir el voltaje y lo consiguió en canciones como “Hurting kind”, “Nirvana” o con el cover “Your ma’ said you cried in your sleep last night”. Las canciones parecen concebidas para sonar bien en vivo; con la incorporación de Charlie Jones en el bajo, la banda suena fluida.

El disco Fate of nations de 1993 significó el retorno a sus raíces musicales, con canciones como “If i were a carpenter”, el cover de Tim Hardin. Pero también con el enternecedor “I believe”, dedicado a Karac, su hijo fallecido en 1977. Se destacan canciones como la zeppeliana “29 palms”, “Calling to you” y “Memory song”, con un reconocible aroma oriental. También la increíble e hipnótica balada “Greatest gift” en la que Plant consolidaba su arte en un nivel superlativo.

Impasse

Muy a pesar de todo, hubo otra oportunidad para que Page y Plant arremetieran, ahora con No quarter en el año 1994. Convertidos en una suerte de dúo hicieron, canciones de Led Zeppelin y otras nuevas. MTV los invito al Unplugged y ellos le dieron una nueva forma al concepto, grabando en Marruecos, Gales y Londres con orquestación egipcia y marroquí. La nueva y misteriosa “Wonderful one” no desentona en un disco a la altura de sus protagonistas. El éxito fue tan inmediato que se lanzaron a una gira. 

Led Zeppelin. The BBC sessions (1997): dividido en dos partes totalmente discernibles, en el primer disco están las sesiones del año 1969. “Dazed and confused” y “Whole lotta love” presentan una típica zapada de la época. Por su lado, el segundo disco registra un concierto que tuvo lugar en el año 1971 con canciones que se acercan más a un nivel profesional, como “Black dog” o “Heartbreaker”. La cuestión con esta clase de ediciones es la necesidad creada desde un mercado siempre demandante. 

La segunda aparición del dúo Page & Plant, editada en 1998, se denominó Walking into the clarksdale. Hubiera sido, al menos, un sorprendente malentendido que repitieran el anterior y genial No quarter. Pero, con producción de Steve Albini (PJ Harvey, Urge Overkill, Nirvana), el disco dan un vuelco hacia el costado de Plant. Claro que no es un disco digerible en primera instancia pero la intensidad es la necesaria. Canciones como “When the world was young”, “Blue train” o la oriental “Most high” revelan un camino oculto y virgen al que tal vez le falta transitarlo.

Tercera etapa

Un disco de versiones es Dreamland ,del año 2002, con “One more cup of coffe” (Bob Dylan) o la más famosa “Hey Joe” (Billy Roberts), antes interpretada, entre otros, por Jimmi Hendrix. También está la inolvidable e insuperable versión de “Song to the siren” de Tim Buckley. Nueve años después de “Fate of nations” y después de un impasse que tuvo a Page de coprotagonistan vuelve con banda nueva. Dreamland agrupa las influencias de Plant. 

Mighty Rearranger de 2005, a nombre de Robert Plant & The Strange Sensation: si no escuchaste este disco, deberías hacerlo: Ese mismo año Plant se negó a recibir un Grammy en nombre de Led Zeppelin. De eso se trata su integridad. Canciones como “Tin pan valley”, “Mighty rearranger” o la deliciosa “Shine it all around” fueron concebidas para ser grandes, mirando hacia adelante pero volcando su experiencia y sabiduría en ello. Solo alguien de su talla podría lograr algo así. 

Raising sand: Robert Plant y la cantante de bluegrass Alison Kraus editaron en el 2007 este disco producido por T. Bone Burnett (una suerte de eminencia que trabajó con gente de la talla de Elton John, Bob Dylan, Elvis Costello, Diana Krall y extensísimo etc.). Acompañados por músicos como Marc Ribot y Rowland Salley, entre otros, el disco alberga versiones como “Trampled rose” de Tom Waits, “Please read the letter” de Page & Plant o “Fortune teller”, versionada también por los Rolling Stones a mediados de los 60, en Got life if you want it. Un disco irrepetible. 

Si bien el disco Band of joy fue editado en el 2010, este es el nombre de la banda que Robert Plant y John Bonham abandonaron para ingresar a Led Zeppelin. Aquí la formación se reúne sin Bonzo.Tiene una suerte de continuidad ideológica con Raising sand, con temas tradicionales como “Cindy, i’ll marry you someday” o “Satan your kingdom must comedown”. También hay covers como “Angel dance” y, por supuesto, temas propios. PEl disco es que nos regala un sabrosísimo folk blues primario. 

Por ultimo, lullaby and… The Ceaseseless Roar, editado el año pasado. Robert tenía dos hipotéticas opciones : o bien darle continuidad y tal vez profundizar lo hecho con Mighty rearranger, lo que sería lo obvio, dada su evolución, o sorprender con una nueva vuelta de tuerca. Con canciones como “A stolen Kiss”, “Turn it up” o “Little Maggie” demuestra por qué las respuestas más sencillas suelen ser las más acertadas, aunque no las obvias. Otro disco que muestra a Plant en gran forma, ya a mediados de la segunda década del siglo xxi. Definitivamente, Robert Plant es un artista de dos siglos.